Partida Rol por web

Tenían razón las estrellas.

Capítulo 4: Final.

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19/07/2014, 22:26
Director

Abandonáis el edificio de la recepción y biblioteca y salís de nuevo a la calle, más que dispuestos a la acción. Hay apenas setenta u ochenta metros hasta el otro edificio, a través del camino empedrado, con innumerables puntos como vanos, columnas, esquinas y el hórreo, que sirven de cobertura.

Notas de juego

Descripción general de cómo avanzáis.

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20/07/2014, 00:19
Facundo Caballero

Sin estar seguro de si se trata de una buena idea, Facu avanza con el grupo, pero sin apurar el paso. Casi sin darse cuenta toma la ultima posición, mientras observa que nada ni nadie los sorprenda por la espalda

En su diestra, pero con la misma escondida a sus espaldas para que Ernesto no vuelva a quejarse de sus temores, empuña la cuchilla que encontró en la cocina y que espera le sirva para parecer más peligroso de los que realmente sabe que es

Notas de juego

Yo le cuido las espaldas al resto (lease, último pero con excusas)

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21/07/2014, 15:30
Diego Hess

Diego camina en frente a la par de Ernesto, jugando con el garrote en la mano tratando de hacerlo girar como lo hace Russell Crowe en Gladiator. A decir verdad le esta prestando mas atención a que le salga eso que mirando para adelante.

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21/07/2014, 16:18
Josep Gallofré

Josep no deja de ir con los demás, pero cierto es que su mente esta mas pendiente de las posibles contingencias espectrales, o quizás de la posibilidad  de un científico loco en la zona que de que alguien pueda salirles al paso.

No habrá problema en llegar jefe, seguramente intenten cazarnos uno a uno dentro del edificio, aquí fuera podríamos defendernos.

Aunque había nacido como una auto reflexión no pudo evitar comentar sus pensamientos a Ernesto, el caso es que lo había hecho en un tono de voz más alto del que hubiera querido, y era más que probable que aquella perspectiva tan clara que tenia sobre un posible ataque no fuera de agrado de todos los presentes.

 

Notas de juego

Ale, pues me pido en medio, tirando hacia adelante. 
Oye, una duda, ¿hórreo?. Eso que es. 

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22/07/2014, 16:48
Director

Llegáis sin incidentes a la entrada del edificio en cuestión. Observáis que la luz de la planta superior ya no está encendida. Unos pasos se escuchan en el interior, bajando por las escaleras hacia la planta baja.

Notas de juego

Tío, kalep. ¿Ni siquiera has puesto "hórreo" en el google? XD

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22/07/2014, 18:10
Diego Hess

Diego mira por los alrededores (tratando de no hacer mucho ruido) si la construcción tiene alguna ventana en la planta baja, para mirara a través de ella.

Notas de juego

Imagino que hay alguna ventana a "mano"

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23/07/2014, 02:01
Facundo Caballero

El locutor se mantiene en un prudente segundo plano, dejando que el resto del grupo abra la marcha.

Sin embargo, al darse cuenta que la luz, por el momento, ha desaparecido decide que separarse no necesariamente es una buena idea y acelera el paso, dispuesto a unirse a quienes lo preceden.

Sus oidos, agudizados por la situación, detectan el golpeteo de los pasos en los escalones por lo que se acerca a la puerta y se ubica a su lado, manteniendo la suficiente distancia como para que la apertura de la misma no lo pueda golpear - Shhhh - susurra mientras mueve los dedos, juntos, de su mano izquierda atrás y adelante, en una clara invitación a los presentes para que lo acompañen - Que no los vea - insiste mientras aferra la cuchilla de cocina a sus espaldas

Notas de juego

Nunca demasiado cerca de la puerta, digamos, con espacio para que por lo menos se puedan arrimar un par entre la puerta y Facu

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24/07/2014, 18:56
Ernesto Crocce

Ernesto encabezaba la marcha, con la misma cara con la que había decidido salir: la de un hombre que se comporta estoicamente frente a lo que jamás debería estarle sucediendo. Otra vez, la puta madre, otra vez. Podía sentir los pasos de los demás detrás suyo, salvo los de Diego a su lado, una vez que habían dejado al catalán paranormal de nuevo atrás. 

- Es por eso que no vamos a entrar, Josep - había respondido el redactor, con la voz áspera al hablar - Vamos a esperar a que salgan. No tienen muchas posibilidades.

Aunque lo cierto era que Ernesto no estaba demasiado seguro, ni de que eso fuera cierto, ni de que los demás estuvieran de acuerdo. Ya casi podía ver a Diego y a Josep desobedeciendo, y perdiéndose en la oscuridad de lo desconocido. No, no va a pasar otra vez. Nunca. No. El corazón del redactor vibraba no de miedo, no de pánico sino de anticipación, de culpa no cicatrizada y de una determinación febril muy bien escondida. No va a volver a pasar, con ninguno de ellos. El miedo, si es que lo tenía, se apagó junto con la luz que llamó a las sombras dentro del edificio frente al cual estaban ahora. Fue reemplazada por una férrea determinación.

Ernesto sacó su Blackberry, seteándolo en modo cámara. Una vez aquello quizás le había salvado la vida. Podía funcionar dos.

A los costados de la puerta - ordenó, con gestos - Abajo todos. Lejos de las ventanas, salvo Diego. Alerta. Puede salir en cualquier momento.

Abrió sus oídos, con los ojos puestos en el camarógrafo, y esperó.

- Tiradas (1)

Notas de juego

¿... Un hórreo en Argentina? Jamás he visto aquí XD

A la tirada sólo le sumé Percepción, dado que no se me ocurre qué otra habilidad puede ser utilizada.

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04/08/2014, 17:07
Director

Esperáis acorde al plan, listos para lanzaros como una manada de corderos sobre un lobo, esperando que las ovejas con los cuernos más grandes sean capaces de suplir las carencias de los corderos.

Los pasos descienden la escalera hasta la recepción del edificio, si es que este tiene por dentro la misma distribución que el otro. Allí, suenan de nuevo hasta la puerta que vigiláis. Y se detienen tras de ella. Y se mantienen allí quietos. Ni un sonido más. Como si el acechador o acechadora se hubiera detenido tras la puerta y estuviera allí parado, esperando, consciente de que estuviéseis al otro lado.

Notas de juego

Registrar, se tira tanto para buscar como para escuchar, mirar...¿No había ya descrito el hórreo, como "curiosidad" del lugar? Mumble... igual error mío.

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04/08/2014, 17:11
Director

La figura ha bajado las escaleras a oscuras, con lo que solo has apreciado su silueta y no muy bien. En cualquier caso, es un hombre, estás seguro. Se ha dirigido a la puerta y se ha detenido tan cerca de ella que el ángulo te impide verle ahora mismo a través de la ventana...

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04/08/2014, 17:12
Director

Curioso. No has visto un nsolo trozo de suelo alfombrado hasta el momento, pero los pasos de quien se acerca suenan mullidos, bastante amortiguados, como si caminase sobre una moqueta.

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05/08/2014, 03:12
Facundo Caballero

Facu se mantiene atento ante el silencio del desconocido abriendo y cerrando las manos y buscando la forma de empuñar la cuchilla de cocina sin que esta se le caiga... o golpee contra la pared que tiene a sus espaldas

Sus ojos se mueven entre sus compañeros, la puerta y la esquina más cercana, donde sabe que puede esconderse si la situación se complica más de lo que quisiera

- Y? - murmura más que pregunta esperando que alguien sepa como reaccionar - Cuantos son? - agrega esperando que la respuesta sea "uno" para sentirse con una comoda ventaja de combate

Notas de juego

Creo que si lo habías descripto... pero no a todos solo a los que lo "miraron" cuando llegamos al hotel ;-)

Hay ventanas cerca que nos permitan ver al maloso desde algun ángulo? Diego no había declarado que espiaba por alguna de ellas?

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05/08/2014, 19:25
Diego Hess

Diego le clava la mirada de desaprobación a Facundo y se lleva el indice a los labios en señal de silencio.
Para luego extender el brazo con la mano abierta en señal de quedarse quietos.
Mira a Ernesto a los ojos y levanta un solo dedo.

Diego se queda mirando un rato mas por si el hombre misterioso vuelve a moverse a su campo de visión.

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10/08/2014, 20:12
Enrique Gómez "Kike"

No podía negar que esta situación me estaba dando verdadero pánico. Tal vez todo fuese producto de la sugestión, y estuviese viendo fantasmas donde no los ahí.

Podría ser que las cámaras simplemente fuesen para grabar a los turistas asustados, y poder hacer negocio con ello. También que las placas de metal de Jorge estuviesen ahí por una simple operación, y no porque fuese un terminator del mundo real. Era posible que toda esa película nos la estuviesemos montando nosotros solos, y que ahora fuesemos a caer en una trampa aún mayor, que todo formase parte de un sádico espectáculo que se había ido de las manos.

Pero en este instante, no era capaz de pensar en todo eso. Pese a lo que me dictaba mi parte racional estaba acojonado, y no hay peor enemigo que el miedo.

Fuese quien fuese el que bajaba las escaleras, estaba ahí parado, esperando. ¿Tal vez sabía que estabamos ahí? ¿Acaso nos habían visto ir a la sala de vídeo y nos estaban esperando para darnos el susto final?

El corazón me latía a toda prisa, mientras esperaba nervioso a que la puerta se abriese. Por supuesto, no iba a lanzarme sobre el tipo que saliese. Seguramente, sólo podría lanzar un grito ahogado mientras me esforzaba en que mis esfínteres no se relajasen.

Por una parte, no podía dejar de mirar la puerta, pese a que no quería. Era una especie de curiosidad morbosa, sólo que esta vez, no es la misma que te lleva a ver una película de terror o a leer una historia de horror. Esta vez era verdad.

Así, lo único que podía hacer era esperar, mientras intentaba lanzar nerviosas miradas alrededor. Igual los que íbamos a ser emboscados éramos nosotros. Y eso sólo hacía que me pusiese mucho más nervioso...

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10/08/2014, 21:59
Ernesto Crocce

La sensación de irrealidad continuaba. Agachado, agazapado, Ernesto luchaba no sólo contra el crujido de sus rodillas sino con la mezcla de vergüenza, ridículo, pánico y angustia que trataba de hacerse con el control de sus acciones. La mano que tenía cerrada en el Blackberry mostraba nudillos más blancos que los labios apretados, fusionados en una línea, del redactor. No puedo creer que estemos haciendo esto de nuevo. No puedo creer que nos toque otra vez. Facundo recibió como contestación una mirada atravesada, una que exigía silencio, aunque Ernesto sabía perfectamente que la pregunta era válida. Más que válida, era sensata. Para una vez que abre la boca para decir algo útil, lo hace cuando debería haber silencio. Silencio como el que se escuchó de repente, al mismo tiempo que Diego levantaba un dedo solitario.

Todo se volvió un solo sonido. Lo único que Ernesto escuchaba ahora era el latido de su propio corazón en los oídos. Un corazón que no me va a aguantar de nuevo. No otra vez. El redactor entrecerró los ojos, volviéndolos dos líneas cerradas sobre sus iris color azul. No otra vez.

Hizo un gesto a los demás de que esperasen. Inútil, por supuesto, dado que ninguno de ellos iba a moverse de su lugar. Facundo, claramente no. Kike, a juzgar por las cosas que decía su cara, tampoco. Diego era demasiado consciente de la situación como para hacer algo estúpido y por el catalán paranormal... sobre eso no podía poner las manos en el fuego. Ernesto trató de controlar la respiración, la adrenalina que le estaba abriendo las venas y cerrando la garganta, mientras trataba de pensar. Había escuchado algo que era una tontería, un detalle, una estupidez... Pero los detalles son los que hacen las cosas, Tano, creyó escuchar a su compañero, la voz que llevaba más de treinta años escuchado en los momentos al borde del mundo. Detalles, diría Helena-niña mientras pintaba el lienzo, detalles que hacen a la imagen y a la realidad.

AMIRTIGYADO. PADOS 

Ernesto levantó la pantalla del Blackberry, en la que acababa de tipear, y la mostró a los demás. Sus labios parecían repetir algo parecido a A MOR TI GUA DO y a PA SOS. Sus dedos que temblaban tipearon algo más, mientras su boca delineaba las palabras sin sonido.

AKMOJADILAS, CMO PATAS DE ABIMAL. BOTAS_

Mierda, mierda, mierda. Miró a Diego, con cara de piedra, esperando que se lo confirmara.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ernesto sigue escuchando con toda atención, para ver si puede adelantarse al movimiento del que está del otro lado. Está primero buscando confirmación de lo que escuchó o creyó escuchar en lo que vio Diego. El Blackberry se los pone en la cara de los que están al lado suyo, y trata de mostrarlo a los que están más lejos.

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12/08/2014, 20:36
Director

Nada. Ningún movimiento. Esa persona debe estar pegada a la puerta, esperando, muy quieto. La oscuridad parece cada vez mayor. ¿Podría haberse agachado y movido sin que te hubieras dado cuenta? No, no lo crees. Pero... ahora que miras, es como si todo el ambiente de la sala al otro lado de la ventana hubiese cambiado un poco. ¿El suelo no era de madera o de piedra? No recuerdas, pero ahora pareciera una alfombra. Y el mostrador de recepción... no es posible que haya desaparecido, ¿verdad? Quizá nunca estuvo, quizá lo estás recordando el otro edificio. 

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12/08/2014, 20:45
Director

Sí, un ruido nuevo. Una respiración, pesada. Justo al otro lado de la puerta. Alguien está ahí pegado, a un palmo de Ernesto, menos, separados solo por la densidad de la madera.

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14/08/2014, 06:02
Diego Hess

Diego abre y cierra los ojos con cierto retardo, entre una acción y otra mientras mira por la ventana, para luego poner cara de extrañado... y un escalofrió recorre su columna ante la simple idea de que eso pase.
Aun gacho se acerca a la puerta, donde están el resto.
Le saca el blackberry a Ernesto y escribe...

Esta frente a la puerta... creo... no se mueve. Muchas probabilidades de que lo que este dentro la casa no sea lo que parezca. Recomiendo tocar la puerta cortésmente :D

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15/08/2014, 02:54
Facundo Caballero

Facu, tras leer el mensaje, mira a su compañero con curiosidad, tratando de entender a que se puede referir. Sin tenerlo demasiado claro saca la cuchilla de cocina que lleva a su espalda y la empuña de un modo que quiere ser amenazante... y no deja de ser patético

Sin moverse de su posición, de espaldas a la pared, y tras su gesto de "valentía" mueve su cabeza arriba y abajo en un claro gesto de asentimiento, que ni el mismo tiene claro que significa

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15/08/2014, 13:11
Josep Gallofré

El catalán no se estaba enterando de nada, no era capaz de leer los mensajes en aquellas pantallas tan diminutas, y si a eso se le sumaba que las tecnologías eran en general sus propios demonios interiores, hacia que no estuviera del todo encantado de estar allí en silencio.

Si por él fuera se enfrentaría a pecho descubierto con lo que quisiera que hubiera tras la puerta. Pero o bien respetaba más de lo que quería creer al jefe de aquel equipo, o es que en verdad su esfínter anal estaba más próximo a soltarse como las cataratas del Niágara.

Así que apretó las manos una contra la otra, y siguió esperando casi sin respirar mientras su pulso se disparaba.  

Notas de juego

Venga, me porto bien y no la lio. Por el momento.