Partida Rol por web

Pues ciertamente, no eran los niños con los pies más agiles, pues  tantas cosas tenía el titiritero que era casi imposible no hacer ruido, y más cuando por donde pasaban, parecían estar indicando con letreros “Heyyy aquí estamos!”, sin embargo, a pesar del  ruido y también a pesar de todo, el viejo está muerto, no se moverá.

-Perdone señor..¿me oye?

Pero evidentemente el no oía. Su piel, parecía como de tela, como momificada con el tiempo, no era muy normal el asunto, pero muerto estaba.... sí

Noelia y José, notan, al estar más silencioso que los demás que el sujeto tiene algo en su mano. No era muy evidente pero ellos dos lo captaron inmediatamente, pues era como si la mano del hombre estuviera tocando la de la marioneta, pero la criatura de  metal, parecía  ejercer presión en la mano. ¿qué tendrá?

El títere construido a medias  solo daba miedo por si mismo.

Mientras tanto Mateo y Rafaela (cada uno haciendo el mayor sonido posible) encuentran un armario: cerrado con llave.

Temblorosa, se acerca hacia el anciano, que no le respondía, observandolo fijamente.Con uno de sus deditos, lo toca muy levemente, mientras fija su mirada en sus manos y las del muñeco.

-Esta en el cielo, como mi papá.

Mientras sus manos se acercan hacia las del muñeco y las del anciano.Con sus deditos temblando, empieza a tocar la del muñeco..

-Esta guardando algo ¿será tu llave, Rafaela?

Intentando averiguar que aprieta la mano del titere...

Oh que curioso, Noelia trata de sacar lo que sea, es como una ficha.. mmm el problema es que la mano del títere esta un poco oxidada...

-No sale..jo..mmmm

Viendo que no puede sacar lo que agarra, entonces recuerda con desagrado a su padrastro y algo que solía hacer .

-José, ¿tienes el saco?Hay un fraquito con aceite, damelo que se lo he visto hacer a mi..

Se calla, a punto ha estado de llamarlo papá.

-El lo usa con la bici y las ruedas, cuando se atascan, a lo mejor así consigo sacarla.

Mateo se sereno un poco cuando nada paso.
Había sido un momento tenso, y en su mente eterno, esperar alguna reacción desde que Noelia le hablase al muerto hasta ver si sucedía algo.
Afortunadamente todo seguía medianamente igual.

La niña se estaba fijando en algo que parecía tener en la mano el viejo muerto.
¿Una llave decía?, quizás fuera lo que precisaban para salir de allí.

Azuzado por esa idea Mateo se acerco a su amiga.
Déjame ver si puedo Noe, le dijo a la niña mientras tomaba la mano del títere intentando abrirla con sus delgados dedos.

Noelia, saca una lata de aceite, y toma la pieza de  la mano del robot y le pone un poco, mientras Mateo, ha decidido abrirle los dedos al robot, entre ambos hacen un buen trabajo en equipo, y sacan de la mano del hombre lo siguiente.

Se parece a otra..

-¿Que es?...se parece a la otra que encontró José.

Se queda mirandola, mientras la sostiene con sus deditos, tocandola.

.¿Será como un puzzle?..A ver la otra, a ver si encajan.

Un armario..un armario que se abría con una llave...y la llave tenía que estar por allí. Rapidamente se dió la vuelta para buscar dicha llave.

Si veis una llave...es mia! Dijo mientras observaba de refilón que hacían los demás...cosas muy raras, tocar a un muerto, puaj, que asco, eso no era como tocar una rana con un palo y abrirla para ver que había dentro. A los muertos había que velarlos..

La pobre, como era tan despistada, ni se acordaba de que tenía una llave guardada en el bolsillito de la rebeca, ni aunque se lo dijesen.

Mateo miraba la pieza que sostenía Noelia en su mano pequeña y hermosa.
¿Dónde había visto de esas antes?
¡Si, eran las piezas que faltaban en el círculo de la calavera!

Noe, le dijo con nerviosismo a su amiga, son las piezas del círculo de la calavera, creo recordar que faltaban tres…o cuatro piezas en el disco…eso significa que habrá otras por ahí…

Mateo comenzó entonces a mirar con mayor atención a su alrededor, buscando alguna pieza del puzzle o la bendita llave que reclamaba Rafaela.

Se queda mirando la pieza, perpleja, como hipnotizada, cuando escucha a los demas buscar una llave.

-Rafaela tu encontrastes una antes ¿no te vale?

Recordando que su amiga se la habia metido en el bolsillo, mientras guarda la pieza.

-¿entonces tenemos que buscar mas piezas como esta? ¿y quien tiene el puzzle de la calavera?

Poniendose a buscar , como si estubiera jugando al tesoro oculto.Pero parece una ciega buscando en la oscuridad.

Mientras hablan Mateo y Noelia...

Rafaela esta nerviosa, tan nerviosa que teniendo la llave no la encuentra, pero claro, ella la tiene, así que luego la siente entre sus pequeñas manos sudorosas, y una vez con ella mira el armario.

Mete la llave y este se abre ante todos.

(contenido identico a el de la imagen)

Muchas cosas extrañas y acumuladas, un muñeco de oso con dientes y comiendo una sopa, de color rojo como la sangre. Un  lugar de madera, un tonel lleno de cosas..

Por fin Rafaela abre el armario, descubriendo mas juguetes. Se queda mirando con repugnacia al oso que come sopa.

-Que feo es, no me gusta.

Quedandose mirando el resto de cosas, pensandose si tocar algo o no.

-¿Habrá mas piezas aqui dentro?

José se había quedado embobado. No entendía nada de lo que pasaba, ni porqué estaban ahí ni cómo podrían escapar. No sabía qué hacer... Ignoró a sus amigos, intentando ver por las ventanas, pero no hubo suerte, así que se dio media vuelta con los hombros hundidos, vencido ya. En ese momento Noelia lo mencionó y mencionó la extraña pieza que había conseguido al principio de aquella horrorosa aventura.

Su cabeza ya empezaba a juntar ideas y a pensar cosas cuando Mateo y Noelia expresaron lo que el mismo creía.

- ¡Claro!- Dijo, entusiasmado de nuevo. - ¡Eso es! - Al darse cuenta de que estaba gritando por la excitación, bajó el volumen hasta casi un susurro.- Seguro que es una prueba. Tenemos que volver a rellenar el círculo y seguro que podremos salir de aquí. Incluso encontrar a Verónica. - Una enorme sonrisa lo ocupó la cara al recordar a su hermanita, su motivación más fuerte para superar aquello que les habían hecho.

José intento acercarse lo más que pudo al armario, incluso empujando a los demás para abrirse paso, aunque no pudo con el peso de Rafaela.

- Wala.... - Exclamó al ver la enorme cantidad de cosas. Sus nervios y el ansia por salir de allí le evito temer incluso al extraño y macabro oso. Buscó y buscó hasta quedarse con lo que más le llamaba la atención: el martillo.

Con mucho cuidado, alargó la mano hasta cogerlo, mirando que nada cayera o se moviera.

Intentando que José no la tirará en su brusco movimiento por alcanzar algo, se apoyo en la madera.

-ten cuidado, que me tiras..bruto, que eres un bruto.

Notando como sus deditos tocaban algo, que al mirar, se da cuenta que es una llave, la cual agarra, mientras la observa. Tras aferrarla con fuerza en una mano, observa unas tenazas, apoyadas en el barril, al lado del oso feo, y metiendose por debajo de Rafaela y José, las alcanza, saliendo a gatas, y sentandose a observar sus capturas.

-Mirad, tengo una llave ¿que abrirá?

Jose tenía ra_ón, todala ra_ón del mundo, Ahora todo le cuadraba a la niña, claro, aquellos eran tro_os de lo que se encontraron, ese objeto con una calavera que daba tanto miedo.

Apenas se percató de que dos de los niños habían cogido ya algunos objetos, y cuando miró para ver si ella cogía algo, solo pudo soltar un bufido de asco al ver al oso...ese oso...ya lo tocaría. Alargó al bra_ito para poder coger un bastón que había al fondo; siempre había querido un bastón y la verdad es que por lo que sabía, arrear arreaban bien.

También llamó su atención un candíl que de poder encenderse, igual les serviría de mucho. Con cuidado para no tirar nada más lo recogió del asa y lo al_o Ui...ui...esto...ya...ya está musitó para ella cuando ya lo tenía en su poder. Sopló en su superficie para quitarle el polvo, cosa que pudo molestar a los demás ya que algo de polvo les había llegado.

Lu_ si esto funciona, no estaremos mas a oscuras. Sonrió anchamente, mientras observaba el bastón, tal ve_...Bueno seguro que no pasa nada Esos fueron sus pensamientos antes de tocar al oso de los dientes con la punta del bastón, para ver si se movía.

José se removió casi cayendo cuando Noelia pasó por abajo. Apenas unos instantes después Rafaela sopló el polvo, que a él le llegó a los ojos y a la boca.

- Jo*cof*petas*cof cof* - Movió la mano para apartar el polvo de su cara. - Si que *cof cof* sois *cof* plastas...

En ese momento se fijó en un cacharro que no había visto hasta entonces. Con los ojos abiertos como platos, agarró la pequeña cacerola, observándola más de cerca e intentando ponérsela de casco.

Mateo había dejado al resto elegir primero, más que nada porque no sabía que tomar.
Lo pensó un rato mientras sus amigos observaban los objetos que ya tenían.
Algunos habían tomado objetos funcionales al grupo y también cosas que pudieran servir para defenderse.
El quizás, debiera hacer lo mismo.

Mirando con atención iba paseando sus ojos sobre el lugar buscando, buscando algo que pudiera servirle como arma.
Justo al lado de un guante de lana violeta que colgaba olvidado de una gruesa vara de madera vio una barra de metal torneada como de un metro de altura.
Eso podría servirme muy bien, se dijo Mateo a sí mismo, mientras tomaba la barra de metal y sopesaba con sus manitos el peso de la misma.

Una vez estuvo conforme con el objeto volvió a mirar en el pequeño cuartito en busca de otro objeto.
Sin saber por qué una campana de bronce le llamo la atención, la tomo con cuidado intentando que no sonara y la observo durante unos momentos antes de guardarla con cuidado entre sus ropas.

Conforme con su búsqueda, se volvió a ver qué hacían sus amigos y sin mirar a ninguno en concreto les pregunto.
¿y bien, ahora por donde seguimos?