Partida Rol por web

Tombstone: Dead Lands

Capítulo 1: Un día en Tombstone

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20/06/2009, 18:44
Dakota

El indio asintió con su cabeza a las palabras del Sheriff y se dirigió a las afueras del poblado. Salió de Tombstone por una callejuela menor, y tuvo que dar un amplio rodeo por las granjas que rodeaban el pueblo antes de orientar su montura hacia el camino que discurría paralelo a la estación del ferrocarril. No conocía mucho la zona, pero la noche anterior habia visto el camino que tomaría la diligencia, y no debería tener problemas para encontrar la vía férrea. Si todo salía bien, retomaría el camino varias leguas fuera del pueblo, donde ya no hubiera curiosos que pudieran causar problemas.

A medida que avanzaba, el aire se iba tornando más limpio, libre del horrible hedor que causaban tantos cuerpos amontonados. Dakota empezaba a sentirse vivo de nuevo. Ahora él estaba en su elemento, y los blancos eran los intrusos.

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20/06/2009, 22:05
Director

Tu salida de Tombstone es discreta y silenciosa. Por los caminos más despejados llegas hasta las afueras. Con paso tranquilo de tu caballo, trazas un semicírculo partiendo desde el noroeste de Tombstone, siempre manteniendo la distancia con la ciudad, hasta que te alineas en su Oeste. No te es difícil de calcular, aunque el sol ha dejado de señalar el Este como una bandera y ya casi está en tu vertical.

Una vez estás en lado correcto del pueblo no te cuesta ver la línea de postes del telégrafo que transcurre desde el centro del pueblo hacia el Oeste. Avanzas hacia ella y te encuentras con la vía del ferrocarril, que va casi paralela al cable. El camino de la diligencia será por aquí, recorriendo la llanura entre los dos medios de comunicación que unen lo que hay más allá del desierto con Tombstone y el resto de la civilización.

Ahora sólo te queda esperar. Hace un buen día, caluroso, pero no especialmente dadas las circunstancias.

El tiempo pasa muy despacio en el desolado y monótono paisaje a las puertas del desierto. Aún así empieza a hacerse más tarde de lo que esperabas. La Wells Fargo había prometido puntualidad y te imaginabas al fiel empleado de la Compañía, el Látigo Hank Bully, a ese predicador contratado y a los demás conspiradores en este asunto con prisas para salir, dando el menor número de explicaciones posibles.

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08/07/2009, 13:19
Dakota

Dakota comenzaba a preocuparse. Ya había pasado demasiado tiempo y aún no había señales de la diligencia. Tal vez había salido a la luz su breve encuentro con ese tal Templeson, y eso podía complicarlo todo. En cualquier caso, el indio estaba ya a una prudencial distancia de Tombstone, y podía sentirse seguro. Probablemente tendría que dar algunas explicaciones a su vuelta, pero decidió ir tomando los problemas de a uno por vez. En su futuro inmediato aparecían suficientes peligros como para mantenerlo ocupado.

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09/07/2009, 18:27
Director

Ya ha pasado la hora prevista de salida, sin ninguna duda, y la diligencia debería haber llegado hasta ti en apenas unos minutos. Van con retraso y quizá haya pasado algo, pero antes de que tengas tiempo para preguntarte qué hacer al respecto...  una nube de polvo se acerca a toda carrera desde el lado de Tombstone.

Al fin, la silueta de la imponente diligencia reforzada en hierro y tirada por seis caballos se recorta en el horizonte Este. A su lado, un jinete cabalga siguiendo el acelerado paso del transporte: el tal James Dunn, ese sacerdote mercenario. El férreo sol del desierto difumina las formas mientras se te acercan, todo parece irreal bajo el calor aturdidor que parece derretir y emborronar todo a la vista.

Sin embargo un espejismo sería más agradable.

Tu inquieta montura se revuelve un instante, sabiéndose en la trayectoria de la veloz e imparable caravana. Es cierto que la velocidad del coche no augura planes de detenerse a corto plazo, no obstante sin duda te han visto y, con la sólida figura de Hank Bully a las riendas, la diligencia se detiene en un tiempo récord al llegar a tu lado junto con su jinete-escolta. Cochero y mercenario te miran dándote la bienvenida al viaje suicida hacia a-saber-dónde.

Por si fuera poco, la cabina parece repleta de pasajeros. Las conspiraciones y manipulaciones del Sheriff y el alcalde no habrán bastado para permitiros un transporte vacio sin armar un follón. Todo el mundo se pelea por tener una plaza en la diligencia hacia el Infierno.

Notas de juego

Paso a nueva escena: Caminos en el Desierto