Partida Rol por web

El cielo parece querer vaciar toda su furia sobre vuestras cabezas.

Al abrir la puerta esta golpea con violencia la pared al arrebatar de vuestra mano el pomo y los chubasqueros comienzan a aletear a vuestro alrededor mientras lucháis para cerrarlos. Los pantalones y la cara se empapan rápidamente y el frío se comienza a colar junto a las gotas de agua rebeldes que encuentran algún hueco entre el cuello desprotegido.

Rufus chasquea la lengua con desaprobación y mira a su alrededor.

¿Dónde les vistes por última vez? Con la que está cayendo no pueden ir muy lejos.

Los relámpagos intermitentes iluminan la zona seguidos del fuerte estruendo de los truenos que hacen que os vibren las tripas con su fuerza. Desde la distancia podéis oír el ruido de las olas golpeando los acantilados que caen a pico cerca de vuestra posición.

Artai señala y Rufus os mira esperando alguna decisión. ¿Nos dividimos?

Nacho observó al grupo que se había formado. Él iba a un tranquilo viaje de trabajo, pero otras personas estaban allí por placer. ¡Qué manera de complicarse un viaje de placer!

Al menos algunos allí le daban confianza ante alguna posible eventualidad. Se giró a Rufus ante su pregunta.

_¿Para ir a dónde? El caballero señaló en una dirección precisa. ¿A dónde dices que deberíamos ir? Recuerda que el resto no conocemos la isla.

Recto hacia los acantilados, es peligroso pero yo iría allí por seguir esa línea.

También podrían haber ido hacia el embarcadero... todos habéis pasado por allí.

Y si se pierden podrían haber ido hacia el viejo camino y esa posibilidad es muy peligrosa porque está completamente destrozado.

Y bueno... hacia el interior también...

En la última frase detectas que prácticamente se le ha escapado esa opción. Por algún motivo no quería darla.

Está claro que esta gente no ha ido buscando las mejores vistas de la isla, así que creo que seguir el camino más "sencillo" es lo adecuado. Si ese es el que lleva al acantilado lo cogería sin duda.

En cuanto a separarnos, no creo que sea una buena idea, sin poder contactar un grupo con el otro; con este clima podríamos tener un accidente y no poder avisar a nadie... - A no ser que... - ¿Rufus, no tendréis unos Walkie-Talkie en el pazo? - Era la típica cosa que había en casas de campo antiguas en lugares donde hace varios años no llegaba bien la cobertura -
Si cada grupo se llevara un Walkie podríamos ir en dos grupos de tres dándonos información de lo que vamos viendo en tiempo real, y podríamos cubrir un camino más. Quizá el embarcadero, que es de donde vinimos y podrían haber ido por el camino conocido...

Dicho esto, comprobó su móvil. Si no funcionaba internet, pero sí el GPS, con el mapa de la isla con excursiones a pie que se había descargado para los días allí podría guiarse; eso sería mejor que nada. Con un poco de aprensión se preguntó qué harían cuando les encontraran. Si seguían fuera con este clima o se habían matado el uno al otro o habían hecho ya las paces. Rezó porque fuera lo segundo. Por cierto, si no tenéis palos de caminar que prestarnos en el pazo voy a buscar algún palo grande por el camino, que con este barrizal hay mucho riesgo de caerse y no viene mal un tercer apoyo.

¿Palos? No hay de eso por aquí. Las distancias son muy cortas y cuando llueve la gente no sale a caminar... jajaja! salvo nosotros y la pareja de locos claro.

Ni palos, ni walkies ni nada de esas cosas. Aquí se viene a descansar, pescar y unos cuantos a mirar los pájaros. El patrón Iago si tiene una radio de esas de los barcos. Aquí no hay árboles, más que unos pocos retorcidos, que no es esta tierra de cultivo.

Después de escuchar a Rufus, estaba claro que había que avanzar.....

- Bueno, votemos si ir todos juntos o separarnos para cubrir 2 posibles rutas.

- Yo voto por separarnos.

Me quedé mirando, uno a uno, a los integrantes del pequeño grupo a la espera que alguien más se pronunciara...

Ni palo ni Walkie, habrá que extremar las precauciones. Pero también es importante ganar tiempo. - Creo que dos grupos de tres pueden ser aceptables -  si alguien se cae o tiene un accidente, uno compañero puede quedarse ayudándole mientras el otro vuelve a avisar. - Por mi, nos separamos; un grupo a los acantilados y otro al embarcadero. En exactamente una hora nos vemos aquí de vuelta, y si uno de los dos grupos no ha vuelto, el otro sale a buscarles por si hubieran tenido algún problema. No se puede subestimar al clima... Ni a los desconocidos con cuchillos - Gonzalo tuvo un escalofrío al pensar en la escena que había motivado esta búsqueda

 Pablo estaba con mala cara, no podía disimular su mala actitud o dejar de fruncir el ceño. Al terminar de escuchar los diálogos de Rufus. Pablo respondió.

—Déjame ver si entiendo, a donde sea que vayamos es peligroso—

Al discutir las distintas propuestas de separarse, Pablo tenía claro su opinión.

—Claro que tenemos que separarnos, y dos grupos no van a lograr mucho. Separémonos en parejas para cubrir más terreno, caminemos con cuidados y sin riesgos. Si un grupo encuentra a la pareja, uno se queda para vigilar y el otro va a por los demás. Si no encuentran nada, vuelvan aquí y esperen a los demás—

Cuatro posibles caminos, seis personas. Y había bastante acuerdo en algunas cosas.

_Hagamos dos grupos de tres, pero para ganar tiempo que en lugar de volver aquí en una hora cuando terminemos de revisar un lugar pasemos a otro. Que quienes vayan al embarcadero si no los encuentran allí revisen el viejo camino, y que quienes vayan a los acantilados vayan al interior después.

El técnico parecía hombre de pocas palabras y otro no ocultaba su mala actitud. Era lo que menos se necesitaba en ese momento. El bombero parecía simpático y bien dispuesto pero no había intercambiado demasiado con él.

_Rufus, Gonzalo y yo a los acantilados. Ustedes tres al embarcadero, que ya conocemos ese camino. ¿Está bien?

Partir en grupos de dos no parecía la mejor de las ideas, por lo que al escuchar la propuesta de Nacho, Gonzalo la respaldó sin dudar. - Me parece una buena idea, nosotros tres a los acantilados y los compañeros al embarcadero. Cuanto antes salgamos antes volveremos. 

[susurrando] Vamos a intentar desviarles del faro, sinceramente no creo que esos dos hayan ido hacia allí, no conocen la zona y no hay donde guarecerse pero...

     Vamos, nosotros llegaremos en cinco o diez minutos al borde y desde allí podemos ir recorriendo la costa en los dos sentidos. Casi toda tiene una valla de protección, pero se puede saltar con facilidad.

     Levantó la mano para señalar el camino que descendía hacia el embarcadero y se dirigió a Artai, Pablo Chacón y Pepe. Cuidado con los resbalones, no os salgáis del camino. ¡Jajajajaj! como en la peli! ¡Jajajaja!

_Suerte. Y nada de hacerse los héroes por demás. Que ya bastante tenemos con los problemas que nos están dando esos dos.

La bajada es complicada, más de lo que pensáis porque la cortina de agua que os cae encima complica ver algo más allá de vuestras narices aunque uséis linternas. Podéis bajar rápidamente o con cuidado pero tardaréis más.

No hay un camino que lleve hasta los acantilados, tan solo una explanada ahora cubierta de agua y en algunas partes con agujeros entre la tierra y las rocas que al estar también cubiertos con agua no se ven y se convierten en trampas traicioneras para los pies.

- Madre de Dios. No se ve un carajo...

Extremando las precauciones, avancé muy lentamente, paso a paso, para asegurarme de no caerme y romperme un tobillo... Solo faltaría eso... Cuando encuentre a la parejita más les vale que no digan ni mu porque me los como...

La lluvia había dejado el terreno anegado, con lo que se hacía complicado caminar por la presencia de oquedades que ejercían de trampa invisible para alguien poco hecho a ese terreno. Sin embargo años de campamentos con gymkanas nocturnas, en muchas de ellas también con lluvia de añadido extra, habían hecho mella en Gonzalo, que fue identificando los diferentes huecos sin problemas. - Cuidado por aquí, chicos, fijaros bien en ese agujero. Y en ese. Venga, que ya queda poco... A la vuelta será más fácil que ya nos sabremos el camino.

 Pablo aún con mala actitud, acompaña a Artain y Pepe bajando hasta los muelles en plena tormenta. Artain baja primero y Pablo lo sigue.

—Pepe, cuidado donde pisas, está más resbaloso de lo que parece… Esto es un tormento, no creo que valga la pena.