Partida Rol por web

Con esa sutileza que le caracteriza, Edvard agarra delicadamente a Touda y, con una precision digna de un cirujano, efectua un bello lanzamiento, apuntando a esa entrada situada a 8 metros de altura

Tras un pequeño golpe (pierdes 3hp) Touda queda ubicado en el interior del agujero. Mientras, el resto del grupo sigue sufriendo el acoso de los esqueletos, pero, movido por reflejo mas que por otra cosa, Edvard logra mantenerlos a raya

---¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Maldito viejoooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!- le grito mientras soy lanzado por los aires y atravieso el agujero sin casi proveblas- Agh, estúpido viejo, como se atreve...-digo mientras veo mi estado, por suerte solo tenia algunas heridas sangrantes sin importancia así que me levanté y comencé a observar mis alrededores mientras las heridas se cerrraban por si solas

Lo primero que notas cuando miras a tu alrededor es que esto es una especie de cueva natural o, por lo menos, no esta con un suelo bien tratado como la estancia de abajo. Miras como un largo camino asciende, con un pequeño brillo al fondo, pero no parece haber mucho mas que decir, ademas de la molesta humedad

Parece que no habia enemigos así que  era el momento de actuar, rápidamente me quitos los pelos de Aryken y comienzo con ellos a trazar una cuerda y a continuación hago un nudo con ello en un saliente y lo lanzo por el hueco.

---¡Rapido, subid por la "cuerda"- digo haciendo enfasis en a palabra cuerda

¿Habrá acertado con la brecha, habrá estampado el muchacho contra la pared? Preguntas sin respuesta que cruzan la mente del artista marcial mientras continua entreteniendo a la horda de enemigos. No le quedará otra que entender la ausencia de insultos hacia su persona se traduce en acierto.

Al escuchar algo sobre una cuerda, se toma el lujo de voltearse un instante para tener un plano más concreto de la situación, sorprendiéndole el hecho de que la cuerda no sea otra cosa que uno de esos hilos con los que el chaval combatía momentos antes. Desconoce la resistencia de estos, pero está claro que subir en esas condiciones tampoco iba a ser precisamente sencillo.

¡Que se acerque el siguiente en subir! –exclama, por si alguno de sus compañeros prefiriera la vía aérea.

No se detiene en su cometido de mantener a raya a los no muertos, repitiendo en esta ocasión esa serie de barridos con la que despeja la zona y deja vía libre para un posible lanzamiento más.

 - Podrías avisarle, eso tiene que doler. - Mi diestra pasó por mis cabellos para dejarlo como antes, perfectamente peinado. - ¿Por qué no se arrancará los suyos? -

Quedé pensativo, no sabía si subir por ese hilo que posiblemente cortara mis manos, a parte que no sabía subir igualmente o... viajar rápido pero duro con Edvard.

- Ains... Que remedio... - Bufé con los ojos cerrados resignado.

Caminé en dirección al conserje, me puse frente a él sin decirle nada, giré sobre mi mismo dándole la espalda. - Cuando quieras. - Mis labios le avisaron de que estaba listo, mientras mis ojos estaban cerrados.

Fuera como fuera, esperaba llegar a lo alto.... vivo.

Una vez apartados los enemigos y habiendo escuchado tras él el consentimiento de uno de sus más antiguos compañeros, se gira para repetir el mismo procedimiento que momentos antes realizó con el alumno. Una mano en la muñeca, otra en la espalda… y segundos después Solomon puede notar el aire húmedo de la caverna deslizándose por su rostro. Tal vez sea ahora buen momento para abrir los ojos y llevar a cabo su estrategia de aterrizaje.

-Diablos! Edvar, trata de hacerme aterrizar mejor que a Touda! le dijo casi con desesperacion. Luego sacudio la cabeza y tomo un par de pasos de carrera.

Corrio en direccion al grandote, y a unos metros dio un salto en el aire, lanzandose en direccion a el (o mejor dicho, a la de su brazo mecanico).

Durante todo el camino hasta la celda y durante aproximadamente una hora dentro de ella, Yuto se mantuvo callado y pensativo. Ya no estaba llorando, pero se le notaba bastante triste. Cuando parece que ya se ha calmado, te mira con tristeza 

-Perdon...-fue lo primero que te dice-Esto no tenia que haber acabado asi, tendria que haber sido un "entrar, rescatar y salir", no un "entrar, emboscada y quedarse aqui"

Con una sonrisa en la cara, como si disfrutara la situacion de lanzar compañeros por los aires, Edvard vuelve a proporcionar un "ascenso" a sus compañeros. A continuacion, todavia sonriendo, se acerca a la pared y, motivado por la situacion, improvisa una singular escalera con la que subir

Una vez todos arriba, notais que los esqueletos se acerca al muro, pudiendo escalarlo de igual manera que hizo Edvard, aunque por alguna extraña razon, retroceden y vuelven a esconderse dentro del lago.

Por el otro lado, el "camino", si se puede llamar asi, no parece algo artificial, mas bien una gruta natural o algo asi. Es poco espacioso y, a medida que se avanza, se va estrechando, es probable que el ultimo tramo haya que ir arrastrandose para avanzar. Sin embargo, hay un pequeño resplando al final del tunel, lo que significia que hay una salida

De repente, Ueman es atraido misteriosamente hacia atras, quedando sujeto por el cuello por una extraña figura que antes no estaba ahi.

-No se quienes sois, ni me interesa saberlo-dice con un tono de voz muy pausado y monotono, casi con desgana-Pero no recuerdo haber visto vuestros nombres en la lista de empleados, no podeis estar aqui-y, con la otra mano, lanza "algo" hacia Mune. Aunque, por desgracia, entre la sorpresa y que tenia un rehen, no pudiste esquivarlo, por lo que acabas volando hacia el otro lado de la habitacion, quedando inconsciente

Me quede en silencio sentada en la celda, apoye mi cabeza sobre mis rodillas, no era capaz de mirar a Yuto, la imagen de Espada mientras los ácidos le caían encima… No podía perdonarme a mí misma. No tenía que haber salido así.

No habíamos conseguido rescatar a nadie, el único que quizá estaba vivo ya no lo estaba y para colmo ahora éramos prisioneros. Todo salía mal.

En ese momento escucho las palabras de Yuto disculpándose. Me quedo un momento callada sin saber que decir.

-¿Por qué? ¿Por qué te disculpas…? -levante la cabeza de mis rodillas y deje ver un rostro lloroso, era incapaz de quitarme de la mente la imagen de la cabeza.- Yo… Espada… No tenia que haber sido así, yo... no quería…- Un sollozo me hizo interrumpirme.- Si tan solo hubiéramos llegado mas rápido… si no te hubiera hecho esperar tanto…

Escondí de nuevo mi rostro compungida por lo ocurrido. “Solo quedaba Espada vivo y yo… lo mate… entre intentando ayudar para… esto…”

Al poco de entrar, notas que algo va mal. Miras a tu alrededor y todo parece en orden, si no fuera por la puerta de entrada destrozada y la de los empleados arrancada totalmente. 

Al acercarte a dicha puerta, notas un olor a muerte y, al acercarte con cuidado para observar, descubres a Mune en el suelo. No hay rastro de Ueman por ningun lado.

Corro rápidamente hacia Mune, tirada en suelo mientras observo a mi alrededor. Demasidado acostumbrado a esta sensación de muerte a mi alrededor estoy como para pasar de lo que ocurre a mi alrededor mientras ayuda a mi compañera.

Me aseguro tanto de que está consciente y de que no tiene heridas graves. De lo contrario, utilizaré mis habilidades de ki para sanarla lo mejor que pueda sin gastar demasiado mis reservas. Volar por la ciudad ya me ha consumido lo suficiente como para tomármelo a coña

- Qué demonios ha pasado Mune? No es precisamente fácil dejarte en este estado...- comento preocupado, mientras examino que su cuerpo esté en buen estado

Pasa el rato en silencio. Parece que ninguno tiene ganas o animos para hablar. 

No sabes cuanto tiempo ha pasado, tal vez minutos, u horas, o dias. Aqui todo era igual de oscuro y silencioso, y parece que no se iban a molestar en traeros algo de comer, por lo que ni siquiera podeis saber cuantas comidas os habeis saltado.

De pronto, un sonido de alguien corriendo suena. Al rato aparece una vieja al otro lado de los barrotes de la celda

-¡TU!-te grita-¿Como has salido? Despues de deshacerme de la basura, te he visto correr por la ciudad, ¿como lo has hecho? ¿Eres una ilusion? ¡Eso es imposible!

Nuevamente, las cadenas invisibles te obligan a levantarte y acercarte, lo que hace que la vieja te agarre por el cuello y te mire de cerca

-No se lo que eres... pero vamos a averiguarlo en seguida-sonrie maliciosamente-Y tu tambien te vienes, hoy ha sido un buen dia, tengo 5 nuevos juguetes y estos dos de aqui parecen ser especiales

Mientras Yuto os sigue, obligado por esas cadenas invisibles que os aprisionan, la vieja te arrastra, agarrando tu ropa, temiendo que seas un ilusion o que te escapes 

-Deberías preocuparte más por el cabreo que llevo encima que por las heridas que no tengo.- Le enseño mi brazo, que tiene un pequeño raspón por la caída que desaparece en segundos por sí solo, antes de que Ikki pueda hacer algo para intentar curar. -No has visto a un encapuchado? Se llevó a Ueman, y...- Aparto la mirada entrecerrando los ojos. -No le digas a nadie que me ha tumbado...

-GGRRAAAH!!!- Me está dando bastante trabajo controlar las ganas que tengo de reventar toda la posada con una buena explosión. Despliego mis alas y saco de nuevo mis espadas, lista para lo que se venga. -No quiero perder más tiempo en este lugar asqueroso. Vamos.- Se nota claramente que me brillan los ojos y un aura de energía se empieza a acumular a mi alrededor.

¿Yo… que?- Por un momento no entiendo nada pero según voy siendo arrastrada mi mento va uniendo hilos “¿yo fuera? ¡Claro! Ya he llegado al pueblo, supongo que dentro de un rato será mi encuentro con Baba. Entonces… el homúnculo, aun estoy manteniendo el hechiz,o si tengo suerte aun puede que esté en la puerta y avise al grupo.”

“Tengo que conseguir tiempo de alguna forma” Justo en el momento que empezaba a intentar planear algún plan mi cabeza colapso ante un comentario de la nigromante. “5 nuevos juguetes y estos dos…”  Capa, guantes, botas y espada… Yuto y yo… ¿cinco? Eramos seis…¿Nosotros estábamos entre esos cinco? ¿Quien faltaba entonces? ¿O no nos esta contando y tal como me temí cuando me encontré con Yuto hay mas victimas?

Estoy cansada, casi no tengo magia ya, y estas cadenas… intento moverme y resistirme a ellas pero me es inútil. Sigo siendo arrastrada detrás de aquella anciana. No puedo coger ninguno de mis pergaminos y aunque pudiera ahora mismo no recordaba ninguno que me pudiera ser útil. Realmente me siento totalmente impotente. Hacia mucho que no me encontraba en una situación tan mala.

Realmente, conociendo a Mune, alguien capaz de tumbarla debe ser bastante fuerte, o tener una suerte fuera de este mundo, por otro lado...- Debes tener cuidado con estas caías Mune. A tu edad las caderas ya no aguantan tanto como antes.- suelto una gran risotada mientras la ayudo a levantarse

- Tu conoces a nuestro objetivo, así que te sigo. De todas formas...- mientras continúo detrás de ella.- Hace cuanto pasó esto? Hay varias "Zonas vacías".- haciendo incapié en esta parte.- por lo que si no consigo detectar el aura de Ueman es muy probable que esté en uno de estos lugares. Y donde está el resto del mundo? No os encontrábais todos juntos en esta posada??

-Mis caderas están EN PERFECTAS CONDICIONES!!- Una descarga de energía pasa muy cerca de Ikki, fallando a propósito, e impacta contra la otra pared dejando un enorme hueco. -No entiendo nada de lo que pasó, de golpe me atacaron por sorpresa y Ueman ya no está. Hay que encontrarlo y rápido.

-No tengo ni idea de dónde están los otros, llegamos hace un rato y no vimos a nadie... Durante cuánto tiempo estuve inconsciente?!- El aura de poder se hace cada vez más densa, presiono con más fuerza las espadas en mis manos y aprieto los dientes. -Cuando encuentre al que me hizo esto dejaré cada una de sus partes en dimensiones diferentes.- Respirando fuerte doy vueltas por el lugar, buscando alguna otra salida. -...Había una escalera por aquí...- Regreso al comedor, volando todo lo que se encuentre en mi camino. Cuando me topo con una mesa no me molesto en rodearla, mas la hago estallar. -Con una trampilla...- Vuela otra mesa. -La vimos al entrar.- Lanzo otra ráfaga hacia el mostrador, solo por hacerlo. -Aquí.