A Sasaki se le dibujó una ligera sonrisa al ver el entusiasmo de Hana. Después al escuchar su pregunta se llevó una mano a la barbilla pensativo.
-Pues… para seguir con la temática de deidades en los nombres clave, el tuyo solo podría ser Uke Mochi, diosa de la fertilidad la flora y la fauna- La miró divertido- Eso si también quisieras optar por uno japonés, pero sino yo te pondría Demeter- Asintió ante sus propias palabras- Tiene mayor presencia y creo que te pega más- Además recuerdo la historia de la deidad japonesa y era un poco macabra.
-¿Caín?- Me gusta. Mucho- Es adecuado. Gracias, sería un poco ridículo pertenecer a una organización y no saber su nombre- Dijo medio en broma, aunque a Sasaki nunca se le interpretaba bien si estaba o no de broma dado que mudaba poco su expresión facial. Sin querer, por supuesto.
Al ver que Hana se intentaba poner en pie, Sasaki le tendió el brazo para ayudarla, mientras asentía a aquella explicación- Era como suponía entonces. Es un poder interesante.
-Iré entonces a ver donde me lleva este sitio- Dijo mientras se giraba hacia la salida y sonreía, más para aquella puerta que le llevaría a su destino, intrigado, que para la joven- Hablamos luego, recupérate. Y si necesitas algo de mí, piensa en que quieres verme y ya te llevará este sitio- fascinante- ¿no?- Eso último lo añadió también en broma, aunque que la chica entendiese o no el tono quedaba fuera de las habilidades sociales de Sasaki.
Se encaminó hacia la salida- ¿A quién de los dos que he conocido quiero encontrarme?- Le dio vueltas un segundo- Con Tao tengo pendiente agradecerle que me salvase la vida y quizás fui un poco suspicaz la primera vez- Lo pensó mejor, no podía mentirse a sí mismo, lo que realmente le fascinaba era el poder de la chica rubia y su experiencia como sujeto experimental como Jin y él mismo acentuaba su curiosidad.
-Bien, pues… a ver a Wuying. Espero que no esté ocupada
- Me gusta Deméter – sonrió -. Así que si llega el momento, lo mencionaré para que quede – y te guiñó un ojo. El comentario sobre lo ridículo que era que no conocieras el nombre de la organización le fue un poco indiferente -. No es tan descabellado. Hace poco no recordabas haber estado en el mismo lugar que Anubis, ¿verdad? Es así con todos los que rescata. Debe restaurar su memoria para luego ver si se unen a él o prefieren volver a su vida normal – levantó los hombros restándole importante al asunto.
Poco después, te despediste de ella y te agradeció cuando la ayudaste a levantarse. Aunque rio – Bueno, aún debo reposar mi pie, así que creo que solo esperaré tu visita. Por lo tanto, espero que vengas a ver a tu Senpai – sonó severa en esa última oración, pero luego rio y te dejó marcharte.
Apenas tomaste una decisión y cerraste la puerta de la habitación de Hana, las paredes de ese lugar comenzaron a brillar y el pasillo empezaba a reacomodarse, acortando la distancia y reorganizándose para darte paso. Al final, llegaste al lugar que parecía una discoteca y viste que Wuying estaba allí, fumando un cigarrillo con la mirada perdida en alguna parte de la habitación. Sonaba música rock en el fondo y ella se veía pensativa. Tomó una calada más de su cigarrillo y fue entonces que notó que estabas allí. Te sonrió – Despertaste pronto. ¿Pudiste descansar adecuadamente? – preguntó con calidez.
Le había agradado la charla con Hana y saber que la chica estaba bien, aunque no tenía dudas de esto último teniendo en cuenta el arreglo que le habían hecho a él mismo.
Tras despedirse con amabilidad de la joven y hacer una inclinación de cabeza y dedicarle una sonrisa ante sus últimas palabras a modo de respuesta, Sasaki se encaminó por aquellas paredes cambiantes hacia su nuevo objetivo.
Al llegar a la discoteca volvió a mirar a todos lados, aquella sala parecía una de las salas “comunes”, o eso creía él- ¿Quién habrá decidido hacer de esto una discoteca?- Miró a la chica rubia que fumaba perdida en sus pensamientos- Quizás no sea una sala común y sea la habitación de ella- Deshecho esa idea al ver que no había cama. Se acercó a la chica.
-Wuying ¿verdad?- Estudió la figura de la joven, como solía hacer con todas las personas, aunque a algunas las incomodase era una manía que tenía, como intentando analizar qué clase de persona tenía delante- Si, ya estoy recuperado. Del todo- Dijo a la par que acompañaba esta última frase de una mirada cómplice, haciendo referencia a que también había recuperado sus recuerdos- Quería verte para presentarme como es debido: Soy Sasaki Ishiguro, creo que a partir de ahora estamos en el mismo bando- Le dedicó una sonrisa ladeada y se fue a apoyarse en una de las mesas que había en la estancia a la vez que volvía a pasear la mirada por la misma- Este… ¿Es tu poder? Es espectacular- Añadió sin esperar respuesta- Por cierto, gracias por la habitación, es mucho más bonita que la que tenía.
La rubia asintió cuando dijiste su nombre con una sonrisa amable, aunque podías ver en sus ojos algo más... Tal vez era tristeza, aunque al no conocer lo suficiente a la chica, no sabías con exactitud de qué se trataba. Un cenicero apareció del sofá y dando una última calada a su cigarrillo, lo apagó para botar el humo hacia arriba y luego mirarte. No quería que pensaras que no le interesaba lo que tuvieras por decirle - Me alegra que te encuentres bien - y comprendió tu mirada y sonrió de lado, aunque bajó la mirada un poco melancólica.
- Es un placer, Sasaki, y bienvenido. Es bueno que te gustara tu habitación. Fuiste bastante exigente - se rio ligeramente -, pero supongo que solo querías ver si no lograba algo, ¿no? - te guiñó un ojo. Su coquetería parecía natural -. Yo quería crear un refugio donde ellos no pudieran alcanzarnos y que, de hacerlo, no les fuera tan sencillo encontrarnos. Este lugar se reorganiza según quienes estén en la dimensión. Es el refugio ideal, ¿no crees? - pausó un momento para añadir -. Por cierto, ¿te quedarás aquí o planeas regresar a tu vivienda? Sin importar lo que decidas, esa seguirá siendo tu habitación -.
Sasaki se llevó una mano a la nuca y se sonrojó ligeramente ante las palabras de Wuying y el guiño que le dedicó- Es perspicaz, ha pillado mi intención al vuelo.
-Si... perdona por eso, soy bastante suspicaz y todo esto me pillaba un poco nuevo. Me has sorprendido mucho- confesó finalmente. Y era cierto, su petición había sido una forma de testear el poder de la chica, de ver de qué era capaz.
Algo le llamó la atención en el discurso de Wuying y abrió ligeramente la boca para dar salida a su curiosidad:
-¿Dimensión? ¿No estamos en un sitio… real? ¿Algo así como un limbo?- Quería comprender ligeramente aunque fuese el poder de aquella chica, básicamente porque se encontraba dentro de sus creaciones, aunque también simplemente por pura curiosidad, pues a fin de cuentas era un poder bastante más extraño que el que había mostrado Hana o las dos mujeres que lo atacaron- Si, es perfecto- Asintió respondiendo a la pregunta con una sonrisa recordando su tocadiscos- Un sitio que se adapta a sus inquilinos, que puede crear estancias a placer y que está fuera del alcance del enemigo- Miró fijamente a Wuying pero con el rostro relajado- Esta mujer debe de ser uno de los efectivos más importantes que tienen… que tenemos- Se corrigió mentalmente.
-Creo que me quedaré aquí, ya saben donde vivo así que sería un peligro innecesario volver. Además cuanto más tiempo ande por aquí más rápido me adaptaré- Recordó algo entonces- Aunque tendría que pasar por mi casa a por mi violin...
Se apartó entonces de la mesa donde estaba apoyado y dio un par de pasos hasta el centro de la estancia
-No quiero robarte más tiempo...- dijo dudando ligeramente, pues no sabía interpretar a aquella chica, si prefería estar sola o no. Más aún recordando la historia que le contó Jin.
La rubia rio simpática ante tu disculpa - Descuida. No es la primera vez que hacen algo así -. La conversación siguió su curso y, mientras planteabas tus propias dudas, la chica te escuchaba. En verdad parecía que no le incomodaba en absoluto lo que decías, aunque podía ser más el hecho de que estuviera acostumbrada a ese tipo de inquietudes sobre su poder.
- Por el contrario, es un sitio real, solo que está en una dimensión diferente. Es mi propia dimensión de bolsillo y yo pongo las reglas aquí - dijo serena. No lo decía de manera presuntuosa, aunque cualquiera que escuchara lo que ella acabara de decir, podría tomarlo como exceso de confianza. Sin embargo, ya habías visto cómo funcionaba, así que no sonaba a exageraciones. Se alegró de ver que estabas de acuerdo, pues para ella había implicado un esfuerzo importante crear un lugar que se ajustara a sus necesidades, no solo en cuanto a refugio, sino a vivienda, pues no serían ellos dos los únicos que vivirían allí. Sobre el violín, asintió - Solo te recomiendo que lo hagas acompañado. Yo podré transportarte a tu trabajo, pero es importante que cuentes con un refuerzo por si aparecen los destructores. Los ataques han aumentado estos días - dijo bajando la mirada y tomando una calada más. Entonces, la última oración que le dijiste la tomó ligeramente por sorpresa, pero no discutió -. Está bien. Ha sido un día difícil también para ti - y quitó la mirada para seguir fumando en tranquilidad.
Pasaron dos días más y volviste a tu trabajo. Hana aún estaría fuera unos cinco días más para poder descansar su tobillo, pero estaba bien. Iba a visitarte a tu habitación de vez en cuando y, cuando le dijiste que te mudarías allí, ella se vio algo decepcionada, pues no podía aún retirarse de la vivienda. Ya había pagado el mes de alquiler, así que estaría allí hasta fin de mes. No eran sino dos semanas más, pero se veía triste. Su Wen te recibió con una cara enorme de alivio y te abrazó, estrujándote contra su cuerpo de manera... cercana. Decía estar muy preocupada y que creyó que les habría pasado algo peor. El local había sido altamente dañado, por lo cual tendrían que limpiar mientras trabajadores del estado reconstruían las fachadas afectadas por "el ataque terrorista". No estaba demasiado lejano a la realidad, pero sabías bien que tampoco era acertado.
Para volver al refugio, Wuying y tú llegaron al arreglo de que esperaría por ti en un callejón cercano para abrir allí el portal para que pudieras regresar. En una de esas, fuiste por tus cosas antes de regresar al trabajo, por lo que tardaste más de lo usual y notaste a la rubia especialmente ansiosa de tener que esperar demasiado allí. Se veía casi asustada, aunque si le preguntabas, negaba todo y le restaba importancia al hecho. A la semana siguiente, Hana regresó al trabajo y dijo que una semana más tarde, podría también trasladar sus cosas al refugio para poder estar cerca tuyo. Era tu apoyo, así que debían permanecer tan cerca como fuera posible en caso de otro ataque, aunque la semana transcurrió sin contratiempos. Cuando menos lo notaste, pasaron dos semanas en las cuales no pudiste ver mucho a Jin. Según los hermanos, los ataques en la ciudad habían aumentado y este estaba ocupado con los refugiados. Según te dijeron, pronto podrías conocer a los que como tú se unieron a Caín. La batalla real apenas empezaba a tejerse.
- FIN DEL PRÓLOGO -