Partida Rol por web

Deuteros quedó petrificado por el terror que le provocó el chillido de la criatura, haciendo que recordase la muerte de su padre y pensase en su propia e inminente muerte, pero de forma pausada y lenta trató de recomponerse, con un pequeño temblor que le recorría el cuerpo y que le impediría hacer nada de momento...

Una expresión extraña deformo el rostro de Ariarkus, nunca antes se había sentido así, notaba como cada fibra de su cuerpo se contraía al escuchar aquel sonido. Estaba claro que ni siquiera el Astartes había sido preparado para sobreponerse a tal maldad en estado puro.

Y pensar que eso había sido solo el rugido de aquel príncipe demonio, de que mas seria capaz. Fueron los pensamientos del Devastador cuando sintió que su cuerpo se contraía de miedo y no le permitía reaccionar de ninguna forma.

La situación estaba clara a la vez que confusa... Al este de la posición de los marines espaciales estaba una enorme nube de aspecto terroso y color rosado que cubría todo el altar impio... Estelios había desaparecido de la vista, y con él el Heraldo, Numaios y dos marines espaciales del caos, uno de ellos era un ruidoso.

Al norte, en la casa, donde solo Jaden había entrado, se enfrentaba a otro marine del caos, el cual estaba ya en las ultimas pero se mantenía firme y dispuesto a matar al leal... 

Al sur, había un marine del caos y uno ruidoso, ambos dispuestos a desatar toda la muerte de la que serían capaz de liberar sobre los adoradores del falso emperador.

El capellán examinó los alrededores y vio que los marines del caos se acercaban a su zona mientras algunos compañeros parecian temerosos por la situación. Sin pensar, cargó a uno de los enemigos del Emperador y lanzó un golpe brutal con su Crozius al brazo derecho de su oponente.

Los marines estaban siendo presa del miedo más irracional, un bloqueo que iba más allá de su comprensión, solo el capellán había logrado lanzarse al ataque contra uno de los marines del caos, el cual, parecía inmerso en una especie de frenesí o de devoción tan absolutas que ni reaccionó cuando recibió la carga y el posterior ataque mortal del marine espacial.

Castor había decapitado limpiamente al marine ruidoso, pero este pareció disfrutar de aquel terrible y mortifero ataque. Se estaba riendo y gimiendo de puro placer cuando la cabeza volaba en un arco perfecto que acabó por chocar contra la pared del edificio adyacente cayendo al suelo sin vida.

Castor tenía frente a si mismo al marine herético que acompañaba al ruidoso, el cual empezó a despertar de su trance y conforme eso pasaba, la nube de polvo disforme se deshizo en un suspiro revelando los horrores que cubría...

El primero y el más grande era un enorme príncipe demonio que se alzaba en toda su estatura... parecía la representación pura de Slaanesh, un guardián de los secretos, pero había diferencias notorias. Después era que el resto de marines que había caído bajo el influjo de la nube estaban muertos... entre ellos el odiado Estelios y el leal Numaios. El serpiente de hierro yacía sin vida sobre el suelo, como el resto. Los visores del casco estaban reventados y de ellos salían chorros de sangre negra que iban cubriendo por completo el rostro del marine... la situación era penosa para todos y Jaden parecía no dar señales de vida.

Deuteros que seguía tembloroso por la presencia del Príncipe Demonio, pero su honor le impedía huir de tan atroz criatura, así que usando todas las fuerzas que le quedaban, se sobrepuso a su miedo y empezó a bramar a sus compañeros tratando de inspirarlos.

- ¡Hermanos! Tenemos a uno de los más grandes enemigos de nuestro Dios delante, ¿acaso hay mayor honor en nuestro mundo que poder poner fin  a su vida a semejante pagano? YO DIGO QUE NO Y SU PRESENCIA NO NOS AMEDRANTARÁ ¡¡TRIUNFAREMOS!!

Entonces Deuteros apuntó con su rifle de Fusión a ese demonio impío y a simple vista consiguió que el disparo alcanzase su objetivo, esperando que dicha acción y su discurso animaran a sus compañeros a proseguir el combate.

Laocastus miró a la figura del demonio que se alzaba. Ni siquiera los tiránidos, hace ya tanto tiempo, habían sido una presa tan grande. No pudo sino pausarse para admirar en toda su horrible gloria a la bestia que iba a abatir.

La muerte de Numaios, su compañero de batallas, y la del traidor de Estelios, sin redimirse de sus pecados, encendió más la cólera de Castor.

Tenía un enemigo cerca, otro de los marines herejes, y cargó contra él, impactándole con toda su fuerza el Crozius.

Poco a poco iba abriéndose camino hacia el ser de la Disformidad que había aparecido.

Ariarkus observo el terrible peligro que se les venia encima. Aquella mole del Inmaterium se les aproximaba y traería la muerte tanto a el como a sus compañeros.

Sabia que debía hacer, lo que no sabia era si funcionaria o no.

Mientras fijaba el sensor de objetivos sobre el cuerpo del Príncipe Demonio, apretó el Gatillo de su lanza-misiles dos veces cuando le sonó la señal acústica de blanco fijado. Esperaba que el objetivo no pudiera eludirlos, al menos no los dos.

Castor, antiguo apotecario, originario de los Templarios Negros, actualmente ejerciendo de capellán dentro de la deathwatch demostró estar muy por encima que muchos de sus hermanos en combate cerrado. El marine del caos al que hacía frente no era rival para un consumado combatiente como Castor y ese hecho quedó patente cuando el cruzius arcanum atravesó limpiamente la servoarmadura del hereje en el torso destrozando huesos, músculos y piel, pero en un orden tan aleatorio que resultó mortal para el marine del caos, el cual, murió cuando sus dos corazones explotaron con violencia... Ni fue capaz de defenderse.

Jaden estaba bloqueado, seguramente la invocación del demonio le había asolado la psique y estaba a merced del marine traidor, el cual no dudo en abrir fuego contra él. Esta vez estuvo más acertado en su ráfaga de bolter y logró que varios proyectiles impactaran en el torso del tecnomarine, pero su poderosa servo armadura de artificero evitó todo el daño que pudiera hacerle... 

El fuego combinado de Deuteros y Ariarkus, sendos ultramarines desplegaron toda su potencia de fuego sobre el enorme principe demonio... individualmente le causaron heridas menores, pero en conjunto, lograron herir severamente al demonio... pero el se rió y gimió de placer. En un abrir y cerrar de ojos, el demonio saltó, atravesó la casucha donde estaba Jaden y el principe demonio cayó sobre el con la fuerza de un Sol. El tecnomarine se quedó bloqueado, más todavía cuando recibió el tremendo envite y lejos de lograr esquivar, la espada del caos que portaba el demonio le golpeó con tal violencia y fuerza que, irremediablemente, con toda la furia de la disformidad desatada, Jaden fue partido por la mitad sin poder hacer nada para evitarlo. Otra baja que debían añadir al equipo

El demonio se rió y su marine, el único que quedaba con vida se rio con él - ¡ESTE SERÁ VUESTRO DESTINO! ¡VUESTRO EMPERADOR ES UN CADÁVER INFECTO DE GUSANOS Y SOLO OS ESPERA LA CONDENACIÓN ETERNA! - bramó con una voz brutal, parecía que dos estrellas estuvieran chocando con violencia.

Deuteros sabía que la misión reclamaría la vida de algunos de sus hermanos aunque sabía que morían con el mayor de los honores, en combate contra su más eterno enemigo, pero los que aún quedaban con vida tenían un deber y era llevarse con ellos a aquella abominación e impedir que desatase el caos en el resto del campo de batalla.

- Hermanos, el demonio sangra como el resto de bestias que hemos abatido, no es indestructible, luchemos... ¡¡POR LA GLORIA!! ¡¡POR EL EMPERADOR!!

A la vez que bramaba sus palabras avanzaba junto a Castor para tener al demonio a mejor distancia de disparo y abrió de nuevo fuego con su rifle sobre aquella abominable criatura.

Ariarkus veía como la muerte materializada se les venia encima. Aquel maldito Príncipe Demonio acabaría con todos ellos si no podían hacer algo para reducirlo de una forma u otra.

Mientras aquellos pensamientos fulguraban por su mente, el Devastador mantenía la mira fija sobre el enorme cuerpo del ser y al notar el pitido de blanco fijado apretó consecutivamente el gatillo de su Soundstriker 2 veces, sintiendo el tirón del arma al lanzar aquellos dos nuevos proyectiles contra el objetivo.