Partida Rol por web

"¿Todo una prueba? ¿Está de broma no?" Como supuse la solución era esta señora que controlaba todo desde arriba. Cuando dice que nos va a llevar ante Wayne, se me escapa un pequeño suspiro, parece que hemos conseguido encontrar al contacto. -¡Chicos subid, corred! No deberíamos llamar la atención más y menos que nos vea la policía.- cuando grito, o ladro mejor dicho, esto a mis compañeros miro a la señora.

-¿Es usted el contacto con el que tenemos que vernos?- la miro con cara extrañada, me parece bastante mayor... -¿Puede mostrarnos el tatuaje de la flor de loto que se supone que lleva? Sino realmente no se si fiarme de usted.

Mientras espero la contestación de la señora y mientras sube el resto me convierto en un Yak para cargar con los que están dormidos y las cosas.

Problema solucionado.

Me parece muy acertado que Sigrid se convierta en un Yak. Como bien apunta, debemos ser personas discretas y no llamar demasiado la atención. Si eso ahora podría subir Kwanda convertido en una erupción del Timanfaya o John dando volteretas con dos sombrillas de coca cola como escudos.

Refrenando mis incontenibles ganas por subirme encima del Yak, me quedo a un lado rascándole la tripa a Brandon. Intento no hablar con la vieja. La verdad, es que vete tú a saber dónde tiene el dichoso loto y yo no tengo el cuerpo para ver más cosas desagradables.

Sigo concentrada en lo que viene a ser mi sombra. Nunca me hace caso y parece que necesita más concentración que un examen de estadística, así que como no tengo nada mejor que hacer pues me concentro mucho, con el ceño fruncido, la vena de la frente hinchada y los ojos casi en blanco.
Nunca se sabe cuándo a Santuario (que recordemos que en el fondo son nuestros aliados) le va a dar por mandarnos cualquier cosa para ponernos a prueba. No sé, igual vas caminando por la calle y de repente te sale un ninja lanzándote veinte estrellas y el Hello Kitty de la esquina es en realidad un coreano subcontratado que te dispara dardos venenosos con una cerbatana que, oye, el dolor que sientes es terrible pero en el fondo es inocuo y no te mata. Todo por la causa.
Con lo fácil que es preguntarme si soy Diamond, la niña con poderes y yo te digo que sí.
Estamos en China, soy negra, tengo un perro, lo uso como mascota y no tengo intención de comérmelo. Blanco y en botella. Tampoco hace falta ser una lumbrera.
Y si no, pues nos inventamos una contraseña secreta como... no sé... ¿A dónde vas? Patatas traigo.
Algo así como muy absurdo para distender un poco el ambiente, que tampoco hace falta que todo sea tan intenso, que reírse rejuvenece y libera endorfinas.

John enfundó su espada algo malhumorado por la arriesgada prueba que les habían hecho las ancianas. Dejó a Sigrid y a Kwanda para que como lideres que eran del grupo llevaran la voz cantante y se ocuparan de las preguntas.

Volvió a su estado normal, el de un niño de doce años y se acercó hasta Jacob y Nel que eran cargados sobre el animal en el que se había transformado Sigrid. El pequeño esperaba correr junto al Yak entrando en la discoteca mientras las sirenas se escuchaban de lejos acercándose poco a poco. Pensó que hasta que no mostraran el tatuaje nadie las seguiría.

Como Sigrid y yo sospechábamos, era una prueba. Igual ya es un poco forzar esto, ¿no? Tanta prueba de los cojones... No niego que no haya sido buena idea, pero Sigrid parece una vaca hippie, jejeje.

- Nosotros hemos ofrecido las pruebas, ofreced vosotras la vuestras y vámonos de una vez -digo adquiriendo de nuevo mi forma humana. Me ha gustado mucho este poder, pero ya era hora de volver a ser yo. Espero que todas las veces me vaya igual de bien en esta mierda de situación: echo de menos las Brumas.

- Buscabais un hombre con una flor tatuada. ¿Pero quién es quién en un juego de máscaras? ¿Somos mujeres, hombres, ancianas o jóvenes, amables o asesinas? 

Las dos mujeres se van despojando rápidamente de sus disfraces y así lo hacen con su hermana dormida y el parecido entre ambas es increíble. No en sus rasgos sino en sus modos. Cuando se mueven lo hacen a la vez, como si estuvieran componiendo una coreografía. Y de un modo teatral, enseñan sus muñecas y las ponen sobre la de la tercera. Cada una de ellas una hoja y entre las tres una flor de loto. 

Entre las dos cargan con su hermana. Dudan en echar una mano a esas dos damas, pero parecen tener una fortaleza que ya han demostrado contra los jóvenes. 

Sigrid carga con Nelkhael, y su enorme envergadura aunque al ver la ligereza de su cuerpo de Otromundo, se atreve también a cargar con Jacob. 

Los demás los siguen dejando un rastro de gente inconsciente y perdida. La discoteca vacía y oscura se abre y da lugar a un pasadizo artificial que pronto conecta con uno más profundo y oscuro: El de un túnel de tren subterráneo abandonado. 

Tardan casi una hora en recorrer el túnel y otros dos anexos más estrechos que además están cubiertos de lodo y, esperan que, agua. Justo al llegar a unas pequeñas escaleras Jacob recupera la consciencia aunque aún está tan aturdido que hay que seguir llevándole a yak. 

- Hemos llegado. Son estas escaleras. Huele mal pero dentro mejora. No sé donde nos meteremos todos esta noche para dormir. 

Una de las ancianas sube por la escalera y coge lo que parece una lámpara de aceite del último escalón, justo cuando con una llave abre una trampilla. 

Sigrid recupera su forma humana para poder subir, mientras Nelkhael también se va despertando. 

Uno a uno, y sin terminar de bajar la guardia ascienden por la escalerilla roñosa y oxidada y al entrar reciben como una bofetada un fuerte olor a incienso y a especias mientras sus ojos se van acostumbrando a la penumbra en lo que parece un cuartucho propio de un vagabundo. 

- Mejora de día. De noche cerramos todos para que no entren animales. 

La disposición del piso es extraña y tan estrecha que Nelkhael y Kwanda tienen que agacharse en muchos tramos, y Eva constata que por algunos pasillos no hubiera podido pasar si no hubiera perdido algunos kilos. A los diez metros cuadrados se les suma una escalera que parece que asciende a un desván. La anciana china va colocando farolillos y les dice que sigan. El desván resulta ser otro cuarto junto a un retrete en el cual hay una nueva trampilla que lleva a un tercer piso que tiene dos habitaciones más. 

- Son cuatro pisos en pleno centro de Hong Kong- dice la otra hermana orgullosa- Y tenemos jardín. Mañana lo veréis. Shhhhh, mirad, mirad quién está aquí. 

El último cuartucho vuelve a oler mal. En un catre en el suelo tirado, con vendas sangrantes y malolientes y desprendiendo un calor por todo su cuerpo, los chicos encuentran a Wayne. 

- ¿Qué? ¿Quién...? ¡Chicos! Diamond, Jacob... ¿qué hacéis aquí? ¿Sabe El Consejo que estáis...?

- Shhhh, silencio Wayne, ahora hay que dormir y descansar. Mañana todo irá mejor. 

La otra hermana balancea sobre él un cuenco que desprende humo y se lo acerca para que lo inhale mientras la primera saca a los chicos del cuarto. Veraderamente, dado el tamaño, sólo Jacob y Diamond han podido acercarse

- Qué claustrofobia... Es la segunda vez esta noche que creo que me falta el aire- dice Matthew

- Bueno, bueno, id a dormir, escoged cualquier rincón. Tomad estas mantas si queréis. Mañana hablaremos todos y nos diréis a qué habéis venido. El Consejo envía gente rara últimamente

- Pero ¿y Wayne? ¿Qué le ha pasado?

​- Le abrieron en dos con una catana. Ha tenido suerte de que lograra llegar aquí. Fue un insensato por atreverse a enfrentarse él sólo a Kwin Shan... El Nian... 

Pero vivirá. Lo peor ha pasado y pronto podrá ponerse en pie y abandonar nuestra casa. 

Vamos, vamos, dormid ahora. Si tenéis hambre hay sopa en la nevera

Desconcertados y algo agobiados, sin saber siquiera en cuál de los pisos de ese extraño faro de aberraciones arquitectónicas, estará la cocina, los chicos ven como dos hermanas se van distribuyendo por la casa y la tercera, sin pudor alguno, se acuesta con Wayne en su catre. 

Pillo una manta y una esquina que huela más a incienso que a pis y me voy a dormir. 
Antes me lavo la cara y me quito todo el maquillaje. 

Jacob se había recuperado más o menos del efecto de aquello con lo que quiera que le hubieran drogado, y había costado lo suyo convencerle de que la anciana no era un enemigo. A decir verdad aun no estaba seguro.

-Me alegro de que estés bien...- Fue lo único que le dijo a Wayne, para después dejarlo descansar.

Eliminó inmediatamente la opción de tomar sopa, pues no comería nada que le ofreciesen en aquel lugar, a saber que usaban como ingredientes, y prefirió el frío a una de aquellas mantas, con un poco de suerte el traje también serviría para que no pasara frío.

-Este sitio apesta...- Protestó a sus compañeros, no estaba seguro de poder dormirse allí.

Nel fue despertando lentamente, y vio como flashes del camino, quizás sean un sueño inducido por algo o alguien pensó pero no por eso pudo despertar. Lo raro era que no recordaba nada de lo que había soñado, el malakita no era así, solía recordar hasta el menor de los detalles de sus sueños, la meditación da esa facilidad.

Una vez estuvieron dentro de la casa el olor junto con el sueño eran nauseabundos, cansado con sueño todavía se sentó en el piso, junto a Eva y le comentó el sueño extraño que había tenido o había creído tener... 

Soñé que viajaba en un Yak con corte emo... ¿pero que hacemos aquí? ¿qué pasó?

Y así fue como de un centro comercial llegamos a una casa con olor a inmundicia. 

Me reconforta ver a Wayne, al menos sabemos que podemos por el momento fiarnos de estas señoras... Parece que le han estado cuidando y además bien.

Cuando nos despiden busco un sitio donde poder recostarme un rato, estamos cansados, no hay duda.

-Chicos... ¿Os fiáis de estas señoras? Creo que deberíamos dormir todos juntos y es más, podríamos hacer guardias por si a caso- soy de naturaleza desconfiada, lo soy desde que la persona que más admiraba me traicionó de esa manera. -Si queréis hago yo la primera y luego nos vamos turnando.

Dicho queda, me preparo para estar cierto tiempo despierta hasta que me toque un relevo.

Hemos caminado por un tunel con algo fangoso en el suelo. Por el olor yo diría que es mierda, pero bueno... pensaremos que es lodo. La mente sobre la materia y esas cosas.

He llevado a Brandon en brazos durante el camino, porque la mierda le llegaba casi hasta la boca y todos sabemos la afición que tiene de chupar cosas que saben a culo.

Nos han llevado a un pisito la mar de incómodo. Con montones de escaleras, muy poco adaptado para señoras mayores como estas; aunque yo creo que las apariencias engañan y no son tan mayores... ni tan señoras.

El piso huele fatal y no han tenido el detalle de darnos una muda o unos zapatos. Tantos años viendo en televisión lo de los zapatos limpios a la entrada de las viviendas chinas y luego es mentira. Todo es mentira, me he dado cuenta que era una niña muy crédula. Yo, que me las daba tan de espabilada, pues no...
Claro, como si la casa no tuviera ya suficiente porquería pues más mierda por el suelo, venga a ponerlo todo hecho un cristo. Que yo no soy quién para decir nada, pero creo que no es el lugar adecuado para que alguien que ha sido herido por una katana se recupere. Infección en 3, 2, 1...

Pobre Wayne, está hecho polvo. Ahí en su camita, con cara de bueno.
Bah, no me importa, nunca me cayó bien, solo me ponía un poco cachonda, lo reconozco.
Claro que todo este tiempo me ha servido para reflexionar sobre mí y mi vida sexual (nula) y creo que en lugar de diversificar tanto mis opciones debería centrarme en un objetivo fijo.
Tengo 12, para 13, pero soy más madura que la mayoría de niñas de mi edad. No solo porque trato con putas, pederastas y capos de la mafia, sino porque he leído mucho, aunque no lo creais. Por eso hablo tan bien y tengo este tipo de reflexiones tan brillantes.
Así que tengo aquí a dos hombres que en realidad algo sí que me gustan. Nel y Jacob.
Habréis notado que de los otros dos no hablo. A John se le fue todo el encanto cuando su cuerpo menguó la mitad de su tamaño y con el otro como mucho jugaría al parchís (y haría trampas).
Me siento al lado de Nel y le hago unos gestos a Jacob para que se siente a mi otro lado.
Ahora es cuando los dos piensan que voy a empezar a acosarles y a mostrarme impertinente.
¡SORPRESA! No voy a hacer nada inoportuno, pues aunque parezca mentira, tampoco voy a mostrar ningún interés por ellos más allá de una prudente amistad.
Llámalo resignación o llámalo como quieras, pero voy a comenzar a tener un poco más de orgullo propio y a confiar más en mí misma (y a fijarme en chicos más acordes con mi edad).

También le sonrío a Sigrid, por si quiere sentarse con nosotros, y le aseguro que su idea sobre los turnos de vigilancia me parece genial.
En realidad no me lo parece y no tengo intención de hacer ningún turno, pero la pobre lleva dos días completamente estresada con el tema del liderazgo y creo que necesita una tregua. Al fin y al cabo me salvó de terminar siendo aplastada por una marabunta de chinos, que anda que qué verguenza si llego a morir arrasada por un montón de chinos.

Te lo agradezco Sigrid.

A Eva no le digo nada. Estoy trabajando mi relación con ella pero todo requiere su tiempo. Aquí solo hay sopa para comer así que supongo que estará de mal humor, por eso no le digo nada.

Suena a excusa barata y en el fondo creéis que en realidad quiero que se coma esa sopa y pille algo chungo y tenga una muerte lenta y dolorosa.

Durante un tiempo indeterminado, me pierdo en mis propios pensamientos con una sonrisa enigmática en el rostro.
 

- Shengnu, ¿ Quien es ese Kwin Shan? El joven no pudo evitar saltar con su pregunta tras las palabras de la anciana.

- Podría intentar usar mi don para curarte Wayne. Solo que aún no lo controlo del todo y me da algo de miedo dejarte peor de lo que estas. Mañana con algo mas de luz si quieres lo probamos. Se disculpó John tras preocuparse por su estado de salud. Se alejó junto a los demás para que descansara mientras se alegraba por un momento de ser uno de los peques del grupo y no sentir tanto la asfixiante claustrofobía que las caras de sus amigos mostraban.

- No creo que sean mala gente después de todo. Nos han llevado hasta Wayne después y a el parecer que le han cuidado todo este tiempo. Respondió a Sigrid cuando se cercionó que las tres ancianas no podían escucharles.

- Pero si desconfias por algo a mi me parece bien lo de las guardias. Somos muchos y nos repartiriamos bien para dormir lo suficiente. Esbozó una sonrisa mientras se recostaba ligeramente en la pared. Cambió su expresión por una mueca de asco al notar como habia tocado algo pringoso con la mano de la superficie de la rugosa pared. Se dejó caer al suelo y se abrigó con la manta que le habían dejados las señoras del loto.

- Kwin Shan tiene una granja. Kwin Shan tiene una horda de ninjas que protegen su granja. Kwin Shan cultiva en esa granja...¡niños!

Esto último lo dice gritando de repente y acercando su envejecido rostro al de John, que del susto casi se cae para atrás

Otra de las ancianas reprende a su hermana

- ¡No asustes al chico Shengnu Mi! Por eso le llaman El Nian... El monstruo que de noche devora niños. Pero no te asustes, oh, no, aquí no puede venir nadie a por ti, querido. 

Tras estas escalofriantes palabras, todo parece ser aún más tenebroso que sórdido, así que todos están de acuerdo en hacer los turnos de vigilancia de Sigrid. Una hora cada uno bastará para descansar ocho potentes horas. 

Todos se acumulan en una planta pero no hay espacio así que duermen entre dos plantas, concretamente Nelkhael duerme en la misma escalera en postura imposible, dado su tamaño. El efecto de dormir en sucesión es casi cómico pero lo del malaquita ya roza el surrealismo. Menos mal que él puede meditar para descansar en vez de dormir, y es capaz de pasar la noche. 

Son Diamond y Brandon 2 quienes hacen la primera guardia, al final. Es la más cómoda junto con la última que se la ceden a Matthew y así los dos pisoteados descansan más seguido. Diamond medita sobre su vida sexual mientras acaba durmiendo entre Nel y Jacob probando su nueva estrategia de hacerse valer. Su guardia se le pasa rápido

Después va Eva, que no había llegado a dormirse... ¿Sopa? Dijeron que había sopa... Aquello le da nauseas... pero las nauseas le dan hambre, como siempre le ha ocurrido. Decide ir a la cocina armando el menos ruido posible pero acaba perdida en un pequeño cuartucho. 

Allí ve un lienzo descolgado, con muchos cachivaches que le llama la atención: Efectivamente, el marco es el mismo que el que le regalaron a ella en Santuario. Allí una bella mujer oriental, vestida con un traje de seda hermoso, juega en un césped con tres niñas vestidas igual. Reconoce a la mujer de cuadros y estatuas de Santuario. Es Sukio, la antigua líder del Consejo antes de que Hefestion ocupara su lugar. 

El título dice: Sukio, líder del Consejo con Tiley, Mi-nah y Nisha. Ti, Mi, Ni... ¿Podrían ser las ancianas de niñas que ahora se hacen llamar Shengnu? 

Al ir a poner el lienzo de nuevo descubre catanas y estrellas shuriken. Estas ancianas podrían salir en las pelis esas del Lynch que a ella le gustaban regular. 

Tras eso vuelve a su puesto y sin más novedades despierta a Jacob. Jacob asume su puesto de vigía sin cansancio ni distracciones. Se encuentra alerta y se acuerda de aquella noche en la cabaña de Castor Gris. Las risas que se hacían antes todos juntos. Ya no queda casi nadie de los de antes. Y los que hay... han cambiado.

Sin más,  despierta a John el cuál se levanta sobresaltado. Esa historia de El Nian... Y ese sitio, y ese olor... De repente se siente un poco asustado y solo y a punto está de despertar a Brandon 2 para que le haga compañía. Destemplado y nervioso pasa la guardia y le cuesta dormirse cuando llega el turno de la de Kwanda

Kwanta y él cuchichean algo durante la noche. Los dos arropados con una manta vieja pasan así un rato que se les hace eternos. John cae dormido y Kwanda, con mucho dolor de cabeza despierta a Nelkhael

Nelkhael abre los ojos y se da cuenta que tiene un ala plegada y la otra saliendo por el cuarto de arriba, que sirve para que Sigrid esté apoyada en ella como la mejor almohada de plumas. El no duerme pero tiene hambre. Va hacia la nevera y ve una crema blanca. Huele a yoghurt y con la misma mano se mete algo de ella en la boca. Sabe horrible. A gusanos podridos. El cuerpo de Nel no reacciona vomitando pero sí da sacudidas como las palomas que picotean el limón. Su cuerpo se contrae y tiene que ir rápido al vater donde pasa el resto de la guardia. Una de las ancianas se despierta ante su jaleo. Cuando Nel le cuenta que tomó le mira y pausadamente dice

- Era pus de fístula de cabra. Se conserva frío para servir mejor de ungüento. No te va a envenenar pero seguro que el pus jamás pensó que haría el viaje contrario hacia el interior del cuerpo de una persona. 

Nel no olvidará el olor nauseabundo durante muchos días

Sigrid se despierta y ve la mala cara de Nelkhael pero cuando él le cuenta qué ha pasado se ríe y despierta de nuevo a Kwanda y a John. Sigrid decide ayudar y pasarse el resto de su guardia cuidando un poco al malakita aunque acaba con tortícolis por la postura en que él se encontraba. 

Matthew les cuenta al despertarles a todos que su guardia fue buena. De hecho no duró entera ya que a las 7:45 de la mañana las hermanas se despiertan. 

Al despertarse un olor nauseabundo les llega a todos. Las cañerías a esas horas están bastante transitadas por los despojos. Y un olor a gusanos y a pus que encierra una divertida anécdota sigue en el aire. 

Todo cambia drásticamente cuando las ancianas abren el último piso: El jardín. Corriendo hacia ese frescor y aire libre, como si les fuera la vida, los chicos se encuentran en un jardín artificial de apenas quince metros cuadrados. El jardín encima del edificio derruido que es donde habitan las mujeres, es un pixel verde en un océano de rascacielos de Hong Kong. Pero aún así, las plantas, flores y hamacas del espacio, y las vistas que ofrece, hacen del espacio, el sitio ideal para desayunar y tener cualquier reunión. Se tranquilizan cuando les dicen que subirán allí también a Wayne. 

Del desayuno se quedan con el arroz y los huevos. La leche parece cortada y la mermelada no se distinguiría de cualquier otra asquerosidad que guardaran en la nevera. 

Sentados en las hamacas comparten las anécdotas de la noche cuando sube Wayne

- En mi vida pensé que El Consejo mandaría alguien a buscarme tras desobedecer sus órdenes. Pero ni en tres reencarnaciones imaginaría que seríais vosotros chicos. Me alegro de veros. ¿Ya conocéis a las Shengnu? - en bajo añade- Significa en chino "mujer solterona que no ha encontrado varón" y en el caso de ellas se entiende: ¡Están fatal de la cabeza! Pero... me han salvado la vida, sin duda.

Imagino que tendréis muchas preguntas... 

El Jardín era hermoso, a comparación del barrio; de la casa; del olor; del yogurt de semen de caracol y todas las contracturas que generaron la escalera y Sigrid.

En cuanto las chinitas llegaron con el desayuno Nel lo miró con mucha desconfianza, ya se había llevado un terrible chasco a la noche cuando intentó comer ese yogurt que en realidad era... bueno... mejor evitar el comentario. Lo único que llegó a comer fue algo de huevos ya que el arroz podría ser huevos de gusano envueltos en vaya uno a saber qué, la leche claramente tenía el mismo color que el "yogurt" por lo que decidió deliberadamente no acercarse y la mermelada... bueno la mermelada tenía un color rojizo por lo que podríamos decir que era de frambuesa pero NO! seguramente era mermelada de ceso de cangrejo con edulcorante y no con azucar por lo que ni siquiera se acercó.

Oh, Wayne... es un gusto verte bien... respondió ante la llegada del muchacho al jardín.

"Menuda nochecita" pienso mientras me desperezo. El despertar no mejora, es más ¿huele peor? Estoy deseando salir de este sitio, jamás estuve en un lugar tan sucio... Pero bueno todo sea por la seguridad del grupo. Ahora que lo pienso... ¿No será un truco para proteger el lugar de miradas y que no busquen aquí?

Subo con todos mis compañeros al piso más superior. Allí nos encontramos con un hermoso lugar que sin ninguna duda es un alivio entre tanta mugre. "Por fin, aire puro" pienso hasta que noto que todo es artificial...

Nos sirven un desayuno que lejos de estar bueno, se agradece. -Gracias señoras, quería preguntarlas... ¿Cómo han logrado pasar tan desapercibidas todo este tiempo?- hago la pregunta por no decirlas que si el mal olor de su casa es para pasar inadvertidas.

Es entonces cuando llega Wayne, algo dolorido... Le ofrezco mi asiento para que no fuerce.

-Buenos días Wayne. ¿Qué te ha ocurrido? Sabemos que has venido a rescatar a los hermanos de Wei, ¿los encontraste?- mi curiosidad puede con todo y sin dejarle tiempo para nada más le acribillo a preguntas. -Perdona si no es el momento pero comprenderás que estamos aquí para ayudarte y aún no sabemos todo lo pertinente.

- Somos tres solteronas que viven en un viejo apartamento en medio de una ciudad de rascacielos y millones de habitantes. ¿Quién iba a pensar que sabemos que los Mythos no son leyendas? 

Esta casa la encontramos hace tres décadas, pero tiene más de cien años. ¿No es maravillosa? Sengnu-Li dice que le recuerda a un faro. 

- Tenía que hacerlo y cuando El Atlante se propuso llevarme acepté antes de que las cosas se complicaran más para salir de Santuario. Pensé que Los Correctores no vendrían en mi búsqueda y que La Sombra no tenía ningún asunto con esos niños. Que un hombre poderoso chino tuviera a esos niños, por derecho o sentido de propiedad, no iba a rivalizar con mi poder y mi ánimo de venganza. ¿Qué es lo peor que podría pasar? ¿Que perteneciera a algún sindicato del crimen ancestral? ¿Que me sacara una espada ninja? 

Las hermanas sacuden la cabeza con total desaprobación

- Si nos hubieras consultado te habríamos advertido. Ibas a una muerte segura, seguro en tu error, Arsenal

Wayne se recuesta en la hamaca como si el sólo hecho de recordar lo que pasó le volviera a pasar factura en su cuerpo

- No me equivoqué en todo. Nada de Correctores o del Ejército de las Tinieblas. Un humano... un simple humano... pero con el alma más negra de lo que pudiera tener la misma Reina Sombra. 

Kwin Swan... ese es el hombre. Tiene... tiene una fortaleza inexpugnable. Y en su interior hay niños. Cientos de ellos como en los campos de concentración. Sus instalaciones están todas muy organizadas, punteras en tecnología pero sobre todo son perversas... No os podéis imaginar que ocurre allí. Yo tampoco mucho. Su ejército personal acabó conmigo sin siquiera poder encontrarme con los pequeños... Y aún así... lo poco que vi era... era... Dios... 

Entonces, conteniendo un grito se gira rápido a los chicos, dándose cuenta de por qué están aquí: 

- ¡No podéis ir allí, no podéis! ¡No hay manera de entrar ni de vencer a esos hombres! Se requiere que varios miembros del Consejo se presencien aquí y acaben con ese pozo de dolor y deshumanización.