Partida Rol por web

Sin dudar y con las probabilidades en su contra, Ardan usa su rayo justo entre donde se encontraban los cazas enemigos, determinando a ojo el espacio que pudiera ocupar el acorazado enemigo. Enseguida y luego del resultado dispara los ataques individuales en zonas limpias en un intento por cerrar el cerco y hallar por fin la nave principal del rival. 

La suerte se mueve por el tablero acompañando cada disparo, pero nada… Es demasiado grande, sin dudas, y aunque despejas un buen trozo quedan miles de casillas...

Por el contrario, su primera andanada acaba con tu acorazado. Mierda mierda mierda…

Más no todo está perdido. Los demás disparos y el arma, fallan! Aun conservas tus cazas cuando menos. La pelea no está concluida todavía. Y con la idea en mente de que las escoltas siempre andan cerca de la grande, ya sabes donde enfocarte.

Lo curioso es que de las opciones de disparo especial, desaparece la de linea. ¿Un "castigo" por nave perdida?...

-Mierda, acabo de perder el acorazado y con él su disparo de línea. Un salto al hiperespacio, un radar de fusión. ¡Joder nada, nada! Gritó, y como siempre, pierde la compostura pero no la concentración, su mente era rápida para las maniobras, los ataques sorpresa, las cargas repentinas, pero la estrategia no era lo suyo. Por raro que pudiera parecer en un ambiente controlado para mantenerse a temperatura confortable, Ardan comenzó a sudar debido a la presión de que su escuadrón fuese completamente destruido. –No voy a perder, de ninguna forma. Cual si realmente dirigiese un grupo de cazas, mueve los brazos señalando casillas específicas al tiempo que realizaba sus tres disparos.

Un caza enemigo estalla en la primer ronda!

El alborozo y la tensión se mezclan. El enemigo se está quedando sin escoltas. Pero los demás disparos no dan en el blanco y la ronda pasa sin hallar su nave madre.

Cuando explota uno de tus propios cazas nada mas empezar, sientes el corazón en la boca. Un impacto individual, los mas azarosos… pero le ha dado. A medida que los demás explotan en torno y fallan, casi puedes visualizarlo. La batalla desesperada entre tus menguantes fuerzas y el enemigo oculto. Las naves ardiendo. Los tiros resonando distantes.

No obstante un pequeño rinconcito de tu cerebro se rebela. ¿Tiros en el espacio? Si no hay sonido… Pero los acabas de… imaginar… u ¿oír?

Un escalofrió de satisfacción recorre su espalda luego del primer acierto, sus dedos bailan cual si tocase el piano, y una sonrisa se dibuja discretamente en su rostro. – Aún queda mucho por hacer, el maldito tiene una gran ventaja, pero la suerte se va del lado de los audaces…

Y al parecer la audacia no le acompaño en aquel momento, mientras la cabeza le daba vueltas al tiempo que el fuego de sus naves ardía alrededor suyo, un destello de lucidez le hizo detenerse. –Disparos, disparos en la nave? Posiblemente aún haya traidores en la nave. Sin perder un segundo tomo el unicom y escribió al capitán. 

El unicom permanecía mudo, ningún dato parecía querer aclarar lo que sucedía en la nave. Sin un segundo de dilación Ardan escribe rápidamente en el juego. –Tendremos que dejarlo para más tarde, hay un par de cosas a revisar en el puente. Enseguida pone pies en polvorosa y se apresura a obtener algunas respuestas. -Dado que es el último lugar donde sé que se encontraba mi estimadísimo superior, no queda más que ir al puente…

La proyección parpadea y salva el juego. Ha comprendido cuando menos, o algo asi… aunque no hay tiempo de pensarlo bien ahora. No con los tiros resonando arriba.

El camino está bien despejado. La mayoría de la tripulación ha decidido que sea lo que sea, no quieren verse involucrados, o probablemente estén en otras partes de la nave, pero lo cierto que no ves a nadie en esta cubierta. Pero hasta el ascensor es un buen trecho… Con suerte habrá terminado cuando llegues. O quizas... no.

La distancia fue salvada rápidamente por las largas zancadas del teniente. –Si por lo menos fuera efectivo aquello de teletransportes como en las series de ficción de los años olvidados… Medito mientras alcanzaba el elevador. –Diablos pero como he de ingresar, no recuerdo si tengo ¿pase?…  Murmuro sonriendo al darse cuenta que quizá no lograse, ni siquiera, acceder al puente de mando, menos aún si habia tiros.

Hay un problema antes de eso. El ascensor esta bloqueado! La señal indica que esta en el nivel del puente... 

No hay mucho que hacer. O esperar que lo desbloqueen de arriba o usar las escaleras de emergencia. Estas se encuentran en el lateral derecho, encajadas en la pared. Una larga trepada. Pero es el unico camino alternativo hasta que algun fana de "Star Trek" se ponga las pilas con los transportadores.

La mirada del teniente sigue la alta escalera de emergencia una vez que ha caminado hasta ella, los escalones suben tan alto que su nuca choca con su espalda al subir la cabeza y un largo suspiro es lo único que delata su afición a trepar. De pronto el unicom estalla con una noticia increíble y sus manos toman de inmediato el primer escalón por el cual comienza el ascenso, sin dudarlo trepa preparando sus instintos para tomar el arma que siempre lleva consigo. –Bendita suerte, o nos matan o nos matamos entre nosotros, estamos rodeados de cobardes y traidores. Piensa mientras su respiración comienza a agitarse un poco ante el esfuerzo.