Partida Rol por web

Comenzáis a dirigiros a la comisaría. El camino se encuentra tranquilo, aunque oís algún gemido de gusto entremezclado con llantos de dolor. Puede que ya no podáis hacer nada. Los cadáveres infestan las calles, aunque por suerte no lo hacen de igual forma los zombies, que parecen encontrarse ausentes a lo largo de las calles hasta que llegáis a la comisaría.

Desde unas escasas decenas de metros de vuestra meta, podéis ver un grupo de esos monstruos devorando el cadáver de un policía sobre la escalera de la entrada. Éste emite sus últimos gritos de dolor entre estertores. Vosotros 6 os halláis medianamente escondidos tras un edificio desde el que tenéis visión de la escena, aunque el nerviosismo domina a más de uno.

Al ver cómo esos monstruos devoran el cadáver del policía no puedo evitar recordar mi terrible trauma personal, y pleno de impotencia aprieto los puños y los dientes, imaginándome a mí mismo reventándoles la cabeza con saña, como válvula de escape para la frustración. Me fijo en sus ropas y en su apariencia en general para regodearme en el futuro próximo, cuando pueda vengar a ese agente de la ley y a tantísimas personas.

Con el instinto de conservación como único motor de iniciativa, miro allá donde me llega la vista en busca de un camino seguro para rodear la comisaría y entrar por una posible puerta trasera. -Si hubiera puerta trasera...¿veis alguna vía más o menos segura? -murmuro para los demás por si ellos pueden encontrar un camino adecuado.

No ves ninguna otra entrada por la que adentrarte en la comisaría. La furia del momento todavía te imbulle por dentro y te impide emplear todas tus habilidades cognitivas*, por lo que solo pareces poder confiar en la visión acertada de tus compañeros.

Me giro hacia Jonathan al oir la pregunta, advirtiendo lo que parecía la respuesta a su pregunta:

— John, a lo mejor podemos entrar por detrás. Al parecer hay un callejón al lado de la comisaría. — digo mientras señalo al lateral derecho de la comisaría (de cara a la entrada sería a la izquierda), donde un pequeño callejón separa la comisaría del edificio de al lado. — Aunque... a lo mejor hay más de "esos" dentro, no me parece la solución más segura.
 

Escucho hablar a mis compañeros.

-¿Y alguna ventana tal vez? Aunque si tenemos que romperla para entrar aremos mucho ruido...

-Mejor llámame Johnny. Y...bueno, tenemos que averiguar cómo están las cosas dentro no? En el momento de la llamada supuestamente aquí estaba todo bien, si esto ha ocurrido en este período de tiempo...bueno, tenemos que entrar de todos modos, así que vamos...pero con cuidado, no queremos alertarlos de nuestra presencia...por ahora, al menos. -y le doy un par de leves empujoncillos a Christiam para que él guíe, y si no reacciona pues voy delante, intentando alcanzar el callejón trasero sin alertar a ninguno de esos monstruos, bate en mano.

Jill se aferra mas fuertemente a aquello que portaba, era cmpletamente improvisado pero hasta el momento le habia funcionado y esperaba que siguiera cumpliendo. En ese momento ve un par de rocas pequeñas que guarda en su bolsillo. Puede que aquellos bichos se guiaran por el sonido y eso le podria servir para crear una diminuta distraccion.

Asiente al tiempo que sigue sigilosamente al que va en cabeza.

Comenzáis a dirigiros por el lateral para entrar en el callejón. Vais todos uno detrás del otro en el más absoluto silencio, cuando oís un grito. Al giraros, véis como John acaba de recibir un mordisco por parte del monstruo que se encontraba en las escaleras, el cual os había visto y había tomado cartas en el asunto.

Asustado al ver cómo ese monstruo enganchaba mi pierna, comienzo a gritar como un loco:

— Dios mío, quitádmelo de encima. — digo mientras trato de quitármelo a empujones. Intento empujarlo para separar sus fauces de mi pierna. Maldita sea yo y mis ideas de seguir a esta gente. Pienso mientras sigo luchando por librarme.

¡Joder, mierda! No podemos dejarlo... -digo en voz baja, dejando que los demás oigan mis pensamientos. Rápidamente me abalanzo a golpear con el bate al monstruo que ha atacado al chico, intentando apartarlo a golpes. -¡Que otros cubran el camino! Necesitamos entrar ya a la comisaría, que nada nos detenga y que podamos cerrar el camino tras nosotros.

Te abalanzas para defender a John del zombie. Éste consigue evadir tu golpe, siendo o tú muy torpe a la hora de golpearle o él muy precavido, echándose hacia atrás, soltando por un instante la pierna de John. Este momento lo aprovecháis para coger a John y unos cuantos empezáis a correr.*

Al principio tardo un poco en reaccionar pero cuando escucho a Jonathan hablar y me percato de lo que esta ocurriendo salgo corriendo hacia John.

-Joder venga! rápido rápido! Ayudo a John a reincorporarse y salir lo más rápido posible hacia la comisaria.

Sin pensarselo mucho da dos zancadas levantando bien alto la palanca que lleva en la mano y lo deja caer sobre la cabeza del energumeno que esta aprisionando a John.

- ¡Vamos, vamos, VAMOS! -grita al resto para que entren.

Cuando todos se han puesto en marcha* los sigue

Salís corriendo mientras Jill aparta al monstruo de un tortazo. John sale cojeando junto a vosotros y todos entráis en la habitación. James entra en cabeza preparado por si hay algo en la entrada de la comisaría, mas cuando todos entráis veis que la recepción se encuentra vacía de todo ser con vida (si es que se puede considerar a esos bichos como seres vivos).

Un cuerpo se encuentra sentado en una silla a la derecha nada más entrar, donde véis como su cabeza ha sido reventada contra la pared mientras en el suelo un móvil se ha abierto contra el suelo. En la entrada, por el resto bastante normal, una mesa de recepción y un largo pasillo permite daros cuenta de que para ver el resto de esta tenéis que adentraros sin visión.