Partida Rol por web

Pía contempló con satisfacción desde la lejanía como Klauss atendía al herido con buena mano...al menos hasta que vio como la horda se acercaba. Si, se habían dado una  carrera para salvar una vida, pero de poco iba a valer si no conseguían acabar con esos xeno antes de que los alcanzasen. Sobretodo viendo lo que le habían hecho a los marines. Tragó saliva, antes de agarrar con fuerza el rifle laser.

- ¡Franz, tenemos compañía!-gritó la médico intentado recuperar la atención de su ayudante, mientras sacaba el arma y comenzaba a disparar contra la horda a la máxima cadencia de su arma. No sabía si sería suficiente pero era todo lo que podía hacer...

Laocastus había sido momentáneamente intimidado cuando el Cárnifex encajó su disparo. Sin embargo, la bestia herida de muerte cayó ante el asalto de sus hermanos, y Laocastus consiguió imponerse a la impresión. Eliminado el objetivo principal, Laocastus decidió seguir abatiendo a los bioengendros de mayor tamaño. - Numaios necesita apoyo, hermanos. - dijo en comunicación cerrada con los marines.- Voy a intentar inutilizar los bioengrendros mayores con el apoyo de Ariarkus, el resto deberíais apoyar en la contención de los hormagantes.- Abrió comunicaciones con los Guardias Imperiales.- Cuando esté disponible, caballeros, intenten conseguir el apoyo de la artillería en esta posición. Hay que terminar con estos xenos cuanto antes.

-¡Numaios!- el tecnomarine hizo ademán de volver sobre sus pasos para ayudar a la serpiente de hierro, pero se paró al dar unos pocos pasos. Piensa antes de actuar. Si se lanzaba contra la horda no habría garantía de que pudiese sacar a Numaios de ahí. Se dio la vuelta y observó su objetivo inicial, el generador. Ahí si que podría obtener resultados. Sin pensárselo mas emprendió de nuevo la carrera hacia el generador.

-Me dirijo hacia el generador, intentad cubrirme todo lo que podáis. 

El subordinado de Emil, lejos de mantenerse callado y de respetar las ordenes vociferó la sugerencia más lógica según su criterio... - ¡USAD GRANADAS DE FRAGMENTACIÓN!

Aquello se ponia feo, un muro de zarpas, bocas y ruido se hacercaba a toda velocidad contra nosotros. Aquellos seres tenian pinta de ser tan estúpidos que ninguno de ellos sucumbiria a un ataque psiquico por mi parte, a riezgo de desencadenar algo peor. Así que con la duda en la cabeza, opte por lo mas facil disparar e intentar desmontar aquel asalto tan bien coordinado que nos iba ha machacar.

-¡A por ellos!- grito con desespero, aquello iba a doler así que segui los pasos de mi jefe de escuadra Emil, con la intención de unir fuerzas.

Deuteros contempló alarmado y preocupado como la horda de xenos desguazaba la armadura de su compañero y reaccionó rápidamente para quitarle de encima enemigos, disparando con su rifle de fusión entre las hordas mientras se alejaba de la misma y de forma precisa para no coger a su compañero ni a él en la onda expansiva del disparo.

- Hoy no se perderá ningún hermano, ¡NO EN MI PRESENCIA!

Ariarkus sabía que no había más tiempo, solo contaba con un nuevo proyectil y la verdad se le acabaría el uso al Soundstriker hasta conseguir mas municiones. Al menos sabia que podía contar con el Bolter Pesado, aunque pensándolo bien, tampoco le quedaba mucha munición.

Calculo las posibilidades que tenia con esa arma y estaba claro que debía liberar de la carga de los Hormagantes a sus compañeros para que ayudaran a Jaden a reactivar las Armas tarántula. Miro y centro la mira de su proyectil sobre la horda más alejada contando que al impactar en esta su deflagración golpeara a las demás.

¡Voy! - gritó Franz que empezó a correr saltando con agilidad sobre los restos humeantes de la valkiria, que por fortuna no era un amasijo de hierros retorcidos y permitió que el enfermero avanzara con velocidad. Pia, en cambio, volvía a disparar sobre la horda que se le acercaba de manera peligrosa, su rifle láser mordió a la horda y varios hormagantes murieron.

La detonación causada por el arma pesada de Loacastus, que fue disparada en pleno movimiento y con total precisión, afectó a dos guerreros tiranidos... uno de ellos estaba ya mal herido, pero el otro, indemne, recibió con entereza el poderoso impacto del arma del salamandra, que por desgracia no causó demasiado daño.

Jaden Kollis, el Ángel Oscuro, más arrojado que el resto corrió con total celeridad acercándose lo máximo posible al generador... tanto que lo pudo tocar con su mano... el servo brazo zumbó impaciente por actuar, su espíritu detectó al dañado generador y en un acto de compasión de ceros y unos mostró su deseo por reparar.

El psíquico disparó su arma nuevamente, más hormagantes cayeron bajo el disparo de sus armas, pero el daño no era suficiente... en la mente de todos se veía claro que sino se hacía caso a Wolfgang, pocas oportunidades iban a tener.

En el lado de los marines, deuteros, el ultramarine superviviente del holocausto sufrido a toda su compañía se retiró del combate mientras disparaba su arma, pero ambos fueron atacados y heridos... por su parte, el ultramarine consiguió matar a un único hormagante, pero la horda de le abalanzó cuando salió del combate... Deuteros recibió severos daños en su servo y esta quedó expuesta a la atmósfera mientras sangraba por el pecho y las oberturas que le acababan de causar los xenos... su visión retiniana le indicó que la armadura estaba perdiendo integridad, y el dolor le atenazó los nervios.

Y entonces Ariarkus, el otro hermano de ultramar gastó su ultima carta... el misil de fragmentación salió volando hacía el cielo después de que la demarcación fuera transmitida. El misil ascendió con un ángulo de sesenta grados y en cuanto alcanzó su cenit y estuvo justo donde le había sido indicado el epicentro del impacto, este bajó después de hacer un quiebro... la detonación fue brutal, numerosos xenos saltaron por los aires hechos pedazos y muriendo en el acto... aquel disparo había conseguido una autentica masacre, los tiranidos morían a docenas.

La radio chasqueó y el ayudante de Cissna habló - Mi señor, que, va a querer que le prepare el té o ¿qué? - el soldado no había recibido orden alguna y no sabía que debía hacer salvo hablarle de manera sarcástica cansado de estar ahí lejos de quien debía proteger.

El bibliotecario desenfundo sus espadas psíquicas y con una leve pero rotunda propulsión de su retro voló unos metros para caer entre la horda de hormigantes unos cuantos de ellos salieron propulsados por el aire de su mochila a reacción, otro murió aplastado por la bota del bibliotecario. Y un golpe de su espada hizo que otros tantos perdieran la vida pero aun así seguía habiendo centenares mas.

El apotecario avanzó un poco y disparó una ráfaga a los guerreros tiránidos próximos al generador para cubrir el avance del tecnomarine. Tal vez su precisión no fue muy buena pero al menos uno de los impactos había abierto un gran agujero en uno de ellos.

Mientras Castor abatía al guerrero tiranido con una ráfaga certera en una de sus patas que hizo que la misma reventara mientras los proyectiles con cabeza explosiva iban detonando en sincronía hasta lograr que la explosión causara severos daños en la criatura... al final, con un sonido húmedo cayó muerto mientras de el cadáver manaba una sangre negruzca e iba tiñiendo la nieve.

El otro guerrero tiranido centró su atención en el apotecario, le dedicó una mirada peligrosa, cargada de inteligencia y maldad puras no fue capaz de evitar que el tecnomarine, Jaden Kollis, activara su mecadendrita... el cogitador de la misma accionó la pesada herramienta y empezó a sisear mientras sus motores hidráulicos iban moviendola detectando las averías y donde estaban las fallas del sistema... en unos pocos segundos, el cortador de fusión libero la carga de una de las tuberías de suministro de refrigerante y el generador empezó a zumbar con intensidad... se había restablecido la energía.

Asteron, por otro lado, había cargado presa de la furia asesina caracteristica de la semilla genética de su difunto padre... el santo Sanguinius, aunque no fuera un Ángel Sangriento propiamente dicho, su capítulo provenía de aquel banco de sangre... dentro de su casco sus colmillos asomaron presa de una sed de sangre y una violencia sobrehumana; el psíquico se vio obligado a parpadear cuando creyó haber percibido la sagrada visión de su amado padre, pero solo fue un destello, sus corazones latían descompensados por aquella repentina emoción, la sombra de la rabia negra había hecho su aparición, pero Asteron aprovechó aquella furia para internarse en la horda destrozando xenos como si fueran de papel, se movía como un torbellino de acero y energía chisporroteante, pequeños fogonazos dorados saltaban de su arma psíquica mientras iba dando muerte a los impíos xenos provenientes de otra galaxia...

Pero la batalla seguía, rugiente, inmisericorde, sin compasión... solo había muerte y destrucción; llegaban comunicaciones lejanas donde se pedía ayuda, algunos vitores al destruir algún vehículo, pero una cosa estaba clara, el caos era monumental... el ataque por tierra que recibía el imperio era sobrecogedor, traidores, pielesverdes, tiranidos y necrones estaban atacando por tierra, acosando las murallas... solo los xenos insectoides se habían atrevido a sortear las murallas con sus mantifex, cosa que les había dado una ventaja táctica que estaban aprovechando, pero los imperiales dominaban el arte de la guerra...

Por fin las armas tarantula se activaron, los servidores que las controlaban abrieron los ojos o los implantes que tuvieran se activaron con un zumbido eléctrico... los pesados bolteres pesados se alzaron levemente sobre las patas metálicas que las tenían asidas al suelo y desataron su tormenta de muerte sobre los enemigos más próximos. La primera tarántula abrió fuego hacía la primera horda abatiendo a una docena de hormagantes... las otras dos armas centinela se centraron en la horda del sur; aquella cortina de fuego fue repiqueteando por el suelo levantando columnas de tierra y nieve hasta que asolaron las filas tiranidas, los pequeños y mortiferos xenos saltaron por los aires abatidos a pares, si no fue por un impacto directo, fue por una explosión secundaria... la guardia parecía recibir algo de ayuda, pero ¿Sería suficiente?

La situación empieza a ser agobiante, el enemigo se acerca cada vez más y en un encuentro directo no saldrían bien parados. Quizá una retirada a mejor posición o algún otro tipo de estrategia le lleva a mirar desesperado al sargento. A igual que todos parece nervioso, valorando las opciones, cuando en ese momento, sus miradas se encuentran parece que una idea acaba de llegar a su cabeza, unas breves señales le hace entender el mensaje, la opción es un ataque aéreo.

- Si, señor - Respondiendo a una orden no mencionada se pone en acción.

Rápido observa a las criaturas, a sabiendas de la posición en la que debían haber aterrizado, calcula su posición aproximada acercando lo más posible para el impacto del ataque aéreo, coge un pequeño papel y apunta los datos.

- Toma Vlad - Extiende un pequeño papel en su mano al alcance de su compañero. - Llévaselo al sargento cuanto antes, yo te cubro. - Entregado el mensaje se prepara su arma para un nuevo asalto.

Practicamente le arrancó el vox-caster de la mano al operador y gritó al auricular como a cualquier cadete indisciplinado.

Mando Aéreo. Mando Aéreo. Aquí quinta sección del sexagésimo quinto de Krieg. Solicitando soporte aéreo sobre posición enemiga. Manténgase a la espera.

El bueno de Magnus le transmitió perfectamente las coordenadas y Emil las envío al mando aéreo. En otro momento le agradecería al soldado su labor.

Pasada de escuadrón antiinfantería. Aproximación noroeste. Coordenada de origen Juliet 44. Repito: Juliet 44. Coordenada final Tango 54. Ataque de discreción. ¡Buena caza!

Emil dejó el vox-caster y se agachó mientras apuntaba con su arma hacia el enemigo.

¡Todos a cubierto!

El mando aéreo recibió las coordenadas con premura. Una de las valkirias que dirigían desde gran altitud la batalla que se iba desarrollando en superficie filtró los datos y contactó rápidamente con uno de los escuadrones de Marauders que estaban lejos del teatro de operaciones dispuestos a realizar las misiones que se les iba a encomendar.

 - Escuadrón Ferrus Ignis, escuadrón Ferrus Ignis, listos para entrar en acción - dijo el piloto líder del escuadrón de tres aeronaves

 - Ferrus Ignis, coordenadas transmitidas, espacio aéreo peligroso, pasada a baja altura, luz verde, repito, luz verde

Fue la confirmación necesaria para que los tres marauders viraran sobre su mismo eje poniéndose en perpendicular con la superficie del planeta - Equipo de tierra, ¿me copian? Equipo de tierra, tiempo estimado de llegada cinco segundos, repito, cinco segundos - la aceleración de las aeronaves fue máxima colocándose rápidamente a unos escasos cien metros del suelo... la ayuda estaba en camino.

Mientras el resto de guerreros tiranidos se disponían a avanzar hacía los imperiales, el que estaba cerca de Jaden cargó sobre el con un alocado salto, pero que tan pronto como saltó sobre el marine espacial hendió el aire con sus garras con cierta torpeza...

El ogrete escuchaba los disparos y las diversas explosiones que se sucedían en el campo de batalla y sonrió con deleite, como un niño pequeño delante de un plato de comida cuando tiene hambre, parecía estar en su salsa......al escuchar una frase gritada por Wolfgang (aquel pequeño ser con poco pelo en la cara), se llevó una mano al cinto y cogió una granada..........y con una voz algo aguda (para un ser de su tamaño) con altibajos graves dijo "Norragh guttar disparar, guttar mucho, pero guttar más lanzar cosa-bum bum... lanzar cosa-bum bum....pequeño tú....lanzar cosa-bum bum, ¡mucho divertido! Bichos hacer.....hacer.....¡BUM BUM! Jajajajaja.....¡Por El Emperador!" dijo con una voz más estentórea y algo más profunda de lo habitual en él....como si ésa última frase se la hubiera aprendido de memoria tras largos meses y meses de repetición paciente....acto seguido, hizo un lanzamiento perfecto a la horda que venía de cara....."¡Bicho-pulga saltar, saltar...BUM BUM!"

La batalla resurgía con fuerza mientras mis compañeros concentraban el fuego de sus arman en la marabunta de colmillos y garras que se dirijian hacia nosotros a gran velocidad, mis musculos seguian tensos tras mi primera rafaga de fuego, estos bichos iban a necesitar más plomo del que imaginaba -Klauss joder donde está esa maldita munición!! -vociferé mientras apretaba el gatillo con fuerza dispuesto a escupir una nueva oleada de fuego. Ese querrero se escapó una vez de las garras de la muerte... no volverá a pasar.