Sara agarró a Jane de la muñeca y, con lo puesto, sin detenerse a coger nada más que lo que Jane ya tuviera en la mochila* cuando ella llegó a la habitación, salió corriendo escaleras abajo y ambas aparecieron rápidamente en el umbral de la puerta de atrás, donde Harry las esperaba con el coche ya en marcha y una expresión de circunstancias en el rostro.
*Espero que mi foto sea lo primero que hayas cogido! :P
Arrastrada por Sara sin tan siquiera resistirse, Jane bajó de su habitación, sin decir palabra y casi sin reaccionar, y evidentemente sin preocuparse por coger nada de su habitación antes de salir. Era como como si estuviese en shock, con su mente en otra parte mientras su cuerpo simplemente actuaba en modo automático siguiendo a su madre, por lo que cuando está aceleró el paso, Jane la siguió hasta la puerta de atrás donde Harry, al cual ni siquiera le dirigió una simple mirada, las esperaba con el coche en marcha.
Yo? Agradece que no me haya escapado saltando por la ventana despues de que me hayais engañado con lo de que "no es culpa de tu padre", y desde luego que Jane no se ha puesto a preparar nada xD
Harry se apresuró hacia el coche y lo puso en marcha, mientras no dejaba de mirar de reojo a las figuras que acechaban en la niebla.
Cuando las dos mujeres de su vida bajaron, las apremio para que subieran al coche rápidamente. El detective no dudó de que se habrían fijado en las figuras que les observaban. Tenían que salir de allí cuando antes.
Cuando su familia subió al coche, Harry arrancó sin mirar atrás. Volvían a dejar atrás otra vida, esperando que la siguiente fuera la definitiva...
<h1>Punto de quiebre</h1>
Un año después, durante una semana de estudios libres de Jane en la Gran Manzana, una tormenta azotó sin clemencia toda la costa Este, dejando sin luz ni comunicaciones a varios pueblos y poniendo contra las cuerdas a las grandes ciudades.
Tal fue el aguacero, que Sara debió cerrar su tienda temprano a causa de algunas goteras que afeaban el escaparate y parte del mostrador.
Poco tiempo después defensa civil declaró el alerta meteorológico y con ello el cese de las clases, en todos los niveles educativos, aparte del transporte publico.
Las horas pasaron y no había noticias de Jane, dando que pensar a Harry y Sara…
El teléfono tampoco sonó en toda la tarde, suponiendo que algo malo había pasado preparó su coche y permaneció a la espera...
Acto en paralelo con la escena de la universidad. Jane desde luego no escribe aqui....
Sara se había dedicado a tapar frenéticamente las goteras de su tienda, alejando los cada vez más bonitos y elaborados pastelitos con rapidez de las inclemencias del agua. Sin embargo, más le valía haber tardado el doble de tiempo en hacer aquello, puesto que, desde el momento en que terminó, se pasó todo el tiempo caminando de un lado al otro de la cocina y el salón, cual león enjaulado. Entre esto-es-cosa-de-Bar-Harbour'es, nos-han-encontrado's y algo-está-pasando's, intercalaba de vez en cuando algún comentario del estilo de "¿Dónde estará Jane?", "No va a poder venir como tarde mucho más" y "Ya debería de haber vuelto...".
Finalmente, cuando sus nervios no pudieron aguantar mucho más y sus manos estaban completamente rojas de tanto frotárselas, se giró y dedicó a su marido una mirada cargada de significado. Él no necesitaba que dijera nada para saber lo que quería, podían comunicarse perfectamente sin necesidad de palabras, con tan sólo una mirada.
Máster, si Jane no está, no la ponemos, ¿no?
Sara llevaba un rato en casa, las goteras le habían impedido seguir en la tienda. Harry le dijo que cuando parase de llover, las arreglaría.
Y allí se quedaron los dos, durante largo rato. Ella se estuvo toda la tarde inquieta, sin parar de moverse. Por la misma razón, el detective aparco el problema de las goteras a un lado y se concentro en lo que preocupaba a su mujer, Jane aún no había vuelto.
Harry se levanto, besó a su mujer en la frente y le susurro:
-Tranquila...
Luego se asomo a la ventana y allí se quedo. No sabría decir cuanto tiempo se pasó frente a la ventana, observando la lluvia. Finalmente se giró hacía su mujer.
-Vamos, cogeremos el coche y saldremos hacia la universidad a buscar a Jane.
Los dos bajaron a buscar el coche.