ANGELES CAIDOS; DE ALAS NEGRAS CUAL SERA EL CAMINO QUE SEGUIRAS
Los Grigori, fueron los antiguos sirvientes de los arcontes, un reducto del pasado que el centinela conservo, copio y modifico a su antojo en la figura de los demás ángeles, su tarea desde el nacimiento de los humanos fue el de observarlos y encauzarlos.
Pero su acercamiento a los humanos y su implicación con sus protegidos provoco la ira de dios que no deseaba una acción tan directa, así que mando a Lucifer señor de los Grigori a castigar a sus hermanos, pero cuando conoció a la humanidad vio todo su poder y decidió regalarles la luz divina, el conocimiento sin fronteras, algo que enfureció de sobremanera a dios y por ello les concedió su propio deseo como castigo, les dio un alma como la de los humanos peor cuando lo hizo los expulso del cielo.
Durante esta caída sufrieron un dolor tan horrible, que intentar describirlo seria una vana perdida de tiempo, su luz celestial se perdió y sus alas se tornaron oscuras en señal de que su padre les había castigado, ahora algunos vagan por el purgatorio en busca de la gratia divina, deseosos de regresar al lugar de antaño, otros sin embargo han abrazado su dolor al máximo y lo han transformado en odio.
Todo Grigori posee una figura igual a la de un muchacho de unos 17 años de edad, demostrando una juventud que no ha sido marcada por el paso de los años, su piel es inmacula, sus cabellos son ordenados y brillantes, su figura es esbelta y fuerte, muy enjuta, pero sin llegar a ser escuálida. Sus dientes son blancos y ordenados a todas luces es un humano demasiado perfecto, que posee un encanto especial aun sucio y herido.
En su espalda están ancladas sus alas muy parecidas a las de un águila, pero de color negro, sus heridas nunca cicatrizan dejando marca.
Su altura nunca es inferior a uno setenta y cinco centímetros ni superior a dos metros.
Sus ojos y sus cabellos son siempre claros.
Los Grigori poseen un control sobre su alma mucho mas avanzado que otros seres y parecen comprender mejor sus facultades por lo que son capaces de usar su potencial para influir en su cuerpo directamente, pudiendo aumentar un punto en un atributo por cada 5 puntos de alma que gasten, tanto para realizar una acción como puede ser aprender hechizos o mover un roca o soportar las tiradas de aturdimiento. Este gasto se realiza para una acción, es decir si que quiere transportar un roca dura todo el proceso siempre que no sea superior a dos turnos.
También pueden inmolarse, concentrando toda su alma y haciendo la estallar, provocando un daño de 3D10 por cada 10 puntos de alma consumidos y en un radio de hasta 5 metros.
La vista de los ángeles es muy aguda por lo bajo la luna son capaces de ver como de día y en la oscuridad total pueden distinguir sombras a menos de 3 metros. En las tiradas de percepción visual la dificultad desciende en uno o dos niveles a discreción de director de juego.
Los ángeles poseen una fabulosa tolerancia a las drogas y venenos así como a las enfermedades por lo que las tiradas relacionadas con esto serán un nivel mas bajo.
El cuerpo de los ángeles no puede poseer ninguna cicatriz o escarificación, estas desaparecen y se vuelven inocuas, pero si pueden llevar tatuajes.
Los Grigori no duermen como lo hacen las demás razas, en su lugar entran en un trance, por lo que pueden permanecer alerta pero con dos niveles mas de dificultad.
Los Grigori nunca fueron una sociedad unida, tan solo les unía su servidumbre y ahora que son libres cada uno ha obtenido enseñanzas y vivencias diferentes por lo que a su llegada al purgatorio algunos se agruparon, pero la mayoría a seguido su camino en solitario, aunque parece que aun siguen un precepto común, el de sentirse llamados a reunirse periódicamente durante una noche para compartir sus experiencias y poder de algún modo reunir información de cómo volver a su antiguo hogar.
En estas reuniones se pueden ver a todos los Grigori existentes aunque nadie sabe ni como llegan ni nadie los ha visto.
Aunque las posturas ante su forma de ver la vida son completamente opuestas durante estos concilios la paz esta pendiente de un hilo solo forjado por la cordialidad de los interlocutores, aunque muchas venganzas se forjan en estos concilios.
Algunos Grigori han clasificado a los distintos grupos según una nomenclatura usada para diferenciar sus formas de pensar.
Y los han agrupado en vías.
Los integrantes de la vía de la luz son los Grigori que aun corresponden a dios aun sin ser escuchados, estos ángeles prosiguen su obra. Protegen al hombre y declaran la guerra abierta al mal en cualquiera de sus formas. Muchos de estos ángeles se han vuelto monjes guerreros o vigilantes, en distintos asentamientos humanos siendo reverenciados por ello. Su búsqueda es austera e intentan no mezclarse demasiado con los humanos a modo de evitar volver a evitar el pecado de ansiar la carne y la vida de los humanos.
Tal vez los mas extraños entre los Grigori sean los seguidores de la vía del soberbia, ángeles que solo desean su propio bienestar, no luchan bajo ninguna bandera ni se involucran, tan solo disfrutan de todo lo que pueden, muchos han creado cultos donde son idolatrados como falsos dioses menores.
Los demás ángeles repulsan de sobremanera este comportamiento pero saben que no son mas que meros juegos y que dios podría dar castigo si realmente estuviera enfadado.
Mientras la vía de la luz continua con la obra de dios los integrantes de la vía de las sombras, hacen lo propio pero desde la mira a su dios como señor de oscuridad y castigo, son la mitad de una dualidad, apoyan a los demonios y los actos malvados.
Su búsqueda se encuentra en entender el lado oculto de dios, pero del que saben que existe.
Estos Grigori intentan almacenar la mayor parte de conocimiento posible sobre todos los aspectos y procesos que existen, para poder completar su esquema del universo y poder de ese modo cuantificar y calcular lo que pasa y lo que pasara.
Muchos se encierran en lugares aislados para poder recopilar su trabajo de modo ermitaño.
La vía de la ira
Son estos los ángeles mas oscuros, su dolor se ha transformado en ira, miedo y enajenación, su mayor aspiración es la destrucción de los humanos, ya que ellos fueron los culpables de su caída, a ellos se les otorgo todo y lo han desdeñado, por tanto si no existen los humanos dios los dejara volver, pues ya no habrá lugar para volver a ser tentados.
Compuesta por el menor numero de Grigori, los integrantes de este grupo ansían solo una cosa el fin de todo, muchos descienden de otras vías y todos han llegado a la misma conclusión mientras exista el mundo, dios y todo ellos serán esclavos, nunca libres. Por lo que desean el fin a toda costa para poder acabar con todo y ser libres.
Estos ángeles se han aliado con Andrax bajo su grupo y muchos hacen los trabajos vetados para los Aminadab.
La jauría de dios es un grupo compuestos por seguidores de la vía de la luz, podría decirse que constituyen un grupo muy próximo a los de monjes guerreo de la cristiandad, aunque no comparten todas su doctrinas, la jauría de Dios no cree que nadie sea capaz de espiar sus pecados, por lo que su transformación aunque sea leve en demonio implica un acercamiento al mal y por tanto una deshonra hacia dios por haber desdeñado su regalo creador. Suelen ir vestidos con túnicas y petos relucientes, luchan con espadas y su símbolos son unas alas unidas en el filo de una espada
El azote del odio es un grupo de ángeles antagonista del anterior, pertenecen a la senda de la ira, su visión produce miedo, han impregnado sus alas en colores ocres casi tan oscuros como la sangre, sus cabellos están trenzados y ungidos en barro, sus rostros portan tatuajes y sus dientes están afilados y son oscuros. Muchos afilan sus dedos obteniendo unas garras de hueso y los extremo de sus alas.
Aparentan ser demonios y muchos se acercan a esto al ir perdiendo poco a poco su luz interior.
Se guían por un sistema tribal donde el chaman es el máximo exponente, usan armas ligeras y armaduras de flejes o cuero.
Muchos de los encaminados por la vía del conocimiento llegan a un control tal que se van envueltos en todas la intrigas del purgatorio, mueven los hilos en una basta red de información, por ello se han ganado este sobrenombre.
Aunque funcionan como una facción no organizada, se agrupan periódicamente funcionando como elementos neutrales que a cambio de favores sobreviven en este mundo.
Sin contar con los concilios, los ángeles no procesan ningún rito comunitario tal como lo podrían hacer otras razas, cada grupo sigue una doctrina guiada por pequeños preceptos, pero no poseen una sociedad extremadamente estructura, ni códigos que deban seguir. La mayoría sin embargo se adaptan a los ritos y costumbres de otras sociedades con suma facilidad.
Tal vez el nexo que une a todos los ángeles es su individualidad y su ansia solitaria.
Aunque los soberbios siguen su propia religión y en otras vías se dan las adoraciones de otras figuras divinas, como pueden ser dioses de la muerte, el dolor o cualquier dios antiguo. En su mayoría siguen adorando al centinela ya sea como dios de la luz o de la oscuridad. Aunque su forma de expresar su religión suele ser mas enfocada a una aceptación y sumisión ante estas entidades, mas que un fervor total, apenas si erigen templos o altares. Y cuando rezan parece mas una charla de un hijo a un padre que de un siervo a un señor.
Los ángeles poseen unas cualidades innatas para cualquier trabajo manual, sus libros, gravados, obras arquitectónicas, sus armas, joyas ropa, etc, no solo poseen una calidad extraordinaria son bellos y muy difíciles de copiar. Sus motivos parecen perfectos.
Pero con un toque de naturalidad, los templos excavados en roca por los Grigori, parecen casi naturales, un desgaste del tiempo, mas que una obra artificiosa.
El uso de magia en sus creaciones da mayor diversidad a la hora de crear y muchos de los objetos mágicos o que posee un poco de magia son obra de los ángeles.
Con respecto a su atuendo personal, a excepción de agrupaciones como los azotes, la mayoría son muy simples en su indumentaria, colores neutros, poca ornamentación, bello y funcional a un tiempo. Apenas si tatuajes, aunque si se da el hecho de que se usen joyas y anillos.