Sara corrió escaleras arriba junto con las dos jóvenes. Una vez allí, se dio cuenta de que les estaba empezando a afectar demasiado el humo, así que se colocó su pañuelo mejor anudado sobre la boca y luego se dispuso a colocar el de las dos niñas*. Ató las cuatro puntas por detrás de sus cabezas, creando una mascarilla totalmente aislada, en lugar de la forma antigua en que las llevaban atadas ellas, en modo "triángulo bandolero", que hacía que el humo entrara por debajo sin problema alguno.
Una vez terminado, Sara dudó, pero sólo por un momento. Había escuchado a su hija y tenía en cuenta lo que le había dicho, sin embargo, había una niña pequeña allí entre el fuego y debían sacarla de la casa cuanto antes. Sin dudarlo, la mujer se dirigió hacia la habitación que se correspondía con la parte frontal de la casa, donde había visto a la niña en la ventana.
*Pues eso, gasto un punto de drama para colocarnos mejor los pañuelos y no respirar el humo. CON ello puedo convertir mi 1 en el 10, el 3 de Jane en el 6 y el 5 de Jules en el 8? XD
Perdonad la brevedad y lo corto del post, estamos hasta arriba esta semana... :S
Estaba decidida a avanzar, sea como sea e incluso siendo capaz de que la vida le cueste en el proceso. Jules de alguna manera siente que de quedarse allí, todo esto tomaría un cauce que todos conocen, pero si marca la diferencia, si rescata a la niña, es probable que exista el cambio.
Por esa razón, acepta de buena fe el pañuelo que le ofrece Sara mientras intenta no respirar demasiado ya que el humo hace mella en sus pulmones y el escozor es insoportable. Lo bueno es que la mujer toma la iniciativa y detrás de ella, pese a la residencia de Jane, sigue los pasos Jules, compartiendo el mismo objetivo.
-¡Jules!-grita desde fuera-¡Tenéis que salir de ahí dentro!¡Ahora!
La voz indiscutible de James llega hasta las mujeres, desde el frente de la casa al entrar por la ventana junto a una bocanada de aire fresco.
El ambiente cambia radicalmente cuando Sara abre la puerta de la habitación donde su intuición le indicaba. Poco antes de eso las improvisadas mascarillas provistas por ella son de gran ayuda para las tres. Ahora pueden respirar cómodamente y actuar sin nuevas complicaciones hasta conseguir algunas bocanadas de aire fresco, del cual finalizar el malestar anterior que todavía permanece en ellas.
Con la puerta abierta otro torrente de aire, esta vez gélido, se desborda desde el interior de la habitación y desde sus ventanas sin cristales también.
El interior de la habitación, un dormitorio, esta ligeramente calcinado por toda su extensión, con sus muebles ennegrecidos por el fuego pero aun en pie. El dormitorio en definitiva se ha transformado en un ataúd negro, carbonizado como un hueso humeante.
Y en el centro del recinto un cuerpo yace, tendido en el medio de un circulo repleto de símbolos y velas que aun arden.
La niña, reconocible por su altura y complexión, parece respirar aun pese a que su cuerpo tiene quemaduras graves, al punto de perder el cabello y hasta las uñas. Solo ha sobrevivido una especie de túnica amarillenta como única vestimenta de Alessa.
Las evidencias son contundentes. El incendio, la multitud, Dahlia, Alessa y su amargo final…
El fin de un ciclo y el principio de otro yuxtaponen, por única vez, un evento sin precedentes.
Jane 12/21 -1 a las tiradas
Jules 0/12 -1 a las tiradas
Sara 1/18 -1 a las tiradas
*Pues eso, gasto un punto de drama para colocarnos mejor los pañuelos y no respirar el humo. CON ello puedo convertir mi 1 en el 10, el 3 de Jane en el 6 y el 5 de Jules en el 8? XD
Mejor que eso. El punto permite que actúen sin tiradas contra el entorno por el momento. No pediré nuevas tiradas a menos que hagan algo peligroso.
Sophie escuchó el estrépito con los ojos casi fuera de sus órbitas, la cosa pintaba mal... muy mal para las hermanas y la supuesta rescatada, la pelirroja miró a Trevor, a James y a Harry de manera alternativa, no sabía que hacer... quería ayudar pero no tenía forma, así que decidió decantarse por lo que se le daba mejor... gritar.
- ¡¡JULES, JANE, QUE ESTAMOS AQUí!! ¡¡SE HAN IDO LOS DE PUEBLO!! ¡¡¡SALID YA!!! ¡¡JOPETAAASSSS!!
Motivo: Grito huracanado
Dificultad: 0
Habilidad: 5
Tirada: 5 5 7
Total: 5 +5 = 10 Éxito
He tirado por fortaleza por si sirve de algo que la pelirroja se desgañite para que Jules y Jane puedan escucharla... por si les sirve de guía o algo, no sé
- ¡¡JULES, JANE, QUE ESTAMOS AQUí!! ¡¡SE HAN IDO LOS DE PUEBLO!! ¡¡¡SALID YA!!! ¡¡JOPETAAASSSS!!
Quien secunda el pedido de James es Sophie, al gritar a todo pulmón desde el exterior.
Marco a la pelirroja, quien es la autora del vozarrón.
Trevor accionó un par de veces el claxon del coche para llamar la atención de las mujeres que se habían internado en el incendio. Después de oir aquel derrumbe no albergaba grandes esperanzas.
-No lo han logrado- Dijo en tono grave. No estaba seguro de que Sophie le oyera entre los gritos que les profería a sus compañeras. Abrió la puerta del Chrysler y salió pero se mantuvo a menos de un metro del coche, desde su lugar, de pie, habló a James y Harry.
-Perdéis el tiempo, no creo que puedan salir. Es más, no creo que lo hayan logrado eso es un puto infierno. Va a ser mejor que nos vayamos cagando leches- Dijo dejando entender que lo sentía pero que tenían que seguir.
Una vez que consigue estabilizarse un poco gracias al pañuelo que Sara le coloca, Jules avanza raudamente hasta detener sus pasos luego de que esa tortuosa imagen perturbe su mente mientras el grito de su Padre, le advierte de un peligro que ahora mismo siente que debe correr para cambiar el eje de las situaciones, para salvarlos a todos si es necesario. Es que luego de haber vivido un verdadero infierno durante su infancia, padeciendo cada pesadilla que yergue en su memoria como si fuese un referente del eterno amargor de una oscuridad que habita en ella, ahora mismo cree que debe cortar esa cadena y salvar a la niña.
Por esa razón tras negar con la cabeza, contemplando el entorno desde la desesperanza y el misticismo que ostenta, se dirige hacia donde se encuentra la niña que lejos de mantenerse en este mundo, parece apagarse cada vez más a medida que el tiempo sigue marcando la hora específica de su muerte. Y gracias a ello, tras escuchar ahora el grito de Sophie, continúa su camino hasta meterse en aquel círculo mientras patea las velas, buscando deshacer el mismo, cometiendo errores por doquier.
- ¡Hay que sacarla de aquí! - grita desde la locura, desde la desesperación misma de una salvación que posiblemente esté lejos de cumplirse, pero al menos lo intentará. Ya dispuesta a cargarla una vez que termine de derribar cada vela, borrar la escritura con su pie, escupir el suelo, maldecirlo si es necesario, quizás alimentando un fuego que parece estar más vivo que nunca, pero inherente a los daños que pueda ocasionarle... Jules sigue.
Intento desarmar el círculo y cargar a la niña en brazos. Uso un punto de drama para ello.
La pelirroja tras el grito huracano miró a Trevor con espanto.
-No... No podemos dejarlas... Estoy segura que pueden salir... Tenemos que ayudarlas - dijo desesperada saliendo del coche y mirando con los ojos desencajado a las casa en busca de cualquier señal que pudiera indicar que estaban vivas y poder rescatarlas-Tal vez están atrapadas y nos necesitan
Motivo: Atenta a los detalles
Dificultad: 0
Habilidad: 6
Tirada: 1 5 9
Total: 5 +6 = 11 Éxito
Utilizo además punto de destino por si sirve de ayuda
-Tranquilo, amigo, nuestras chicas están bien -dijo Harry con convicción.
Sabía que las tres eran guerreras, confiaba en que lograrían salir de ahí. El detective comenzó a ayudar a su amigo a buscar alguna vía de agua, manguera, o algo parecido para apagar el fuego que consumía los cimientos de la casa, cuando reparó en el cobertizo cercano.
-¡Aquí, James! -Harry corrió hacia el cobertizo, buscando una salida de agua, una manguera o, quizás, una escalera que les pudiera ayudar a subir al segundo piso... o a bajar a las chicas.
Tal y como estaba la entrada, muy probablemente la mejor salida era el piso de arriba. Además, antes de entrar, Sara había señalado a Jules una de las ventanas superiores, como si hubiera visto allí a la niña. No hizo falta buscar demasiado para encontrar una escalera lo suficientemente alta.
-¡Chicos, ayudadme! -el detective empezó a cargar con la escalera.
Motivo: buscar escalera
Dificultad: 15
Habilidad: 9+6
Tirada: 2 8 9
Total: 8 +9 +6 = 23 Éxito
Sara se acercó sin dudarlo junto a Jules, dispuesta a salir de ahí cuanto antes. Lo primero que hizo fue comprobar las constantes vitales de la pequeña, mientras dejaba que la joven rompiese ese círculo, sin siquiera querer fijarse en lo que en éste estaba escrito.
-¡Jane! -gritó a su hija mientras tanto, por encima del estruendo de las llamas que ya devoraban gran parte de la casa-. Creo que no va a ser fácil volver a bajar por las escaleras en llamas... mira por la ventana, a ver si es fácil salir por ahí, ¡pero sin abrirla, de momento! No sea que el oxígeno avive el fuego...
Motivo: Comprobar las constantes (intelecto + percepción?)
Dificultad: 15
Habilidad: 7+7
Tirada: 7 9 10
Total: 9 +7 +7 = 23 Éxito
Mejor que eso. El punto permite que actúen sin tiradas contra el entorno por el momento. No pediré nuevas tiradas a menos que hagan algo peligroso.
¡Bien! :D Gracias^^
Master, una pregunta, ¿la niña está despierta o inconsciente? Y otra cosa, ¿es la misma que yo he visto por la ventana?
Gracias al pañuelo que mi madre me puso, pude dejar de respirar humo, y con ello, recuperar el aliento… aunque por desgracia, aquella era la única buena noticia. Desde fuera, los gritos cada vez más insistentes dejaban claro que la situación no hacía más que empeorar y que, o salíamos ya, o no saldríamos. Y por si eso no fuera suficiente, cuando Sara abrió una de las puertas reveló una escena que dejaba bien clara la locura de aquel lugar. Un cuarto completamente carbonizado pero aun en pie en cuyo centro se encontraba el cuerpo, esperaba que sin vida por el lastimoso estado en el que estaba, de la niña que habíamos ido a buscar, víctima de un macabro ritual.
¡Ya es tarde, tenemos que…!- empecé a decir, pero me detuve al notar como el pecho de aquella niña subía y bajaba de manera casi imperceptiblemente.
¡Dios mío… aún está viva!- pensé horrorizada, sin saber si alegrarme o compadecerme con ella. Tal vez no fuese una persona a la que le importasen demasiado los demás, exceptuando a Sara, claro está, pero el terrible estado en el que estaba aquella niña era demasiado. Claro que una cosa era preocuparse por la niña, y otra muy distinta el poder salir de aquí con ella, o incluso sin ella si las llamas crecían aún más. Las escaleras casi estaba descartadas, era mejor buscar otra vía… ¿pero cuál? Apenas un instante antes de que mi madre la mencionase, recordé la existencia de la ventana del baño que había visto al subir.
¡Voy!- respondí, corriendo hacia allí con la esperanza de que pudiese servirnos de salida… y por una vez, tuvimos la suerte de cara. Entre el humo y el no poder abrir la ventana para que el aire no avivase el fuego, no podía verse con claridad, pero justo bajo aquella ventana parecía haber un techo, seguramente de un porche o algo similar el cual, por lo que podía ver, no había sido demasiado afectado por las llamas. Por allí podríamos bajar con relativa facilidad.
¡Venid, rápido!- les dije -¡Podemos salir por aquí!- añadí.
Punto de Drama (ya me lo he restado) para asegurarnos una salida por la ventana
Donde el cielo es azul, por siempre…
Donde la hierba verde sopla al viento, bailando…
Donde el dolor se oculta en el pueblo maldito…
Bajo el cobijo de la eterna niebla, aquella que adormece los sentidos…
Y no importa lo demás, el tiempo es ahora…
Siempre esperando, aguardando, observando…
Mientras, del otro lado, la hierba verde sopla al viento…
Esperando, por siempre esperando…
La ceremonia en Bar Harbor solo fue la prueba fallida, el aborto inconcluso del advenimiento; de la llegada de Dios. Del regalo del Paraíso, el verdadero paraíso.
Un extenuado chofer de transportes de larga distancia, que por ahorrar unas millas en su viaje toma el sendero de Silent Hill y su pasado cambia para siempre…
Su pasado cambia, porque su destino estaba escrito desde siempre, al rescatar una niña de una casa en llamas.
Una niña que momentos antes es visitada por los fantasmas de su remoto pasado. Sombras del recuerdo de su madre, y de las maquinaciones de La Orden.
Sombras de un nacimiento fallido, partido en dos bajo la llama imperecedera. Jules y Jane al llegar hasta Alessa completan finalmente el circulo. Aquel que fue creado para y por ellas.
Un ritual que inició decenas de años atrás, en una isla condenada, y ahora cierra su círculo al igual que la serpiente que muerde su cola.
Quizás otro seria el desenlace si Travis Grady hubiera llegado antes. Otro sería el destino para Harry y Jodie Mason al encontrar junto a la carretera un bebe. Uno que llamarían Cheryl…
El espejo fragmentado en la habitación numero 3 vuelve a desangrarse, perdiendo sus fragmentos otra vez. A la espera de otra mano benevolente que una sus piezas, aquellas piezas que jamás le pertenecerán. Quizás de la mano de Sophie y su oscuro pasado familiar, siempre ligado al mundo que nadie ve y que ella jamás descubrirá.
Y en ese pueblo, junto al cartero de eterna guardia, otro más deambulará sin saber su cometido. Un mecánico de pasado turbulento y fantasmas violentos obrará de desmemoriado acompañante. Uno ocasional, que en sus relámpagos de lucidez advertirá los peligros para luego desaparecer nuevamente.
Las llamas consumieron la vieja casona Gillespie. Su techo acabó por colapsar sobre el resto de la estructura, creando un sepulcro llameante como el mismo infierno al dispersar sus cenizas de remordimiento y dolor por todo el pueblo. Cenizas que caerían por siempre mientras el dolor permanezca en el corazón de sus visitantes.
Poco antes de eso Travis saldría de allí, sosteniendo en brazos una Alessa horriblemente mutilada por el fuego. Una niña que se refugia en el interior de su ser, en lo profundo de su espíritu dividido en fragmentos como aquel espejo roto en la asquerosa habitación del motel donde fue concebida con total intención de este momento.
Fragmentos que se esparcen por el Otro Mundo, hacia adelante y hacia atrás, en espera de alguien que una sus partes y calme su dolor.
No fue hasta que sus dos mitades, acompañadas por la reminiscencia de Bar Harbor, llegaron a ella para conformar su ser y dar rienda suelta al millón de espinas que ahora torturan su cuerpo. La carne quemada aúlla dolor, el mismo que bajo el manto de la maldición de su existencia abre las puertas por un instante del Paraíso, dejando escapar por siempre a los mundos que se solaparan sobre el cielo de Silent Hill. Mundos recordados por la reminiscencia que es Sara y su origen. Uno que es el salvoconducto admirable. La perfecta versión de los Reyes Magos, con el regalo impensado para Alessa, la portadora de Dios.
En cambio la desgracia es la única realidad de Harry y James, quienes presencian la casona ceder bajo la culpa de sus secretos y el fuego descontrolado. Sus destinos, ahora perdidos en la niebla eterna, volverían a repetirse al volver a Bartlevy Manor en busca de sus pequeñas.
De esta forma el círculo se cierra, dando lugar a los actores que en los años venideros regresarán al pueblo maldito. El círculo se cierra con la sirena anunciando la eterna oscuridad.
En cambio, en otro mundo y el mismo sitio, el cielo es azul; azul por siempre…