Al principio, la gente no tenía nada.
Sus cuerpos les dolían, y sus
corazones sólo contenían odio.
Lucharon incesantemente,
pero la muerte nunca llegó.
Se desesperaron, paralizados
en el atolladero eterno.
La realidad conforme representa el lienzo en blanco que las mentes, de quienes se aventuran en el corazón del Mundo de la Niebla y el Otro Mundo, no pueden ocultar. Por consiguiente sus temores, pesares y demás elementos de negación salen a flote , para tomar la forma de pesadilla que sus autores reclaman. El elemento de castigo en su máximo exponente no es otro que los monstruos de Silent Hill, creaciones de sus visitantes en busca del perdón.
A continuación se detallan las criaturas encontradas.
La apariencia de Pyramid Head es la de un hombre grande y fornido. Lleva un casco, que siempre oculta su rostro, y se le ve blandiendo un gran cuchillo o una lanza. En Silent Hill 2, lleva una bata, como un traje blanco sin mangas, y lo que parecen ser unos guantes de látex con los dedos fusionados. Sin embargo, inspeccionándolo bien, se puede observar que los dedos no son del todo una malla porque sus pulgares son independientes, aunque sus otros cuatro dedos apenas se distinguen por el hecho de que nunca se separan, sugiriendo un estado fundido. Su casco en forma de pirámide parece ser un trozo de metal oxidado injertado en su cabeza, con un solo agujero perforado en él. Un tentáculo o lengua con forma de serpiente puede salir de este agujero y empalar a una criatura con la que haya lidiado. La aparición del monstruo aterrador está basada en los verdugos de la historia de Silent Hill.
Fuerza sobrehumana
Imparable
Posee una gran espada
"Sin descanso"
"Conoce lo que tu no"
El condenado tiene muchas formas, como la cebolla por igual. Sus formas representan el medio para acechar a sus victimas, las cuales son atraídas hacia el según la pureza de su corazón. Solo entonces El condenado revela su verdadero aspecto, cuando ataca y la presa se encuentra indefensa.
La esencia de El condenado no es otra que los peores pecadores, atrapados por siempre en el mundo de pesadilla en Ninguna Parte y castigados por toda la eternidad a vagar en busca de victimas cuya sangre y carne robar, a fin de mitigar el imparable dolor.
Su aspecto es el de una mezcla entre un pterodáctilo y un murciélago. La envergadura de sus alas es impresionante, dado que la estatura total del monstruo apenas es la mitad de un ser humano. Está cubierto de una piel marrón con manchas y parece anormalmente delgado.
Son los monstruos carroñeros del pueblo infernal. Suelen andar en bandadas de hasta media docena, y sus chillidos sirven de alerta para el resto del grupo si el encuentro es unitario. Su movimiento en tierra es torpe pero en el aire son formidables adversarios. Los Chilladores del aire son criaturas simples pero mortales, sin inteligencia y cuyo actuar es por mero instinto.
El horror humanoide es una especie cadáver entrado en huesos , con cadenas y tubos saliendo de su cuerpo. Sus dientes afilados y manos terminadas en garras afirman su carácter depredador de la criatura que alguna vez fue humana.
El Torturador es el guardián y castigador de La Orden mediante el dolor. El sufrimiento de los fieles es la comida vital de la aberración, cuyo pasado se encuentra ligado a la Prisión Toluca al igual que los Doppelganger.
La criatura usualmente se ciñe a su tarea de tortura, sin atacar a otros a menos que sea amenazada. Entonces se convierte en una criatura voraz, sedienta de vidas, las cuales son extinguidas lentamente por medio de días y semanas de tortura.
El horror andante es principalmente un torso horripilante, cuyas piernas quebradas y torpes otorgan un aspecto de lento andar, aunque solo es su fachada inicial.
La aberración no posee manos, al menos no se encuentran fuera de su torso como cualquier persona. En cambio parece que se encuentran dentro de su cuerpo horripilante cuya cabeza carece de facciones.
Lo único llamativo es una extraña abertura en el pecho, de forma vertical como una herida autopsia. Desde el interior de la herida, que extrañamente se asemeja a una vagina, un líquido verduzco gotea hasta el suelo.
Su apariencia horripilante esconde su aptitud de expulsar chorros de ácido desde la abertura del pecho y en cortas distancias puede dar fuertes topetazos con la suficiente fuerza para derribar una puerta.
Durante los tiempo de la plaga sobre Silent Hill los cadáveres llegaron a apilarse por centenas en la prisión Toluca, donde los cuerpos de los presidiarios de la guerra de sucesión se mezclaban con los pueblerinos por igual. Después de todo la muerte nunca tuvo prejuicios sobre las almas que cosecha.
Todo ese dolor y horror quedó impregnado en los huesos de la prisión, siempre en el limite para regresar al mundo cuando sea necesario. Por consiguiente desde las sombras, los rincones y donde la visión no llega es por donde las aberraciones emergen para ir en busca de los visitantes, gimiendo y aullando a veces.
Los Doppelganger son aberraciones pertenecientes al pasado de Silent Hill, cuyos cuerpos infectos de sus habitantes nuevamente cobran vida bajo la voluntad de Ninguna Parte y de aquellos que de alguna forma claman por castigo.
Poseen agilidad y fuerza sobrehumana ademas de la capacidad de utilizar armas primitivas, como cuchillos, garrotes y hachas. También pueden atacar con sus garras y fauces de ser necesario. Son extremadamente silenciosos y capaces de trepar por paredes y techos.