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Tres días después del ataque al refugio. Reino de Raz

Ileana recordó las habilidades de Razvan en combate y concordó que su invocación no era ofensiva precisamente, pero sí que tendría aplicaciones curiosas si tuviese el entrenamiento adecuado. No conocía mucho de los poderes de esa naturaleza, pero si sacaban provecho valdría la pena explorar... Aunque el estaba sobre ellos y solo restaba contar con lo conocido. ¿Sería suficiente?

No se le escapó que el albino siguió sin decir si nombre real y que no dijo algo en relación a Viorica. Sonrió como un pequeño zorro y lo intentó ocultar con sus dedos, no le molestó eso pero era una curiosidad. ¿No tiene esperanzas de volver con su hermana? Allí su sonrisa se esfumó, pues si estuviera en su lugar...

​​​​​​Lo estoy. 

-Ese fue el nombre que se me impuso en Yggdrasil debido a mis habilidades-se llevó sus manos atrás de su espalda-​​​​​​. Pero decidí presentarme así cuando conocí a Lu Feng, para ese momento tenía mis memorias selladas y sentí que ese nombre me quedaba mejor que Ileana. No confiaba en nadie y era un recordatorio de mi vida, uno en el que en las sombras Yggdrasil prácticamente controló cada decisión que tomaba e influyó a quienes me rodeaban para que cuando me llevaran con ellos aceptara pertenecer a su facción bajo esa identidad. Si no hubiera conocido a Lu Feng antes, ahora seríamos enemigos-sonrió encantadoramente y tomó un bocadillo de la mesa-. Arachné me gusta, me identifico aún con lo que representa; pero parte de mis inseguridades murieron hce tres días y por eso decidí abrazar mi nombre, Ileana. 

Se comió de un bocado aquello y luego se encogió de hombros aún observando a su anfitrión. 

-No hay mucho trasfondo en ello. Era más una situación personal que otra cosa. 

Despertar tras la incursión. Habitación de Sasaki. 

Ileana asintió a modo de confirmación que podía referirse a ella bajo ese nombre de ahora en adelante en público, sintiendo cierta opresión en su pecho ya que tomó una especie de cariño oscuro a Arachné por todo el trasfondo que tenía ese nombre, desde verse a sí misma como el arácnido como una forma de deshumanizarse hasta ser el alias que se le dio en Yggdrasil. No era como dejar alguna ropa porque ya no quedaba o desprenderse de un juguete, formaba parte de su psique y sabía que sería complicado para dejarlo ir, pero era un paso a dar si quería cambiar su perspectiva del presente y futuro aunque ciertas raíces sombría seguían clavadas en su pecho.

En silencio, la francesa observó con curiosidad (de distintos tipos) la reacción de Sasaki a sus noticias, abriendo levemente los ojos al saber que Ryuu era su padre y confirmar que seguía desconociendo mucho del japonés. Ella ya se había abierto bastante con él y el ojiverde mantenía esos secretismos. ¿Quería protegerse de algo o de alguien? Aunque no indagaría más de lo que él propusiera, le incordiaba un poco la posición que tenían en la relación. 

Sabía que lo de Hana lo afectaría, de allí que no dio alguna opinión y se limitó a observarlo porque una parte de sí le aliviaba verlo con ira, frustrado o desesperado; no por morbo, sino porque así se reflejaba que era humano, alguien que sufría por más que se jactara de saber reprimir sus emociones. Y, finalmente, con lo de Su Wen, suspiró sabiendo que esperana haber hecho bien el contarle a solas porque así Sasaki habría podido expresar más lo que derramaba su corazón. Por eso, cuando lo vio calmarse le dolió. ¿Por qué ella sí tenía la confianza de mostrarse vulnerable y él no? ¿La percepción de lo que sentían el uno al otro era diferente? Claro, reconocía que esa era el escudo del japonés para no quebrarse, pero eso siginficaba que lo aceptara por completo.

-¿Pedir perdón por tu sentir? Vamos, sé que eres lo suficientemente lógico como para saber que eso no amerita unas disculpas. No tiene nada de malo sentir dolor, enojo, ira... lo malo viene con lo que haces con esos sentimientos: la manera en cómo lo canalizas, si te desquitas o... los reprimes-se levantó y caminó al centró de la habitación donde yacía Sasaki-. Sin embargo, debes saber que parte de estar con alguien no siempre es mostrarse con una sonrisa y poner el hombro cuando el otro lo requiere... cuando uno está mal-al estar frente a él acarició su mejilla para reconfortarlo-. No me gusta... que te esfuerces en controlar eso. Hana y Su Wen no merecen que lo hagas-agregó para darle un suave beso en sus labios y finalmente un abrazo. Ella estaría igual o peor si alguien que ella aprecia pasara por el mismo destino que ellas... al menos Lu Feng seguía vivo-. Al menos conmigo... permítete liberarte, por favor. 

Se sentía triste por Sasaki, no era pena tal cual. Era como ver llorar a alguno de sus hermanos, el sufrimiento de quienes estimaba le afectaba. 

Tres días después del ataque al refugio. Reino de Raz

Vaya -comentó con genuina sorpresa-, creí que siempre daban nombres de dioses. Si tu decisión es Ileana, serás Ileana.

Como si aquello no tuviese mucha vuelta, las decisiones eran importantes, tanto como los instantes vividos, para el albino. No obstante negó muy despacio.

Una vez que alguien entra en tu cabeza, es difícil saber qué recuerdos son o no reales. Pero tampoco podemos vivir toda nuestra vida con dudas. Si nos basamos en lo que creo que pasó... -meditó por unos segundos- No podría estar seguro de quién se supone que debería ser.

Hablaba serio, con ese aire de quien recuerda y ensueña en voz alta. Tomó algo más de aperitivo.

Al final lo importante es qué hacemos. Y en nuestro caso supongo que toca detener a ese bastardo de Hades y sus amigos.

Soltó una risa amarga antes de beber el icor más amargo aún.

Tres días después del ataque al refugio. Reino de Raz

Cuando Hermes* comentó lo de los nombres, se dibujó una pequeña pero amarga sonrisa en el rostro de la francesa ya que ella una que otra vez se había preguntado por qué se le asignó ese alias y no de alguna deidad, asumiendo de una manera autocompasiva y lastimera que debía ser porque su invocación o nivel de poder era inferior al de muchos otros y por ello de su nombre clave. Anubis, Iris, Odín, Gaia, Hermes, Hades, Cronos... Le dolía en su ego, pero no lo admitiría en voz alta.

-Es normal tener dudas acerca de los recuerdos y de qué nos define, creo que lo habíamos platicado antes- rememoró Ileana cruzándose de brazos y mirando a un lado sin intención de evadir, solo de meditar-. Pero lo importante es qué hacemos, tal y cómo dices. Los recuerdos definen, pero solo en el hoy podemos tomar la decisión para un mañana. Suena demasiado poético y filosófico-soltó una risilla de resignación y apenas notó el licor. Salivó inmediatamente-, pero es lo que hay. ¿Una especie de aferro a ese tipo de esperanza? Tal vez-se sirvió sin siquiera preguntar, apagándose su mirada por breves instantes-. Porque si no tenemos algo así... ¿Entonces qué queda?-su tono sonó vacío-. ¿Qué queda?

Repitió para beber de un solo trago imaginando a los adversarios que conocía de los Destructores, entre ellos su pequeña hermana.

-Detengamos a todos ellos-declaró luego de Razvan sin convicción. Sí, lo intentaría y sí quería llevarlo a cabo, pero no sé veía a sí misma como una heroína o alguien que acabaría con la maldad por buena fe. Tenía sus motivos que podrían considerarse altruistas, pero aún así... -aunque nos sintamos perdidos.

Despertar tras la incursión. Habitación de Sasaki. 

Hizo un mohín con los labios ante la pregunta retórica de ella. Sabía que a Ileana no le gustaba que intentase controlar sus sentimientos, pero era algo que el joven tenía muy aprendido, no solo porque en su cultura se promoviese eso sino porque a lo largo de los años creía que era la forma más correcta de actuar. Sin embargo, viendo las reacciones de ella, suponía que debía cambiar.

-No… Por dejarme llevar- Comenzó a hablar con mucha más calma al sentir la cercanía de la francesa- No me gusta gritar- Confesó. Después sonrió con una mezcla de ironía y tristeza- No voy a desquitarme, porque sino creo que haría estragos en nuestras propias filas- Si me dejase llevar por el enfado que siento… ¿Cómo trataría a mi padre? ¿Y a Cid? A fin de cuentas esto también es en parte culpa de él- Pensó, volviendo sin quererlo a la frustración haciendo que su ceño se fuese frunciendo cada vez más.

La caricia que le ofreció hizo que se evaporase aquel sentimiento de ira incipiente, haciendo que el japonés asintiese a sus palabras, sumiso.

-Me va a costar mostrar mis sentimientos en estos temas… ya te lo dije. Pero lo intentaré, te lo prometo- En su voz ya no había aquel tinte de rabia contenida o de tristeza, la calma real volvía a él. Y si aún quedaba algún resquicio, el beso terminó de eliminarlo por completo. Sasaki se inclinó hacia la chica para que aquel beso no terminase o para que el menos durando unos segundos más, sin dejar de sorprenderle como aquel contacto podía aliviar la carga de lo que había sucedido.

-Lo haré- Ante ti, al menos, puedo intentarlo- Y lo intentó confesándole algo que le incomodaba de todo aquello- No quiero luchar contra Hana. Mi forma de luchar… tendría que meterme dentro de su mente y no sé si encontraré a quien la maneja o en parte recuerdos de ella- Desvió la mirada hacia su anillo- Si se da el caso debería gastar el poder de Sakura en ella, pero no quiero que sea así- Alzó la vista para dirigirla a los ojos rojos de Ileana- Si llega el caso, quizás necesite que me cubras tú. Confío en que podría mantener la calma pero… sería tentar a la suerte.

Tras confesar eso, se acercó más a ella y la envolvió entre sus brazos, dejándolos a la altura de su cintura y acercando su rostro.

-Aún así, no quiero pensar en eso ahora- No quiero estar siempre pensando en los desastres que parece que nos suceden de continuo- Su mente necesitaba un instante de tranquilidad, había acumulado muchas cosas a lo largo de los días y de por sí era una persona que tendía a pensarlo todo excesivamente. Se le estaba acumulando todo- ¿Podemos… simplemente quedarnos así un rato? Quiero estar contigo- Y en paz.

Despertar tras la incursión. Habitación de Sasaki. 

A veces Ileana no podía evitar ver a Sasaki como un niño aprendiendo de sí mismo y de cómo lidiar con los demás. Ella no era un buen ejemplo de inteligencia emocional ni de madurez sana, pero ver esos detalles en otros era más fácil que en uno mismo al final de todo. Se limitó a escuchar y asentir cuando este mencionó que no le gustaba gritar ni quería afectar al bando, sonriendo levemente de lado porque ella sí lo haría bajo ciertas circunstancias sin dudar. ¿Y si debía decidir entre su hermana o algún miembro del grupo? No todo era blancl6y negro.

Y, por supuesto, ella no estaba exenta de la luz y la oscuridad en su interior. Aunque quería mejorar como persona, ver al japonés en esa actitud le reconfortaba y al mismo tiempo le causaba una especie de placer que intentaba canalizar de una menor manera, mas le costaba porque recaía en los vicios de su pasado como una mujer manipuladora. Todo llevaba su tiempo y antes de que sus pensamientos automáticos cambiaran a unos menos a agradables, se tocó el tema de Hana. Eso fue suficiente para detenerlos y olvidarlos, asintiendo ante su petición.

-Deja como último recurso que debas pelear contra ella. Puedo hablar con Xiao, incluso Razvan, y hacer algo contra ella para que no te involucres directamente-una cosa era que Ileana quisiera irse directamente contra Lu Feng y otra diferente era Sasaki contra Hana-. Pero te cubro cuando llegue el momento.

A ella le hubiese gustado seguir hablando de eso, pero la petición del ojiverde mientras se acercaba fue clara. Nuevamente Ileana asintió y parpadeó rápido unas dos veces para aclarar su vista. Le acompañaría a ver a Su Wen una vez que estuviera listo, pero no entraría a la habitación para respetar privacidad y aprovecharía para ver a alguien más. 

La cercanía de Sasaki y la forma en que la abrazaba fue un disparador rápido para ella corresponder al abrazo y dirigir sus labios al cuello del japonés.

-Si eso es lo que quieres... - contestó besándolo de esa manera. Ella también quería olvidar, dejar a un lado los recuerdos, sus miedos y la oscuridad que seguían lastimándola. Se avecinaban combates mortales, decisiones importantes y despedidas amargas... No tenía nada de malo estar con la persona que quería como preámbulo y más si compartían los mismos sentimientos. Con sus ojos cerrados y en intimidad con Sasaki, Ileana derramó una pequeña lagrima silenciosa. No quería que este momento se acabara. 

Tres días después del ataque al refugio. Reino de Raz

Asintió, lo habían placticado antes en efecto. Cuando ella esbozó la risilla de resignación él sencillamente esbozó media sonrisa. Negó despacio después.

La esperanza no es práctica.

Concluyó. Alzó ambas manos para mostrárselas.

Esto queda. Unas manos para conseguir dar forma a nuestros sueños. Las esperanzas son para aquellos que forjan sus deseos. O al menos eso creo.

Después asintió y, esa vez, sí puso una mano en su hombro.

Haremos lo que esté en nuestra mano.

Le guiñó un ojo, tal cual había dicho instantes atrás, manos. Eso quedaba cuando la esperanza se iba.

La luna está hermosa.

La mirada en efecto se había perdido hacia una luna llena brillante. ¿Cuándo había aparecido? Allí siempre era de noche. Con un movimiento de la mano un portal se abrió. Después sin dejar de mirar hacia aquel plateado astro despegó los labios.

Algunas alcobas están ocupadas por convalecientes. Habrá alguna doncella en la puerta que te informará para que puedan reposar, eres libre de disponer del resto del castillo y tendrás una doncella para cubrir tus necesidades. Eso sí, son un tanto metiches.

Tus padres y Soleil te prestaron especial atención mientras explicabas la historia de tus encuentros con Alix. Era extraño incluso verles dedicarte atención para algo así, ¿verdad? Pero te escucharon y ni siquiera intentaron interrumpirte ni desviaron su mirada. Se mostraban sorprendidos en unas ocasiones, preocupados en otras, y así escucharon todo lo que les contaste.

Camille fue la primera que habló cuando volvió a acariciarte el brazo – Dudo que ella te deteste. Si fuera ese el caso, no te estaría ayudando, o a nosotros, ¿verdad? – y siguió consolándote de esa manera tan maternal que te había sido negada al crecer. Parecía algo dolida, sin embargo. ¿Sería por el recuerdo de su embarazo? -. Nosotros no la recordábamos hasta hace poco. Lamento haber sido tan débil – y sus ojos se tornaron llorosos.

Ivo, por su parte, se quedó pensativo sobre algo – Hay algo que… habíamos olvidado, pero realmente no pensé que fuera importante. Antes de que regresaran de la batalla, una figura luminosa apareció en el cielo, pero era como si fuera un ángel. Nosotros pudimos verla a través de los monitores y fue… extraño. Irradiaba una paz antinatural. Cuando desapareció, todos los enemigos y sus cadáveres habían desaparecido con ella. Se me hizo familiar, pero ahora que lo pienso… ¿Crees que pudiera ser Marysel? -.

Ariana solo asintió a lo que Râzvan le dijo a Aragi sobre las elecciones que se toman en la vida. Sin embargo, se mostró algo confundida cuando este le dijo lo último. Le sonrió y habló con paciencia y con esa expresión gentil que tanto encantaba a su público.

- Si hablas de mi maestro, él está mejor descansando con sus ancestros. Si hablas de nuestro compañero guardián, creí escuchar de tus maids que él fue devuelto a la base, pero no está en un estado mental óptimo. ¿Me equivoco? – y esperó a que este aclarara sus palabras.

La pelirrosa miró a Aragi cuando este parecía por fin comprender lo que esta le decía. Fue entonces que le dijo tras un suspiro – Aunque aún no lo admites en voz alta, veo que lo comprendes. Solo asegúrate de tener clara tu decisión – y le  despidió con la mano. ¿Se marcharían los dos? ¿Aragi se iría sin terminar su té?

Reino de Raz, un rato después de la incursión de los destructores

No, no te equivocas. Disculpa.

Se disculpó honestamente. Claramente se había desorientado con los nombres, los nombres orientales sonaban todos bastante similares para él, debía prestar más atención.

Raz se quedaría con ella después de la marcha de Cid, al fin y al cabo tenían un te a medias y posiblemente ella no querría quedarse sola, sin embargo si le daba la más mínima señal de necesitar espacio, se marcharía respetando su decisión.

Dos días después del ataque al refugio. Habitación de Ileana.

La atención recibida por su familia, en especial de sus padres, continuaba causándole bastante ruido sin llegar a la incomodidad, simplemente no estaba habituada. Sin embargo, le agradaba y no lo negaría, pues experimentaba de primera mano lo que observaba en años anteriores el cómo mostraban afecto a Soleil y a Dean y a otros compañeros suyos de escuela. Ya no era como ver una película donde era una espectadora, sino parte dé.

-No... no fuiste débil-le contestó a su madre suspirando y dejándose abrazar. El pecho le sobrecogía por todo, incluso entablar una conversación tranquila con todos-. El poder que tienen ellos es inmesurable, pero hay... fallos. Cuando me regresaron con ustedes se supone que tenía rastreadores en mi cuerpo, pero hasta hace poco se eliminaron de mi cuerpo. Aún no sabemos cómo fue posible, pero de ser así... es que hay fisuras que podemos aporvechar, ¿no?-Ileana miró de reojo a sus padres y su mirada rojiza, antaño pesada e intimidante, atisbaba de melancolía-. Además... estamos aquí hablando como una familia normal luego de... toda una vida-la suya, por supuesto. Aún quería preguntar unas cosas, pero la presencia de sus hermanos menores le hacían callar tales interrogantes. 

Luego procedió a escuchar a su padre y aquella descrición concordaba con lo que Alix había hecho, pero luego su mente hiló lo de "Ángel" y "Paz antinatural" y frunció su ceño. ¿Marysel era una invocadora también? En medio del afecto de Camille, Ileana comenzó a morderse la uña del dedo pulgar con una intensidad poco controlada. No se lastimaría a sí misma, pero la frustración de las cosas que sucedían sin control la incordiaban.

-Cuando.. la secuestraron, por un momento pensé que lo habían hecho por mí. Ja, Aristóteles es una mala influencia-esbozó una sutil pero amarga sonrisa que reforzaba más su visión de que no era una invocadora que valiese la pena. Por supuesto, en una situación de mente clara y sana aquellos pensamientos no tendrían lugar, pero la francesa seguía conservando atisbos tóxicos que buscaba eliminar-. Por un tiempo pensé que sería liberada como el resto que había sido secuestrado, pero si resulta que tiene una invocación de ese estilo...-Marysel era alguien de potencial valioso. ¿Desde cuándo sabían que ella no era una persona normal?-. ¿Hay grabación? Me gustaría ver la figura.

Se dio cuenta que se mordía la uña y dejó de hacerlo. Observó lo maltratado que quedó aquella parte de su dedo y un pensamiento muy profundo surcó su mente para luego sumergirse en las profundidades de su inconsciente. 

Mi invocación no sirv...

-Y... hay algo que quisiera saber-miró a todos paa luego acariciar la cabeza de Dean. ¿Estaba más tranquila porque Huo estaba allí?-. ¿Qué les hicieron y cómo es que pueden... ser libres?-ante la pregunta miró a sus padres. Aún tenía curiosidad de cómo era que dejaron de estar bajo la influencia o control de Yggdrasil luego de todos estos años... y por qué hasta ahora.

Reino de Raz, un rato después de la incursión de los destructores

Aragi se marchó y Ariana le dijo a Râzvan que estaba bien si se quedaba. Realmente, después de estar tanto tiempo solo con las maids del peliblanco, tener a alguien con quien hablar que fuera del exterior le aliviaba. También era cierto que la conversación la había dejado algo desanimada, así que prefería poder hablar un rato con alguien para distraerse.

Camille se dejó consolar por ti en ese momento y te sonrió cuando quisiste reconfortarla. Luego te escuchó algo preocupada y miró a Ivo, quien se llevó la mano al mentón. Este se veía meditabundo – Vaya, así que hasta ese punto interfieren con quienes capturan… Quién sabe qué atrocidades harían si aún tuvieran esos rastreadores en tu cuerpo. ¿Y los demás los tienen? – te miró algo inquieto – Porque eso explicaría que encontraran este lugar -.

Ninguno de ellos pareció comprender a qué te referías con la mención a Aristóteles. A lo siguiente dijo – No es necesario que tenga una invocación. Hay… personas que son compatibles con ciertos espíritus así nunca hayan desarrollado una invocación propia. Tal vez ese poder venga de un poderoso espíritu antiguo porque… ese poder no es de un espíritu ordinario – y miró al pequeño Huo en tu hombro -. Es un poder que puede competir con el de Huo. Y con respecto a la grabación, tendrías que preguntarle al jefe de este lugar. Recuerda que nosotros solo somos refugiados – sonrió algo resignado Ivo.

A la última pregunta, Ivo dijo – Eso fue durante el combate que tuvimos en la plaza. Al principio, se trataba de una especie de despertar parcial que se realizó cuando nos visitó Marysel, pero luego… Caín nos liberó durante la batalla que tuvimos en la plaza. Después de todo, él es el invocador mental más fuerte hasta el momento, ¿no es así? Es difícil encontrar un sello que él no pueda romper. Lo hizo para que pudiera luchar a tu lado -.

Dos días después del ataque al refugio. Habitación de Ileana.

¿Qué habrían hecho con ella de tener los localizadores? Ya la habían atacado en su universidad y en el refugio, así que dieron con su paradero y el de los demás. 

-El señor Ishiguro dio a entender que había sido por Lu... - se interrumpió no por tristeza de que su amigo haya dado la información, sino por recordar lo último que vivió con él, reflejando un temor arraigado que duró solo unos segundos. Le pesaba rememorar con terror con quien había compartido buenos momentos-. Debido a que estaba siendo controlado, pero igual... Ya saben de este lugar y pueden regresar. 

Comentó Ileana apesadumbrada porque no resistirían otro ataque si decidiesen ir nuevamente. ¿Podría defender mejor? ¿Moriría de nuevo y sería definitivo? 

La francesa optó por seguir escuchando de la compatibilidad. Eso tendría más sentido con Marysel, por lo que entonces debieron experimentar con humanos para encontrar aquellos capaces de hacer un pacto o conexión. Miró a Huo por un momento, triste de no soportar su poder y que el fénix sería sellado aunque fuera por voluntad propia. Aún así.. 

-Dudo que quiera mostrar los videos... No solo por su forma de ser, no creo que haya tiempo. Tarde o temprano iremos a pelear, tendremos que combatir contra ellos una vez más-dijo Ileana con una determinación amarga. Seguía sin verse como una heroína aunque una vez Lu Feng dijo que se comportaba como una guardiana... Una guardiana qué él asesi...-¿Crees que el poder que tiene Marysel haya influenciado? Si pregunto... Es solo porque... Aunque Ji-Caín logró hacerlo-se corrigió. Recordar al peliverde la puso triste-. ​​​​​​... ¿Qué garantiza que esto se mantenga al volver? ¿Y si... es temporal? ¿O ahora el objetivo es Soleil o Dean? ¿O si yo no regreso...? 

O si yo no regreso viva y no podré volver a sentir su amor.