Partida Rol por web

Resurgir o morir

[DW] Contraofensiva

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18/02/2014, 14:19
Inquisidor Demeticus

Viendo que nadie decía nada, que nadie aportaba un comentario sino que más bien todos se mostraban sumisos ante el nuevo inquisidor, Demeticus gruñó cargado de desagrado al ver como su puño, el Mariscal de los Templarios Negros no decía tampoco nada. Había jugado mal sus cartas y sobreestimado la actitud del Marsical, ahora se veía solo y sin apoyos... y tal como era Demeticus aquello no era algo de su agrado.

Con un historiado giro de talones se marchó de escena seguido de su fiel perro que no había dicho nada.. el famoso Pol Juif. Un hombre fuerte, severo y duro con la mirada, pero al fin y al cabo solo un hombre.

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18/02/2014, 15:45
Director

Los demás personajes ilustres se fueron marchando, aquello no les compete en lo más mínimo, es más, ni les interesa el tema de la inquisición en si misma, solo el tema de los marines sacados de otra época... de marines que habían visto cosas que jamás se podrían imaginar, primarcas, el Emperador en persona, el apogeo del Imperio... habrían luchado en cientos de batallas míticas que se estudian en las schola... solo ellos les interesaba pero había trabajo que hacer.

Eivander se fue a comprobar el estado de su maltrecha compañía y de paso, de su propio capitán. Los Ángeles Sangrientos se reunieron con los Templarios Negros en otro punto y parecían discutir o debatir.. la defensa debía planificarse, pero la Guardia Imperial, más eficiente, había organizado ya la defensa, sus hombres empezaban a desplegarse con rapidez; seguramente ese sería el motivo de la airada conversación de los altos oficiales... ¿cómo habían permitido que los mortales se les adelantarán? 

Fuera como fuera, ahí estaban, los marines de la deathwatch y los dos ultramarines... mirados muy de cerca por el Alto Inquisidor...

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18/02/2014, 15:58
Anton Vero

Viéndose sin publico, y que los marines que custodiaban la esfera habían pasado por fin a segundo plano, se os acercó a todos vosotros. Fue un paso lento, deliberado, calmado y que destilaba una seguridad en si mismo muy superior; no se sentía nada amedrentado por la presencia de aquellos seres sobrehumanos.

Ultramarines... os ofrezco acceder a mi nave y que aceptéis un puesto como marines de la Deathwatch... huérfanos de capítulo me parece que esta es la mejor opción para vuestro honor como únicos supervivientes contra las hordas xenos... muchos marines... - carraspeó - eligen la Deathwatch al quedarse sin sus hermanos... no es una seña de debilidad, unicamente ven en los designios del Emperador, que al sobrevivir, ven un honor servir al Dios Emperador de otro modo - dejo la oferta en el aire y esperó que ambos dieran su respuesta.

El resto, unidad... seréis nuestra fuerza de élite de ataque, como siempre... no voy a meterme en la decisión de que frente empezar primero, pero elegid a que enemigo atacar en primer lugar, infiltraros y acabar con sus lideres, el cometido es sencillo, matar xenos, vuestra especialidad... pero tenéis de tiempo hasta que las armaduras sean pintadas como corresponde... en caso, claro, de que acepten la oferta - se cruzó de brazos y espero observando al grupo entero.

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18/02/2014, 21:12
(DW)-Jaden Kolis

Jaden se quitó el casco de forma lenta y deliberada. Lo miró durante unos segundos y sacudió unas motas de polvo del casco. Probablemente se ensuciaría de nuevo en seguida pero intentaba cuidar la armadura todo lo posible.

-No tenemos nada que aceptar Inquisidor. Llevábamos dias defendiendo la esfera prácticamente a oscuras, sin saber si recibiríamos algún tipo de ayuda. Ahora, por fin, tenemos la posibilidad de darles a estos xenos y heréticos su merecido y al mismo tiempo recuperar la esfera. Por mi parte iré donde haga falta, llevo demasiado tiempo en esta misión como para dejarlo ahora.

Se colocó el casco de nuevo- Sugiero acabar primero con los heréticos, son los enemigos mas impredecibles. Por no hablar de que sus simples existencias ofenden al Emperador

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19/02/2014, 22:58
(DW) Laocastus Ardite Signatum

Laocastus comprobó el estado de la munición en su mochila.- Estoy de acuerdo con la evaluación del hermano Jaden.- Dijo, lacónico.

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20/02/2014, 16:39
(UM) - Deuteros Voared

Deuteros meditó la oferta que le hacía el Inquisidor. Desde luego no era una mala opción, desde que perdieron a su capitán, solo habían estado dando tumbos de un lado a otro defendiendo la esfera, la que fuese la última orden que recibieran.

- Señor, en un principio me inclino por aceptar su propuesta, pero me gustaría conocer la opinión de mi hermano Ariarkus antes de tomar una decisión definitiva... - dijo mientras miraba a su hermano de capítulo, esperando oír su opinión al respecto.

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20/02/2014, 23:23
(DW) - Castor Machen

- Tenemos cuentas pendientes con los herejes.

El humor de Castor no había mejorado y estaba deseoso de pagar su frustración con los enemigos del Imperio.

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21/02/2014, 08:27
(DW) - Numaios Véntor

     Aunque la lógica y el propio entrenamiento específico de la unidad dictaba lo contrario, hasta el momento todo el grupo prefería dar caza a los herejes en vez de a los xenos. Ya había demasiadas tensiones presentes como para generar mas con discusiones innecesarias. - Mi espada sirve a la Deathwatch, independientemente de cual sea el campo de batalla. Allá donde vaya la escuadra yo iré.

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21/02/2014, 08:42
(DW-UM) - Ariarkus

Ariarkus observo a su hermano Deuteros y después lanzo una mirada al héroe de su Capitulo. Tras pensarlo unos segundos se giró al inquisidor y respondió.

- Acepto la propuesta, en esta lucha hemos perdido hermanos y superiores pero si con esta acción podemos retomar aquello por lo que  cayeron, seguiré sus órdenes Alto Inquisidor Anton Vero.

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21/02/2014, 10:12
(UM) - Deuteros Voared

- Ya tiene mi respuesta entonces Inquisidor, me uniré a la DeathWatch con mi hermano para ver cumplida la misión que se nos asignó... - dijo Deuteros al Inquisidor tras escuchar la respuesta de su hermano de capítulo.

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25/02/2014, 19:40
Director

Los ultramarines se fueron y el Alto Inquisidor os invitó a que le siguierais, tanto a los primeros mencionados como al resto de marines que quedaban; su nave esperaba a todos los marines que quedaron allí, exceptuando a los que algunos llamaron herejes y traidores que se quedaron donde estaban... custodiando la esfera.

El escolta personal de Vero cerró la comitiva y todos subieron la rampa de acceso a la extraña nave. El interior de la misma no tenía ningún tipo de decoración, había varios servidores que llegaron y condujeron a Deuteros y a Ariarkus hacía una cámara a la que el resto no estaba invitado. Cuando se hubieron ido, Anton Vero condujo a los demás hacía una amplía sala que había varios metros más allá. Parecía una bodega de carga donde colgaban algunos trofeos de otras culturas xenos, todos conservados en recipientes que los mantenían en éxtasis. Había de todo, órganos en suspensión, cabezas de varios xenos que jamás habíais llegado a ver ni a conocer. Armas suspendidas por potentes electroimanes que los mantenían en el aire flotando con lentitud, espadas curvas, hachas y demás.
En el centro de la sala había un amplio espacio donde Vero esperó a los marines; Ariarkus y Deuteros no tardaron demasiado en llegar. Entraron conducidos por un servidor y llevaban sus armaduras lacadas en negro, parecían nuevas, recién salidas de una factoría del mechanicum. Solo les faltaba una cosa, la hombrera donde irá labrado el emblema del Ordo Xenos, y aquello, como era de esperar, tardaría más tiempo.

La reunión era muy solemne, la tensión por el enfrentamiento se había disipado en ese ambiente tan calmado y donde se respiraba seguridad por todos lados. El custode tomó posición de firmes a la derecha del Alto Inquisidor y este empezó a recitar su discurso. Los marines hicieron dos lineas y en el centro estaban los nuevos miembros de su unidad... ahí faltaba Asteron, su hermano psíquico.

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25/02/2014, 19:58
Anton Vero

Música

Carraspeó con fuerza aclarándose la garganta y miró a todos, uno por uno, dedicando un largo minuto a cada marine que miró - la humanidad jamás ha conocido la paz en todos estos miles de años, jamás ha sabido el verdadero significado del mismo, de ese concepto... durante generaciones se había presumido de ese ideal, de su persecución para lograrlo como si fuera el más preciado tesoro que uno pudiera desear... eso era cuando fuimos una raza joven e inocente... ahora, cuarenta milenios después el glorioso Imperio que nos dio la vida ya no ve la paz por ningún lado, ni como ideal, ni como sueño ni como deseo. Ha aceptado su perpetua guerra como honestidad y valentía, ha aceptado que somos una raza hostigada y acosada por innumerables enemigos... y ninguno es peor que otro, todos solo merecen el mismo destino, la exterminación irrevocable sin ningún tipo de misericordia. Ya no hay tiempo que perder en deliberaciones ni arcaicos parlamentos... ahora la humanidad se enfrenta a su destino, a la era de luchas incesantes en todos los frentes... cruzadas lanzadas por grandiosos generales que conquistan todo en nombre del Dios Emperador, aquel gran hombre que ascendió hasta lo más alto y con su inmortalidad e infinito poder nos guía a través de las estrellas, nos guía en las eras de oscuridad y nos brinda el camino a seguir... y nos protege, siempre nos protege, en la vida y en la muerte, en la lucha y en el descanso... siempre estará a nuestro lado velando por nuestras almas para que el día que nuestro servicio cese, acabemos a su lado.

Hoy, en este día - varios servidores estaban grabando toda la ceremonia, unos con pictografos y otros tomando notas en interminables rollos de pergamino. El incienso se encendió e impregno con su denso humo toda la sala - las nobles y gloriosas filas de los marines consagrados a la Santa Inquisición y más concretamente al Ordo Xenos aceptan a dos nuevos miembros - en ese momento Ariarkus y Deuteros debían hincar una rodilla y eso hicieron cuando se les indicó con educación - Ariarkus y Deuteros Voared, ultramarines de espiritu y corazón ahora pasan a ser la élite del Imperio, la élite de la élite. Que quede constancia hoy, de que estos marines espaciales con sus hojas de servicio impolutas, con una demostración palpable de su servicio en la lucha contra los horrores xenos son meritorios de ingresar en las filas de la Deathwatch, que quede constancia de que hoy, Anton Vero, yo mismo, Alto Inquisidor del Ordo Hereticus y amparado por las leyes de la Sagrada Inquisición, nombro a estos dos marines espaciales del capítulo del os ultramarines miembros de la Deatwatch - en ese momento entraron dos servidores, cada uno portaba una hombrera y se las tendieron a Numaios y a Castor - como nuevo Campeón de esta unidad de élite, Numaios Ventor entrega su distinción a Deuteros... como Capellán, Castor entregará su distinción a Ariarkus - la ceremonia seguía y otros dos servidores aparecieron con una tira de pergamino fina, cada uno llevaba una y eran sin duda los honores de batalla, ahí iría el juramento de cada marine, un juramento que debían formular en ese preciso instante. 

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26/02/2014, 09:19
(UM) - Deuteros Voared

Deuteros observó a todos los allí presentes, sus viejos compañeros, a los cuales podría llamar hermanos tras el juramento, y a sus nuevos superiores, que aún sin confiar demasiado en ellos, hasta el momento no habían hecho más que demostrar su fidelidad al Dios Emperador.

- Hermanos... Como todos ya sabéis el planeta natal de mi capítulo, Macragge... sufrió hace años el ataque de una fuerza invasora Xenos que devastó el espacio del subsector Ultramar. Allí, perdí a mi padre y así comencé a dar los primeros pasos para llegar hasta donde estoy hoy. - dijo mientras miraba algo hacia abajo, eran recuerdos que todavía dolían en su ser.

- Una vez me convertí en un Marine, vine hasta aquí con la Orgullo de la Macragge. Presencie los honores que recibió el hermano Zahariel y fue una fuente de inspiración para todos. Y tras ello... ¡MIS HERMANOS! ¡todos ellos fueron consumidos por la semilla de la más vil traición! ¡traidores que hoy yacen muertos a nuestros pies, aunque algunos consiguiesen escapar! Durante toda esta misión hemos sido hostigados, perseguidos y acosados por todos nuestros enemigos. Nuestro capitán, Regulus, halló la gloria sacrificándose para mandar de nuevo al lugar desde el que vino a un C'Tan... Hasta que al final solo quedamos Ariarkus y yo... - continuó mientras se podía escuchar y ver su puño cerrado con todas sus fuerzas, casi deformando el guantelete.

- ¡Por eso! ¡Hoy juro ante todos vosotros! ¡Qué no dejaré que ninguna de sus muertes haya sido en vano! ¡Hoy juro ante nuestro Dios Emperador que no descansaré hasta que nuestros enemigos sean borrados del universo y conozcan el verdadero significado de la palabra justicia...! Porque Justicia es... hermanos... que nuestra raza sea la que se alce al final, y consigamos la prosperidad para los nuestros, y para todos aquellos que dejamos atrás... tanto los que cayeron en combate... como aquellos a los que juramos proteger y esperan nuestra victoria definitiva- ¡Juro que a partir de hoy, serviré en la DeathWatch y de esa forma ayudar en esa gran misión que tenemos todos! - sentenció Deuteros, ya no tenía nada más que decir, aunque en sus pensamientos solo tenía a dos objetivos en mente...  la flota tiránida que aún hostigaba y estaba presente en la superficie planetaria... Y los traidores que habían ocasionado la muerte de sus hermanos...

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03/03/2014, 08:28
(DW-UM) - Ariarkus

Ariarkus esperaba su turno, cuando termino su hermano Deuteros vio que poco mas podía añadir a las palabras de este. Habían vivido los momentos mas difíciles que podía imaginar, aunque ahora mismo el Ultramarine sabia que en breve eso mismo podría ocurrir.

- Yo Ariarkus, Miembro del Capitulo de los Ultramarines, acepto con gratitud y orgullo hacia el Dios-Emperador y sus servidores de la inquisición, el formar parte de la Deathwatch, esperando ser digno de ello y ofrecer mi vida y mis servicios al Alto Inquisidor Anton Vero. - Culmino su juramento golpeándose el pecho a la altura del aquila, el hombro y el corazón. Pues para el Devastador las palabras eran efímeras, prefería demostrarlo con los actos y para ello agarro con mayor firmeza su Soundstriker y acaricio la culata del Bolter Pesado a su espalda.

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03/03/2014, 12:04
Director

Una vez los juramentos fueron realizados y después de que los servidores escribientes redactaron sobre las tiras de pergamino desgastado todas las palabras que habían recitado los dos aspirantes a la DeathWatch. Los juramentos con el sello que los mantendrían adheridos a las armaduras se le fueron dados a Anton Vero y este, después de comprobar que todo estaba bien redactado se los tendió a Laocastus y a Jaden, después de que Castor y Numaios colocaran la hombrera en los ultramarines, Jaden y Laocastus colocarían sus nuevos y renovados juramentos en las servoarmaduras de Ariarkus y Deuteros.

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10/03/2014, 21:02
(DW-UM) - Ariarkus

Tras recibir las bendiciones y los nuevos complementos, el Devastador Ultramarine se giro al Alto Inquisidor. Estaba claro que ahora no hacia mas que esperar ordenes, pero a pesar de todo lo acaecido no olvidaba las palabras que habían surgido en horas anteriores. La lucha no había terminado, casi podía decirse que no había echo mas que incrementar su crudeza y complicidad. Pero eso no le desanimaría.

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15/03/2014, 00:46
(DW) - Castor Machen

Castor comenzó ha hablar a los reunidos con la solemnidad de un acto de este tipo, recordando cuando él mismo estaba al otro lado.

- Escuchad aquellos que sois puros a los ojos del Emperador. Escuchad ahora, como yo, el capellán Castor Machen, Su Leal Orador, recito este sagrado juramento en Su Nombre para nuestro nuevo hermano. ¿Juras unirte a los Guardianes de la Muerte?

- Yo Ariarkus, Miembro del Capitulo de los Ultramarines, acepto con gratitud y orgullo hacia el Dios-Emperador y sus servidores de la inquisición, el formar parte de la Deathwatch, esperando ser digno de ello y ofrecer mi vida y mis servicios al Alto Inquisidor Anton Vero. - respondió el devastador.

Entonces estampó un sello de lacre tratado con el símbolo del Ordo Xenos que sostendría sus juramentos hasta su muerte o quedar franco del servicio.

- Que sepan por todos los señores, poderes y autoridades, que el portador de este sello, el hermano Ariarkus del Capítulo de los Ultramarines, ha tomado el más sagrado Juramento Apócrifo, y ha sido adscrito a los Guardianes de la Muerte que muera, o hasta que las obligaciones de su juramento se consideren y proclamen como cumplidos.
Por el honor de tu Capítulo, tu Primarca, y el Emperador, has jurado destruir al Alienígena, enfrentarte a los innumerables enemigos de Imperio y obedecer los más solemnes votos del Cónclave Apócrifo. Observarás en los lugares oscuros, protegerás la noche, aniquilarás a los viles Xenos y los traerás al juicio de la Humanidad. Te mantendrás en pie como el baluarte sobre el que persiste el Imperio, a partir de ahora, hasta el final del universo.
Al portador de este juramento se le otorgará el máximo honor en palabra y obra. Que todos sepan que la mirada del Emperador y los benditos Primarcas siguen a su portador donde quiera que se digne a ir, incluso en la muerte, conocerán su nombre.
Por lo tanto está sellado, de palabra y obra, con sangre, por la Gracia del Cónclave Apócrifo, los Guardianes de la Muerte y el Senatorum Imperialis .

Ser Inmundo esa es la marca del Xenos.
Ser Impuro esa es la marca del Xenos.
Ser Aborrecido esa es la marca del Xenos.
Ser Injuriado esa es la marca del Xenos.
Ser Cazado esa es la marca del Xenos.
Ser Purgado esa es el destino del Xenos.
Ser Purificado ha de ser el destino de todos los Xenos.
Traemos la justicia con la espada, con la munición, con el fuego.
En Su Nombre, ¡no permitas vivir al Alienígena!

Este es nuestro Juramento, honrarlo y se bienvenido, hermano.

Notas de juego

No podía resistirme a soltar la parrafada, que llevaba escribiéndola y dando formas unos días.

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15/03/2014, 11:48
Director

Las hombreras fueron colocadas en sus soportes, que con un chirrido hidráulico indicaron que los cierres realizaron su trabajo y permitieron que la hombrera se quedara bien instalada. 

Ahora era el turno de Jaden y Laocastus, ambos ya tenían en su poder las tiras de pergamino con los juramentos pronunciados por Ariarkus y Deuteros. La caligrafía era exquisita, llena de filigranas y con una letra gótica digna de cualquier templo Imperial. Así pues, ahora el turno del devastador y el tecnomarine, ambos debían dar su discurso para dejar constancia de que los aceptaban y ya serían miembros de pleno derecho de la DeatWatch y de aquella unidad. 

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17/03/2014, 23:30
(DW) Laocastus Ardite Signatum

Mientras Jaden Kollis fijaba el sello de juramento en la servoarmadura de Deuteros, Laocastus hizo lo propio para Ariarkus. Tras terminar el proceso con la reverencia digna de la ocasión, dió un par de golpes amistosos con la palma en la hombrera de Ariarkus, para pasar a hablar a sus dos nuevos hermanos de escuadra. - Hemos pisado los mismos campos de batalla, combatido a los mismos enemigos, y sangrado la misma sangre. No necesitábamos estos votos para que os llamase hermanos de batalla, pero aún así, es un un orgullo daros la bienvenida a nuestra escuadra.

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18/03/2014, 16:18
(DW)-Jaden Kolis

Jaden acabó de colocar el juramento en la armadura de Deuteros y esbozó una sonrisa ocultada por el casco. Observó de manera minuciosa que las hombreras estuviesen perfectamente colocadas y se apartó.

-Poco puedo añadir a esta ceremonia y a las palabras que ya se han dicho, hemos compartido ya muchas batallas y aunque no necesitaba ningún tipo de ceremonia para consideraros como hermanos de batalla, es un honor daros la bienvenida a la Deatwatch.