Partida Rol por web

Finalmente cuando la sueltas, ella hace lo propio y se desviste por completo para cambiarse libremente, mientras busca en su bolso algo que ponerse, tenía tus ropas puestas y le quedaban muy grandes. Además, tanto en su capa como en su vestido de color rojo, contaba con miles de viales pequeños que se escondían entre los dobleces de la tela. Era curioso observar los colores, las características de los frascos, antiguos a simple vista y muy femeninos.

Ahora con su vestido ceñido al cuerpo marcando su figura pero abierto por debajo de las caderas permitiendo entrever sus dotes al caminar, su capa puesta y dos lazos en las piernas con más viales en la pierna izquierda, mientras que en la derecha, enfunda su cuchillo rojo resplandeciendo en la oscuridad. 

Ya con la capucha puesta, un poco de rubor rojo en sus labios, escucha con atención los comentarios de Javier y responde mientras se apoya contra la pared para observarlo en primera instancia. -En eso te equivocas, ya cayeron muchos vigilantes antes de que tu nacieras inclusive. Los minutemen, los watchmen y la lista sigue. Creo que no piensas en la movida que el gobierno está por iniciar, ya los ciudadanos están cansados de tanto libre albedrío, va más allá de si eres justiciero o no, el problema radica en que aún sigue vigente la ley contra vigilantes que Nixon ha creado. - hace una pausa para contemplar tu rostro, desliza la mano por su pierna para acariciar un reloj que allí se encuentra. Como siempre, es una esclava del tiempo y sigue. 

- Si toman medidas y comienzan a aplicar aquella ley de prohibición, tú no podrás hacer absolutamente nada. Se corta todo porque en esas instancias, de nada sirve que mates a un sicario, un narcotraficante o un violador. No podrás hacerlo, tendrás restricciones de todo tipo y ni siquiera tu sigilo podrá ayudarte. Hay que frenar a los idiotas que les encanta hacerse el héroe y mantener un orden antes de que el gobierno interceda. - intenta explicarte desde su razonamiento, existía una realidad que muchas veces estaba ajena de todo. 

Luego de ofrecer su opinión, sonríe con picardía al sentir como tocas su barbilla y le hablas en ese tono. No se siente intimidada, sabes que le gusta mucho aquel juego y puede ofrecerte respuestas. 

- No es cuestión de caer, es saber como hacer que ellos caigan sin que te salpiquen. ¿Por qué arriesgarte a algo más complicado? Muy simple... Te gustan los desafíos y los juegos donde la adrenalina corre por tus venas. - susurra mientras su pierna asciende hasta acariciar con la rodilla tu entrepierna. -Además puedes tenerme a mi... Apoyo de una organización que te respaldará y el suficiente dinero para hacer lo que quieras. Y Tal vez... un acceso a mi laboratorio... eso depende de como te comportes. -  termina por decir en aquel tono de voz, para luego darle una lamida a tu máscara. 

Scourge observa sin reparo como ella se desviste y reviste, estudiando ahora con más calma sus formas, a las que puede asociar tacto, olor y sabor ya. La sensación de conocimiento de su cuerpo es sin duda placentera. Cuando habla de los minutemen y los watchmen él ríe abiertamente.

- Claro que conozco a esas tristes viejas glorias. Por eso vine a este sitio. - Mientras habla saca su teléfono y accede a unos archivos que guarda encriptados en él, mostrándoselos.

Son fotografías y recortes de periódicos publicados durante las cuatro décadas anteriores. Parece que el español no ha ido allí al azar: ha investigado mucho sobre el legado de los vigilantes, sus métodos, sus historias... El Dr. Manhattan y Roschach parecen ser los que más le interesaban, pero hay un poco de documentación de casi todos los que fueron conocidos.

- La ley Nixon... he... - asiente mientras ella habla. Es cierto que si la recrudecían ahora podría tener problemas. Ahora hasta matando "malos" tendría a gente persiguiéndole. Obviamente podría simplemente cambiar de país, ir a cualquier otro sitio en el que seguir divirtiéndose pero...

¿Por qué arriesgarte a algo más complicado? Muy simple... Te gustan los desafíos y los juegos donde la adrenalina corre por tus venas.

- Sí que me conoces bien... - sonríe mordaz. Ella ha dado en el blanco. Si está aquí es precisamente porque es divertido operar aquí. Es arriesgado, hay gente turbia y sería muy fácil meterse en problemas con dar un paso en falso, o incluso sin darlo como ha demostrado la presencia de Auryn y quien sabe cuantos más que tendrán el ojo puesto en Scourge. ¿Acaso importa? ¿Por qué le das tantas vueltas? Sabes que vas a aceptar... es demasiado tentador y divertido como para no hacerlo.

Así que tras el discurso de ella y la lamida ala máscara Scourge solo añade una cosa antes de volver a agarrarla para hacerla suya una vez más:

- Está bien. Estoy dentro. Y sobre como me voy a comportar, creo que ya lo sabes... muy, muy mal... 

La pelirroja contempla divertida tu móvil, reconociendo que tienes algunas cosas encriptadas en él. - Espero que nuestras fotos y vídeos, estén resguardado bajo el mismo proceso. -bromea entre risas, hasta que sus ojos se detienen en los artículos, recordando a Rorschach y todo lo que menciona en su diario acerca de la muerte del Comediante, siendo muy concluyente y un referente para todo aquel que desee trazar esa senda nuevamente. Desde ya que no era una expectativa de Auryn, aunque sí, le tenía cierto aprecio. 

- Sabes de ellos, me agrada... Aunque cometieron errores que yo jamás haría. En fin, son humanos. - comentó al pasar, recalcando esa última frase haciendo alusión a los defectos típicos de la humanidad, donde ella tan medida como un reloj, desautorizaba el margen de error. A su vez, era otro el camino que había elegido la pelirroja y por más que rememore en su mente aquellos viejos momentos de ser vigilante, la oscuridad y lo siniestro pudo más en su cándida alma. 

Ahora dejando de lado a los watchmen, es Scourge quien avanza sobre ella, algo que Auryn no rechaza al fin de cuentas, cuando existe afinidad no se puede negar. - Te conozco demasiado... y me agrada saber que ayudarás a la causa. - responde al deslizar sus manos por el torso de Javier hasta que de un fuerte tirón, rompe su camiseta logrando que el sonido de la tela al rasgarse, irrumpiera a través de un eco, el silencio reinante. 

- Cuenta una leyenda que la sensación de la seda al romperse estimula las zonas erógenas del cuerpo, incrementando el placer. Es increíble como un simple sonido puede erotizar tanto, no será seda pero el algodón ha surtido efecto. - susurra en tu oído para luego morder el lóbulo de tu oreja suavemente. - Si piensas portarte mal, espero que sea con estilo... No vaya a ser que deba usar algún vial para estimularte, que al parecer te gustan mucho. - provoca ahora deslizando su mano por la pierna, tomando un frasco de color azul intenso. Lo desliza por tu máscara a modo de juego, luego por su boca y espera tu respuesta. 

- Sabes de ellos, me agrada...

Ante estas palabras Scourge esboza una sonrisa suave que obviamente queda oculta tras la fría superficie metálica de su máscara. Su intento, que tantas veces le ha guiado, le sugiere una conexión entre Auryn y los antiguos watchmen. Sin embargo aún es demasiado pronto como para lanzarse a explorar esa opción. Con el tiempo quizás surja alguna oportunidad de verificar o desmentir su corazonada.

Ahora lo que importa es la taimada mujer que ante él ofrece tratos e ideas de maliciosa cacería y destrucción.

No vaya a ser que deba usar algún vial para estimularte, que al parecer te gustan mucho.

- No negaré que me gustan, eres una experta en la manipulación de los sentidos y la cponfusión de la percepción hasta un punto en el que se convierte en... arte - la halaga. - Sin embargo ahora será necesario. Lo que ansío, o al menos lo que más ansío ahora es conocimiento - aunque sus dedos deslizándose con suavidad por el contorno de ella indican que hay otro deseo que sigue muy de cerca a ese. - ¿Quién exactamente me está contratando? ¿Quiénes son nuestros objetivos? Y lo más divertido... ¿cuándo empezamos? - y esta última pregunta se refiere tanto a la caza como a su próxima ronda de pasión y lujuria.

En ese edificio abandonado la conversación entre los dos parece una cruel metáfora de la ciudad al completo: dos entes de maldad retozando y maquinando en las ruinas de lo que antes fuera el orgulloso hogar de gente normal  corriente, buena quizás incluso. Una ironía exquisita.

Auryn saborea cada segundo compartido, donde el tic tac del reloj era música para sus oídos. También lo era la perturbada compañía de Javier, que incitando desde las profundidades primarias de la excitación, te sumerge a sus placeres no sólo carnales sino verbales también.

-Es lo que tiene el conocimiento, una vez que lo adquieres se convierte en una fuente de creación infinita. Gracias por el halago, amo el tiempo y los pequeños placeres de la vida, contemplando todo desde una mirada psicodélica y graciosa, una burla indefinida hacia una sociedad que llora pero no hace nada por salvarse. - responde mientras recorre con su mano tu torso, deslizándose suavemente al apreciar el contacto con la tela y tu calor corporal. Fantaseando en su mente, de miles maneras como rompería aquello, deleitándose con el sonido erógeno y delicioso.

- Todo lo que pides te lo daré, en su justa medida. De momento te invito a uno de mis pisos, así disfrutamos de una cálida noche entre dos, también te invitaré a explorar algunos de mis conocimientos descubiertos... En todas las áreas. - susurra acercándose aún más con aquel vial en sus manos, sólo que para ello tenía que usarlo y es lo que enseguida se propone a hacer.

Ahora destapa el pequeño frasco azulado y mojando sus labios de forma sensual, va probando su propia creación con un halo frenético de percepción resaltada. Luego, quita tu máscara suavemente, acercando sus labios hacia los tuyos para que a través de un beso, ambos puedan someterse al flagelo de potenciar los sentidos al máximo.

Y mientras una danza erótica emerge en las bocas, va derramando el líquido que relame y lo ingresa a través de su lengua para que lo absorbas de forma repentina y puramente excitante.

Rápidamente tu visión es doble, incluso cuando intentas aferrarte a ella, careces de fuerza y tu estabilidad comienza a mermar. Flaqueas pero te mantienes, relativamente intacto. Auryn te habla pero no logras distinguir lo que menciona, simplemente te indica el camino mientras te toma de la mano.

No sabes cuanto fue lo que tardaste en llegar, simplemente al abrir los ojos, el lugar era otro y ante ti una preciosa pelirroja te acerca una bebida que te ayudará a recuperar los sentidos. -¿Estás bien? - pregunta Auryn sonriendo divertida. 

El beso narcotizante es demasiado apetecible como para rechazarlo incluso a sabiendas del viaje ilusorio que conlleva, por lo que Javier se deja hacer sin oponer resistencia, acariciando los labios de la pelirroja como quien bebe del maná en el desierto. La sensación de evadirse de su cuerpo le invade...

Cuando la sensación se diluye de brusco, arrojándole al mundo banal y terrenal de nuevo, el español parpadea reenfocando las pupilas para ajustarse a la nueva luz que percibe ahora que su cerebro vuelve a estar al mando. Toma el vaso y bebe de él mientras asiente, divertido por lo brusco que ha percibido la traslación, el cambio de lugar. Desorientación y pérdida de memoria a corto plazo, piensa mientras admira el arte de la pelirroja en sus exquisitas mezclas.

- Estoy bien - confirma con una sonrisa. - Ha sido un viaje divertido... debería haber tomado fotos - bromea. Acto seguido se limitada mirar alrededor, tratando de captar tantos detalles como le sea posible, ya que intuye que Auryn será misteriosa al respecto si él pregunta. ¿Han acudido a ver a sus contratistas o es la casa de ella? Javier no sabría decir bien cual de las dos opciones sería más interesante, pero espera descubrirlo pronto.

Poco a poco el efecto del alucinógeno va disipándose y todo vuelve a la normalidad, claro está que la joven pelirroja al drogarte había pensado en traerte a un lugar importante, sin que reconocieras su ubicación. Como era de esperar, ella se muestra amablemente misteriosa y espera a que bebas todo el líquido del vaso para mayor seguridad. 

Eso si, no duda en esbozar una sonrisa al escuchar tus comentarios. - Debiste sacar fotos, hubieran sido de locura. - bromea en un tono sarcástico mientras que se quita el calzado y sube una pierna al sillón, para quitarse los lazos que ata en sus muslos, cargados por unos frascos pequeños de diferentes colores. -Bueno, bienvenido a mi casa. Sé que para una primera cita luego de lo sucedido anteriormente ya no queda, pero al menos puedes dormir cómodo. -  comenta al alzar la otra pierna y desatarse el lazo. 

Finalmente, se quita el vestido para colocarse una camiseta y un short delante tuyo. Poco le importaba pasearse desnuda, era evidente que pudor no sentía al respecto. Ahora luego de sacar dos cervezas del refrigerador, toma asiento a su lado y con un control en su mano enciende la pantalla. 

- Hora del cine. - expresa de forma sarcástica mientras busca unos archivos y los abre allí mismo. - Cómo verás, estas son las personas que tenemos que investigar, conocer sus debilidades y asesinarlas obviamente. Bueno, existe la opción de enviarlos a prisión por sus crímenes cometidos. - explica al dedicarte una mirada y prosigue. - Aquí tenemos unas imágenes, son muy peculiares te diré. - comenta en un tono burlón mientras tres fotografías aparecen en la pantalla. 

- Sé que la fiesta de Halloween es en Octubre pero al parecer, en ellos es todo el año. - bromea mientras va ampliando a las tres personas enmascaradas que allí en la pantalla se encontraban. - Sobre estos sujetos la organización no has pedido información, al parecer son personas comunes con ganas de ser justicieros. Sus perfiles son bastantes bajo, poco se los ve en las calles pero sé que son letales cuando se lo proponen. - sigue explicando y al darle un sorbo acaricia la pierna de Scourge esbozando una sonrisa. Cierto era que la noche recién comenzaba para uds. 

- No vives mal - comenta Javier mientras anadea por el piso paseando la mirada, tratando de captar todo lo que pueda del entorno para aprender más de ella: fotografías en las paredes, libros en las estanterías, cartas, etc. Cualquier detalle le sirve, quiere absorber cuanto sea posible de la mujer que tanta ventaja le lleva ya que sabe todo de él, y él nada de ella.

Cuando ella responde a su broma de las fotos se lleva la mano al bolsillo para comprobar si su teléfono sigue allí, curioso por ver la hora. ¿Cuánto tiempo habrá pasado "de viaje"? ¿Minutos, horas? No debe de ser demasiado ya que por la iluminación podría decir que sigue siendo de noche pero... es bueno comprobarlo.

El desvestirse de ella le saca una sonrisa tras la máscara, y deja que sus ojos se distraigan una vez más con su figura perfecta. La situación se le antoja demasiado interesante y divertida, y el precio a pagar por ella (el daño o incluso muerte a Anne) tan pequeño que ni siquiera lo recuerda en estos momentos. En cualquier caso, al ver que ella abandona sus "ropajes de fechorías" él hace lo propio y se desprende de la máscara y la chaqueta, quedando en sus vaqueros y camiseta gris plana, saliendo de Scourge para volver a ser Javier.

Una vez despojado de su alter ego Javier se sienta recostándose en el sofá y toma la cerveza que le ofrece la pelirroja, dándole un trago. Conociéndola no le extrañaría que llevas alguna sustancia anómala, pero llegados a este punto no le importa demasiado. Se ha metido en esto apostando fuerte así que no tiene sentido tomar precauciones nimias ahora. Atiende a sus palabras con gesto complacido mientras saborea el amargo del lúpulo en sus papilas, un contraste agradable tras el dulce de sus viales.

Se le escapa la risa cuando ve a los sujetos que le expone su compañera.

- Ridículo... - apunta el muchacho. - Entiendo la necesidad de una máscara para evitar ser reconocido, pero ¿trajes? ¿Cuero, un disfraz de arlequín? ¿Espadas? Bueno, este último parece algo más serio, pero sigue pareciendo haber salido de un videojuego... - se refiere al soldado del casco y la katana claro. Al menos lo que este parece vestir es una armadura de fibra de carbono probablemente. Perfil militar quizás, asume el chico para si mismo, que no puede evitar comenzar a hacer observaciones acerca de los sujetos.

- Las dos mujeres por otro lado... bueno, rozan en la locura según parece. O al menos en una excentricidad absurda. Probablemente podamos divertirnos bastante con ellas. - Observa mientras pone su mano en la cadera de Auryn , como si fuera su pareja y estuvieran viendo una serie en la televisión en vez de dos cuasidementes planeando el asesinato de tres justicieros. - Se me ocurren varias maneras de cazarles, pero no se si ya has trazado una estrategia para ello. Imagino que querrás usar mi faceta de "vigilante" para que me acerque a ellos, ¿no?

La joven pelirroja permanece sentada a tu lado mientras bebe un trago de su cerveza y te escucha con atención, disfruta de las caricias "inocentes" que puede brindarte sobre tu muslo pero nada que sea demasiado significativo. Incluso cuando recreas con la mirada la casa de Auryn, descubres que tiene una extensa biblioteca al costado derecho en donde se encuentran y gracias a la poca distancia en la que estás, descubres que en su mayoría son de Química, física y herbología. 

Al parecer era una Profesional en esto, por los compendios y el laboratorio que tiene detrás de una puerta de vidrio, que apenas alcanzas a ver. Aquella mujer era capaz de crear cualquier tipo de sustancia alucinógena, somnífera, explosivas o veneno. Eras consciente de que un Químico portaba con todo el conocimiento para crear lo que se le antoje, acorde a la senda que elija. Sabías que Auryn era muy perturbada y desde ya que la utilidad siempre es por un propósito exclusivo de ella. 

- No te dejes guiar por el atuendo, al menos la que parece un gato es bastante peligrosa. - comenta al sentir tu brazo sobre su cadera, algo que le agrada bastante. - La máscara la usan porque deben ser personas públicas, oficiales de policía o algo similar. Bueno... a ti te encanta ocultar ese hermoso rostro que tienes y no eres alguien famoso. -  responde esbozando una sonrisa traviesa al mencionar acerca de tu rostro, para luego rozar sus labios con los tuyos y morderlos al finalizar el cálido beso que te había regalado. 

- Admito que son bastante psicóticas, en especial la que viste de Arlequín. - continúa la conversación al relamerse por aquel beso que te dio. - Claro, tu lado vigilante nos permitirá saber cuales son sus debilidades y cuando menos se lo esperen. Atacar por la espalda. -  era la idea desde un comienzo, todo estaba planificado y ahora era una cuestión de organizar. 

Luego ladea la cabeza hacia un lado penetrándote con la mirada cuando mencionas de divertirse. - Ni lo dudes, contigo lo que quieras. - replica impregnada por un halo de oscuridad palpable. - Eso si, me gusta el juego rudo. - suelta la frase y continúa con la conversación al cruzar una de sus piernas sobre la otra. 

Es lo que Auryn tenía, no le importaba desnudarse delante de ti, ni mostrar sus piernas porque siempre actuaba con normalidad. - Mi plan es hacerles creer que somos unos vigilantes novatos, inexpertos, para que vean el potencial en ti y quieran reclutarte. Sé que hay un movimiento por las calles, una chica con sus ojos de colores distintos, persigue a los Vigilantes ya que su objetivo es crear un grupo para enfrentarse a la Organización. Algo de lo que estamos al tanto y esperamos su jugada. - explica la pelirroja mientras se incorpora para sentarse sobre tus piernas. 

- Ahora... Cúentame sobre tus planes, veamos si son similares a los míos. - susurra en tu oído tras morderte el lóbulo. - Me encanta conocer esa faceta de malvado que tienes... Por ejemplo ahora me apetece degustarla...- sigue hablando cerca de tu oído a modo de provocación. No podía evitarlo, estaba en su naturaleza. 

- Ni lo dudes, contigo lo que quieras. - replica impregnada por un halo de oscuridad palpable. - Eso si, me gusta el juego rudo. - suelta la frase y continúa con la conversación al cruzar una de sus piernas sobre la otra. 

- Eso ya me lo has demostrado, sin duda... - asiente en referencia al truculento juego de encuentro que tuvieron los dos. A él le parece perfecto, también disfruta jugando duro, apostando fuerte. Es como son divertidas las cosas, ¿no? 

 - Mi plan es hacerles creer que somos unos vigilantes novatos, inexpertos, para que vean el potencial en ti y quieran reclutarte. Sé que hay un movimiento por las calles, una chica con sus ojos de colores distintos, persigue a los Vigilantes ya que su objetivo es crear un grupo para enfrentarse a la Organización. Algo de lo que estamos al tanto y esperamos su jugada. -

- Ojos de colores distintos... la heterocromía es una peculiaridad muy llamativa. Puedo lanzar algoritmos de búsqueda en las redes sociales a ver si la pesco - dice Javier, más pensando en voz alta para si mismo que para Auryn. Los rasgos tan anómalos son muy peculiares y en la era absolutamente digitalizada que vive el mundo, difíciles de esconder. Merece darle una oportunidad. - Respecto al resto del asunto, cada vez suena más a cómic. ¿Quiere armar a los Vengadores? - se mofa.

- En cualquier caso tu plan me gusta, pero habría que retocar algunos detalles, o podría ser muy sospechoso. Por ejemplo, presentarnos ante ellos en una posición muy desfavorecedora. Contrata algunos sicarios que nos acorralen, riega algo de dinero para encandilar a traficantes y siembra pistas razonablemente escondidas, que no sean obvias, que puedan llevar a estos vigilantes donde los traficantes se escondan. Allí estaremos nosotros en las últimas superados trágicamente en número por nuestros enemigos, al borde de la muerte incluso (apuesto a que no te costará hacer alguna sustancia que reduzca nuestras pulsaciones hasta una muerte aparente) y listo, ellos nos ayudan y tenemos su confianza ya que ¿quién se arriesgaría tanto por hacer el bien sin un profundo sentido de la justicia?

La idea le parece muy divertida. Es como hacer un teatrillo con el que encandilar al público y arrancarles una salva de aplausos. Y después, eventualmente, cobrarles... cobrarle sun precio muy alto.

- Si somos creativos podemos usarles incluso para acceder a otros vigilantes a posteriori, por lo que no necesitamos matarles en el momento. ¿Qué te parece?

Auryn continúa sentada sobre ti escuchando cada una de tus respuestas, le apetecía aquel momento que sea de aquella forma y no de otra. Era una mujer con recursos, a su vez la respaldaba una organización lo suficientemente poderosa como para alzar una mano y estar a su merced, tampoco olvidemos su preciada inteligencia, capaz de crear cualquier tipo de sustancia. 

- Tengo una computadora en mi laboratorio, si quieres puedes intentar encontrar a la joven "peculiar" mientras yo pruebo una nueva fórmula que tengo en mente, nada raro. Siéntete como en casa. -  responde en un tono distendido, hasta rozando la dulzura pero muy consciente de lo que quiere o piensa. Tener estos privilegios dentro de una "seudo base de operaciones" no era mala idea, al menos para ti.

Ahora centrando sus ojos celestes en los tuyos, continúa conversando. - Su idea es crear los vengadores, bueno... intenta hacerlo ya que sola no puede con la Organización. Ha perdido a varios compañeros vigilantes en el camino, ya conocerás nuestros métodos y no se manifiesta un ápice de piedad, cumples o mueres. - afirma en un tono distinto, incluso frío y amenazante. - Nosotros cazamos vigilantes, ella los recluta por su idea hippie de un mundo mejor y no es consciente de que lucha contra gente muy poderosa, capaz de controlar Gobiernos, generar guerras y movilizar el dinero de una forma que ni te imaginas. Supongo que al estar en la vereda equivocada, no tiene idea de nada. -  comenta un tanto decepcionada por el obrar de esta joven. 

Evidentemente el Diario de Rorschach cuando fue publicado en aquel periódico amarillista, resultó ser de gran inspiración para muchas personas y a través de los años fueron surgiendo vigilantes que tímidamente controlaban las calles. Salvo que en éste último tiempo, aumentó radicalmente el número, lo cual ha generado muchos cambios a nivel social y también político. La opresión mundial no tiene límites en estos momentos y estas personas creen que asesinando a toda la basura, la visión de la sociedad cambiará, dejando en evidencia que jamás comprendieron el mensaje que El Comediante dejó al morir. 

Por un lado tienes la voluntad de las personas que día a día luchan por una moneda más, luego los adinerados que invierten en sus magníficas empresas obviando a quien tienen al lado y por último, la gente abusadora, aquella que vive de la putrefacción y las falacias humanas, traficando, prostituyendo, vendiendo o lo que sea para mantener su negocio colaborando en la decadencia social. 

Auryn ya había elegido su camino, poco le importaba salvar la sociedad y prefería alimentar su pasajero oscuro. - Nada mal las correcciones. - comenta tras perderse en varios pensamientos sesgados. - Puedo contratar a los sicarios solo con una llamada, también la sustancia que mencionas está en mi poder. -  confirma que tiene todo lo necesario para llevar a cabo ese plan. - De momento tenemos que vigilar los movimientos de estas personas, hacer recorridos nocturnos en los lugares que siempre frecuentan. Luego... Fingimos aquello, nos convertimos en víctimas de sus propios enemigos. - responde entusiasmada, al punto de que sus ojos brillasen de la emoción. 

- Paso a paso ... Esto recién comienza. -  termina por decir al robar un beso de tus labios dulcemente. 

Parece que el plan le agrada, y a él le agrada que le agrade. Complacerla se ha vuelto un hobby peligrosamente entretenido con consecuencias aún por determinar, pero como es costumbre en Javier, no es algo que le importe particularmente. Con el tiempo ha aprendido que las consecuencias son para los débiles que deben lidiar con ellas, no para la gente como él que las causa.

Con un gesto de cabeza asiente a sus comentarios, haciendo círculos con el dedo en su cabello y respondiendo a su beso con la misma tranquilidad que ella se lo ofrece, saboreando el delicioso contraste entre el dulzor de este y la acidez y caos que suele vestir usualmente la pelirroja.

- Bueno... habrá que abrirle los ojos - comenta entre besos y caricias refiriéndose a la hippy justiciera bicolor que le atañe ahora - De uno u otro modo... quizás cortando los párpados para que no los pueda cerrar más. - Rie suavemente. Nunca antes había podido hacer bromas de esta índole con una pareja de sábanas, ya que lo hubieran tomado por un loco, sádico o psicópata. Es decir, por lo que era. Pero con Auryn puede relajarse ya que ella ya lo sabe, y no le importa porque ella misma es igual... o peor. - Pero temo que sea decepcionantemente sencillo dar caza a estos elementos. Espero equivocarme.

- De momento... - esboza una sonrisa mientras lanza una moneda al aire. Mientras vuela le susurra a Auryn al oído - ¿Cara o cruz? El que pierda sangra... el que gane elije donde - y atrapa la moneda al caer. Su deseo por ella no se reduce, y ya ha visto al menos tres sitios en los que desea sentir el placer de su carne al menos, y se le ocurren otros cuatro como poco. El mañana llegará eventualmente con sus responsabilidades, sus tareas y sus quehaceres, pero ¿quien vive en el mañana? Solo los que ya están muertos hoy. 

Perdida entre tus cálidos besos, la pelirroja escucha las respuestas a sus comentarios, le da la importancia que se merece y continúa a lo suyo por el mismo deseo de satisfacción entremezclado con la lujuria. - Lo de dejar sus ojos abiertos de forma permanente suele ser exquisito, más cuando le paralizas los párpados y queda brutalmente petrificada. Lo cual sólo puede mirar, pero no hablar y ni mucho menos dormir. Adorado sistema nervioso central, que tanta alegría me da cuando le hago un boicot. - comenta entre besos y caricias, como si contara un cuento infantil en medio. No le preocupaba en absoluto generar ese tipo de sensaciones en las personas, era muy siniestra cuando se lo proponía. 

Eso sí, al ser muy parecidos era muy consciente de que sus ideas no te horrorizarían, seguramente todo lo contrario. - Sería decepcionante si lo hacemos de una, me gusta confundir y generar caos alrededor. Nada directo y que dé un margen de sospechas lo suficientemente grande. Sabes de lo que hablo. - expresa al esbozar una sonrisa maliciosa mientras cambiaba la posición de sentado, en vez de estar de costado, ahora se colocaba sobre tus piernas pero de frente a ti. Incrementando el morbo y la lascivia a la conversación. 

- Mmm Un juego, cierto que nos apasiona a los dos. Elijo cruz. - decide rápidamente por una opción mientras espera el dictamen de Javier. En medio de la situación, su móvil es quien irrumpe en la madrugada. Ella lo atiende de inmediato, pero no expresa palabra alguna y al finalizar, sólo dice un: Entendido. Lo deja sobre la mesa del costado y susurra en tu oído. - Al parecer por la noche iremos a una fiesta, divertido... ¿no? -  adelanta un poco sobre el contenido de la llamada, ahora planificaban los dos y era evidente que esa parte de la conversación telefónica debía llegar a tus oídos.

- Por cierto... ¿Quién ganó? Ya me relamo de sólo saber que puedo hacerte sangrar. - te provoca entre risas y espera el dictamen de la moneda. 

Por supuesto, ella es tan retorcida como él o más y responde con la misma crudeza y morbo a su comentario. Delicioso. Es muy refrescante estar en compañía de alguien retorcido en el mismo nivel que él mismo. Como quitarse una molesta y sudada máscara que tienes que llevar en público y notar el aire por fin en la cara.

Eso sí, al ser muy parecidos era muy consciente de que sus ideas no te horrorizarían, seguramente todo lo contrario. - Sería decepcionante si lo hacemos de una, me gusta confundir y generar caos alrededor. Nada directo y que dé un margen de sospechas lo suficientemente grande. Sabes de lo que hablo. - 

Asiente con tranquilidad. A él le había pasado justo lo mismo con ella, temía que fuera un reto mucho menor de lo que prometía con sus juegos adivinanzas y mensajes ocultos, pero por suerte no fue el caso: ella era lo que prometía e incluso más. Seguramente mucho más aún por descubrir. Finalmente está el asunto de la moneda.

- Por cierto... ¿Quién ganó? Ya me relamo de sólo saber que puedo hacerte sangrar. - te provoca entre risas y espera el dictamen de la moneda. 

El chico sonríe con la moneda tapada bajo su mano. Él mismo no sabe el resultado del lanzamiento, por lo que se lo deja ver a ella primero y después lo mira él, sonriendo satisfecho. Ha ganado.

El azar parece estar de su parte de momento y no duda en hacérselo saber a Auryn de manera burlona:

- Parece que serás tú quien sangre querida... no eres la única musa que parece sonreírme esta noche. - Se acerca a ella pasando la mano por sus muslos - Así que... ¿de donde debería tomar mi premio?

Presa por el azar que incierto en su natural esencia, deja entrever su resultado claramente. - Vaya, parece que tienes suerte en el juego y andas... ¿Mal en el amor? - replica ante tu comentario permitiendo que la caricia recibida en su muslo, se sienta refrescante y porqué no, lo suficientemente lujuriosa.

 - Lo bueno de las reglas, es que están para romperlas. Sangraré para ti, claro, pero no será en un estado completamente normal Javier. - comenta al esbozar una sonrisa maliciosa, mientras que desde su escote saca un pequeño frasco con un líquido violeta. -Nadie aclaró ese punto, así que puedo abusar del vació legal que me has dejado en el juego. -  susurra en tu oído y tras abrirlo con su boca, juega contigo al rozarlo sobre tus labios. 

- ¿Beber o no beber? ¿Alucinar o no alucinar? Interesante juego de a dos. - continúa hablando cerca de tu oído, provocando en ti la incitación a retorcer más las cosas, tanto como a ella le gusta y a ti también. El juego se tornaba siempre con aquel precedente de ventaja entre ambos, si tu sugerías algo, allí estaba Auryn agregando algo más. - Es más, veamos que tienes en mente. - termina por decir al esperar un movimiento de tu parte. 

Y mientras continuaban jugando, la pantalla que se encontraba enfrente suyo se enciende mostrando una invitación. Al leerla claramente, hace alusión a la fiesta que Auryn te había comentado. 

Javier y Sarah.

Tengo el agrado de invitarlos a la cena organizada por Kelleher Enterprise, cito el día viernes a las 21 hs, en el Edificio Grayson. Por favor, se solicita a los invitados lucir atuendo acorde al evento. En el caso de las damas, vestido largo de gala. Con respecto a los caballeros, Frac o Esmoquin. 

Los estaremos esperando. 

Saluda Atte. ONG Kelleher Enterprise. 

Una vez que la pantalla detectó la lectura de la misma, se apagó en un abrir y cerrar de ojos.  

Entre los besos y caricias la mirada de Javier repara en la extraña invitación que aparece parpadeando en la pantalla del ordenador. Aunque la droga le mezcla  disgrega los sentidos como era de esperar no deja de entender que dicha invitación responde probablemente a un movimiento de su compañera para acercarles a los vigilantes.

- Sarah, ¿eh? - murmura con una leve sonrisa cerca e sus labios, divertido por la incógnita de si ese será su verdadero nombre o simplemente otra identidad falsa en este jugo de mascarada en el que están envueltos los dos.

El otro factor interesante a tener en cuenta es el remitente de la invitación. Keller Enterprises. Javier está seguro de haber escuchado o leído acerca de esa compañía, pero ahora con la mente nublada por las sustancias de la pelirroja es incapaz de recordar nada acerca de la ONG. Así que simplemente pregunta.

- ¿Una ONG? ¿A qué estamos jugando aquí, "Sarah"? - pronuncia su nombre con cierto retintín, plasmando claramente su escepticismo acerca de la veracidad del mismo. Sabe que a ella le divertirá esa duda, ese matiz de desconfianza. Mientras habla juguetea aún con la moneda que antes había lanzado, haciéndola girar entre los dedos con cierta maestría nacida probablemente del aburrimiento o la simple necesidad de tener las manos ocupadas, lo que le suele ocurrir a las mentes más despiertas y activas.

El juego entre besos y caricias, se interrumpe ante la imagen que surge desde la pantalla. Algo que obviamente capta tu atención, a pesar de que Auryn ya estaba al tanto y seguía más pendiente de ti en primera instancia. - Si, es mi nombre. ¿Algún problema? - comenta sonriendo, en parte dándose cuenta de que no perdías detalle sobre nada y buscabas saber algo más de ella. Era como seguir un camino de migajas. 

- Mi querido Hansel, sigue caminando y encontrarás cada vez más. -  susurra en tu oído en parte jactándose de aquella situación. - Sólo espero que no te encuentres con la bruja y quiera cocinarte. - termina por decir, entre risas un tanto maliciosas y tras morder tu labio detiene su mirada en la tuya. 

- Pero bueno, ya que deseas hablar de nuestros "negocios" te contaré. Si, una ONG del opulento Arthur Keheller. Un empresario que jamás se le ha visto el rostro, es quien organiza estas fiestas importantes en su Edificio Grayson. Generalmente se realizan en fin de año pero por alguna razón que desconozco, hoy por la noche habrá una fiesta en ese lugar y la organización quiere que vayamos. - explica ahora pulsando un botón en el control remoto, mostrándote alguna información sobre la ONG. 

Esta organización, sin fines de lucro se dedica a brindar ayuda a toda persona que se encuentre en riesgo y no tenga el dinero necesario para realizar un tratamiento costoso, carezca de una vivienda o cualquier problema socio-económico que le imposibilite reinsertarse a la sociedad como uno más. Este empresario, Arthur Keheller, obtiene dinero a través de estas fiestas que siempre son organizadas a beneficio de su ONG y con ello, brinda este servicio de caridad. 

En las fiestas concurre todo tipo de persona perteneciente a la alta sociedad de New York, políticos, empresarios y artistas famosos. El nivel de excentricidad y popularidad que tiene este evento es sorprendente, ya que no hay periodista que no intente infiltrarse y tener la primicia sobre lo acontecido en aquel lugar. Al otro día, todos los periódicos hablan de ello como si se tratase de un evento mundialmente conocido. 

- Como verás... tendremos que ir de gala. - sugiere Auryn tras brindarte la información de aquel evento. - La organización nos ha conseguido las entradas y debemos estar allí, es nuestra primer misión juntos. - explica tras besar tus labios con dulzura y apagar la pantalla. - ¿Alguna pregunta más? - era vital para ella, brindarte todo el conocimiento que necesites para cumplir con el objetivo. 

- Mi querido Hansel, sigue caminando y encontrarás cada vez más. -  susurra en tu oído en parte jactándose de aquella situación. - Sólo espero que no te encuentres con la bruja y quiera cocinarte. - termina por decir, entre risas un tanto maliciosas y tras morder tu labio detiene su mirada en la tuya. 

- No te preocupes... si ella quiere cocinarme solo tendré que comérmela cruda yo antes... - dice restándole importancia a su advertencia y sutil amenaza velada que no se le pasa por alto aún bajo el efecto de los químicos. Su sentido del peligro es algo que por suerte no le abandona nunca.

La explicación acerca de la fiesta y Keller Enterprises no se le antoja particularmente interesante, pero las imágenes y fotos si que despiertan algo de su curiosidad. La posibilidad de estar cerca de los personajes que se juntan en tan refinada escena le resulta atractiva de cara a hacer contactos y relaciones a largo plazo que le puedan ser beneficiosa. Javier suele ser así, ver las oportunidades donde otros ven dificultades o complicaciones es algo natural para él, y aunque en este caso debería de estar pensando en lo fuera de lugar que puede llegar a estar en una ambiente como ese, el caso es que de momento lo único que se le viene a la cabeza es lo entretenido que puede ser jugar en un terreno tan extravagante con Sarah.

- Como verás... tendremos que ir de gala. - sugiere Auryn tras brindarte la información de aquel evento. - La organización nos ha conseguido las entradas y debemos estar allí, es nuestra primer misión juntos. - explica tras besar tus labios con dulzura y apagar la pantalla. - ¿Alguna pregunta más? - 

- Solo una - dice mostrando una fotografía en su móvil de un traje sobre su cama - Ahora que ya sabes que voy a llevar yo, ¿con que vas a deleitarme tú los ojos a mi? 

Aún sentada sobre tus piernas sonríe de lado cuando escucha tu réplica a su amenaza pero lo deja ahí, adora en parte que tengas esa cuota de raciocinio aún bajo el influjo de su alucinógeno. Ya podría experimentar nuevas fórmulas que en su mente se gestaban, como te lo tomabas como un juego en parte sádico en esencia lo haría sin dudarlo. 

Ahora como estaban acompañados sólo por la melodía de sus respiraciones, contempla interesada tu móvil y ante la foto de tu traje los ojos de la joven brillan intensamente. - Te verás muy bien en él... Nada podría quedarte mal, tienes buen gusto. -  lo halaga intencionalmente, probando sus reacciones ante este tipo de comentarios que rozan lo cursi pero no terminan siéndolo. - De momento, algo como esto... -  ofrece al quitarse la camiseta y exhibir su torso, que delicado en su anatomía reflejaba un busto prominente oculto detrás de un sostén negro. 

Y como era de esperar, la situación requiere de otro encuentro fogoso entre uds. Ya eran las 5 de la madrugada y el efecto del alucinógeno potenciaba las sensaciones en tu cuerpo, fluyendo como un torrente impetuoso e impulsivo. Ahora los besos se transformaron en intensas caricias, excitantes en su naturaleza y gracias a la mera atracción oscura que ambos se tienen, se entregaron al sinfín de placeres carnales. 

Las horas transcurrieron sin más y cuando quisiste acordar, eran las 17hs. Despertaste envuelto entre las rojas sábanas de seda pero solo, Auryn se encontraba en el Laboratorio con tu camiseta puesta, muy entretenida preparando nuevas fórmulas. Al parecer descansaba poco o amaba su profesión. 

Te recibió con absoluta normalidad, tomaron algo juntos y cuando quisiste acordar, allí arriba del sofá se encontraba tu traje. Había enviado a alguien para retirarlo de tu casa, ahora tocaba estar preparado para la fiesta en el Edificio Grayson.