Jueves 6 de Marzo, 1924
Llevas una mala noche, a penas has conseguido dormir dándole vueltas a la forma de conseguir pagar tus deudas.
Cuando amanece, decides levantarte, pues perder el tiempo en la cama no te ayudará a salvar el pellejo y el negocio de tu familia. Parece que eres el primero en levantarte en la casa, pero el resto de tu familia no debería tardar mucho en hacerlo.
Cuando pasas frente a la puerta de entrada, ves que hay una carta bajo la puerta con tu nombre.
Salte de la cama con algo de prisa, el leve dolor de cabeza que sentía indicaba que de nuevo no había sido una buena noche, las preocupaciones no me dejaban pegar ojo. Aún así me vestí rapidamente con los primeras ropas que encontré, tras haberme acicalado me dirigí hacia la cocina, seguramente habría algo de café del día anterior que sin duda me vendría muy bien.
Al pasar por la puerta de entrada, algo llamó mi atención, se trataba de una carta dirigida hacía mi. Después de recogerla continué camino hacia la cocina donde pensaba recalentar el café, tras encender el fuego hice lo propio con un cigarrillo, mientras esperaba, me fijé en la carta, tratando de averiguar su remitente para posteriormente abrirla y averiguar su contenido.
En la carta sólo aparece tu nombre, sin remitente alguno.
"A media noche te espero en el muelle de Staten Island para un nuevo trabajo, no te retrases"
Tampoco parece haber firma ni supones quien podría haberla mandado. Tal vez estás aún muy dormido para pensar con claridad.
Tirada oculta
Motivo: Motivo de carta
Tirada: 1d100
Dificultad: 54-
Resultado: 100 (Fracaso)
Giro la carta una y otra vez tratando de saber su procedencia, sin embargo solo aparece mi nombre "¿E questo?" pienso al tiempo que me dirijo rapidamente hacia la puerta de entrada mientras leo su contenido.
Tras salir al exterior, miro hacia uno y otro lado tratando de encontrar algún indicio de quien pudo dejar la carta bajo mi puerta, espero unos segundos mientras apuro una calada del cigarrillo para después soltar lentamente el humo..
Tirada oculta
Motivo: ??
Tirada: 1d100
Resultado: 25
He tirado los dados para tratar de encontrar al portador de la carta, no sabía si lanzar por Percibir, Seguir Rastros o incluso Callejeo, lo dejo a tu elección.
Cuando sales, ves a la gente de un lado para otro, un a un par de chavales jugando a pasarse lo que parece una pelota.
En ese momento caes, tal vez Phelan está sin recaderos, y te por ello te ha enviado una carta. ¿Podría querer cobrar tu deuda?
Mientras escudriñas entre la muchedumbre, no parece que encuentres a nadie con pintas de cartero, o aspecto sospechoso.
Te ha salido una buena tirada, así que te doy una pista de lo que puede ser. Es una tontería, pero no sabía como empezar xD
Phelan es un irlandés, el cual posee varios negocios por la ciudad, la mayoría de juego ilegal, timbas de póker, carreras de caballos, etc. Es el hombre al que debes pasta y crees que además podría manejar algún otro negocio, pero no tienes pruebas de ello.
Mientras suelto el humo del cigarro, mitad por la boca y mitad por la nariz, un nombre me viene a la cabeza, "¡Phelan!", pienso mientras vuelvo a ojear las palabras de la carta, "¡Quizá se trate de eso!"
"Habrá que comprobarlo después de todo, que otra cosa puedo hacer" pienso. Tras ello, observo detenidamente a los dos chiquillos que jugaban en la calle, una sonrisa asoma en mi rostro al recordar mi infancia y con ella regreso al interior de la casa cerrando la puerta tras de mi. Me dirijo de nuevo hacia la cocina, donde el olor a café ya se hace patente, tras servirlo en una taza con un poco de leche, me siento en la mesa donde doy pequeños tragos mientras acabo mi cigarrillo.
Mientras acabas tu desayuno y disfrutas de tu cigarrillo, escuchas como la casa comienza a cobrar vida. Pues tu madre se dirige a la cocina mientras silva, parece que está de buen humor.
Al verte, se acerca hasta ti y te da un beso en la mejilla y luego comienza a preparar café y unas tostadas con miel.
Buenos días Enzo, veo que ya has comido. ¿Tienes algún compromiso?
-Buongiorno mamma!!- contesto al tiempo que devuelvo el beso -sí, ya tomé un poco de café, pero por nada del mundo me perdería un de esas tostadas que estas preparando-.
Tras servirme otra taza de café, el olor de las tostadas impregnaban la cocina, esperé a que estuvieran listas mientras conversaba con mi madre.
-Nada importante...- respondo a su pregunta -...iré a ver a unos amigos y poco más- más valía no preocupar a la familia.
-Quizá pase un rato por el restaurante a echar una mano-