Partida Rol por web

Cuando parecía que iba a ser el fin de Axew y la victoria sería para Morti, el pokémon dragón abrió un ojo. El ojo se tiñó de rojo de manera fulminante y de su boca salió un rugido feroz. Se encontraba manchado por la bomba lodo anterior, y eso le había enfadado todavía más.

Se levantó y se lanzó a gran velocidad contra su rival. Venonat empezó a girar, intentando volver a atacar, pero fue inutil. Las garras de Axew impactaron de lleno en el cuerpo malherido del pokémon de Morti, debilitándolo.

Venonat noooo - digo en voz alta al ver caer al pokemon bicho.

Ya no hay nada que hacer, lo dejo en tus manos, pero veo imposible hacer caer a 3 pokemons tú solo.

Adelante Medite, ataque patada salto alta.

Erik medio mostró una sonrisa sarcástica. Había oído hablar de Meditite, el pokémon que se suponía más fuerte de todo el equipo de Morti. Quizá ahora empezaría el combate de verdad.

Descruzó los brazos. Axew estaba rojo de la furia. No tenía que gritar la orden, su pokémon dragón sabía perfectamente qué hacer.

Morti había decidido sacar a Meditite en su último combate. Este pokémon le había conseguido gran parte de las victorias de su entrenador en torneos pasados. Ahora lo tenía muy complicado, pero la unión que existía entre pokémon y entrenador era muy fuerte y, si alguien podía conseguirlo, eran ellos.

Pero a Axew poco le importaba todo eso. Sin atender a razones, ni comprender que estaba bastante malherido, dejó una estela a su paso veloz contra el pokémon de Morti. Arañazos, mordiscos, patadas y cualquier tipo de contacto físico fue lo que empleó el dragón contra Meditite, dejándole al borde de la derrota. Fue en el último momento, sacando energías de su interior, cuando Meditite consiguió dar un gran salto, llevándose por delante a Axew y estampándolo contra el terreno de lucha. Allí se quedó el dragón, inconsciente.

¡Axew, regresa! gritó su entrenador, haciendo que su pokémon debilitado volviera a su pokéball. Has estado más que increíble, ahora te toca descansar. Guardó su pokéball en el cinto y se detuvo unos instantes a pensar. Sabía que Meditite era poderoso, muy poderoso. Y tenía que elegir a conciencia.

Listo. ¡Adelante, Noibat! gritó, tras seleccionar su pokémon y lanzarlo con velocidad

Durante unos segundos, Noibat se quedó suspendido en el aire, sin agitar las alas.

Acaba con él. ¡Vendaval!

Un gran alivio se apodera de mí, cuando finalmente veo caer al Axew de Erik. Ese pequeño pokemon tenía una gran fuerza y tardaría en olvidar como ha eliminado de forma tan fácil a mi Axew y como ha conseguido despertarse del somnífero de Venonat.

Meditite está muy mal, tal vez debería dejar de que se recupere.

Primero veré que pokemon saca Erik, y el desconsuelo se apodera de mi al ver que saca a Noibat.

Tipo Volador no, Meditite es y está débil. No puedo pararme o me eliminará fácilmente.

Adelante Meditite Avalancha.

Las alas de Noibat comenzaron a agitarse con velocidad, pero Meditite, a pesar de su cansacio, consiguió esquivar esos duros golpes de aire que hubieran acabado con él. Una vez a salvo, sus ojos se iluminaron. Unas piedras aparecieron sobre la cabeza del pokémon volador, impactando con fiereza y precipitándolo contra el suelo.

Sepultado, parecia el fin de Noibat. Pero el pokémon se libero y, aunque estaba muy herido, remontó el vuelo, dispuesto a combatir hasta el final.

Noibat respiró tranquilo al ver cómo Noibat volvía a levantar el vuelo. Sabía que un ataque más le derrotaría, así que cambió de estrategia.

Deja los ataques voladores. Cambia por uno espectacular. ¡Cometa draco!

Noibat comenzó a gritar mientras alzaba la cabeza al cielo. Lanzó una bola de fuego a lo alto que estalló en mil pedazos. El ataque fue directo a por Meditite

Un poderoso rayo rojo salió de la boca de Noibat, alzándose en el cielo. Desprendía humo al hacer contacto con la lluvia, pero no podía apagarlo. Cuando perdía velocidad y parecía que iba a empezar a descender, estalló en mil pedazos. Los fragmentos de ese cometa cayeron sobre todo el terreno de batalla, impactando sobre el cuerpo de Meditite varias veces.

Una humareda enorme salió del terreno. Noibat agitó sus alas con fuerzas y se elevó por encima de ese humo, esperando que se despejara, preparado para intentar esquivar un posible ataque... Que no pudo llegar.

En el suelo, inconsciente, yacía Meditite.

Erik había conseguido derrotar a Morti en un combate lleno de tensión.

Erik alzó el brazo y su Noibat voló inmediatamente hacia él. Ambos mostraban el mismo rostro serio.

Ha sido un buen combate. Quiero volver a combatir contra ti le dijo a su oponente