Laocastus palmeó de nuevo su cañón de fusión.- Bueno, siempre viene bien el entrenamiento. Tomaré posición de tiro. - Había tenido tiempo de familiarizarse con la base en el tiempo que llevaban ahí. Conocía varios puntos estratégicos donde obtener las mejores líneas de tiro, y se dirigió a uno que le permitiese ejercer su labor defensiva.
Deuteros tomó posición, lo único que lamentaba era no haber podido preparar mejor las defensas, sobre todo las aéreas, así que solo restaba levantar una oración hacia el Emperador para que los morteros aguantasen lo suficiente hasta que los bombarderos Orkos se retirasen.
- Listo, al resto de la Guardia Imperial, quiero ver llover Orkos con esa artillería. - Espetó a la Guardia Imperial que no estaba montando los morteros.
Con precisión mecánica fruto de años de experiencia Castos comprobó su bolter mientras se colocaba en su puesto.
- Hermanos, recordad que el Emperador nos contempla a todos desde su Trono de Terra - oró por el comunicador -. ¡Lucharemos y venceremos ya que nuestra causa es justa! ¡Y no conocerán el miedo aquellos que luchan por la Luz del Emperador!
Ariarkus escucho las órdenes transmitidas por el micro receptor. Parecían que al final los Pieles Verdes eran los primeros en mover ficha y esta era una clara invasión de su posición para hacerse con la esfera. Mientras los Marines de la Deathwatch y su hermano Deuteros se van posicionando, Ariarkus toma su arsenal andante y busca una posición defendible de la unidad de Artillería.
Mientras escuchaba las ordenes de Numaios, el se posiciono en el anillo exterior bien pertrechado con la munición y sus armas cerca en caso de tener que ser necesario un cambio de la mismas para acertar a algún blanco interesante. Colocando su Bolter Pesado en su arnés respectivo mientras dejaba cerca su Soundstriker.
Ariarkus observo el avance enemigo en la distancia, solicitando algún aparato magnificador de Visión para ver que era lo que se les venia encima.