Partida Rol por web

Camináis bajo la lluvia sin perder tiempo, pues eso hará que sea mas difícil seguiros la pista, pero tampoco será muy dificil suponer que habéis ido a Shadizar si tomáis ese camino.

Cansados, doloridos, empapados y hambrientos pasáis toda la noche caminando, solo con vuestras armas y armaduras algo dañadas tras el combate, pero aguantáis hasta ver salir el sol un día mas.

Poco a poco deja de llover y el sol de la mañana os da algo de calor que es muy bienvenido. Pero vuestras fuerzas están al límite y es mejor acampar ahora que morir desangrados o de inanición por el camino.

A los márgenes de la carretera hay un bosquecillo no muy espeso. Con miedo a que puedan volver Amadras o los pocos hombres que le queden a vengarse os escondéis en él a pasar la mañana. Suerte tenéis de que Diego cace un conejo con sus flechas, no es mucho, pero lo necesitáis. Hundra mientras tanto examina sus heridas. Se están infectando, por no recibir los cuidados necesarios, pero ahora no le podías hacer nada. Solo desear llegar cuanto antes, encontrar alguien que pueda ayudarte a sanarlas y que se te ocurra el modo de pagárselo, pues tampoco tenéis mucho dinero.

El conejo, casi todo pellejo y pelo os da algo de fuerzas para continuar esa noche.

Aunque habéis estado atentos, no habéis visto pasar ni a Amadras ni a sus hombres. Puede que después de todo no os sigan, o que no os hayan alcanzado.

Cuando oscurece reemprendéis el penoso camino, apoyados en una rama fuerte a veces.

Lo único que se puede hacer durante este camino es pensar. Que habrá pasado? por que todo esto? Perla sigue viva? habrá sido ella?

Donde están los demás? Muertos? Quién sabe...

Entonces un pequeño golpe de suerte sale de entre la vegetación, el caballo en el que Diego huyó de la batalla, sin silla ni bocado estaba cerca, suponéis que se lo había quitado el mismo, al verse libre de nuevo, o que algún pirado no haya liberado, pero eso da igual. Con cuidado lográis acercaros, el caballo es dócil y se deja montar, pero es difícil llevarlo entre dos, y mas sin silla ni riendas pero ese caballo os ha salvado de una buena, seguro.

Pocas horas después, veis las puertas de Shádizar una vez mas, iluminadas con antorchas y con el rastrillo bajado. Hay algunos hombres en las almenas, y un par mas al otro lado de las rejas.

Al llegar los guardias os miran, dudosos. ¿Qué hacen una mujer ruda y regia del norte, con un bribón como Diego, ambos medio muertos, a lomos de un caballo sin ensillar?

-Quien va?

Lo habéis conseguido. Por ahora.

Qué haréis? Les contaréis que os a pasado? mentiréis?

Cita:

Dos necios medio muertos que buscan cobijo y que pronto estarán mucho más callados si vuestras mercedes no abren esa puerta mientras va repasando las caras de los guardias para ver si reconoce alguno con el que esté a bien.

La dama necesita atención médica, seguro que estará agradecida si se pudieran agilizar los trámites

Miro a mi compañero realmente mal. El puede considerarse todo lo necio que desee pero me molesta que extienda ese apelativo a mi persona, aun mas que utilice mi condicion de mujer para dar lastima. Si no ardiera por la fiebre le daria un buen puñetazo. La infeccion de mis heridas comienza a ser seria pero mi orgullo aun no se a quebrado.

- Abrir las puertas o tendres que limpiar dos cadaveres de ellas.- digo con tono firme, sin poder tan siquiera mirar arriba pues temo que eso me desequilibraria y caeria del caballo.

Vuestras heridas han empezado a curar, a un ritmo muy lento, y a supurar algo de pus. Pero aguantaréis un poco mas.

Los soldados extrañados abren las puertas, puede que no sea la mejor idea, pero suponéis que no tienen ganas de dar explicaciones a nadie ni limpiar lso cadáveres.

La ciudad de Shádizar se extiende ante vosotros, con sus calles llenas de vicio y peligro.

Es hora de ir con cuidado y decidir bien vuestros próximos pasos.

Cuando entramos le digo a mi compañero.- No se tu pero yo necesito un medico, no se cuanto mas voy a mantener la consciencia asi que dime donde encontrar uno rapido o tendras que cargar conmigo... o arrastrarme a un callejon.

La herida del costado era mas profunda de lo que creia, no paraba de sangre pese a que la presionara con dolorosa fuerza, otros cortes tenian peor aspecto y se habian infectado, mi fiebre venia de ellos pero no me preocupaban tanto. Recordaba como el filo habia entrado en mi cuerpo y como el cabron giro la empuñadura antes de sacarlo para agrandar la herida... eso fue lo ultimo que hizo antes de que le matara pero aun asi, su estupida risa resonaba en mis oidos, como si desde la tumba se riera de mi agonia.

Diego conduce a Hundra con seguridad por los oscuros callejones de su ciudad que conoce desde niño ¿de verdad te has enfadado tanto solo por llamarte dama? aquí en la ciudad de los ladrones lo primero que se aprende es a sacar provecho de cualquier cosa si se quiere sobrevivir, incluido los posibles sentimientos que tengan los guardias por ti.

Estoy seguro que hubieras argumentado convincentemente tu punto con una patada en la entrepierna mi dama dice guiñándole el ojo y haciéndole una reverencia para dar rápidamente un par de pasos atrás cuando ve a Hundra cerrar los puños. Alza las manos en señal de tregua, lo siento, lo siento prometo tratar de contener mi lengua.... un día de estos va a acabar metiéndome en un buen lío

Al cabo doblan un callejón y Diego baja unas escaleras hacia un sotano donde se encuentra a un matón. Vengo a ver a Krogar, le puedes decir que Diego está aquí, y que una vez más necesita que le cosan termina la frase con una mueca. Al ver que el matón desvía la mirada hacia la cimmeria añade está conmigo y es de fiar, además también necesita de aguja e hilo.

No me enfado.- gruño como puedo, hablar me mantiene despierta y consciente, vale la pena el esfuerzo.-  Me cabrea, dar pena es lo peor que puede pasarle a un guerrero, peor que morir desangrado. Las heridas del orgullo no pueden coserse...pero no espero que tu lo entiendas...para ti sobrevivir a cualquier precio es suficiente...son puntos de vista distintos.

Miro a donde me lleva, un medico que opera en un sotano y tiene un maton en la puerta da mucha confianza respecto de sus habilidades. Espero que sepa hacer algo mas que coser.- le susurro a mi compañero.- Esta infecion no la va a parar el hilo.