Reconoces la voz de Alexandro al otro lado.
- Elissa, ¿puedo hablar contigo? Tengo algo importante que decirte.
- Claro, Alexandro. ¿Qué ocurre?
Escuchas que mantiene ese tono de voz dulzón. Sabes que aprecia mucho a ese vampiro aunque a ti te hace hervir la sangre.
- Verás, tal cual están las cosas creo que… quizás sería conveniente convertirte. Para que tengas la opción de defenderte en caso de necesidad.
Todo se queda en silencio.
Carlo podía sentir su lado mas salvaje queriendo reaccionar ante lo que acababa de escuchar... por un momento deseo con toda su alma que Mateo hubiera acabado con Alexandro cuando tuvo la oportunidad...
El silencio era insoportable, pero no quería hablar. Tenia miedo de que el vampiro se diera cuenta de lo que ocurría.
Espero impaciente hasta escuchar algo mas.
Las heridas se iban cerrando poco a poco, lo cual le permitía avanzar más rápido. Su ejecución se iba acercando cada vez más, pero era obvio que no iba a dejar que le pusieran una mano (o una zarpa) encima. Y menos Donato, que se lo tenía muy creído. ¿Qué estaría haciendo Alexandro?
Al pensar en el chupasangre recordó otra cosa: Giulia... Aquella cosa inmunda había sufrido la que Mateo consideraba la mayor de las humillaciones... no estaría para tirar cohetes, sin duda. Así que recordó que se había largado en dirección a la ciudad... y él iba a buscarla. A observarla primero, a ver qué hacía. Lo siguiente lo pensaría sobre la marcha...
- N-no… quiero…
- Elissa, es por tu bien. Yo… preferiría que fueran otras circunstancias. Sabes que te quiero muchísimo y que jamás te haría daño.
- Pero, Alexandro, es que… ¿Y mi familia?...- se escucha un sollozo- ¿Qué pasará con ellos…? ¿Te lo ha pedido Riccardo?
- Él solo lo ha insinuado…
- ¿Te ha… Te ha hecho eso de la mente?
- ¡No! Es mi Sire, Elissa. Él nunca lo haría.
Se escucha un llanto muy claro.
- Pero yo no quiero… Ni si quiera… ¡Qué haces! ¡No!
Un silencio vuelve a inundar la habitación.
El parentela apreto los dientes y los puños, casi hasta que sus uñas le hicieron sangrar las manos. La furia seguía creciendo en su interior, al punto que no le permitía ni hablar. Quería arrancarle la garganta al vampiro, quería despedazarlo con sus manos...
- ¿Por qué?- la voz de Alexandro parecía decepcionada- Yo te… te he acogido como mi Chiquilla.
- Yo no… Te aprecio, pero no quiero. No te quiero de esa forma.
Otra vez silencio.
- No me vas a obligar a transformarme, ¿verdad?
- No tengo elección. Espero que puedas perdonarme.
- ¡NOOOOOO!
El grito de ella es acompañado por ruidos y golpes.
- ¡Carlo! ¡LLAMA A FLAVIA!
De repente algo ilumina la superficie reflectante del espejo. Ves parte de las ropas del vampiro, pero no distingues nada más.
- ¡¿Qué?! ¿Qué hablas?- quizás rezabas para que no se diera cuenta, pero de repente la cara de Alexandro aparece en el espejo- ¡QUÉ COÑO ES ESTO!
La comunicación se corta.
-NOOOOOOOOOO- gritó Carlo como lanzando un rugido -ELISSA!
El parentela guardo el espejo mientras salia disparado como poseido... Flavia, debo encontrarla, se dijo.
Corría a mas no poder, tenía que salvar a su amada.
Cuando Drail y Silvanio llegaron al túmulo estaba completamente vacío. Si intentaron oler a Carlo pudieron darse cuenta de que no había llegado a estar allí nunca. Ni Ángela ni Mateo.
Ni un alma…
Os cierro esta escena y ya abro otras dependiendo de lo que ocurra. Drail, o me dices por messenger que haces o me lo dejas escrito en Escenas (solo al director)
^^