Partida Rol por web

Los ojos de todos están pendientes del pequeño punto que se aproxima. Pronto a través de la ventana de visión del puente podéis ver una estructura que viene hacia vosotros: se trata de una nave de reconocimiento y carga. La insignia de Tormenta Azul luce sobre su chapa delantera. Una voz resuena por los sistemas de comunicaciones del puente:

- Aquí transbordador Epsilon. Icaro 2, ¿alguien puede oírme?

Justin abre el canal de comunicaciones esperando que funcione. Sin saber muy bien qué decir, permanece unos segundos hasta que finalmente contesta.

-Le recibimos. Tenemos una emeregencia aquí. Repito, tenemos una emergencia. Tenemos daños en numerosos sistemas y hay algún tipo de criatura por la nave que ha estado matando a la tripulación. Envíen un equipo de rescate cuanto antes

La voz contesta:

- Por favor Icaro, concreten situación. ¿A qué tipo de criatura se refieren? ¿Han tenido bajas? ¿Cual es la situación actual de la tripulación y de la nave?

Seth se encoge de hombros mientras le comenta a Justin.

- Dile que lo normal. Un criminal convicto suelto, un bicho simbionte que salió de la bodega...total, todos muertos menos nosotros cinco.
¿O quedaba algún herido? La verdad, ya no lo recuerdo...

Los ojos de negro infinito del ukar están fijos en la imagen del Epsilon, como si no le importara lo más mínimo la relevancia de la información que daba, o las vidas que han sido segadas.

- Yo no añadiría más, de momento.

Da la impresión de que las facciones de Kuklo muestran algún tipo de vergüenza, aunque no podeis adivinar el motivo o si, de hecho, es vergüenza lo que siente o simplemente un desafortunado cruce de señales no verbales entre las distintas especies termina ofreciendo esa falsa impresión.

El gannok pone más antención en examinar el cuadro de mandos que en la conversación. Se rasca vigorosamente detrás de la cabeza. Aparte de eso, permanece en silencio.

Tras un rato calladod Meixar toma la palabra

-Supuestamente ya no hay ninguna amenaza física, con el simbionte y el preso muertos ya no hay nada fisico y vivo que deambule por la nave. Claro que eso era lo menos preocupante.
Lo peor es lo que ahora nuestros ojos no ven. Y eso SI que está vivo.

Diles que nos saquen de aqui, que tienen acceso libre y sin amenazas.

Sentado en uno de los libres asientos, escucha la llamada de la nave de rescate. Cierra los ojos por un momento buscando calma dentro de si mismo una calma que piensa que llegara con la nave que debe recogerlos.
-¿Y que ahi del capitan de esta nave y del cientifico del cual fue la culpa de que todo esto comenzara? ¿Acaso ellos han sido tirados por la borda?
Somos siete supervivientes muy a pesar de mis propias palabras.-Comento secamente mirando a los alienigenes.

Levanto de su asiento asta estar a la altura de Justin, miro el monitor por encima de su cabeza.
-Cuanto mas tienen que hacernos esperar. Has lo que debas pronto, o nuestras luces puede que tambien terminen por apagarse.

Doolbrook, que hasta el momento estaba en silencio atendiendo al inconsciente capitán asiente al Hermano de Batalla cuando menciona su nombre. Los demás parecen percatarse por primera vez de la presencia de los otros dos supervivientes.

- ¿No han encontrado ni rastro de los demás? - pregunta el doctor lacónicamente - Quizás sea un efecto secundario de la investigación llevada a cabo en Tormenta Azul sobre la Zona Oscura... Había oído historias acerca de ello pero pensé que eran simples leyendas espaciales...

- Ah, sí - reconoce el ukar al ver al doctor...

El cebo, piensa con un aire divertido.

- ¿Zona oscura? Pareces muy tranquilo, doctor, para referirte a algo que emite imágenes fantasmales que nos hablan de muerte y desolación. No soy científico, pero tampoco me gusta moverme por terreno desconocido, así que espero unas buenas respuestas cuando hayamos sido rescatados de esta nave...

Kuklo, dejémonos de tonterías y dile al Epsilon que nos saque de aquí ya. Si después de todo parece que vamos a un lugar peor del que salimos, ¿qué más dará lo que nos haya pasado aquí?

Escuchaba las palaras tanto de Doctor como de la bestia que cada minuto que pasaba parecia un poco mas humano y eso le irritaba de sobremanera.

-Hablar ahora mientras todavia respiramos y conservamos estos cuerpos.
Dr.Phinneas, ya a estado callado durante mucho tiempo y la paciencia esta apunto de rebozar el vaso. Todavia falta tiempo para que llegue al nave, me temo. Hablar lo que sepais no importa si son habladurias, empiezo a cansarme de su enrarecido silencio.

Por primera vez en mucho tiempo Calmidorian parecia realmente intranquilo ante las palabras escuchadas y su tono de voz, mas grave y furiosa, asi se lo hizo saber al resto de los pasajeros.
Pero a pesar de sus palabras seguia dando la espalda al doctor observando el monitor que tenia Justin delante de el.

-Sin duda alguna debemos marchar a Tormenta Azul, el inicio de todo lo que nos está pasando, allí es de donde radica todo el mal que presiento, pero no hay más opción.
Debemos hacer frente a los demonios que nos acechan.

-La nave ha sufrido severos daños en los sistemas de navegación. Lo que queda de la tripulación se encuentra aquí en el puente de mando. Desconozco la naturaleza del especímen, pero parece peligroso. Por favor, envíen un equipo de rescate.

El ukar mira al sacerdote.

- A esos demonios les tendrás que hacer frente tú, si quieres. Lo mío tiene más que ver con salir de esta con vida, visto lo visto. Y de momento me preocupan más problemas del tipo simbionte y convicto liberados aún no sabemos cómo que cosas que vagan por nuestra imaginación dándonos frío al tacto.

La melodía que resuena en la cabeza del ukar es "la canción de las dagas hirientes", su preferida cuando intenta reconducir su frustración hacia algo útil. Sabe que esas palabras no son un buen ejemplo, pero mientras le ayuden a calmarse, le vale.

- Está bien Icaro. Diríganse a la zona de transbordo. Enlazaremos las naves con un puente de evacuación.

La Epsilon enciende sus motores de proximidad y se sitúa en el lateral de Icaro. Un tubo-puente sale de uno de sus lados y se extiende para cubrir el espacio vacío entre ambas naves. Los sensores de la Icaro anuncian la conexión de exitosa de ambas naves y el sellado del puente de evacuación. La voz de Epsilon vuelve a hablar:

- Tenemos información de que trasladaban a un preso de nivel rojo escoltado por dos Marines de la Legión del Lobo. ¿Se encuentran con ustedes?

El ukar sonríe.

- Diles lo que ocurre con el preso, Kuklo, seguro que les hace tanta gracia como a mí. Bien, vamos a la zona de trasbordo.

Ah, y espero que todos los heridos puedan andar. No quisiera tocar a ningún humano con mis indignas manos alienígenas, ¿obro así bien, mis queridos sacerdotes?

El ukar sonríe más ampliamente, con la vista fija en los supervivientes. La situación se le antoja ridícula por momentos, y todo parece tener poco sentido. Cuando la cosa pasaba de campos conocidos a campos que no podía comprender, su interés desaparecía sin dejar rastro. Así es el ukar, y es muy consciente de ello.

Justin mira a sus compañeros esperando a que sean ellos quienes den el informe.

- Repito la pregunta Icaro: ¿Se encuentran con ustedes los marines con el preso?

Seth coge el walkie al ver que nadie más hacía por responder.

- Soy Seth Kell. No, el preso no está con nosotros. Y no me pregunte dónde y cómo está. Yo le diría que muerto, pero después de lo que hemos vivido aquí, ya me espero cualquier cosa. Los marines hay de todo, algunos están sólo heridos, el resto ha muerto.

¿Algo más o podemos salir ya de aquí?

-No hay ningún marine ni ningún preso con nosotros, y no sabemos nada de su paradero

La voz suena nuevamente, irritántemente tranquila:

- Tranquilícense por favor. Vamos a proceder a su evacuación. Les rogamos que se sitúen en la zona de abordaje con las manos visibles y sin portar ningún arma. Es el protocolo de seguridad a seguir en caso de riesgo. Cuando estén a bordo del Epsilon podremos hablar con más calma.