Una vez que todos estuvieron de acuerdo, pasaron por el supermercado para aprovicionarse de carne y alcohol. El resto viaje, continuó sin problemas hasta las cavernas. El rastro que había dejado big smokey era fácil de seguir. Cuando entraron a la caverna donde, evidentemente, se había ocultado el monstruo, la encontraron llena de cadáveres adheridos a las paredes por medio de una especie de baba que se había solidificado, creando capullos alrededor de las desafortunadas víctimas.
Pudieron reconocer el rostro de la señora Steele, sobresaliendo de uno de esos capullos.
-Ayuda... ayuda... -gemía ya al límite de sus fuerzas.
Chelsey había cogido varias botellas de whisky, una de las cuales había sido abierta y dado un buen sorbo antes de mirar a Peter con la mejor de sus sonrisas -... Quiero ser la última opción de canapé de estos bichos... - comentó antes de entrar en la caverna donde la criatura habitaba -... Peter no te separes mucho de mi..., prepara tu arma... - le pidió al policía mientras observaba con el rostro horrorizado cómo había cadáveres por toda la cueva, muchos de ellos con una especie de capullo solidificado alrededor de sus víctimas.
- Oh por favor, pobre gente... - dijo antes de encontrar a la abuela de Isobel pidiendo ayuda -... Señora Steele... - no se lo pensó dos veces la veterinaria, depositó parte del whisky sobre el capullo que tenía atrapada a la anciana, con el fin de que se degradase la sustancia que la tenía retenida -... Isobel ayúdame, hay que sacar a tu abuela de aquí....
Rápidamente, Peter acudió en auxilio de la anciana ayudando a cogerla en el caso de que, al derretirse el extraño capullo en el que estaba envuelta, cayese al suelo. El material del que estaba hecho aquella celda orgánica tenía que sea algún tipo de secreción que era mejor no averiguar de dónde había salido. Aún recordaba la repugnante sensación que tuvo cuando supo por dónde expulsaban las abejas la miel que elaboraban.
—No te preocupes, cariño, puedes contar conmigo para lo que haga falta —sonrió—. Cuando salgamos de esto tenemos que hablar muy seriamente tú y yo.
Quizá era algo impropio para ese momento, donde lo que importaba era que la abuela de Isobel no se hiciera daño, pero era algo que tenía que decir para, al menos, proyectar sus sentimientos por si algo malo sucediese.
Aunque siguiera sin estar de acuerdo con el alcohol, al final optó por ir con ellos mientras le metía prisa, queriendo ir a la cueva cuanto antes para salvar a su abuela, la persona que todos estaban dando por muerta.
Al llegar a la caverna no pudo evitar mirar a los cadáveres que allí descansaban, sintiendo una arcada mientras se preguntaba quiénes eran y, sobre todo, si alguno pertenecía a su abuela. Por suerte para ella, por llamarlo de alguna forma, logró encontrarse con la susodicha, acortando las distancias al correr en su dirección.
¡Abuela! – Intentó romper el capullo con las manos, notando que de sus ojos saltaban lágrimas por todo lo que había acumulado.- Lo siento, lo siento mucho, todo está bien. Estoy aquí abuela, estás a salvo.
Afortunadamente, el capullo era fácil de romper desde afuera. No tardaron mucho en liberar a la anciana que, poco a poco, fue capaz de moverse denuevo, aunque seguía algo adormecida aún.
-Mi amor, no te preocupes -dijo mientras acariciaba el rostro de Isobel- Me alegra que estés bien. Estaba muy preocupada por ti -luego miró al resto de los presentes- Es peligroso que estemos aquí: Él anda muy cerca... y ha crecido mucho...
La disposición de Peter le daba calma moral a la joven veterinaria, un alivio que ayudase a que la anciana no cayera al suelo mientras el capullo duro y sólido iba derritiéndose al contacto con el alcohol -...¿Hablar Peter?... ¿Hice algo mal?... - se extrañó de la seriedad de sus palabras y ciertamente, la frase "tenemos que hablar" nunca auguraba nada bueno. No obstante, la mujer asintió al policía, preguntándose qué tema sacaría que fuera tan importante de tratar en esos momentos.
Isobel por su parte tan solo tenía ojos para su abuela. Era un alivio que la hubieran encontrado viva, de lo contrario la joven sería más un problema que ayuda en aquella situación en la que se encontraban.
- ¿Ha crecido mucho?... ¿Dónde? ¿Dónde está esa criatura?... - preguntó Chelsey a la anciana, mirando en todas las direcciones, intentando otear su ubicación, ese infierno acabaría con la muerte de ese ser, o seres o... lo que fuera.
Tras colarse en aquella cueva de las pesadillas del bicho raro espacial ese, resultó que los tenía pegados y envueltos en una especie de capullos muy asquerosos. La parte buena de todo aquello era que la abuela de Isobel resultó estar milagrosamente todavía viva, y entre todos consiguieron sacarla, solo que les advirtió que el bicho jefe aquel había crecido mucho... Y Chelsey quiso saber cuánto, y dónde estaba.
- Ya tenemos a la Señora Steele, vámonos aprovechando que no está el bicho. - propuso Claire en voz baja. - Lo del alcohol y la carne lo puede hacer alguien más cualificado que nosotros...
—No creo que si nosotros evitamos la situación, alguien lo haga por nosotros —dijo Peter como respuesta a esa idea de que otros más cualificados se hicieran cargo de la situación, sin embargo tuvo que hacer una concesión a la idea de Claire—. Lo que sí está claro es que tenemos que custodiar a la señora Steele y mantenerla lo más a salvo que podamos entre todos nosotros.
Su pistola, en la cartuchera, le proporcionaba una cierta seguridad pese a que esa criatura no había recibido el menor daño de ninguna de las armas comunes con las que habían intentado herirla.
—Sí —le respondió a Chelsey en voz más baja—. Tenemos que discutir seriamente las razones por las que una veterinaria y un humilde policía no están casados. Creo que es inaceptable... Pero para ello tenemos que sobrevivir primero.
Peter decidió esperar a las explicaciones que la anciana señora pudiera dar sobre la criatura. Tanto lo que había hecho como dónde pensaba la señora que se encontraba podría servir para intentar algo. Lógicamente estaba el asunto de la logística del alcohol, la carne y el tabaco, pero quizá habría que perder unos minutos en escuchar antes de actuar.
Rick aun seguia algo aturdido. Muchos recuerdos de su pasado recorrieron su mente dejandolo en un medio sueño. No podia entender como las cosas pasaron tan rapido y como un tipo como el habia, con un pasado tan oscuro termino rodeado de seres de otros planeta que venian literalmente a comerse humanos. Todo lo que en ese momento pasaba por su cabeza era demasiada informacion para digerir. Al llegar a las cuevas, una frase lo trajo a la realidad "despierta muchacho. estas no son horas de dormir". Logro escuchar a la señora steel en una de las paredes de la cueva y un poco de esperanza corrio por todo su cuerpo. -Es bueno que al menos hayamos encontrado a tu abuela. Ahora que sigue? correr y esconderse o pelear para sacar esta peste de aqui?
disculpen la demora... temas personales
Tenemos que llevarla a un lugar seguro.- ¿Qué podía considerarse “seguro” a día de hoy? La joven no tenía ni idea, pero cada segundo que pasaba en esa cueva el presentimiento de que iban a ser la próxima comida de aquellas cosas se incrementaba, queriendo salir de ahí cuanto antes.
Apóyate en mí abuela, saldremos de aquí.- Se colocó a su lado, agarrándola con fuerza del brazo para que no cayera y cogiendo su mano antes de mirar al resto, sobre todo a la pareja que no dejaba de tirarse los tejos en una situación crítica. Aquello mosqueó a la chica.- Cuando salgamos de aquí como si queréis follar detrás de un matorral, pero no es momento de bajarse la bragueta todavía.- Intentó avanzar con intención de salir de la cueva, esperando no encontrarse ninguna sorpresa por el camino.
Dont worry compi, espero que todo esté bien ;)
Aún esperaban una respuesta de la señora Steele, cuando empezaron a escuchar unos pesados golpes, seguidos de leves temblores. ¿Un terremoto?¿Un derrumbe? La expresión de la anciana parecía confirmar que estaban en problemas. Pero no era nada terrestre la causa: Entre las sombras surgió una silueta, tan grande como una casa. La figura se acercó más y más hasta que pudieron reconocer a aquella criatura, similar a las demás, pero con el pelaje más oscuro y un mechón blanco recorriendo su lomo. Sólo que ahora había crecido hasta volverse mucho más grande que los demás.
Pero algo no andaba bien con él. Heridas que rezumaban humo y carne a medio digerir, recorrían su cuerpo.
Al verlos, la criatura emitió un rugido, que hizo temblar aún más fuerte aquella caverna.
Para agilizar un poco vamos a tratar de resolver la escena en forma narrativa.
Cada uno narre lo que hace y vemos qué pasa después.
Quizás no fuera el mejor momento del mundo, pero tampoco el peor como para hacer una declaración de amor, al fin y al cabo puede que no salieran vivos de aquella cueva, por lo que Chelsey ante las palabras de Peter tomó la iniciativa de acercarse a él y besarle los labios, importándole más bien poco la incomodidad que pudiera provocar en los presentes. Era ahora o nunca y ante la duda, no dejaría para más tarde lo que sentía en ese preciso instante, separándose despacio de Dwight.
- Sí quiero.... - tomó con total firmeza las palabras del hombre como una propuesta de matrimonio -...Y si deseas pasar una buena noche de bodas, más te vale sobrevivir... - comentó volviendo a besarle, pero con un poco más de ímpetu que anteriormente, y ya era decir.
Isobel mostraba su enfado contra ellos por el hecho de declararse su amor en ese momento, pero ¿qué más daba? Si morían al menos lo harían con una sonrisa en los labios, y si no acababan fertilizando el cementerio esa noche iba a ser el preámbulo de la noche de bodas.
La joven iba a llevar a su abuela a un sitio seguro, pero en aquel preciso instante la criatura que perseguían se posicionó justo delante de ellos, la primera reacción de Chelsey fue abrir una botella de whisky de 21 años, pensando que era un desperdicio supremo lo que iba a hacer, pero la humanidad dependía de su propio sacrificio. Fue así como tiró el alcohol sobre el bicho, a la espera de ver cómo su piel sufría la corrosión que había visto en los capullos.
- ¡¡¡¡Tiradle el alcohol!!!... - animó a sus compañeros
Tuvo que actuar lo más rápido posible, sobre todo teniendo en cuenta que su abuela no tendría fuerza suficiente en las piernas como para correr a la cueva. Ni siquiera estaba segura de que pudieran llevarla a cuestas entre todos sin hacerle daño, tenía que actuar.
Obedeciendo, por primera vez, a Chelsey, soltó con cuidado a su abuela antes de coger una de las botellas de alcohol y tirarlas en dirección a aquella criatura, esperando que la alocada teoría que habían deducido en el veterinario fuera cierta.
Por supuesto, no iban a poder simplemente salir con la abuela de Isobel rescatada, ¡las cosas tenían que torcerse! La suerte no los había acompañado a ninguno desde el momento en que el borracho del pueblo entró gritando aquellas tonterías que habían resultado ser reales... Oh, ¿pero tal vez sí que tenían un poco de suerte? Aunque el monstruo final había aparecido, ¡algo no andaba bien con él! Parecía estar herido... eso hizo que Claire esbozase una pequeña sonrisa, un poco maníaca, a pesar del miedo y el nerviosismo del momento.
- ¡Esto por el mordisco que me dio tu amigo, hijo de puta! - gritó Claire al bicho, lanzando algunas de las botellas de alcohol tal y como Chelsey les había dicho que hicieran.
Rick tomo una botella de alcohol y se baño en ella y a la señora steel. Tal vez no iba a poder correr, pero contaba con que eso sirviera de alguna manera de escudo para que no se acercaran los monstruos a ella. Luego tomo otra botella y la lanzo contra el monstruo intentado que diera algun indicio de si era efectivo o no. -Notaron que esta demasiado herido?
Siguiendo la estela de todos sus compañeros, Peter rocía su ropa en alcohol para apestar lo máximo posible usando lo que, probablemente, es la única debilidad conocida de una sustancia o elemento casi común de la criatura. El olor que desprende el grupo no se parece ni a la peor taberna que pueda encontrarse en el peor suburbio de la ciudad, pero es por la mejor de las causas, así que el agente ignora el olor tanto como puede.
Cogiendo otra de las botellas de alcohol (que quizá valga una fortuna) la arroja contra la criatura con la esperanza de ver cómo la última y más poderosa de esas bestias alienígenas se descompone como si se tratase de un baño en una piscina de ácido clorhídrico. Si tenía algo de suerte, al menos haría gritar de dolor al maldito «fumador».
«¿Quién nos iba a decir que cuando el viejo entró en la cafetería de Chelsey diciendo lo que había visto, sólo el hecho de ser un alcohólico le estaba salvando de la ferocidad de estas cosas horribles?», piensa para sí.
Cuando la criatura comenzó a acercarse al grupo, todos reaccionaron, casi al unísono, y le arrojaron sendas botellas de alcohol a la cara.
Al romperse y derramar el corrosivo líquido sobre su cara, comenzó a derretirse, empezando por los ojos. El monstruo se había quedado ciego en su primer ataque. Aullaba de dolor mientras retrocedía. Unos instantes después, comenzó a arrancar los capullos de las paredes y a devorarlos. Los huesos de la víctimas crujían bajo sus dientes. Los que aún estaban vivos, lanzaban un último grito de dolor.
¿Por qué había decidido comer en ese momento? Nadie lo sabe con seguridad. Estudios posteriores teorizaron que debió pensar, instintivamente, que el alimento lo ayudaría a sanar más rápido.
Podría haber funcionado, pero no en el estado crítico en que se encontraba: Al poco tiempo de empezar su "banquete", su estómago emitió un sonido grave. Su expresión de dolor se combinó con otra de asco o malestar. Era difícil identifarla con la cantidad de lesiones provocadas por el alcohol.
De cualquier manera, esos últimos bocados eran más de lo que su cuerpo podía soportar, por lo que estalló en mil pedazos. Literalmente, había comido hasta reventar. La sangre los bañó de inmediato. Algunos trozos de carne pasaron volando muy cerca, lo cual agradecieron, porque un impacto así les habría hecho un considerable daño.
Pero lo mejor de todo era que el monstruo había muerto. Ahora podían salir de la caverna con seguridad. Habían salvado a la tierra.
Cierro esta escena y abro una nueva