Partida Rol por web

Cada vez estaban más cerca, los pasos sonaban a la vuelta de la esquina y la tensión se cortaba con un cuchillo, tres hombres en tensión, los los dedos en los gatillos y dos mujeres con las armas fuera, más paranoicas que nunca y dispuestas a matar a lo que fuera a venirles por el pasillo.

Un segundo después y se encontraron de bruces, Aurelia, una imponente hermana de batalla enfundada en un servo armadura de color negro lanzó un tajo veloz y letal con su espada de energía, directa a decapitar al primero que se topara en su camino, pero el stormtrooper podía besar un santo, por puro acto reflejo dio un salto hacía atrás golpeando al compañero que tenía detrás suya, un pisotón que recibió en silencio, sin duda... algo mejor que morir tan pronto bajo la espada de la sororita...

¿Qué pasará ahora? ¿Empezará una pelea a muerte?

Jonah observó como Locken había esquivado, por los pelos, el ataque que lanzó aquella mujer. Tras un instante en el que quedó claro que su compañero iba a conservar la cabeza sobre los hombros,  Jonah apuntó con su rifle hotshot a la chica y su acompañante. Ambas parecían bastante nerviosas, pero claro, él ahora mismo tampoco era un ejemplo de calma y tranquilidad. Así que, con la voz reflejando ésa tensión, dijo:

-Alto en nombre del Emperador y la Sagrada Inquisición.

Si tenía razón, aquellas debían ser parte de las sororitas que andaban buscando... Si no, quizá no tendría tiempo de lamentar su error. 

El choque contra Locken le había desestabilisado, ademas de recibir un buen pisotón. Cuando pudo recobrar la compostura, volvió a colocar a Sally apuntando a las dos mujeres que estaban entrando. Una hermana de batalla... la voz de Jonah le hizo entrar en razón, manteniendo la boquilla en un punto en el que no afectara a Locken si tenía que disparar.

Locken avanzaba con cuidado cuando de pronto, vio algo por el rabillo del ojo. Su instinto lo superó y se echó hacia atrás, pisando a uno de sus compañeros, pero era mejor eso que acabar así su servicio.

Cuando pudo fijarse se percató de que podía haber sido decapitado en un santiamen y pudo ver a dos Sororitas, una de ellas la que casi lo mata. Sus compañeros ya las tenían en el punto de mira- un poco lentos ya que podría estar muerto -pensaba y Jonah ejerció su mando, por lo que Locken se limitó a mantener el rifle en alto, apuntando a las Hermanas de Batalla.

Odiaba las incursiones en zonas de traición porque nunca se sabía quien era quien decía ser.

Aurelia maldijo para si misma al fallar el ataque. Los reflejos de aquél soldado le habían llevado fuera del alcance de su espada .¿Dónde estaba Eva?, no podía verla. Rápidamente levantó su pistola bolter dispuesta a incrustar una bala en la cabeza de aquél tipo, a la vez que uno de los soldados la apuntaba con su rifle...¿en nombre del emperador y la inquisición?. La Sororita contuvo su dedo un instante, puede que fuera una trampa o puede que no.

-Nombre y rango.-Fueron las palabras que salieron frías y directas de su boca.     

El hombre, en su fuero interno, se alivió un poco. Lo que no quería decir que hubiese desviado ni un ápice la trayectoria del cañón de su rifle, ni que aquello se reflejara en su rostro. Aquel momento de duda por parte de la sororita seguramente sería suficiente para poder explicarse y seguir con su cometido, pero uno nunca sabía lo que podía ocurrir.

-Jonah Gutnar, suboficial de los stormtroopers asignados al Inquisidor Demeticus. 

Demeticus... ese nombre, sin duda lo reconoces, un inquisidor poderoso que ha sufrido bastantes atrasos en su carrera por los altos inquisidores, es un hombre violento y temido por todos cuyo principal lema es "El fin justifica los medios".

Vuestra difunta Inquisidora le tenía respeto pero lo despreciaba abiertamente, no era un buen individuo con el que contar, y si de verdad no mentían y estaba ahí las cosas podrían ponerse muy feas.

Eva escuchaba con atención desde su improvisada trinchera. Mantenía  sus fieles bolters  bien sujetos y con los gatillos prestos a ser apretados. El tono de su Hermana  le había parecido seco y conciso, del cual dedujo que no era prudente  anunciar su posición todavía.

Lanzo una rápida mirada a su alrededor  en un intento de buscar alguna manera de llegar a envolver a esos  supuestos soldados  del Emperador. Le hubiese gustado tener  cerca alguna hermana diestra en comunicaciones para confirmar la identidad de estos hombres,pero no  había tiempo. Intento indagar en las palabras del hombre que había hablado a ver si descubría  algún fallo en su declaración, por suerte para ellos  no atisbó nada fuera delo común.

Finalmente, aun con los  bolters apuntando a sus posibles enemigos salió de su escondrijo  y clavo su mirada en sus interlocutores.

- Están muy lejos de su escuadra, soldado.- soltó  con su tono característico de aburrimiento.- ¿Cuales son sus ordenes?.... Y por  el Emperador, sugiero que no titubee; no quisiera desperdiciar una ráfaga en un grupo fiel al Emperador...-  

Eva  suplicaba en silencio que el soldado no notase el temblor en su voz, ni el sudor de su frente que indicaban que no las tenia todas consigo...

De la nada salió otra Sororita, parecía que había más de una por aquí.

La Sororita dijo que no titubeara, y no lo haría. Locken mantenía el rifle en alto, firme y apuntando a la otra Sororita, la que había hablado. Decidió que era hora de apretar un poquito- Hermanas, eso depende de quienes seáis vosotras y a quien sirváis; pues aquí mi superior se ha presentado y ustedes no, ¿podrían decirnos su nombre y rango? -joder, ya estaba hablando más de lo habitual.

Se quedó callado de golpe y mantuvo su rifle en posición. 

Si la estuviera apuntando con el Rifle de Fusión otro gayo cantaría; pero no, tenía que pensar en ahorrar munición -pensaba mientras se mantenía quieto, no haría ningún movimiento brusco ni denotaría debilidad, aunque aun pensaba en lo cerca que había estado de perder la cabeza, literalmente.

El stormtrooper devolvió la mirada a la otra sororita, y a los cañones de sus bolters. Tras unos segundos, empezó a hablar, con un tono calmado, pero sin bajar en ningún momento el rifle. Iba a intervenir, cuando Demetrius se le adelantó. 

-Lo cierto es que mi hombre tiene razón... Parecen sororitas, pero no sería la primera vez que los traidores se disfrazan. Estamos buscando precisamente sororitas, pero nos comunicaron que eran más, y que debían estar protegiendo a alguien... Ah, y otra cosa. Antes de que piensen en hacer alguna tontería que podamos lamentar, ¿no les parecen tres stormtroopers demasiados pocos para entrar en territorio enemigo? Créanme, no estamos tan lejos de nuestra escuadra. 

Edgar prefería quedarse callado, sus compañeros ya habían hablado y el solo podía decir mas de lo mismo, sin bajar el arma aún apuntando a aquellas dos posibles hermanas, esperaba que mientras se decidían a confiar e alguien no les sorprendieran.

Si el emperador estaba con ellas de la misma forma que con ellos, pronto se solucionaría, de una forma... u otra.

Demeticus...-susurró entre dientes.-Hermana Palatina Aurelia Sanctum Cordis al mando del resto de las fuerzas inquisitoriales en representación del Ordo Heréticus desde la muerte de la inquisidora Katherine.-La respuesta fue tajante. Era el grupo de otro inquisidor de una facción contraria a Katherine y debía dejar claro que allí mandaba ella, aunque tuviera mas rango que el suboficial, como hermana de batalla, sin la necesidad de apelar a la inquisición.
Pero era una hermana de batalla, un soldado, como esos hombres y parecía que al final hablaban el mismo idioma.

La Sororita bajó el Bolter haciendo una seña a Eva para que hiciera lo mismo, aunque estaba alerta, siempre estaba alerta.-¿Cuáles son sus órdenes sargento?.-

-Muy bien muchachos, bajad al armas. Hermana Palatina Cordis, nuestro objetivo es encontrar a la astrópata Isabella Kraj, que según nuestros informes está protegida por cuatro sororitas, y sacarla de su estado. Después, se debe eliminar al traidor Dorn y capturar al traidor Schmidt. 

Con una sonrisa torcida, añadió.

-Por supuesto, su rango como sororita es importante, lo que creo que nos deja por debajo... 

"A ése cerdo engreído de Malek le va a encantar..."

Aurelia meditó un instante las posibilidades. Sus ojos azul eléctrico relampaguearon con una determinación en la mirada.-Sargento Gutnar, la astrópata Isabella Kraj se encuentra bajo nuestra protección. Desconozco el medio que utilizarán para sacarla del coma y como supieron toda esa información, aunque le agradecería que me lo contara mientras les conducimos donde la están cuidando.-

Aurelia dio la vuelta para encabezar la marcha. Mientras pasaba al lado de Eva la hizo una seña que solo tantos años de batallas juntas podrían descifrar. Debía ponerse lo mas cerca de la retaguardia por si era una trampa. 

Mientras el sargento le contaba todo, Aurelia les conducía por los pasillos y cámaras del sector dando un rodeo. No iba a arriesgarse a llevarlos sin saber que iban a hacer exactamente y de que parte estaban.

-Un momento, debemos asegurarnos de que nuestro superior y el resto de la escuadra aún estén por ahí atrás. Locken, mira a ver si los localizas. 

Observó a la sororita. La Inquisición no era famosa por ir desvelando sus métodos, pero suponía que en aquella situación podía hablar. Se encogió de hombros. 

-Psíquicos. Cualquier duda concreta en ése sentido se le debería preguntar al Inquisidor cuando regresemos. En cuanto a reanimar a la astrópata... Tenemos unos dispositivos y unos frascos. Debemos colocar ésos dispositivos en nuestras orejas después de beber el contenido de los frascos, otro en la oreja de la astrópata y nos adentraremos en su mente para despertarla del coma. 

-Recibido, señor -dijo Locken, tras lo que hizo una ligera inclinación hacia la hermana Aurelia y otra hacia la otra Sororita.

Se colocó el rifle en posición y se dispuso a retroceder sobre sus pasos, con cuidado y cautela, pues no quería convertirse en un blanco de su pelotón.

Iba mirando hacia todos lados y pensando en ponerse en contacto con el pelotón; pero algo en la forma de actuar de Malek le decía que nunca debía de darle más información de la debida, y el inquisidor les dijo que se pusieran bajo las órdenes de las Sororitas, pero no sabía si se refería a todo el pelotón o solo a ellos tres.

Eva bajo sus blasters al percibir la señal que su superiora le realizaba. Con pasmosa lentitud los volvió a colocar en sus caderas,bien sujetos al cinto de su traje.  mientras tanto seguía con la mirada a cada uno de los soldados  que comenzaban a realizar algo semejante a lo que seria  el reconocimiento de la zona. 

En estos casos, Eva recordaba lo mucho que le aburrían las charlas  y tener que explicarse . Por suerte, la Hermana Aurelia ya se sobraba para  poner en contexto a los tres soldados. 

A la segunda seña de  Aurelia, Eva asintió y, con paso ligero se dirigió a la retaguardia con esa mirada aburrida al que tenia acostumbrada a su líder. Mientras el soldado que portaba un rifle ,miraba cada esquina de la zona, Eva dedicaba desinteresadas miradas a su alrededor, como si no necesitase  revisar la zona. Sin embargo, alguien mas experimentado  se daría cuenta de que la sororita   no perdía detalle de su entorno.

-Si nuestros psíquicos han sido capaces de saber esa información, puede que los traidores también.-Aurelia tanteó el comunicador. No se arriesgaba a utilizarlo para avisar a sus hermanas, ya que podían rastrear la señal y sería la perdición de ellas, los soldados y la astrópata.-Sargento, necesitamos llegar cuanto antes a su ubicación. También precisamos comida y agua para fortalecernos. Una vez allí nos reuniremos para trazar nuevos planes.-