Partida Rol por web

Después de las negociaciones y comprobar que el droide no estaba mal reprogramado, decidís pagarle el viaje, comida incluida.

Tras el ingreso, el droide se pones manos a la obra. Curiosamente ocupa el asiento del copiloto, tal vez en un intento de guardar respeto por su amo desaparecido, o tal vez porque su programación no daba para más. Sin embargo, la nave despegó suavemente, sin acelerones, giros bruscos ni nada a lo que os tenía acostumbrados Amber, vuestra anterior piloto.

Tras acelerar evitando sin problema los asteroides grandes, salís del cinturón de Roche con los cálculos preparados y la disposición necesaria. Ord Mantell estaba a tan solo unas cuantas horas de viaje... por fin.

96 Horas después
La alarma sonó diez minutos antes de la hora prevista. Dejásteis vuestras actividades y os preparasteis para ir a la cabina y ver el planeta desde el espacio.
Dos minutos marcaba el reloj de cuenta atrás mientras las luces azuladas del hiperespacio inundaban la cabina. El droide piloto pareció cobrar vida. Sujetó los mandos de la nave, preparó los motores hiperespaciales y ejecutó una rutina de diagnóstico, sobraba el tiempo.

Diez segundos antes de terminar la cuenta atrás la alarma de proximidad saltó sacándoos del hiperespacio de golpe y sin aviso. Las correas se clavaron en vuestros pechos obligándoos a permanecer sentados en el asiento y gracias a que pudísteis preparos con tiempo los daños no fueron más graves. 
Sin embargo justo delante de vuestros ojos se desarrollaba algo que no estaba previsto, ¡Una Batalla espacial!

Las explosiones ocupaban el espacio delante vuestro mientras las alarmas de colisión, que habíais sido fijados como blanco y misiles de impacto surcando un espacio cercano sonaban por toda la cabina. Cazas Ala-x y Tie se disputaban el control zafándose, persiguiéndose y destrozándose entre ellos en una feroz lucha sin cuartel. Dos Cruceros Imperiales clase Victoria estaban situados a vuestra derecha, mientras que tres cruceros Mon Calamari avanzaban paralelos a vuestra izquierda. 

Las armas de largo alcance solo servían para hacer más difícil la travesía pues los escudos de los cruceros de ambos bandos repelían los ataques a esa distancia. Sin duda serían los cazas quienes decidirían la victoria o derrota en esta batalla. 

Kemlo pensaba rápido y veía bien, aunque parecía mala cosa toparse con una batalla espacial, en verdad les acaban de dar vía libre para entrar al planeta sin que nadie lo notase, solo había que esquivar meticulosamente las naves, los disparos y los cohetes.

- Bien, si jugamos bien nuestras cartas podemos atravesar ese campo de minas, esquivar las naves y entrar al planeta sin problemas. Si alguien tiene la mirada puesta aquí arriba, lo menos que les interesa es esta nave. Sugiero que no tomemos parte en la batalla.-

El ultimo comentario iba para Pittien, pues de algún modo intuía que quisiera o no, ya se había posicionado a favor de uno de los bandos.

La realidad era que bien podían dar una vuelta enorme y acercarse al planeta por otro vector, pero si daban tiempo suficiente puede que la batalla terminara y uno de los bandos, el ganador, se interesara por ellos. Y según creía, era mejor pasar desapercibidos.

Ante la batalla que tenía delante, el antiguo capitán se quedó mirando unos instantes como aquella contienda evolucionaba. Los elegantes cruceros imperiales no estaban todo lo bien dirigidos que podrían -"Idiotas de nueva formación, no valen para nada"...- Se le oyó susurrar, mientras entrecerraba los ojos en un intento de controlar su enfado con las dos facciones, los rebeldes que habían destruido el orden y la calma del Imperio... que por otro lado ya no era tal, si no un conjunto de gente que ya no tenía aquellos valores. Y entre todos, habían perdido a su familia. 

- Diría que hay alguna oportunidad de entrar, pero no sin ser detectados, al menos si ambas flotas mantienen protocolos estándar para evitar ser rodeados. En cualquier caso, diría que el momento es ahora, evitando la batalla. Estoy de acuerdo, Kemlo. - Dijo, mirando ahora fijamente al planeta, dejando de lado todo lo que tenía que ver con la batalla, y pensando lo que habría allí abajo para él. Al fin. 

Una voz autoritaria habló por un canal de comunicación imperial.
-¡Nave sin identificar, especifique ruta y destino o serán tratados como aliados de los rebeldes.-

Casi a la vez, una segunda llamada entró por un canal de comunicación de la alianza rebelde.
-Transporte Corelliano tipo Ghtroc, aléjense de este vector o serán tratados como enemigos.-

Si queríais llegar al planeta por la ruta que os habían facilitado, teníais que cruzar por en medio de la batalla antes de que uno de los dos bandos ejerciera un bloqueo total sobre el planeta. Si os alejabais de la batalla seríais tratados como rebeldes, si no os íbais seríais tratados como imperiales. La situación se ponía tensa.

— Que groseros. — Dijo el droide en un tono casi dolido. — Procesando. Los primeros exigen identificación inmediata, los segundos exigen retirada inmediata. Hay un curso de acción lógica para el cual he sido programado.

El droide entonces abrió un canal de comunicación en respuesta a las naves imperiales.

— Nave de carga y transporte Ghtroc 720 identificandose. — Inicia el droide. — Se ingresó a este sistema como parte de su transito hacía su destino. Se solicita permiso de retirada.

Tras decir esto el droide inmediatamente cierra el canal de comunicación y abre enseguida uno nuevo para con las naves Mon Calamari.

— Nave de carga y transporte Ghtroc 720 identificandose. — Vuelve a responder el droide. — Se ingresó a este sistema como parte de su transito hacía su destino. Se procede con la retirada.

Tras esto nuevamente el droide cierra el canal de comunicación.

— No creo que sea posible ganar más tiempo que este. — Les vuelve a hablar el droide al grupo. — ¿Cual es el curso de acción a tomar?

La situación se ponía tensa, y Pittien no sabía exactamente cómo actuar. Ambos bandos les estaban solicitando cosas contrarias, y en realidad, la respuesta del droide era la más sensata hasta ver la actitud de ambos bandos. 

-Quizás, y sólo quizás, podría intentar hablar con los imperiales, y decir un par de cosas, a ver si les podemos engañar, pero con los rebeldes... no, yo no quiero dejar la opción de llegar al planeta, no despues de tanto tiempo buscando. - Puso una mirada tensa y algo enfadada. Ahora estaba muy cerca de tener algo tangible con su Plan, y no era el momento de perder la oportunidad. 

- Creo que has hecho bien, B-1, pero ahora esperemos a ver qué nos contestan. Podríamos intentar convencer a los imperiales de que al menos no somos enemigos, y más si nos atacan los rebeldes. De ese modo, quizás nos dieran paso, más preocupados en combatir que no en una pequeña nave que huye de los rebeldes- Concluyó el ex capitán, mirando a ambos lados de la batalla, con un enfado mayor a los rebeldes que a los "imperiales", con los que se sentía más identificado, pese a haber cambiado

- Dudo mucho que realmente abran fuego contra nosotros si simplemente pasamos de largo.-

Kemlo miro a través del mamparo, y la situación era complicada, por la cantidad de disparos que se hacían, no por el hostilidad de las partes. 

- El escuadrón de cazas que nos dispare perderá la oportunidad de disparar contra los cazas enemigos, y seguramente se pongan directamente en una situación complicada de cara al conflicto. Si apagamos las armas, y subimos los escudos al máximo, cualquier piloto tendrá claro que no vamos a devolver el fuego. 

Intenta hablar con quien quieras, pero somos una nave incomoda, y cuanto antes entremos al planeta antes dejaremos que se centren en sus mierda de batalla espacial.- 

No dijo nada de disparos de las naves de mayor envergadura, puesto que ser hacer objetivo al pequeño carguera era una verdadera estupidez, era más difícil apuntarles que las naves comandante, y mas si pasaban por mitad del campo de batalla. 

Lo que sí que pensaba, era que aunque no les dispararan directamente, sí que cualquiera de los bandos podría usarlos como escudo y por tanto, recibir fuego enemigo desde ambos bandos. No era la mejor opción del día, pero peor era irse para que cuando entraran en órbita el uno de los dos bandos bajara a buscarlos.  

— Así no funcionan las armas. — Le dice el droide al bith. — No se apagan, se usan o no se usan. Y los escudos de la nave ya estan activados al máximo.

parecía que había una batalla, los remantentes imperiales estaban en una lucha contra fuerzas de la nueva republica, lo cual era bueno, si no nos hacían caso, podríamos pasar desapercibidos "Creo que hay que intentar entrar directamente, no somo un enemigo, así que como dice Kemlo, pasemos cuanto antes, pues así nos perderán el rastro mientras se centran en la batalla, nadie gastara recursos en perseguirnos cuando el enemigo esta enfrente suya" le digo al droide y el humano, el cual quería hablar con los imperiales, no me caían mal, pues el imperio no tenía reparos en usar cazadores, mientras que los rebeldes parece que si.

-Pues retírense enseguida. Den media vuelta, este no es sitio para civiles.- El canal de la alianza rebelde, ahora la nueva república, fue el primero en contestar. No era lo que se esperaba de la autoridad competente, pero tampoco te trataban mal.

-Aquí el Crucero de mando Devastador a Tortuga centenaria. Modifique su curso lejos de nuestros cazas o le consideraremos abiertamente hostil.- Sin embargo el imperio seguía, incluso en su decadencia, imponiendo ese férreo control de las situaciones con sus protocolos y sus amenazas. Amenazas que podían ser fatales.

— Creo que "tortuga centenaria" somos nosotros. — Comenta el B-1 modificado más como un pedido de confirmación que una afirmación.

Pittien hizo un gesto de encogerse de hombros ante las respuestas de ambos contendientes, y asintió a lo que decían ambos. 

-Vamos a intentar enredarlos en sus propias normas, a ver si al menos, ya que vamos a pasar, que nos disparen tan sólo la mitad de los enemigos. Tengo una idea. Rápido, haced lo que os diga, ¿hay forma de hacer ver que tengamos menos combustible del que tenemos? - Dijo al droide, indicando que  Entonces se acercó al intercomunicador y comenzó a responder al Imperio. Bueno, al Resto Imperial, aunque él se resistiría a llamarles así. 

- Tortuga Centenaria a Crucero Devastador, solicitamos cobertura de fuego, o al menos, paso inmediato. Según los protocolos de acceso de naves civiles, si dicha nave no cuenta con combustible suficiente para retirarse a un lugar seguro ante un ataque terrorista, debe ser ayudada, o al menos no impedida, en el acceso al planeta. - Pausó la transmisión unos instantes, suspirando e intentando parecer creíble, nuevamente, mientras tomaba aire para repetir la petición - Repito, por falta de combustible hemos de pasar, solicitamos acceso seguro, según las normativas de naves civiles. - Cortó, esperando la contestación. 

Quería que nos fuéramos, algunos de una forma mas educada que otros, pero la idea de Pitien era buena, pero normalmente por experiencia sabía que cuando estalla la guerra, las leyes callan, o algo así era la frase, pero iba a dejarle actuar por si acaso, puede que su treta funcionase.

— No, de forma similar a como tampoco es posible detectar y contabilizar la tripulación o la carga de otra nave. — Respondió — Es posible hacerlo con los escudos deflectores de la nave, debido a que esos son potentes campos de energía que fácilmente pueden ser detectados por los sensores de otras naves. El almacenamiento de combustible o el estado de las armas no son elementos externos o tan notables.

Kemlo recordó su ultima carga de wookies y twileks, y negó con la cabeza.

- Eso te gustaría a ti, primo Verzo. Pero no, si quieren escanear la nave lo harán. Ahora deja de rajar y enchufa los propulsores. Tienes que pasar por en medio antes de que tengan siquiera oportunidad de pensar qué esta pasando. Ya estamos perdiendo el tiempo.

Mantente a una distancia equidistante entre las naves capitales, y evita chocarte con nada.-

El Bith estaba aburrido de tanta palabrería, no saldrían de aquella ni esperando, ni dialogando, sino esquivando lasers, y misiles.

Ya le explicaría al Droide de hacia mil años que los escáneres habían evolucionado mucho gracias a varias guerras galácticas en los últimos años.

El silencio pareció durar más de lo esperado sobre todo entrando en medio de un combate naval. Los rayos láser pasaban cerca vuestro. Las explosiones se sucedían a vuestro alrededor mientras intentábais conseguir algo de tiempo... pero el tiempo en medio de un combate es algo muy valioso que se reserva para ganar.

Tras un instante un chasquido indicó que habría contestación;
-Tortuga centenaria, tenéis orden de paso hasta el planeta debido al protocolo 8-1-4/56 del código imperial. Pero no nos hacemos responsables de lo que les pueda pasar. Fin de la transmisión.- 

De repente en el radar, los puntos de color amarillo que indicaban naves neutrales se volvieron de color verde (amigos). Observásteis que solamente las naves imperiales habían cambiado de color, mientras que las de la república se mantenían de color amarillo.

Un caza Ala x perseguido por dos Tie viraron enfrente vuestro efectuando un giro brusco intentando zafarse de los repetidos haces de luz verde que le acosaban. La maniobra les llevaba en ruta de colisión contra vosotros. Esos pilotos estaban demasiado enfrascados en un combate a muerte que no prestaban atención a una nave neutral en medio del combate.  

— ¡Roger, roger! — Le responde al bith tras este darle esas ordenes. Enseguida coloca su atención en el panel de control para realizar los ajustes para iniciar una breve carrera a velocidad sub-luz. Pero, por pura casualidad, al mirar hacia arriba para activar un interruptor de la parte superior, el droide logra ver un par de naves en curso de colisión directa. — Peligro, peligro. — Dice, y rápidamente cambia la trayectoria de la nave con un giro muy brusco.