Partida Rol por web

-Número máximo de ocupantes: 15
-Número actual de Ocupantes: 0 / 15
-Seguridad: 5
-Recursos A: 0
-Recursos B: 8

Seis personas y un perro llegan al centro comercial...

Entre en mi comisaría con el arma en ristre, dispuesto a acabar con la existencia de cualquier podrido que pudiese quedar en el interior y con la esperanza de encontrar vivo a alguno de mis compañeros.

Sra. Tempel, Simons, no os separéis de mi.

Con paso firme y decidido avancé por la comisaría, directo a los vestuarios. Allí se encontraba mi taquilla, la 461. Por suerte aún estaba intacta, así que introduje la secuencia numérica que me permitía acceder a mis enseres.

4402 Murmuré de forma apenas inaudible.

Oh, si joder. 

Escoltada por el agente de policía, no dejo de mirar a un lado y a otro mientras avanzamos hasta y por la comisaría. La principal preocupación, posibles fiambres esperando para saltar sobre nosotros al torcer una esquina. El resto de preocupaciones, la poca pinta que tiene el lugar de tener alimentos, que algún loco haya venido aquí y por último el temor latente de esa cosa que hemos dejado atrás. Cuando llegamos a la taquilla, vuelvo a lanzar una mirada alrededor y por último me agacho junto a Laguna, haciéndole una caricia para matar el tiempo.

-Sé que no es el mejor momento, señor Kimball, pero sería bueno buscar un poco antes de que empiece a hacerse de noche y aparezca alguna de esas cosas. Y espero que no le importe si tomamos prestadas algunas pertenencias de la comisaría, en caso de encontrar algo de utilidad.

Vuelvo a mirar a mi alrededor. Habiéndose abierto el camino hace poco, solo quedaba esperar que apareciese alguna persona más, como ocurrió con el gimnasio.

No se preocupe, Sra. Tempel. Tanto usted como Simons se encuentran ahora en mi casa y tienen tanto mi confianza como mi permiso para utilizar todo aquello que pueda sernos de ayuda. Y tras recoger mis pertenencias encaminé de nuevo la marcha.

Primero nos encaminaremos a las celdas, si alguien ha conseguido sobrevivir aquí durante este tiempo es la zona mas segura. Después registraremos el arsenal y la sala de pruebas.

Estad alerta y no os separéis de mi.

Laura entro en la comisaría junto con Zack y Phill. Para su sorpresa había más gente en su interior y saludo como si fuese una visión.

-¡Estáis vivos!- Los miro con desconfianza, uno era policía, así que no debería, en principio, ser malo, otro era un joven y atractivo chico, hacia tanto que había perdido a su novio... "No pienses en eso", se dijo, " hay cosas mucho mas importantes". Y además estaba la señora mayor que nombro Leo y Elena, con su perro. Esto no le hizo mucha gracia, pero tendría que aguantarse.- Hola, me llamo Laura,- se presento- era profesora en el instituto, y ellos son Phill y Zack- dijo de forma educada, aunque sin bajar la guardia por una posible reacción violenta de los desconocidos, y confiando en que sus compañeros la estuvieran cubriendo en caso de peligro.

Enseguida estoy con ustedes, esperen ahí y vigilen la entrada.  Por cierto, soy el sargento Kimball. Bienvenidos a mi comisaría.

-Supongo que si tenían acceso a comida y agua, las rejas podrían servir de protección. Si no, solo será un espectáculo dantesco... -Digo respondiéndole al agente Kimball. Y mientras nos dirigimos hacia allí, tres personas más entran en escena, y el agente, que resulta ser sargento en realidad, les da largas. Pero se han presentado, y no hacerlo sería de mala educación. -Nuestro silencioso compañero es John, y el encantador husky responde al nombre de Laguna. Y yo soy la señora Tempel, exjubilada. -Le sonrío a la señorita. -¿Cómo han ido las cosas por la ciudad? ¿Muchos fiambres? ¿Por casualidad os habeis cruzado con un hombre buscando a su esposa llamado Lucas? ¿O con un muchacho joven llamado Leo?

Hola saludo Zack a los presentes y como dijo el sargento se puso junto a Laura a vigilar la entrada, al parecer en cada edificio quedaban supervivientes…Eso se lleno de esperanza por un momento aunque teniendo en cuenta los últimos acontecimientos no sabia decir si eso era bueno o no…

Mi nombre es Zack , si nos encontramos a Leo en el centro comercial. Pero continúo su marcha y le perdimos el rastro.

Hola, encantado. Como bien ha dicho la señora Tempel, soy John Simons. Intentemos colaborar entre todos y lograremos sobrevivir - había un toque de rudeza en su voz.

En tu taquilla encuentras tu vieja escopeta. Se la ve vieja y usada, pero siempre funcionó como el primer día. En ella está grabada la palabra "Timball". Aún recuerdas la cara de aquel idiota que no fue capaz de escribir bien tu apellido en tu arma. ¡Jodido retrasado!

Una pena que el arma no esté cargada...

De momento la dejo ahí, a la espera de ir a por ella si consigo munición o veo que pueda ser necesaria. No obstante los únicos que podrían saber la combinación serian Simons o la señora, ya que el resto aún no habían llegado cuando fui a por ella. :D

Tranquilo Simons, aún no nos han dado motivos para desconfiar de ellos. No obstante tienes razón, si colaboramos podremos salir de aquí con vida. Solo hay una norma que debéis tener en cuenta. Dije mirando a los recién llegados. 

Mi comisaría, mis reglas.

No es negociable. Y si alguien no está preparado para acatarla, es libre de abandonar el edificio.

Dicho esto posé mi mirada en Zack.

Dices que venís del centro comercial. Doy por hecho que conocéis a Machete y a Saúl. ¿Me equivoco?

Objetos que encontráis en la comisaría - Día 5

-Pistola x3 (+2 a las tiradas de combate. Cada vez que lo uses gastas una bala. Tienes que decidir si lo usas o no antes de hacer las tiradas)

-Balas de pistola x6

-Fusil de asalto x1 (+3 a las tiradas de combate. Cada vez que lo uses gastas una bala. Tienes que decidir si lo usas o no antes de hacer las tiradas)

-Balas de fusil x2

-Porra (+1 a las tiradas de combate)

Bien, esto es todo lo que he conseguido encontrar en el arsenal. Ahora veremos como lo repartimos. Asi que nadie haga ninguna tontería.

Simons, ¿me echas una mano, hermano?

Claro, claro, mi coronel - dijo acercándose a Kimball mientras le saludaba al estilo militar, con cierta sorna.

Joder hermano, te prefería cuando no. Abrias el pico, al menos se que eres de. Confianza. Quedate. Con una de las pistolas y un par dee balas

Esas son las ordenes que me gustan, jefe - dice cogiendo una de las pistolas.

Contemplo a los dos hombres revisando y repartiendo objetos. Cuatro armas para seis personas. Cinco, si cuentas el arma pequeña que te expone a un mordisco. Dándolos él, probablemente se quedase la mejor de las armas para él, y luego le diese un par de armas al otro grupo, aunque viendo lo poco que hablan, sobre todo al que han llamado Phil, quizá me pensaría darles muchas. Pero eso solo deja un par de objetos malos para mí, y desde luego nada que ofrezca una buena resistencia, que es más lo que yo estaba buscando, que más armas. Porque lo que tengo es más que suficiente.

-Agente Kimball, viendo que lo tiene todo controlado, voy a tratar de mejorar un poco la comisaría para que aguante para la noche, ahora que todavía tenemos tiempo. ¿Alguien querría echarme una mano? -Digo sacando las herramientas de mi bolso. -Seguro que con un poco de ayuda podemos dejar este lugar bien bonito.

Nos pondremos con la seguridad en un momento Sra. Tempel. Dije mientras sostenía el fusil en mis manos. ¿Sabe como utilizar uno de estos? Puedo darle un cursillo rápido si quiere.