Partida Rol por web

La granada del ogrete explotó en el centro mismo de la horda. La detonación fue suficiente como para que tres gantes murieran en el acto y otros tres fueron lanzados por los aires para luego morir desangrados entre estertores... aquella granada no pareció frenar en absoluto a la horda.

Ava siguió encelada con atacar al mismo guerrero tiranido, esta vez tampoco murió y la salvaje salva que le lanzó hizo que el guerrero volviera a caer inconsciente al suelo y salió despedido cuatro metros, pero con vida.

Escuadrón entrando en combate, atentos... escuadrón entrando en combate - fue la advertencia del líder la escuadrilla de bombarderos marauder que ya se habían enfilado a varios kilometros de distancia. Los copilitos iban preparando la aproximación con presteza mientras el piloto mantenía la nave estable.
Los motores de los tres escuadrones rugían con fuerza mientras se iban acercando, la energía resultante de aquellos poderosos motores iban levantando una amplía estela blanquecina tras de si, y nada más pasar sobre el suelo iban levantando volutas de humo y nieve que se vaporizaba al instante.

Tres segundos - informó el piloto justo cuando un grupo de seis incursores orkos se habían puesto a su cola en aquella formación en delta. Los pilotos pielverdes, medio ciegos por la estela de las naves imperiales se ajustaron mejor sus gafas y se rieron con alegría al tener en su punto de mira, un destartalado circulo de metal oxidado. Sus akribilladores escupieron fuego y lograron levantar placas de blindaje de el bombardero del ala izquierda, mientras un mar de proyectiles los acosaba

Dos segundos - informó el líder que aun teniendo el contacto de seis enemigos en cola en el radar confió en el artillero de cola y el superior. Ambos artilleros amartillaron dos veces sus grupos de bolteres pesados y movieron sus armas... en ese segundo los seis artilleros abrieron fuego con sus armas pesadas.

Un segundo, un segundo... entrando en acción, chicos, carraspead - mientras los pilotos y los artilleros frontales empezaron a sentir el tableteo de los tres grupos de armas que llevaban el morro, dos incursores orkos explotaron en el aire, otro huyó echando humo y un cuarto ascendió sin sentido alguno en vertical.

Ahora, para los guardias imperiales sobre el terreno y los astartes se desato una orgía de destrucción... como si fuera una película bélica, los tres enormes pájaros imperiales surcaron el cielo a baja altura a la vez que las armas del morro iban disparando sin parar, la horda de gantes se vio sorprendida, y aquellos seres de pequeño tamaño y con corto intelecto sintieron como la mente enjambre que fluía por ellos a través del nexo sináptico con los guerreros tiranidos se estaba estremeciendo y chillando de dolor... todos y cada uno de los gantes murieron en el acto, los proyectiles de bolter iban detonando en cuanto sus sensores detectaban que habían atravesado algo, la espoleta instantánea se activaba y detonaban haciendo que el daño provocado fuera aún mayor... ya no había gantes, solo una gran cantidad de humo que se fue disipando en espirales por la acción de las toberas de los marauder acosados por dos aviones orkos que trataban futilmente derribar a alguno de los bombarderos.

 - Ascensión en vertical, potencia de motor al ciento por ciento - indicó el líder de escuadra que aún teniendo la comunicación en abierto con los guardias les habló - Escuadrón Ferrus Ignis, regalo despachado, terreno despejado chicos, dadles duro - y dicho aquello, mientras ascendían con un ángulo de sesenta grados la nave líder dio un viraje de trescientos sesenta grados sobre su mismo eje a modo de saludo a Emil y sus chicos.

Los orkos dejaron de perseguirles cuando sus motores fallaron por la gran altura que tomaron los marauder y a lo lejos, se pudo ver como un paracaidas orko, hecho con telas de diversas procedencias descendía lentamente a la vez que disparaba su piztola contra algunas gargolas tiranidas que se le arremolinaban...

     Aquellas bestias intentaba derribar a Numaios por la simple masa. Tenía ya graves heridas y si no se aplicaba el final de su servicio al Emperador habría llegado. Apretando los dientes por el dolor, activó con un parpadeo la runa de su casco que activaba las contramedidas de la armadura. Ésta inyectó en su torrente sanguíneo bálsamos y medicamentos para acelerar aun mas su metabolismo y que se afanase en estabilizarse. Por desgracia, algunas eran profundas y necesitarían algo mas que eso para cerrarse. - ¡UUUARGGG!! Con un rugido de furia, comenzó a descargar tajos de su espada a un lado y otro,  decidido a abrirse camino por la fuerza, arrancando miembros quitinosos, atravesando caparazones y cercenando cabezas de xeno, lanzando al aire el icor ardiente de sus enemigos. La furia y precisión del marine espacial era increíble y pronto había un gran número de criaturas muertas a su alrededor, aunque seguían intentando llegar hasta él con ainco, empujadas por el poder de su odiosa mente enjambre.

A pesar del durisimo ataque realizado por el serpiente de hierro, que lo internó en la horda todavía más... Numaios estaba rodeado de cadáveres, pero lejos de amedrentarse por aquella demostración de fuerza bruta los gantes se abalanzaron en tropel hacía el marine espacial... nuevamente saltaron acosándolo con una furia y una fuerza bestial rayando lo demencial... poco a poco los xenos encontraron oberturas por la armadura ya maltrecha del marine haciendo que sangrara más a pesar de las inyecciones de estimulantes... Numaios seguía de pie, pero una garra que le laceró el brazo derecho con tal fuerza, sobrepasando ya toda resistencia humana provocó que el serpiente de hierro tuviera que soltar la espada de energía con la que luchaba, desarmado y a las puertas de la muerte, Numaios parecía haber encontrado su final...

Por otro lado, Asteron recibió también sendos ataques por parte de la horda tiranida que afectaron en el torso de su servo... la brutalidad del ataque tan fue muy elevada, pero Asteron estaba fresco y las heridas las pudo aguantar con estoicismo...

Magnífico. La destrucción había superado las expectativas de Emil. Bien por los muchachos de la Fuerza Aérea.

¡Esto marcha!

Emil había ganado moral y quiso transmitir su determinación y coraje a los demás. Era consciente de que el valor, al igual que el miedo, era contagioso.

¡Vamos señoritas! ¡Que no se levanten! ¡Quiero escuchar salmos al Emperador! ¡Fuego a discreción!

Su rifle láser tronó hacia el enemigo impactando en la masa cárnica que eran aquellos xenos.

El bibliotecario seguía dominado por la rabia heredada de la sangre de sus hermanos los ángeles sangrientos, con sus dos espadas psíquicas buscaba da muerte de los gantes, a pesar de lo violento de la situación destacaba la suavidad del movimiento de esas espadas, en comparación con el rudo de las garras de esos malditos tiranidos, uno tras otro caían bajo las espadas psíquicas.

La médico alzó la vista después del ataque aéreo para contemplar la abrumadora destrucción. Allá donde estaba la horda solo quedaban restos de carne prácticamente irreconocibles, volatizados bajo el poderoso fuego aéreo imperial. Ahora que la masa tiránida no bloqueaba su visión podía ver a los marines, luchando con fiereza contra el resto de xenos, que intentaban rodearlos.

La voz de Emil se alzó, tronando como si quisiera competir contra el extinguido sonido del motor de las valkyrias, y Pía obedeció con ánimos renovados. Los salmos cantados era para la iglesia y para las scholas: en la guerra, se oraba con salvas de láser contra el enemigo. La chica apuntó su rifle contra el mismo enemigo que había disparado el sargento, concentrando la potencia de fuego.

-¡Señor, si, señor!

Jaden observó la patética carga que había llevado a cabo el xeno:

-¿Eso es todo?- soltó una risa de desdén-mi turno-.Cogió la pistola bolter y disparo, pero no acabo ahi. Los motores hidraulicos del servobrazo se pusieron en movimiento y con un movimiento rapido y preciso se estrelló en la calavera del tiranido.

Laocastus se movió con calma.- Hermano Jaden, hermano Numaios, quizá sea el momento de replegarse al punto de encuentro, ahora que ha llegado el apoyo aéreo. - Dijo, mientras su cañón de fusión cantaba por encima de los hormagantes, estampándose en el tiránido al este de su posición.

Mientras apoyaba el avance de Jaden, Castor pudo percibir que los signos vitales de Numaios disminuían rápidamente. Adentrarse en la horda para poder aplicarle cuidados médicos era practicante imposible con tal maraña de dientes y garras pero podía apoyar la carnicería que estaban montando el marine de asalto y el psíquico.

Con la velocidad propia de un marine dio unos pasos y se recolocó cerca de la horda para poder disparar su bolter a plena potencia y así ver caer unos cuantos hormagantes más sin poner en riesgo a sus compañeros.

El comunicador rechinó y Laocastus sugirió replegarse en el punto de encuentro. No correspondía al apotecario la decisión pero, ciertamente, quería vengar la sangre de su antiguo capitán. Quería exterminar a los xenos. Quería bañarse en su sangre. Quería entrar por un lado de la horda y salir por el contrario y contemplar a los enemigos del Emperador muertos a sus pies.

Deuteros al ver que el hermano Jaden activó las defensas, siguió el consejo de Laocastus.

- ¡Hermanos, usad las tarantulas como obertura mientras nos dirigimos al punto de reunión, y limpiemos la pista de Xenos mientras lo hacemos!

Y Deuteros comenzó a correr hasta la primera tarántula para ponerse a cubierto.

Hacia mucho que no pasaba, y no lo hubiera reconocido excepto pena de duro interrogamiento, pero era verdad aquellos aviones me habian asustado de forma sublime, no solo el tremendo sonido sino la magnifica destrucción que habian generado en pocos segundos, parecia mentira que fueramos a perecer en aquel encuentro pero estaba claro aun con los terribles daños los bichos seguien moviendose y no me hacia gracia ni un pelo.

Bajo las ordenes de Emil decido comenzar a moverme, no sin volver a disparar aquello era algo indiscriminado pero si toda aquella orda conseguia caernos en cima iba ha ser muy peligroso.

-Vamos movimiento- ladre mientras yo mismo me movia diparando - Goldrino avanza hasta el punto de reunion tenemos que machacar ha esos bichos- digo con intención de motivar al grupo a salir de aquel agujero y empezar una ofensiva como solo la Gloriosa Guardia Imperial sabe hacerlo, con fuego y sangre.

Ariarkus veía como la situación se complicaba, aunque lograban realizar grandes castigos y el apoyo aéreo había eliminado una gran amenaza, aun permanecían bastantes enemigos en pie. Debían reunirse pronto en punto de reunión, pero Numaios y Asteron se estaban viendo sobrepasados por la Horda de Hormagantes.

Sabia que no le quedaban mas proyectiles para eliminar a la horda, el indicador rojo del cargador así lo indicaba, moviendo sus manos velozmente coloco el Soundstriker en su espalda en el sello magnético que fijaría su posición y disponiendo del Bolter Pesado que llevaba fijo como flancos la horda que tenia a Numaios superado en numero.

Fijo el Blanco y comenzó a acribillarlos.

Las cosas están saliendo a pedir de boca, el Emperador les está siendo favorable. El ataque aéreo salió todo lo bien que cabe esperar y la situación ha mejorado considerablemente, la batalla no ha acabado pero se ha decantado ligeramente a su favor.

Pero no era momento de relajarse pues unas enormes criaturas todavía amenazaban en la cercania y otra horda cerca d los marines está enfrentada a ellos. Acabar cuanto antes es lo mejor e intentar reunirnos.

- Malditas criaturas, id al infierno del que venís - Grita impactado aun por el encuentro de tales criaturas después del desafortunado accidente. Todo transcurre muy rápido y desea acabar con esto aún más rápido a ser posible.

El combate se estaba empezando a desarrollar en favor de los imperiales, y estos lo aprovecharon completamente.

Emil bramó las ordenes a sus soldados, y estos empezaron prestos a obedecerlas centrando su fuego sobre aquel guerrero tiranido que amenazaba con flanquearlos. Pia y Emil lograron impactar sobre el guerrero, pero por desgracia poco lograron con sus ataques... disparando en modo estándar poco iban a lograr. Cissna fue gafado, su rifle modelo lucius emitió un angustioso eco de descarga y la pantalla del lateral se puso en rojo, su arma se acababa de encasquillar.
Pero sin duda alguna, el maestro de la batalla fue el otrora conocido como "recluta patoso"... Magnus gritó triunfal mientras disparaba su arma de fusión. La descarga de energía fue muy grave y el guerrero, aún con vida, sufrió graves heridas.

En el norte, las cosas mejoraban también a pesar del estado de Numaios... el fuego concentrado del apotecario y los ataques de Asteron lanzados con su arma psíquica lograron eliminar a varios gantes, pero seguían siendo suficientes... eso hasta que Ariarkus abrió fuego con su bolter pesado... la tormenta de fuego desatada por el ultramarine fue brutal en todos los sentidos, tanto, que tan pronto como dejó de disparar y se disipara el vapor de agua del hielo derretido, se pudo ver que ya no quedaba ni un solo gante con vida.

Loacastus, el otro devastador, dirigió su arma hacía otro de los guerreros tiranidos... disparó al a carrera, desde la cadera como si llevara un bolter. Fue aquella soltura la que logró que aquel tiranido fuera desintegrado en un abrir y cerrar de ojos.

Jaden estaba inmerso en un duelo personal, sintiendo el aliento nauseabundo del guerrero tiranido frente a el, Jaden descargó un poderoso golpe con el servo brazo a la vez que disparaba su pistola bolter a quemarropa... fue un resultado dantesco, habría partido por la mitad a cualquier ser humano con aquel ataque, pero lo más sorprendente fue que el tirano seguía en pie, destrozado, pero en pie. El xeno atacó con cierta torpeza, pero logró un impacto sobre la pierna derecha del tecnomarine, pero por desgracia no logró atravesar la dura ceramita de la servo artesanal heredada del difunto sacerdote de hierro.

Las armas tarantulas desataron su fuego nuevamente... acabaron con la vida de uno de los guerreros tiranidos que Ava había herido de gravedad, mientras que la otra se centró en otro enemigo del sur hiriéndolo de gravedad pero sin lograr matarlo... y ahora era el turno de los guerreros. Los dos que quedaban con vida enfrentándose a la guardia imperial desplegaron sin previo aviso unas alas quitinosas que unas vesículas internas hincharon con fuerza, ambos xenos salieron disparados hacía el cielo profiriendo rugidos retadores... pero no cayeron sobre la guardia, se centraron en lo más peligroso para ellos y que estaba a distancia de carga. Sus garras aceradas atravesaron las armas defensivas y las destrozaron en el acto, dejándolas inutilizadas y fuera de servicio... parecía un ultimo intento de lucha a la desesperada, no un acto de quien va a ganar la batalla.

Norragh observó fascinado los montones de carne retorcida y humeante en los que se habían convertido los gantes, mientras de fondo se oían los rugidos de las valquirias alejandose......"Ooooohhhh...." musitó el ogrete......."¿Tú ver Budda-Budda de cosas-pájaro, pequeño tú? Norragh querer un Budda-Budda....." dijo mientras sonreía estúpidamente.....tras la pasada, llegaron las ordenes a voz en cuello de Emil....el ogrete giró la cabeza mirando a Emil fijamente durante un par de segundos, tras eso, miró de nuevo hacia adelante, y volviendo a esbozar su amplia sonrisa , le dijo a su compañero..."Disparar a bicho-alas, Emil quiere que todos muertos.....nosotros mataremos a todos....¡DISPARA PEQUEÑO TÚ!" levantando el cañón de su arma, el ogrete descargó una cortina de fuego hacia el Tiranido que estaba destrozando la Tarantula con sus garras mientras recibía disparos láser por parte de sus compañeros.....

Los enemigos caian rapidamente, mis camaradas en conjunción con el ataque aereo habian causado estragos... solo quedaba un Guerrero tiranido como única amenaza inminente. De nuevo tensando mis piernas para ganar firmeza aprete el gatillo... mientras Klauus esperaba que terminara esta rafaga para cambiar rapidamente el cargador, aunque esta amenaza acabara no sabiamos cuanto tiempo tendriamos antes de reorganizarnos.

Mientras el ogrete disparaba con furia desde lejos con su potente arma, este tuvo que ver con angustia como ninguno de sus disparos logró herir abiertamente al guerrero tiranido...

Por otro lado, Ava y su salva de bolter pesado hirió al guerrero que designó como objetivo en la pierna derecha... de hecho, las explosiones secundarias de la munición de su arma hicieron que la herida fuera realmente grave y el guerrero cayó al suelo mal herido.

Los imperiales estaban a punto de ganar el combate contra aquel duro enemigo y sin ninguna baja... todo un logro.

-Acabemos con esto, xeno- anunció mientras el servobrazo volvía a crujir al toparse con el ya maltrecho cuerpo del guerrero acabando el trabajo. Observó la situacion y sus ojos se posaron en la destrucción que causaron los demas guerreros con las tarantulas-eso me lo cobrare con vuestra sangre-y salió a la carrera.

     Al fin habían caído los últimos hormagantes gracias al fuego concentrado de Castor y las tarántulas. Numaios estaba cubierto de icor y restos de xenos aun humeantes, así como de su propia sangre. Apretando los dientes, oteó los alrededores en busca de mas enemigos con un rápido vistazo. Jaden parecía tener controlado a uno de las dos criaturas restantes, mientras la otra se enfrentaba a toda una línea de tiro imperial bien entrenada. Las tornas habían cambiado así que decidió retroceder para someterse a los cuidados del apotecario. No quería que sus heridas mermasen su eficacia. Mientras se replegaba intentó fijar en la retícula de su casco al guerrero tiránido que se enfrentaba al tecnomarine. Por desgracia no podía lograr un disparo limpio sin hacer peligrar a su hermano de batalla, por lo que la esfera de plasma erró su blanco.