Partida Rol por web

Las once menos cinco minutos, otra vez según el reloj de la parroquia. La distancia separa a los dos nuevos contendientes para este duelo. Pacientes, ambos esperan con el revolver enfundado y su otro arma en el suelo. En el caso de James Barkham, un rifle Marlin Repeater. En el de Cesar Corvus, una escopeta Diana Patterson. Esperando, el tiempo pasa y llega la hora del duelo.

Había pasado el tiempo en la cantina, refrescando el gaznate y limpiando su revolver. Cuando oyó que iban a batirse en duelo usando también el rifle, cogió su Marlin Repeater y se aseguró de que estaba listo.

Salió de la cantina con tiempo, dándose un paseo hasta el lugar del duelo. Aquel tipo al que tenía que enfrentarse sin duda sabía lo que se hacia, había acabado con su anterior contrincante sin recibir un rasguño, igual que él. Dejo el rifle a sus pies y se ajusto el cinto. El momento llegaría pronto.

Una gota de sudor cayó por su mejilla, mientras fijaba su mirada en su oponente. Tengo su brazo, dispuesto a coger raudo el revolver, quien golpea primero, golpea dos veces se dijo. Se oyó el reloj de la parroquia y casi al mismo tiempo, el sonido del revolver de Elliot.

Hizo un solo disparo, dejando caer al momento su revolver, y tirándose al suelo para recoger su cuidado rifle.

-Espero que no pienses que vas a ganar contra mi, rata inmunda. Eres más grande que el enano de ayer, pero con eso solo conseguirás costarle más al sepulturero cuando te haga una caja de pino. -Dice antes de comenzar, con su tono agrio y altivo. Y cuando suena la campana, desenfunda decentemente rápido y abre una única vez fuego con su rutina mecánica y calculada, aunque en vez de abrir fuego una segunda vez recalcula sus acciones y enfunda con la derecha mientras se agacha para coger su escopeta por el costado con la izquierda.

Tañen las campanas. Corvus es más rápido. No mucho, pero sí lo suficiente. Tanto a la hora de desenfundar, como a la de disparar, aunque la pesadez de su arma causa que ambos tiros sean casi parejos. Uno de ellos es certero al menos, un impacto bastante fuerte en el lugarteniente del rey, que no se amilana con eso y se agacha para apropiarse de su escopeta.

La fortuna le había sonreído y había hecho un agujero de consideración en el pecho del lugarteniente. Le dio el tiempo justo de dejar caer el revolver antes de que terminase el primer asalto y ahora se lanzaba al suelo a por el rifle.

¡Veremos quien va primero a la caja de pino. Al menos tu ya tienes un bonito agujero en tu chaqueta, perro sarnoso!

Desde el suelo, con las manos llenas de polvo empuño el rifle y apuntó velozmente. Dos disparos de muerte salieron Marlin Repeater, luego se ladeo, tratando de esquivar los disparos de su contrincante. Esperaba que Corvus no fuese muy bueno con el rifle, y que el balazo que le acababa de meter le pasase factura.

Escopeta en mano, Corvus no se lo piensa un segundo antes de abrir fuego con los dos cartuchos, y para cuando su oponente está tratando de evitar los disparos, él ya está abriendo la escopeta, dejando salir volando los cartuchos y cargando uno nuevo de los dos que tiene el arma.

Aunque Cesar es más rápido, la pesadez de la escopeta es determinante en el combate ya que Elliot tiene oportunidad de coger su arma y disparar mientras su oponente todavía está apuntando. Y vaya disparo que clava el Joven, acertándole en pleno pecho y dejándolo al borde del colapso. Pero no es suficiente, y mientras Elliot falla el segundo disparo que hubiese sido la clave de su éxito, la escopeta de Corvus vomita muerte y desolación a su paso, con dos postas de gran poder que impactan a su rival incluso cuando éste trata de esquivarlas, y el resultado final es un montón de carne tirado en la arena, de lo que poco puede percibirse que fue Elliot el Joven.