Partida Rol por web

-Fue en una misión. Hacía apenas unos meses que me habían destinado como apoyo a la sede de los desmemorizadores. - Un pequeño recuerdo apareció en tu mente. Andelin hecho una furio entrando en tu casa. ¿Desde cuando a uno de los aprendices más prometedores se le daba ese tipo de trabajo? - Un pequeño pueblo muggle del norte del país había sido atacado por 'lobos'. El Ministerio no tardó en averiguar el componente humano de las bestias, y les redujeron. Pero uno escapó. Tras darle por perdido, llegó nuestro turno de trabajo. Y yo fui su elegido.

Chasqueó la lengua. Sus ojos miraban por encima de tu hombro, perdidos en el horizonte.

-Si te preguntas cómo he ocultado tan bien mi condición... que nuestro padre sea el Jefe de la Oficina para el Control de los Licántropos tiene sus beneficios.

Te había contado la historia, pero ni si quiera se había molestado en responder a tu otra pregunta.

Había ignorado todas y cada una de las preguntas que eran importantes para ella y durante un momento pensó en insistir, en sonsacarle todas las respuestas que necesitaba escuchar, lo cuál se había negado a aceptar durante años. Pero, ¿para qué? No le iba a responder. Aprovecharía para insultarla sin que aquello le reportara ningún beneficio.

Se frotó suavemente la frente antes de apartar, por fin, la mano de su rostro, convencida de que sus ojos empezaban a mostrar una clara irritación producto del cansancio.

- ...de acuerdo - terminó por decir, ya sin mirarle. No quería permitir que su hermano le calara más hondo y a ese paso iría por mal camino -. No creo que hayáis ganado nada guardando ese secreto conmigo, pero nunca voy a convencerte de ello - se encogió de hombros, con la voz cargada de un obvio hastío. No, después de tanto tiempo haber descubierto que la verdad no era la que había creído no había ayudado realmente a que se sintiera mejor. Tal vez, con las respuestas a las preguntas que tan bien había ignorado, pero no con la impersonal verdad que le había contado -. Tienes razón, más vale que me centre en lo de mañana así que me voy a dormir - al fin y al cabo estaba cansada y harta, amén de otras cosas. Se dio la vuelta, asqueada en el fondo por los secretos, por la verdades a medias y por las mentiras largo tiempo mantenidas que parecían ser el patrón por el cual se regía su vida -. Que vaya bien mañana.

Un "ten cuidado" se coló en su mente pero no lo pronunció. No, desde luego, le importaba un rábano lo que le sucediera al insensible de Andelin, se dijo a sí misma. Si tenía suerte los dos vivirían lo suficiente como para que algún día se diera cuenta de que aquel pensamiento era una gran mentira.

Mientras hablabas Andelin no dijo ni una sola palabra. Dejó que te alejaras de él, llegando a cruzar la puerta de la enfermería. Fue entonces, justo en el momento en el que todavía quedaban los suficientes centímetros para que se cerrara la puerta, que alzó el tono. Una voz

- No dejes que te maten, Vinny. Una hermana muerta es más que suficiente.

Con el cierre de la puerta acabó el sonido, ahogando cualquier otra frase añadida, si es que la había llegado a decir.

-¿Además de que no debes fiarte de ninguno de ellos? - Te lo había repetido tantas veces que su pregunta empezaba a ir acompañada de cierta guasa. - No quites ojo a Lucas Reedmon. El mejor amigo de Sarah Clarks, huyó con ella cuando hace unos meses estuvo a punto de ser secuestrada. Debe saber mucho más de lo que cuenta. - Se giró en dirección a Arianna. Estaba hablando con un chico alto, excesivamente delgado y demasiado paliducho. Estabas segura de que, en buenas condiciones, debía ser increíblemente atractivo. - Ten cuidado, no está en su mejor momento.

De repente, vi por el rabillo del ojo como Arianna hacia el amago de acercarse, mientras hablaba con Ryan e, inconscientemente, lleve mi mano humana hasta la parte posterior de mi espalda, como si quisiera ocultarla a su vista.

Sin embargo, la chica parecio desviarse en direccion a Lucas antes de acercarse, lo que hizo que mi pose se relajara ligeramente. Y que, de paso, me recordara que tambien queria hablar con el, a pesar de mi enfado. Hacia mucho, demasiado, que no hablaba con mi amigo y necesitaba saber como estaba, y cruzar con el un par de palabras.

Escondi aquel cigarro rapidamente cuando vi que Ari se acercaba hacia nosotros. No es que fuera a enfadarse conmigo; sin embargo, no podia evitar sentirme culpable, ni aquella perpetua sensacion de estar fallandole con cada calada que daba a aquel por otra parte absolutamente necesario pitillo.

-Lo se. Y me jode que no sea capaz de verlo. Llevamos demasiado tiempo discutiendo con ella por ese gilipollas. Y al principio pense que bueno, si a ella le hacia feliz, no podia haber nada malo... Pero llegados a este punto... Creo que es hora de que Vinny se deje de victimismos y abra los ojos de una vez. Antes de que Fisher nos lleve a todos a la tumba... - repuse entonces, acabando por rematar aquel cigarro, haciendo desaparecer aquella colilla con un habil gesto de mi mano. Un truco que hacia años que habia aprendido para evitar que mi madre me pillara fumando en el baño de casa. Sin cadaver no hay delito, como se solia decir.

Entonces Ryan me hablo de Vinny y de lo que pensaria sobre el. Y la verdad era que, visto lo visto, razon no le faltaba. No sabia que habia sucedido con Vinny en los ultimos meses, pero lo cierto era que aun recordaba aquella conversacion con ella, la misma en la que le habia confesado mis planes de futuro, esperando que se alegrara por haber confiado en ella, y donde, en su lugar, me encontre con aquella dura afirmacion de que jamas podriamos volver a ser amigos. ¿Por que siempre tenia que ser tan enrevesada? Aun asi, no comente nada mas, limitandome a asentir como gesto de apoyo hacia Ryan. No, claro que el no necesitaba que yo dijera nada mas.

Sobre todo teniendo en cuenta que, acto seguido, me hablo de Isabella. De la temible Isabella Black quien, segun Ryan, estaria "asustada" en aquel momento. Ni que decir tiene que "asustada", desde luego, no era una palabra que casara de ninguna de las formas posibles con Isabella. De hecho, dudaba mucho que, al menos hasta aquel preciso instante, Isabella supiera qué emocion era aquella... O bueno, quizas desconociera directamente cualquier emocion en general.

Aun asi, asenti, al darme cuenta de que todo aquello, en realidad, tenia mucho mas fondo. Ryan estaba preocupado, logicamente. ¿Como no iba a estarlo? Asi que asenti, tomando en mi mano humana aquel colgante, al que eche un vistazo antes de cerrar mi mano en torno a el, mientras asentia, mirando a mi amigo, con gesto serio, al tiempo que guardaba la carta en el bolsillo de mi chaqueta- No sera necesario. Se la daras tu mismo. - le dije, simplemente, como gesto de apoyo y deseo de buena suerte.

Y entonces, tras dejar caer aquel colgante en mi bolsillo, alargue mi brazo humano, apretando ligeramente su antebrazo- Buena suerte, Ryan. Nos vemos pronto. - me despedi de el por fin, por si no teniamos oportunidad despues.

Agarré el antebrazo de Liam como señal de despedida. Un significativo gesto que cerraba una etapa, y había otra muy diferente. O más bien, la reabría. Aquella vuelta a cuando eramos pequeños. En la que confiabamos uno en el otro. - Escuchame bien, Liam. Pase lo que pase Rebecca no debe hacerse cone se colgante. ¿Me has entendido? - Acabé por preguntarle, mirandolo fijamente. Entonces, le mostré otro colgante igual. Otro que llevaba al cuello.

- Hay dos más. Uno lo tiene Bella y el otro Rebecca. Aunque sea puramente simbólico, si alguien se hace con los cuatro, todo esto habrá terminado. Por eso no puede caer en manos de Rebecca, pase lo que pase. Buena suerte, Liam. No te hagas el héroe, aun tenemos muchas cosas de las que hablar. - Acabé así por despedirme de él, apartandome y abandonando aquel lugar para disfrutar de la soledad del castillo.

Tenía mucho que meditar.

Con una tímida sonrisa, Arianna acepta las condolencias de Lucas. Nunca había terminado de entender, y ahora que le tocaba vivirlo todavía menos, por qué la gente pedía perdón por la muerte de otros cuando la culpa no era de ellos. Era una extraña costumbre que a veces no hacía mas que acrecentar la pena de los afectados más directos. 

La asignación del grupo a Arianna le pareció correcto. Aunque hubiera quien pudiera pensar que el que los dos hermanos estuvieran juntos no hacía más que facilitar el desenlace que el destino les tenía reservado, desde su punto de vista con quien mejor podía estar Lucas era con William. Él se aseguraría de que no le pasara nada a su hermano pequeño. Aunque todavía no se había formado una idea muy cierta de qué rol tenía exactamente Erika, de momento le había parecido buena persona. 

- Stein es quien nos trajo de Bulgaría. Es familia de Sarah y creo que busca vengarse de Clarks tanto o más que nosotros. Creo que te puedes fiar de ella.- Esperaba no estar equivocándose con su juicio. Si había algo que no necesitaba en esos momentos, aunque resultase egoísta por su parte, era perder a otro amigo más. 

- No digas eso.- Arianna colocó sus manos a ambos lados de la cara de su amigo, obligándole a mirarle a los ojos. Temía que aquel gesto, a juzgar por la actitud que había observado en su amigo en los últimos minutos, pudiera conllevarle el rechazo de su amigo. Pero necesitaba que le quedase claro que no tenía que rendirse, que no debía desesperar, que entre todos iban a solucionar todo aquello. - Las posibilidades son lo de menos. Estoy segura de que nos volveremos a ver. - Al menos ella iba a hacer lo posible para seguir con vida. Ahora lo sabía. Al hablar con su madre lo había dudado pero ahora no pensaba dejar que su muerte fuese algo tan fácil de conseguir. Su familia ya había sufrido bastante. 

- Ahora me tengo que ir, pero nos veremos. 

Arianna se separa de Lucas, tras una pequeña despedida y se dirige hacia la puerta dispuesta a salir de la sala y procurarse un buen descanso. Le iban a hacer falta fuerzas para partir con su equipo al día siguiente. Soportar a Andelin Blair durante varios días, e incluso semanas, sin duda requeriría que diese lo mejor de sí y estuviese en su mejor forma. Al menos tenía a Alex y se podrían apoyar mutuamente. 

Al pasar al lado de Liam y Ryan se detiene un instante. No le pasa desapercibido el olor del humo del tabaco pero, ¿quién es ella para juzgarlos? Y menos en ese momento de tanta tensión para todos. 

- Me voy a descansar chicos. Mucha suerte.- se plantea esperarlos y marchar con ellos pero seguro que necesitan un momento a solas por lo que al final, sin mostrar cuales son sus sentimientos en ese momento, se da la vuelta para irse- ya ha estado demasiado tiempo en esa sala de ambiente tan tóxico- pero termina por parar una vez más.- Y tened mucho cuidado, por favor. - Tenía muy claro que ya había perdido a demasiada gente. No quería perder a Liam también. E incluso sentía algo de cariño por su antiguo enemigo y le dolería que desapareciese de aquella existencia. 

Estaba a punto de salir de alli cuando Ari se acerco hasta nosotros, coincidiendo con el momento en el que guardaba algo en el bolsillo de mi pantalon.

-Ari, espera. - dije entonces, al ver que finalmente si, iba a tener aquella oportunidad de despedirme de ella- Cuidate mucho, por favor. -le dije, deteniendome frente a ella, observandola durante unos segundos, olvidando entonces aquel cigarrillo culpabilizador, y todos aquellos remordimientos que me habian atormentado hasta hacia unos segundos. Ahora nada de aquello parecia tener importancia, solo el hecho de que, tristemente, acababa de ser consciente de que aquella podria ser la ultima vez que nos vieramos, si algo salia mal.

Y me acerque entonces un instante a ella, susurrandole algo que acompañe de una sonrisa, quizas destinada a acabar con la tension de aquel momento.- Descansa. Y recuerdalo. Nos vemos a la vuelta. - acabe por decirle, dejando un beso en su mejilla a modo de despedida, antes de girarme y por fin salir de alli, dispuesto a terminar de poner mis cosas en orden.

-Recuerda que me debes una noche de pasion desenfrenada. - le susurre entonces, a modo de broma, para que la cosa fuera menos tensa- Te estare esperando. - fue la segunda y ultima frase, quizas mucho mas llena de significado que la primera, dando a entender mucho mas.

Cuantas vueltas da la vida. Pensé de forma irremediable al ver como se acercaba Arianna. Solo un año atrás el tiempo de recorrido de la pelirroja me habría servido para pensar media docena de comentarios mordaces, humillarla e incluso llegar al insulto fácil. Pero desde hacia unos meses habían cambiado tantas cosas que era dificil mirar atrás y reconocerse en el espejo de la vida.

En cambio, miré a la pelirroja con cierto gesto cargado de significado. No, no me gustaba reconocer que aquellos pardillos sangresucia ahora eran... ¿Amigos mios? Quizás eran algo más que amigos, amigos que habían sangrado y luchado a mi lado. Que nos habíamos preocupado los unos por los otros y que habíamos creado algo más allá de la confianza.

No, si miraba atrás en el tiempo, no me reconocería ni aun que le echara toda la tarde.

Por desgracia, aun había algo dentro de mi que luchaba por retomar las riendas e invitarme a no caer en los tópicos de una despedida. ¿Un abrazo? ¿Una sonrisa? No, nada de eso. Quizás una única palabra que decía mucho más de lo que pensaba y sentía, una verdadera voluntad a pesar de las formas, lo escueto y lo corto. - Vuelve. - Fue la única palabra dedicada a Ari antes de que se marchara.

Así, les dejé que acabaran por despedirse mientras me acercaba a Veronica.

Sin importarme demasiado que interrumpía -nunca me importaba- me acerqué a Veronica para dejarle claro una única cosa. - Aun me debes una botella de Whisky y una conversación. No lo olvides. - Quizás aquellas palabras tan bruscas no tenían nada que ver con el verdadero mensaje. Pero alguien más habituado en el Lenguaje Jackson (que tampoco era muy complicado), sabría que en realidad era una sutil forma de decir que esperara que fuera todo bien y que la esperaba a la vuelta para beber y hablar, como habíamos acordado en el bar.

Tras su respuesta, me limité a darme la vuelta y marcharme de allí para devolverles la intimidad que me había cargado para decir aquellas palabras.

Desvié la mirada ligeramente hacia el hermano menor de Reedmon antes de asentir a las palabras de Greg con expresión de cera, pensativa. - Lo se... - Repuse escuetamente. 

Tras ello, volví a mirar al hombre. Parecía preocupada, inquieta según se acercaba el momento de la despedida. Era un gilipollas, pero yo también lo había sido muchas veces y pensar que esta podría ser la última discusión me ponía el estómago del revés. Claro que eso no lo admitiría ni aun con un pie en la tumba. 

- ¿Que vas a hacer tú ahora? - Pregunté. Él era una sombra en Londres, su nombre no aparecía, ni aparecería en ningún documento. Pensar que en algún momento pudiera necesitarme era absurdo y aunque tampoco tenía muy claro que fuera a decirme la verdad... Necesitaba saber que estaría bien. Era mi única familia. 

Fue entonces cuando apareció Ryan con ese aire de estrella de rock o de macarra al que acaban de tirar por la puerta trasera de un bar, según se mire.

- Vodka - Corregí con un leve cabeceo y una fina sonrisa. - Belvedere. - añadí. - Tu concentrante en volver de una pieza. -

Arianna intenta sonreír ante las palabras susurradas por Liam pero la sonrisa no llega a sus ojos, que conservan el halo de tristeza que había vuelto a cubrirlos, o quizás no le había abandonado desde que viera muerto a su padre tan solo unas horas antes. Finalmente solo una palabra sale de su boca antes de abandonar la sala, una palabra que sirve de respuesta a las peticiones de ambos chicos.- Volveré. 

Deposita un beso en la mejilla de Liam, sin atreverse a hacer lo propio con Ryan y sale de la sala.- Buenas noches.