Partida Rol por web

Una vez neutralizada la invasión extraterreste, todos intentaron volver a sus vidas. La señora Steele tuvo una cita con su doctor para asegurarse de que no había sufrido mayores daños. Al poco tiempo y, con la ayuda de su nieta y de su aplicada camarera, volvió a su trabajo en la hamburguesería.

Y allí se encontraron todos denuevo, en el lugar donde todo había comenzado.

Tras aquella noche en las cavernas y con la destrucción del extraterrestre, Chelsey había necesitado un par de días sólo para dormir y descansar antes de retomar su actividad habitual. La joven lamentaba profundamente cada una de las muertes que habían acontecido en el pueblo, así como los heridos que poco a poco, se recuperaban de sus heridas físicas, pues las internas de la experiencia no se marcharían nunca.

Había pasado ya varios días cuando la veterinaria decidió regresar a la hamburguesería para tomar un desayuno completo, con el único con quien tuvo contacto telefónico había sido con Peter, se sentía muy cómoda con él y estaba ansiando quedar, de hecho aquella mañana, se había puesto un bonito vestido y tacones porque estimaba su reencuentro y quería impresionarle. Estaba nerviosa y solo pensaba en poder abrazarle y disfrutar de su compañía.

- Por favor, me gustaría unos Pancakes... - pidió la bonita joven siempre deseando probar las tortitas, una receta que allí salían espectaculares, deleitando siempre su paladar -... Y café con un chorreón de whisky.... - no era algo demasiado femenino, pero desde la cueva Chelsey tomaba un carajillo por las mañanas, y es que tenía claro que los extraterrestres no iba a pillarla desprevenida de nuevo... Nunca.

Peter se había podido duchar, quitar la sangre de su cuerpo y quitarse la ropa semidestrozada que había llevado en los instantes finales del enfrentamiento con la horrenda criatura del espacio que había causado una carnicería en el pueblo. A pesar de que nadie habría podido hacer mucho más, se sentía responsable de la situación y de todos y cada uno de los muertos. Pese a ello, mucho buena gente se había salvado y eso debía ser motivo de celebración.

Se puso unos vaqueros y un jersey oscuro cuyas mangas se recogió para estar más cómodo. Se recortó la barba dejando la habitual de dos días y, por primera vez en días, se peinó. Estaba deseando volver a ver a Chelsey, especialmente ahora que podían, de manera relajada, hablar sobre lo que les podía deparar el futuro. Tras ponerse unos botines marrones, a juego con su cinturón, se dirigió a la hamburguesería donde se había citado con la veterinaria.

Escuchó la comanda de su chica y se apresuró a agregar, antes de que pudiese verle:

—Para mí olvide el pancake, pero lo del café con whisky me parece una fabulosa idea —pidió con una sonrisa—. Y no se preocupe si se le va la mano con el alcohol... no es tan malo como yo pensaba, quizá.

Habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo que Isobel no sabía cómo gestionarlo. Se había enfrentado a una aventura surrealista donde combatieron contra alienígenas fumadores que comían carne humana, siendo su abuela una de las casi víctimas. Había pensado en un principio de contarlo todo pero, ¿quién la creería? Ni siquiera ella era capaz de verle la lógica a la situación, gestionando toda la confusión que tenía a base de guardar bajo llave ese secreto y no mencionarlo.

Por eso se concentró en ayudar a su abuela en la hamburguesería, manteniendo su mente y cuerpo ocupados en estar de un lado a otro atendiendo a comandas o simplemente entregando los pedidos.

Me encargo yo de este pedido.- Le comunicó a la camarera que estaba atendiendo a Chelsey, una de las pocas personas que conocía en el lugar y de la cual había tenido un par de encuentros tanto buenos como malos.- Pancakes y café con whisky.- Pasó un trapo por la barra para limpiarla un poco mientras veía entrar a Peter, pidiendo también.- Dos. Marchando.- Preparó la cafetera mientras daba el pedido a cocina.

La persona que recogía el pedido en la barra era Isobel, Chelsey la miró con aprecio, la muchacha a pesar de su juventud había actuado de manera valiente, aunque habían tenido sus diferencias, quizás por el miedo de las circunstancias vividas, en cualquier caso la veterinaria la apreciaba y se lo haría notar actuando con ella de la manera dulce que le caracterizaba -... Eres un encanto por ayudar a tu abuela con el trabajo... Gracias por recoger el pedido... Isobel..., ¿vas a quedarte por el pueblo un tiempo más?.... ¿O regresarás a la ciudad?... - se interesó en saber.

Chelsey se giró con la mejor de sus sonrisas al escuchar a Peter, mirándole con los ojos brillantes y emocionados, estaba claro que verle iluminaba su día -... Ey, ya pensé que no venías y huías de mi.... - se aproximó a él para darle un beso en los labios, tomando la iniciativa en el gesto -... Jamás pensé que iba a terminar bebiendo carajillos para desayunar, pero viendo lo visto, no podría descartar de que esas cosas pudieran regresar de nuevo... De cierta manera quiero estar preparada... Aunque... supongo que no es el mejor tema de conversación para comenzar la mañana... ¿Cómo descansaste?... Puffff estaba deseando verte.... - le dio un abrazo, escondiendo el rostro en su hombro, dejando que los sentimientos hablasen por ella.

—Creo que es la primera vez que duermo más de dos horas seguidas desde hace algún tiempo —dice Peter sin dejar de mirar a Chelsey—. Aunque debo decir que estoy nervioso...

Mira a la mano de la joven veterinaria y saca de su bolsillo una pequeña cajita. Es bien sabido lo que sucede en una situación como esa y puede que haya percibido algún asomo de enrojecimiento en el rostro de la chica.

—Chelsey Dawson —dice solemnemente— ¿Quieres casarte conmigo?

Abre la caja y muestra un anillo sencillo, probablemente antiguo y de poco valor.

—Siento lo del anillo... no he tenido tiempo de comprar uno que merezca la pena... había uno por casa que me regalaron por los tres años de policía en el pueblo...

Si no sintiera continuos pinchazos de dolor en el muslo por culpa del mordisco de aquella cosa extraterrestre, Claire pensaría que lo había soñado todo. Es que había sido algo totalmente surrealista, y mientras se tomaba un refresco en la hamburguesería todavía dudaba de si había sido todo una alucinación, hasta que su pierna le recordaba que el daño era real. Pero había terminado, así que estaba satisfecha. No contenta, sino simplemente satisfecha. Sabía que había mucha gente que no creería lo que acababa de suceder en el pueblo, que posiblemente todo quedaría oculto.

Que probablemente se llevaría una buena bronca de su jefe por haber dejado el reparto a medias. ¿Cómo iba a justificarlo con "me mordió un bicho marciano que fumaba y que explotó gracias a un poco de whisky"? Suspiró, observando el coqueteo de aquellos dos, Chelsey y Peter, hasta que éste se le declaró y le enseñó un anillo.

- No jodas... ¿En serio? - se sorprendió Claire murmurando en voz baja. Esperando la respuesta.

La sonrisa de Chelsey ante la presencia de Peter era más que evidente, a la joven le agradaba su presencia y compañía, en todo momento lo había hecho constar y en ese preciso instante, teniendo en cuenta lo que habían vivido, se sentía mucho más unida a Dwight que nunca.

- ¿Nervioso?... ¿Por qué ibas a estarlo?... - preguntó ella curiosa, no comprendía que dormir más de dos horas afectara a los nervios del policía, biológicamente debía ser al revés, debería relajarle y darle calma moral.

Los ojos de la veterinaria se abrieron desmesuradamente al comprobar cómo Peter sacaba de su bolsillo una pequeña cajita, sintiendo un súbito rubor en su rostro, gesto que no pudo ocultar, a la par que se mordía el labio como muestra de nerviosismo. ¿Iba a suceder? ¿Ellos dos?....¿Para siempre?....

- Oh sí, ¡claro que quiero!... - dijo Chelsey cogiendo el anillo y mirándolo con mucho aprecio, estaba claro que no era la joya lo que le importaba sino el vínculo que entre ambos se había creado, no tardó ni un instante en abrazarle y besar sus labios con auténtica pasión, recreándose en éstos como si de ello pendiera su propia respiración -...¿Sentirlo?.... No Peter..., aunque me hubieras regalado una anilla de las latas de cola me habría quedado contigo..., a tu lado... siempre juntos.... ¡Te quiero tanto!..... - volvió a besarle mientras Claire observaba aquella escena, seguramente sabría que su próxima entrega de correros sería las invitaciones del enlace a los habitantes del pueblo -... Ya sé que regalitos podemos dar a los invitados en el enlace, pequeñas botellitas de whisky, hagamos que nuestra unión dé una buena calidad de vida a nuestros amigos y familiares, libre de extraterrestres y con perspectiva de futuro... - y es que si no morían por un alienígena smoker, siempre podían hacerlo de cirrosis.

Rick habia logrado pasar unas noches en el motel del pueblo. Teniendo en cuenta que aun no habia conseguido dinero para seguir su viaje, consiguio que le dieran alojamiento mientras ayudar a limpiar todo el desastre que aun quedaba en el pueblo.No era tarea de medio tiempo, pero tenia sus ratos libres para conocer el pueblo y asi ver si aun estaban esas cosas dando vueltas en algun lugar. Todavia recordaba el lugar donde conocio a todos lo que alguna vez en ese restaurant de paso. No podia decir si tenia una sensacion de tranquilidad, angustia o que... pero queria volver a verlos. Tomo la puerta de la hamburgueseria con la mano algo temblorosa; junto corage y entro. Miro a la reparte cartas con cara de pocos amigos- no estaria feliz si un marciano te masticara un poco el  cuerpo, cierto?- miro a una de las mesas y vio a los tortolos enamorados derrochando cariño le dieron ganas de darse vuelta, pero vio a isobel en la barra y se acerco. -Asi que haciendote cargo del negocio familiar? Aun tengo una charla contigo.

Regresaré a casa.- Le respondió a Chelsey sin dudarlo ni un segundo. Sus padres habían decidido dejarla en el pueblo, al cuidado de su abuela, para poder divorciarse sin que estuviera delante, una acción estúpida que creía ser peor al estar luego con varias llamadas de ambas partes para convencerles de que se quedara a su lado. Sin embargo ahora, después de una casi invasión alienígena y varias veces que estuvo a punto de morir, un divorcio le parecía el menor de sus problemas.

Se giró hacia la cocina al escuchar su nombre por parte del cocinero, imaginándose que el pedido estaría listo. Se acercó a la ventanilla que comunicaban ambas partes, cogiendo el plato de Pancakes bañados en sirope de arce y llevarlo frente a Chelsey aunque, al acercarse, no pudo evitar escuchar la pedida de mano.

No queriendo romper aquella escena que venían gritando desde su llegada al pueblo, se apartó disimuladamente para volver a centrarse en la barra, cogiendo un refresco del refrigerador antes de darle un sorbo. Fue en ese momento cuando vio llegar a Rick, sonriéndole a modo de saludo mientras colocaba los codos en la barra, acomodándose.

Sí. Cuando puse en mi currículum que ayudé a matar a un alien me contrataron.- Bromeó intentando quitarle hierro al tema, pero era todavía demasiado pronto como para reirse. Suspiró, mirando con curiosidad al hombre cuando mencionó que tenían una charla pendiente.- Pues tienes hasta la noche para hablar. Cogeré el último autobús para volver a casa.

Chelsey y Peter terminaban de cerrar el trato ante la mirada de Clare, que sólo podía pensar en cuánto le dolía la pierna. Mientras tanto, Rick hacía un último y desesperado intento por levantarse a Isobel, sólo para descubrir que se le agotaba el tiempo.
Fue entonces, cuando Linsay entró en la hamburguesería muy emocionada.

-¡Doctora, mire, mire! Los encontré en el granero. Hay un montón como este. ¿Qué cree que sean?

Mientras decía esto sacó de su bolso un objeto ovalado y traslúcido que mostró inmediatamente a Chelsey. En el interior de aquel objeto se podía divisar una mancha oscura y borrosa. Al principio no se podía distinguir muy bien que era. Pero entonces se movió. En ese momento todos pudieron notar unas patas como de insecto que intentaban buscar una posición más cómoda en aquel espacio, cada vez más reducido.

FIN