24/2/2153, 22:00 UTC. Orbita de Mimas.
Al otro lado de donde órbita de la flota, se encuentra Mimas. Este satélite, poco más que una bola de hielo y polvo de casi 400km de diámetro, no guarda muchos misterios más allá de su curiosa superficie cubierta de cráteres, la que algunos comparan con cierta legendaria nave cinematográfica.
Realmente solo es una ilusión debida a un cráter muchísimo más grande que los demás, (llamado Herschel, de 130 km de diámetro) producido por el impacto de un meteorito de 5km. El impacto fue tan terrible que incluso se observan rajaduras en la superficie opuesta de la luna. De haber sido solo un poco más fuerte, se estima que Mimas se hubiera hecho trizas por el impacto de ese modesto proyectil cósmico.
A veces, pareciera que al Universo le gusta bromear.
La decisión del Almirante King de poner a la Wasabi sola, en la órbita más aislada, también parece un chiste, solo que uno mucho más negro. Son los vigías del faro perdido, incapaces incluso de comunicarse directamente con la flota debido a las órdenes de silencio radial. Se están usando los transceptores laser exclusivamente… de los cuales la vieja nave no posee ninguno.
Cierto es que si todo sale según lo planeado de acuerdo a la observación y el curso que lleva la flota Witik, ellos quedaran plenamente fuera de la fiesta. Pero si algo sale mal, desprovistos de escolta, los tripulantes de la Wasabi están por su cuenta.
Faltan cerca de 11 horas para saber la suerte con la que correrán. Ahora, es el cambio de guardia. Los que hicieron la de la tarde van a cenar, mientras que los que entran a turno hasta las 4, abandonan el comedor o donde fuera que cenaran, y se aprestan a empezar su vigilia.
Let's beggin. Comenzamos con ubicarnos mis niños. Determinen quien empieza la guardia y quien la acaba. Todas las escenas estan habilitadas para postear donde sea que sus pjs se encuentran en este momento. En esta, se ira registrando el progreso de la historia a nivel general.
Los que salen pueden ir a comer, descansar o relajarse. Los que entran, a sus estaciones de guardia.
Avantí!