Partida Rol por web

Esta noche he oído cosas... De Teresa, la gangrel, que no le gusta que la gente sepa que es de su clan y se empeña en confundir a la gente sobre el tema. Quizá oculte algo. Oh, y que tampoco es muy observadora y se olvida con facilidad de lo dicho. Sería fácil engañarla si hiciera falta, incluso manipularla. No le gusta el príncipe Vitel, desconfía de él y dice que no es trigo limpio, aunque no es nada que no haya demostrado en público antes.

El nosferatu Cohen es un vástago precavido. Desconfía de todo el mundo y es receloso. Ashley C. Craighton es recelosa de las tradiciones. Es una persona con iniciativa, recursos y contactos. Y comprometida con la seguridad de la ciudad. John Weems va a abrir un local en el distrito de Columbia, es un tipo de la calle. Frederick Van Denholm ha llegado a la ciudad con la intención de hacer su refugio permanente. Le ha pedido al joven Kipp, que resulta un tanto impaciente, que le haga el favor de adiestrarlo en... "maneras" o "saber estar".

Lori, Cohen el nosferatu y Teresa la gangrel han encontrado algunas de las cosas que les pidió el príncipe Vitel. Descubrieron el local de Fuller y se enfrentaron a él. A pesar de todo, se les escapó en el último momento. Cabe destacar que Fuller ha sido entrenado en las artes setitas y puede paralizar con la mirada. Sin embargo, sus rituales son algo burdos e imperfectos.

En cuanto al Sangre Débil... Sé que te interesa, pero me temo que Lori se fue por el otro camino. Quizá mañana averigüe algo...

- Muy bien querida... muy bien - la voz del Pontífice surge suave y aterciopelada a través del cristal. 

- Creo que necesitas que alguien te eche una mano para salir de ahí... ¿o estás bien? - pregunta.

Miras a tu alrededor y ves escombros en ambas direcciones... has quedado atrapada por culpa de Lori en una sala, con tan sólo 5 humanos más que están quejándose en un rincón... Parece que los efectos de las drogas se les están pasando.

Quizá sí, hay humanos aquí... Y quizá intenten salir durante el día. Murmuro consciente de mi situación por primera vez. 

- Busca algún espejo querida... Aunque sea un trozo pequeño de cristal... Algo tiene que haber por ahí. - respondió la bella voz.

Te paras un momento a pensar y ves los restos de varios cristales que había en la sala... con uno de ellos en la mano te preparas para escuchar las instrucciones de la voz.

- Espera un instante pequeña... No podré llevarte a un sitio conocido pero al menos podrás pasar segura el día. -

Estás a punto de caer rendida y dormir cuando una luz brillante sale del trozo de espejo que sostienes entre las manos, y entonces abres los ojos y ya no estás sepultada con los humanos... Te encuentras en otra sala más pequeña... No parece haber ventanas o puertas... ninguna salida es visible... sólo hay un enorme espejo en la pared.

Entonces vuelves a escuchar la voz del Pontífice:

- Descansa. Mañana por la noche te sacaré de aquí. Nadie debe saber dónde has dormido. Hasta pronto querida...-