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Reino de Illiandor

Nikomedes / viaje a Elisea - 12 de Febrero 822 Anno Dómini

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09/11/2015, 00:17
Director
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Nikomedes marcha con sus 40 hombres de camino al castillo de Elisea, donde por fin se podrá juntar con su amor y ver a su padre que estaba profundamente enfermo. Esta marcha en silencio y con rapidez, con la leve esperanza de que aún no sea muy tarde, y que los dioses le otorguen un último favor para verle antes de su muerte, como así este lo requería de él.

El tiempo pasa lentamente, y los paisajes van cambiando conforme se acercan a destino. Las llanuras de Illiandor se vuelven un poco más rocosas y montañosas entre más cercanos se hallan del reino de Lumen. Este es bastante elevado, con muchas montañas, y además algunas islas separadas por varios ríos muy reconocidos e importantes de Varkoglia.

 

Le toma unos dos días de viaje a Nikomedes dar con su castillo, pero antes de lograr ella a este ocurre algo inesperado. En un pueblo cercano a la ciudad puedes diferenciar un humo negro prominente de este, y te llama la atención.

 

¿Decides ir a inspeccionarlo? ¿O consideras que solo sería una pérdida de tiempo en tu carrera contra reloj para llegar a ver a tu padre en su lecho?

Notas de juego

Actualmente es el 12 de Febrero

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09/11/2015, 01:50
Nikómedes Eudaimon
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Nikómedes estaba profundamente ensimismado en sus pensamientos mientras se debatía en la duda de que panorama se encontraría al llegar a su casa, cuando de pronto vio la columna de humo que ascendía hacia el cielo, y fue consciente de la nueva tesitura en la que lo ponían los dioses. Aquella señal no deparaba nada bueno, eran finales de invierno y en aquella época no había quema de rastrojos por parte de los agricultores, por lo que sólo podía ser una incendio o una pira funeraria, y esperaba que no fueran ninguna de las dos. Por ello, sientiéndose algo abatido ante las continuas interrupciones que sufrían sus planes, meditó un instante e intentó sobreponerse a la situación diciéndoles rápidamente a sus hombres:

Vosotros cinco que vais a caballo id rápidamente a Elísea e informad de mi pronta llegada y del motivo de mi retraso - dijo con la esperanza de que en el caso de que su padre siguiera vivo, aquella noticia le dotara de las fuerzas suficientes como para aguantar un poco más - y que envíen refuerzos a la aldea en caso de que me retrase demasiado.

Luego, dirigiéndose a los 35 hombres restantes les dijo:

- El resto, seguidme y averigüemos lo antes posible que es lo que ha ocurrido allí, estad preparados para cualquier peligro, quizás haya algún enemigo en la zona y ese fuera el motivo por el cual mi padre me mandó llamar ... - dijo un tanto pesimista pero dejándole claro a sus hombres que la situación podía complicarse bastante y debían estar preparados.

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09/11/2015, 02:34
Director
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Los jinetes fueron con envidiable velocidad, y te dirigiste al pueblo mientras veías como estos se perdían en la lejanía.

Al llegar al pueblo solo viste una enorme fila de cadáveres que se encontraban tirados por todos lados. Hombres, niños y mujeres, que fueron asesinados en lo que sin dudas fue una batalla. Toda la cosecha fue incendiada, a lo mismo que las casas de la aldea.

Te tomas de la frente instantemente y te encuentras muy afligido por lo ocurrido, porque sabes perfectamente que semejante nivel atroz solo pudo haber sido logrado por un ejército entrenado y no unos simples bandidos. Te arrojas unos instantes al suelo invadido por una repentina depresión, ya que es muy probable que ese ejército se haya abierto paso a la capital de tus tierras, cuando una voz a lo lejos parece descolocarte.

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09/11/2015, 02:34
Anciano
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¡Auxilio! ¡Por aquí!

 

Este se hallaba tirado en el suelo, y una enorme carreta estaba tirada aprisionando su pierna mientras este se desangraba. Corriste velozmente para observar al hombre y este te miró con desesperación.

 

¡Ayúdame, por favor!

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09/11/2015, 02:37
Nikómedes Eudaimon
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No se podía creer lo que veían sus ojos, aquel pueblo había sido arrasado por un ejército y uno bien entrenado, no había sido cosa de unos bandidos organizados o algo similar. Sin duda, Pulkria estaría detrás de todo aquello, pero no entendía como habían llegado hasta sus tierras, estaban muy alejadas de la frontera; pero sin duda habrían oído hablar de su fortuna y lo habrían elegido como objetivo. No obstante, lo que más lo inquietaba es que no hubiera rastro del resto de su ejército, deberían haber acudido allí a toda prisa, a no ser que la situación en la ciudad fuera peor ...

Sacándolo de sus pensamientos, escuchó una voz, era un hombre anciano y era él único que podía arrojar algo de luz al asunto por lo que haciendo caso de sus súplicas y con la ayuda de sus hombres levantaron el carro y le dieron un poco de agua al viejo antes de decir sin muchos modales:

¿Qué es lo que ha pasado aquí?¿Cuántos hombres eran?¿Hacia dónde se fueron?¿Sabéis en que estado se encuentra la ciudad ahora mismo? ¿Dónde está el resto de nuestro ejército? - dijo bastante inquieto, y aunque sabía que podía estar agobiando al hombre, necesitaba respuestas y las necesitaba ya, y a aquel tipo no le quedaba mucho tiempo de vida.

Acto seguido le hizo una señal a sus hombres y les dijo:

Registrad las casas y comprobad si queda algún superviviente más.

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09/11/2015, 03:02
Anciano
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¡Ay, me duele mucho!

 

El anciano hacia varios quejidos, mientras los hombres de Nikomedes separaban el carro de la pierna de este.

Luego recibió un poco de atención rudimentaria y algo de agua.

 

¡Vinieron! Dios santo, eran miles de soldados. Nunca vi semejante cantidad de soldados. Destruyeron todo y mataron a todos en solo segundos. Jamás lo vimos venir, ocurrió tan rápido.

Perdí a toda mi familia.

 

El anciano comenzaba a lamentarse y sentirse muy agobiado. Luego extendió su brazo a Nikomedes, justo cuando este parecía que estaba por perder la paciencia.

El anciano lo sujetó con fuerza y lo trajo hacia este. Nikomedes se sorprendió y le vio con atención.

 

Se dirigieron a la ciudad, mi Lord. Habrá ocurrido hace unas cuantas horas atrás. No creo que haya quedado nada en pie cuando ese infernal ejército llegase.

Tome mi consejo, huya. Nunca vuelvas. Vaya a Kennemer a advertirles, porque…

 

El anciano comenzó a toser y escupir sangre. Parecía que estaba por irse.

 

No… no… solo encontrarás muerte allí donde vayas, tu destino está condenado…

 

Finalmente el anciano moría. Tu rostro se llena de frialdad tras sus últimas palabras, casi como si algún dios antiguo lo hubiera poseído para solo decir aquel mal augurio.

Tus hombres se acercan y te indican que no hay ningún sobreviviente en las casas.

La ciudad está solo a media hora más de viaje, y ya has sido alertado de la posible presencia de un ejercito allí.

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09/11/2015, 09:51
Nikómedes Eudaimon
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Nikómedes escuchó atónito el relato del hombre, al principio se esperanzó diciendo que no es probable que fueran tantos hombres y que debía ser a que aquel hombre no sabría ni contar, como suele ocurrir con la mayoría de la población. Pero conforme avanzaba su relato, se hacía más vívido, y cuando llegaron al final aquella críptica frase le sentó como mazazo en toda la cabeza; se quedó sentado en el suelo, con la mirada perdida y dándose cuenta de que aquel miserable plebeyo tenía razón, fuera cual fuera su decisión parecía que todo se torciera en torno a él, estaba maldito y lo peor es que cada vez los castigos que les mandaban los dioses eran más crueles ...

"¿Por qué? ¿Por qué yo? ¿Es qué acaso no os he rezado lo suficiente? ¿Es qué no he erigido suficientes templos? Oh, dioses, ¿Por qué me castigáis?", pensaba bastante apenado por todas las desgracias que le ocurrían a él, y sintiendo como sus pilares religiosos se tambaleaban.

Tras unos instantes de sufrimiento, la cordura volvió a él, ya había perdido a su hermano, seguramente a su padre, también sus tierras y en cuanto a su esposa ... si su esposa caía, abandonaría este mundo tras ella, ya no le quedaría nada más por lo que seguir viviendo. Pero de momento intentó centrarse en intentar solventar lo mejor posible su actual situación; un ejército por muy numeroso que sea, necesita más de un par de horas para asaltar una ciudad como Elísea, y confiaba en que aún no se hubiera podido efectuar el asalto completo. Debía aprovechar aquel tiempo para intentar averiguar si la ciudad seguía en pie e intentar salvar al menos a su esposa, el resto le daba igual, gustoso renunciaría a todas sus riquezas sólo por volver a tenerla a su lado ... Aunque claro, cabía la posibilidad de que alguien de dentro les haya abierto las puertas, o que simplemente no fueran Pulkrianos, y esto era bastante probable, ya que si la fuerza era tan numerosa y nadie había sido alertado de ella, debía provenir del reino de Lumen y eso sólo significaba ¡traición!.

Finalmente Nikómedes reunió a sus hombres y acercándose a los dos más veloces les dijo:

- Tú, ve al Castillo de Elísea, está aquí cerca - dijo indicándole la posición - explica lo ocurrido aquí y que se reúnan a todos los hombres posibles, diles que envíen a varios hombres a caballo con varias monturas libres a esta posición para dentro de una hora y media, contando desde ya. Luego deberás partir hacia Kennefer e informar en la capital de lo ocurrido - luego girándose al otro hombre le dijo - tú irás con tu compañero también hacia el Castillo de Elísea y una vez que informéis allí, partirás hacia Torreblanca y luego al Castillo de Hoz, Lady Anais y Lord Varion son los lords más cercanos, y tras informarás del infortunio de nuestras tierras, les pedirás que se reúnan en el castillo de Elísea con todos los hombres que puedan para hacer frente al enemigo. En cuanto lleguéis ambos al castillo viajad a caballo a vuestros destinos, no me importa si hay escasez de corceles en la región, incautad todos los necesarios para cumplir todas mis órdenes, ¿entendido?

Luego tras ver como sus mensajeros salían raudos, se dirigió al resto de hombres y les dijo:

El resto seguidme, debemos dar un pequeño rodeo para ir a Elísea y llegar al pequeño templo que está en el bosque noreste, es probable que el enemigo capturara a los hombres que envié anteriormente y venga hacia aquí, por lo que no iremos directos hacia la ciudad. Os quiero a todos totalmente alerta, y cuando lleguemos lo más cerca posible a nuestro destino, veremos si podemos hacer algo por salvar a nuestra gente ...

Nikómedes pensaba usar el pasadizo que había entre el pequeño templo de Artemisa que se encontraba en el bosque, totalmente oculto para cualquiera que no fuera de su Casa, y que llevaba directo al sótano de su mansión. Dado que la ciudad de Elísea es de relativa reciente construcción, sus predecesores la edificaron con todos los nuevos avances en ingeniería y si algo sabían sus antepasados mercaderes, es que siempre había que dejar una vía de escape, sobre todo, siendo sabedores que eran herejes en una tierra católica, y cualquier precaución era poca. El túnel, debidamente oculto en el templo, tras unas letrinas que siempre estaban sin usar y que sólo servían para acumular trastos; tenía alguna que otra trampa en su camino, como cepos y suelos falsos en los que debajo sólo había puntiagudas estacas. Eran fáciles de prever para él y los ya exiguos miembros de su casa como su mujer y su esposa; y es por ello que esperaba encarecidamente encontrársela en aquel templo, o al menos alguna pista de que hubiera salido con vida. No obstante, no le dijo nada de aquello a sus hombres, por si los capturaban antes de llegar, que ninguno pudiera revelar dicho pasadizo.

Notas de juego

Pobre Niko, ¿qué ha hecho él para merecer todo esto? XD.

Bueno, mi intención es acercarme sin ser descubierto a mi ciudad, borrando los rastros dejados y caminando lo más rápido posible; aunque ello implique viajar por zonas boscosas. Una vez vea el panorama y sepa si puedo entrar sin ser visto, decidiré que hago.

Pd: que conste que Nikómedes sigue con su caballo, si va por el bosque irá a pie, pero si las cosas se tuercen aún puede escapar en él, o al menos intentarlo.

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09/11/2015, 18:02
Director
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Nikomedes estaba decidido a encontrar a su familia y adentrase en su ciudad, muy a pesar de las últimas palabras del anciano que alertaban sobre la presencia de un numeroso ejército que podría ya haberlo destruido todo. En la magnífica idea de dar todo un rodeo para colarse por el bosque del templo de Artemisa, este ignoraba lo que acontecía en las mismas puertas de su ciudad.

Así logró meterse por el bosque, cuando todo parecía tranquilo y silencioso. Encontró luego de un rato el templo, que estaba totalmente vacío y eso le pareció muy extraño.

Un nudo en su garganta se formaría y estaría haciendo premonición de sus peores deseos.

 

Una vez en el pasadizo, recorrió solo con algunos hombres de máxima confianza por este, yendo cautos y lentamente para evitar todas las trampas que el lord ya conocía de memoria. Le llevó quizás unos 20 minutos superar todo ese sitio, hasta que desembocó en el sótano de la ciudad.

Allí no había nadie. Era todo tan extraño para él, no había un solo signo de ruido en todo el lugar, ni actividad ni vida. Su temor acrecentó y tal vez pensó que el anciano estaba tirado allí hace algunos días, y lo que él pensaba que eran horas, fueron días y ya todos estaban muertos.

Comenzó a correr cada vez más rápido pasando por unas interminables escaleras que deberían llegar hasta el dormitorio de su padre, y al abrir la puerta, Nikomedes tragó fuertemente saliva y se quedó perplejo.

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09/11/2015, 18:07
Crasso Eudaimon
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Ah, hijo. ¿Cómo estás? Por fin has vuelto.

 

Su padre estaba sentado en una silla leyendo un libro bastante viejo y polvoriento, y en la mesa había una jarra con agua de la cual se servía para beber.

 

Siento que la última vez que nos vimos fue hace como un mes. ¿Cómo te ha ido en Brunstrack?

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09/11/2015, 21:15
Nikómedes Eudaimon
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En cuanto el lumeno abrió las puertas quedó profundamente perplejo, y como pensando que todo debía ser un sueño, sólo atisbó a decir, :

- ¿Padre ...? - dijo atónito.

Aquello no se lo esperaba, sin duda fue una de las mejores sorpresas que había recibido en mucho tiempo. Se lanzó rápidamente hacia el para abrazarlo, pero se refrenó un poco antes, ya que dado su estado de salud era mejor hacerlo con cuidado, y rápidamente le dijo:

Acabo de llegar de llegar de Brunstrack, obtuvimos una gran victoria - dijo pasando rápidamente del tema y centrarse en lo que realmente lo intrigaba - pero vi un pueblo quemado aquí cerca y me informaron de que había un gran ejército atacando la ciudad y por ello he usado el pasadizo secreto para entrar, ¿qué ha pasado padre? ¿por qué está todo en calma? ¿Llegó Lady Medea? ¿Dónde está? Siento asaltaros con tantas preguntas, pero no entiendo nada - dijo con una expresión clara de profunda confusión.

Quizás había sido todo una cruel broma del destino y no había pasado nada, quieran los dioses que así sea, aunque había muchas cosas que no encajaban ...

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10/11/2015, 03:30
Crasso Eudaimon
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Sí, fuimos informados de que un ejército paso por la aldea cercana y la saquearon. No estamos seguros de quienes fueron, pero varios reportes indican que eran hombres muy altos y con prominentes barbas.

 

Este tosía un poco a causa de su enfermedad, y luego se aclaraba la garganta.

 

No necesito decirte que todas las evidencias indicarían que fueron vikingos de los países Eslavos, o bien de Iölkvealand que nos invadieron y saquearon el pueblo. Lamentablemente no pudimos hacer nada al respecto, cuando fuimos informados ya era muy tarde. Tu esposa llegó hace unos cuantos días, se encuentra en tu habitación hasta donde sé.

 

En fin, quería que llegaras de una maldita vez, para que me cuentes como murió mi hijo.

 

Este le miró, entonces, más serio y lamentado.

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10/11/2015, 11:52
Nikómedes Eudaimon
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Nikómedes sintió un gran alivio tras saber al fin que la situación no era tan desesperada como se imaginó, "Gracias a los dioses", pensó mientras recobraba la fe en sus creencias y sentía como se disipaban sus peores pensamientos. Pero ante la última frase de su padre, no pudo evitar bajar la mirada avergonzado y arrepentido, antes de decir:

Lo siento padre, perdonad que no os informara antes pero temí que si os llegaba la noticia de su muerte antes de que yo pudiera regresar, empeoraría vuestro estado y tampoco podría llegar a tiempo de despedirme adecuadamente de vos ... - dijo realmente entristecido - Ahora que estoy a vuestro lado os la contaré sin más dilación:

En el torneo de Kennefer, tras ganar uno de los asaltos, me retiré a mi tienda para quitarme la armadura y limpiarme un poco; pero en aquel momento entró un noble pulkriano con un permiso robado para participar en el torneo, un tal Kayle De Vincenzo, se rió del rey y su torneo y lo retó a un duelo, Ageslao recogió el guante y aunque luchó con valor, aquel tipo era todo un experto y además estaba descansado, al contrario que mi hermano, que ya había librado duros combates; por lo que aquel malnacido y sin compasión ninguna acabó con su vida sin piedad ... - dijo mientras hacía una pausa y notaba como las lágrimas volvían a sus ojos tras recordar la escena - Ecbert, el hijo de Lord Harald acudió a vengar su muerte, pero sufrió el mismo castigo; cuando yo llegué y vi la escena no me lo podía creer, y lo peor es que aquel cobarde tras cometer aquellas atrocidades huyó, aprovechando que una gran hueste pulkriana le cubría la retirada y sembraba el pánico en la ciudad. Todos los días me lamento por no haber llegado antes o incluso haber esta allí para que Ageslao no hubiera recogido el guante, si no me hubiera ido ... o si hubiese estado más atento quizás ... - dijo realmente atormentado por la culpa y con una voz cargada de dolor, antes de levantar la mirada y decir en tono serio -  pero juro que ese malnacido pagará por sus crímenes padre ... 

Luego haciendo una pausa para que su padre asimilara toda aquella información y antes de escuchar su veredicto y saber que castigo le impondría por haberle fallado a su hermano, añadió:

Lord Harald, el cual os envía sus más sinceros saludos, ha descubierto quien fue el traidor que permitió que los pulkrianos entraran y me prometió esperar mi llegada a la capital antes de acabar con él - dijo en un intento de calmar la probable ira de su padre.

Finalmente, tras escuchar lo que le tuviera que decir, mostrándose obediente y arrepentido, le dijo a modo de despedida:

Ahora padre, si me disculpáis tengo que atender importantes tareas, ya que envíe mensajeros para pedir ayuda contra los asaltantes y debo intentar que regresen antes de que den una alarma innecesaria. Volveré lo antes posible y seguiremos hablando de todos los temas que queráis, yo también estoy deseando que me ayudéis en esta difícil situación.

De esta forma se dirigió a sus cinco hombres que lo habían acompañado y les dijo:

Ahora conocéis el camino secreto, y corro un riesgo muy alto si el enemigo os capturara, pero confío en vosotros y espero que nunca me defraudéis. Estoy seguro de que preferiríais morir antes que fallar a vuestro señor, ¿cierto? - dijo con un tono que no admitía mucha discusión - a partir de hoy pasáis a formar mi guardia personal, os quiero siempre a mi lado a no ser que os diga lo contrario, como compensación obtendréis un mayor salario y un título de caballero juramentado con todos los honores que eso conlleva - dijo esperando que sus compensaciones fueran suficientes para ganarse su entera lealtad, tras lo que añadió - Ahora necesito que tú vayas con el resto de los hombres que están en el bosque, y los traigas por el camino normal; y tú, busca a los dos mensajeros más veloces de estas tierras y que partan rápido a por los dos hombres que envié a pedir refuerzos, que vuelvan aquí y que no avisen a ningún otro señor, y en caso de que sea tarde, que les transmita a estos que todo está controlado ya. No obstante, las orden de formar nuevas levas en el castillo de Elísea que siga en pie y que uno de ellos vaya a Kennemer e informe de que se ha visto a una gran hueste vikinga por mis tierras. ¿Entendido? Pues poneos a ello - dijo con el tono seco que empleaba cuando quería que las cosas se hicieran rápido - el resto seguidme - dijo mientras se disponía a ir a su habitación con paso acelerado deseando encontrarse con su mujer.

Notas de juego

Me ha encantado el giro de los acontecimientos jajaja, y yo que pensaba que iba a acabar suicidándome XD.

Si lo prefieres, empiezo a buscar nombres para mi nueva guardia personal, ya que a partir de ahora pienso tenerlos bastante cerca jeje.

Pd: sé que he hecho demasiadas cosas en este post, pero no creo que tengas problemas en hacer los tuyos, aunque si lo prefieres, lo divido y los pongo luego.

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10/11/2015, 18:32
Crasso Eudaimon
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Ah… Harald… es un buen hombre, no sé si alguna vez te conté, hijo mío, todas la aventuras que tuve en su momento junto a ese viejo sabueso.

 

En una ocasión salvó mi vida cuando nos vimos atrapados contra un ejército desconocido, de gente morena con rasgos medio achinados. No sé honestamente de donde salieron, ni de donde eran. Pero su caballería y sus arqueros eran de una elite sumamente sorprendente.

Algún día te contaré esa anécdota, pero puedes saber que es un hombre de honor y digno de confianza.

 

Se rascó su cabello lentamente, y miró a su hijo un poco lamentado.

 

Ageslao era un hombre de honor, y no puedo decir nada más que eso. Sé que murió en combate, donde hacía lo correcto, y estoy orgulloso por ello.

Tú también eres así, y solo te pido que no seas lo suficientemente valiente para morir de la misma manera. Si es necesario correr, hazlo. No necesito dos tumbas en mi patio trasero, sino un regente digno de nuestra casa que haga continuidad de nuestro nombre.

 

Ve ahora, no te entretengo más. Me alegro verte, y sé que haras lo correcto. No te preocupes tanto por los vikingos, se han ido de estas tierras. Solo vienen a saquear cuando termina el invierno, para conseguir provisiones y alejarse. No ha habido batallas con ellos desde épocas del rey Ismasias.

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10/11/2015, 18:35
Director
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Los hombres de este acataron rápidamente las órdenes y marcharon apresurados a responder a sus deseos. Estos se sentían muy satisfechos con la enorme suerte de que, por la mera suerte de solo haber estado con él en el momento apropiado, ya se les había otorgado el título honorifico de ser nobles de la corte. Estos pasarían a ser Ser y llamados de esa manera.

 

Mientras tanto, este acudió a su habitación para encontrarse a su mujer. Ella se encontraba recostada en la cama, y se le veía muy pálida y con aspecto enfermizo. Ni siquiera había reconocido la entrada de su marido, porque estaba medio dormitada.

En una esquina de la habitación, había una doncella que estaba cociendo lo que parecía ser una manta.

Notas de juego

No hay problema, luego pasame las fotos y los nombres de estos. Prefiría de ser posible que solo sean 2, porque ya el manejo de tanto personaje se me sale de control para serte honesto, y el co director tiene muchos problemas de internet y trabajo, así que también debo hacer los diálogos de todos sus hijos. Maldito por hacerse como 5 hijos, por eso maté a uno de ellos jajaja

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10/11/2015, 19:11
Nikómedes Eudaimon
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Al escuchar a su padre, se sintió algo más tranquilo al ver que no se enfadaba ni le culpaba de nada, por ello, antes de irse le dijo:

Me alegra oír eso padre, a mi también me lo pareció, y desearía oír esa historia. En cuanto a mí, tened por seguro que tendré cuidado, conozco el delicado estado en el que se encuentra nuestra Casa, además tras la muerte de Ageslao tengo por seguro que no pienso medir mi espada ante la de ese hombre, tenía en mente otras medidas para acabar con su vida ...

Luego se despidió adecuadamente de su padre y fue a hablar con sus hombres.

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Nikómedes entró lleno de júbilo a su habitación esperando recibir uno de los agradables y placenteros abrazos de su esposa. Pero su rostro se tornó profundamente preocupado cuando la vio con aspecto enfermizo en la cama, por lo que corriendo y arrodillándose en el lateral del catre, cogiendo una de sus manos entre las suyas y besándosela en el dorso con cuidado, le dijo:

- Esposa, soy yo Nikómedes, he vuelto al fin - dijo esperando que la noticia la alegrara un poco mientras cambiaba su tono dulce por otro más preocupado y decía - ¿qué os pasa querida? me duele enormemente veros así, espero que hayáis recibido los mejores cuidados, ¿ha venido el médico de la corte a verla? - dijo mirando a la doncella, para luego seguir hablando con su esposa - pero ahora podéis estar tranquila, no pienso separarme de vos hasta que mejoréis - dijo haciéndole una señal a la criada de que podía retirarse.

Acto seguido se reincorporó y la besó en la frente, para luego encargarse él de los paños calientes y colocárselos adecuadamente y con tacto, mientras llamaba a la criada por si tenía que realizar alguna tarea a parte. Pensaba quedarse cuanto pudiera con ella, pero innegablemente al final tendría que volver a sus deberes ...

Notas de juego

De acuerdo máster, sin problemas, pongo 2, yo dije 5 porque creí que eran los que venían; a la noche busco fotos y nombres y te los paso. En cuanto a los hijos de Harald pues sí, la verdad es que debe ser una tarea hercúlea manejarlos XD.

Por cierto, tras la información de mi padre, el correo que iba a ir a informar a la capital que no vaya tampoco, ya que la amenaza no parece tan grande.

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13/11/2015, 07:36
Lady Medea
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Esposo mío, ¿en verdad eres tú?

 

Ella sonreía ampliamente tras notar la presencia de su marido, y se acomodaba en la cama para estar en una posición donde estuviera más sentada y apoyada sobre el respaldo de la misma. Así le otorgaba más atención a su marido.

 

Puedes estar tranquilo, amor mío – acariciando su mano con mucho cuidado, y así apreciaba la variedad de rasgones y cicatrices que tenía, como toda mano de un gran guerrero – es más. Son buenas noticias en realidad las que tenemos.

 

Ella sonreía y observaba con cierta complicidad a la doncella que se hallaba en la habitación.

 

El maestre me ha informado que me encuentro embarazada, tras los vómitos y demás síntomas que he estado presentando.

Podre tener un hijo tuyo, finalmente. ¿Estas contento?

 

Ella se iluminaba tanto como era posible, ya que era evidente que no se sentía demasiado bien a causa de las náuseas del embarazo.

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13/11/2015, 11:23
Nikómedes Eudaimon
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A Nikómedes aquellas palabras lo dejaron totalmente perplejo, pero rápidamente cambió su expresión por la de la alegría más profunda que puede sentir un hombre, y con una emoción inmensa le respondió:

- ¡¿Contento?!, ¡es la mejor noticia que he recibido en mucho tiempo! - dijo riendo alegremente debido al profundo entusiasmo que sentía en aquel momento, abrazándola con delicadeza y besándola en los labios con dulzura, para luego seguir diciendo - Al fin los dioses nos sonríen amada mía, haré un gran sacrificio en el templo de Hera para honrar su regalo. En cuanto a vos, aseguraos de haced lo que el maestre os aconseja, y no quiero que hagáis ningún esfuerzo innecesario ¿de acuerdo? - dijo en un tono más cercano a una súplica que a una orden - Y sabed que me habéis hecho muy feliz en el día de hoy querida, pero ahora debo dejaros descansar - le dijo con una sonrisa - Cuando estéis mejor os contaré todo lo sucedido en mi ausencia y espero que vos hagáis lo mismo, pero sabed que conseguimos salir triunfantes en la batalla de Brunstrack - dijo tras ver si ella tenía algo más que añadir, y tras lo cual la besó en la frente deseándole que descansara y la dejaba al cuidado de su doncella.

Luego fue a darse un baño que necesitaba acuciantemente, disfrutando y relajándose en silencio al ver como al final el destino parecía sonreírle. Tras momentos antes haberse imaginado que lo había perdido todo, ahora valoraba mucho más todo lo que tenía y cada buena noticia que oía le sentaba el doble de bien. Por supuesto nada de aquello compensaba la pérdida de su hermano, pero le ayudaba a sobrellevarlo y le permitía a su mente superar lo ocurrido.

Tras acabar y arreglarse con los ropajes que le correspondían a un hombre de su posición, con su capa de gala rojo carmesí y su traje de finas sedas aterciopeladas verde oscuras y negras, con su espada al cinto; se dispuso a volver con su padre y que le pusiera al día de la situación en el feudo, y también darle la buena nueva, aunque seguramente ya la sabría. Así, que interrumpiéndole nuevamente en su lectura, pero con una profunda sonrisa le dijo:

Ya estoy de vuelta padre, ¿sabéis que vais a ser abuelo? - dijo sonriéndole y escuchar su respuesta, y tras la cual seguir diciendo - Ya he encargado que se le haga un gran sacrificio a Hera, pero ahora que mi mujer descansa debo volver a los asuntos del feudo, ¿ha habido algún otro incidente en mi ausencia? ¿hay algún asunto que requiera mi especial atención? He de deciros que hemos perdido unos 60 hombres y dado la actual guerra creo que debemos centrarnos en adquirir todas las tropas posibles. Ya mandé al Castillo de Elísea una orden para reclutar nuevas levas, pero la extenderé también a nuestras otras tierras. Además aunque la frontera con Pulkria está lejos, no debemos confiarnos, hay que asegurar nuestras posiciones, reparar brechas y mantener los puestos de mensajería y las torres bien abastecidos de caballos para que no nos sorprenda ningún enemigo ... - dijo esperando a ver que le parecían a su padre aquellas medidas.

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13/11/2015, 19:02
Crasso Eudaimon
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Ah, hijo. Aquí estas.

Por supuesto estoy al tanto de que seré abuelo – dijo esto con una inmensa sonrisa – pero no quería quitarle la sorpresa a tu mujer que le correspondía decírtelo.

 

Perfecto, es bueno que estemos reclutando levas para la guerra. Entre tanto, por favor, quiero que saludes a nuestro invitado.

 

Lo cierto es que alguien más estaba allí en la sala, porque Nikomedes entró a la habitación de este, cuya puerta daba directamente a la cama, donde Crasso se encontraba recostado, y a su derecha de manera que solo pudieras darte cuenta si girabas tu cabeza, estaba este hombre sentado y con un brazo apoyado sobre la pequeña mesa de al lado.

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13/11/2015, 19:06
Algedrian
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Lord Nikomedes – exclamó y luego esbozó una sonrisa.

 

Me alegro verle sano y salvo. Me han llegado noticias de la batalla de Brunstrack, y estoy complacido de que todo haya salido bien.

 

Si me permite, mi lord – se refería a Crasso – me gustaría poder platicar un momento con vuestro hijo en privado.

Y claro, si también te parece bien a ti, Nikomedes.

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13/11/2015, 19:07
Crasso Eudaimon
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Sí, sí. Vayan a hablar si lo necesitan. Estoy muy cansado hoy, a decir verdad, y me vendría bien una siesta para recomponer energía antes de la cena.

 

Diciendo esto, se acomodó mejor en su cama dispuesto en una posición donde pudiera concebir el sueño.