Partida Rol por web

El gigante se os queda mirando con una mirada entre estúpida y condescendiente y os arroja un puñado de pescados. Deben ser unos cinco o seis de buen tamaño.

Galzakin aprovecha su ventajosa posición para arrojarse sobre un pescado y luego echar a correr tanto como dan sus piernas, tratando de mantener la ventaja lograda, y esperando que los demás se queden a pelearse por el resto de los peces. Seguramente jamás imaginó que sus piernas fuesen tan veloces. Sólo cuando confía en que es difícil de alcanzar, comienza a comer el pescado a grandes bocados. Sigue corriendo, pero más lentamente que antes por lo complicado de realizar las dos actividades simultáneamente.

Salto sobre la muchedumbre y trato de agarran un pescado, al tomarlo con las manos pega un coletazo y se me escapa me lanzo una vez mas para tratar de agarrarlo pero esta muuy resvaladizo, Pezo que ezcurrizizo que zon enojado tomo el arco una flecha y le disparo errandole por supuesto clavo la punta del arco en el pez,levantandolo en el aire como un trofeo se me dibuja una sonrriza en la cara despues de tan ardua batalla.

Como el pescado es resbaladizo, Mogdul observa a su huargo Oloroso y aprende rápido. Coge uno entre sus dientes y se echa a correr al lado de la bestia a algún lugar tranquilo. Son una estampa francamente curiosa, corriendo ambos a la par con un pescado cada uno en la boca. Tal perro, tal dueño.

Chiwik, que ya se estaba aproximando, clava su lanza en uno de los peces antes de que nadie ose intentar quitárselo. Está dispuesto a matar por comer algo y en su único ojo furibundo se ve su determinación. A veces la bestia puede más que el goblin, y en este caso Chiwik se comporta como un verdadero animal sentándose a un lado y mordiendo con saña el pescado. Lamentablemente no hay suficientes pescados como para poder llevárselos a sus lanceros. Sabe que aunque sea un sargento los demás tienen tanta hambre como él y no es cuestión de tentar tanto a la suerte.

me acerco por la trasera del resto de goblins, driblo con una agilidad tremenda a los que están intentando coger los peces que ha tirado el gigante (el tridente con el que los pincho para que se aparten y mis amenazantes garrapatos en segundo plano tambien ayudan a este fantabulosísimo dribling), finto a la derecha, le rompo la cintura al último de los goblins del grupito, me agacho a la velocidad de la luz, y apaño el pez más grande de los que ha dejado care el gigantón...

Y salgo corriendo hacia mis garrapatos...

PARIZZ, BRIZZNY, LINZDAY, ... VAMOZ QUE HAY PAPEO... TODDENTE, ... VAMOZ QUE TE TOCA UN BIBEDÓN...

El hechicero se acerca a la pila de pescados amenazadoramente, agarra uno por la cola y se lo lleva a un rincón para devorarlo en silencio.

Mientras algunos de sus compañeros consiguen pescado, cada cual a su manera, el Sgto Kamtrak continúa roncando, soñando que alguno de sus fieles goblins le avisará de cualquier cosa interesante que pueda suceder... como por ejemplo la aparición de algo de pescado!

Entre sueños, se mueve de un lado a otro, mascullando frases incoherentes y maldiciones varias a cualquiera que no sea el mismo.

Anda Malaz Pulgaz, conzigenoz un pezcado y traelo para compartiklo.

suelto a mi monturo a sabiendas que el tendra mas suerte que yo en conseguir algo de comida

A tu regreso, ves que han pasado algo extraño. En el medio del campamento ves durmiendo un gigante. Sí, un auténtico gigante de las colinas. A su lado tiene una especie de garrote, que más que garrote es un árbol arrancado de cuajo. Los goblins parecen aceptar que el gigante esté ahí con total normalidad.

A lo lejos, en dirección al mar, se escucha cierto jaleo. Cuando te acercas a ver, parece que hay otro gigante devorando pescado mientras que un puñado de goblins intentan coger algunos que el gigante parece haberles dejado para ellos.

A tu regreso, ves que han pasado algo extraño. En el medio del campamento ves durmiendo un gigante. Sí, un auténtico gigante de las colinas. A su lado tiene una especie de garrote, que más que garrote es un árbol arrancado de cuajo. Los goblins parecen aceptar que el gigante esté ahí con total normalidad.

A lo lejos, en dirección al mar, se escucha cierto jaleo. Cuando te acercas a ver, parece que hay otro gigante devorando pescado mientras que un puñado de goblins intentan coger algunos que el gigante parece haberles dejado para ellos.

Lamentablemente para ellos, el reparto del pescado se termina sinque Zangog, Gommok ni Gizmo hayan podido obtener su parte. El huargo de Gizmo gruñe a los que han obtenido pescado. Afortunadamente, su amo logra contenerlo sin que la cosa vaya a mayores.

Y después del atracón, el gigante se acerca pesadamente hasta el campamento y se pone a echar la siesta, lo cual ahora que os dais cuenta, no es mala idea. Entre una cosa y otra, es ya medio día y muchos no habeis dormido nada.

Trecirk dormia panza arriba, mientras sus tripas rugian y su huargo roncaba.

El fuerte olor a pescado fresco llego hasta la chata nariz de aquel pequeño verde, pero no perturbo demasiado su sueño. Aunque por primera vez en mucho tiempo soño con ellos:"Una pradera verde, Trecirk en un centro de mesa y los pescados llegan volando hasta su mesa donde con una amplia, amplia sonrisa los devora uno a uno, sin inmutarse. ¡¡QUE es eso!! Otro goblin esta molestando en su sueño, no pasa nada, un par de movimientos de karate (¿KARATE y eso que es O_o...?) y fuera de su rango de nube esponjosa"

En la realidad, la baba de aquel "intrepido" goblin resbala por sus fauces al lomo de su montura.

Malhumorado llega del bosque, defraudado por su infructuosa misión.- GIGAN…- Se lleva las manos a la boca para no chillar de la impresión. Sin duda se había perdido algo importante mientras estaba allí abajo, haciendo nada. Con sangre fría se retuerce un pezón hasta que brota un lagrimón de sus ojos, para verificar que todavía no estaba soñando ahí abajo. Tras comprobar que lo que pasaba estaba siendo real empieza a examinar la escena con cuidado.- No me lo puedo de creer. -

Desolado, Grurkl se quedó mirando al punto en el que hacía solo unos instante habia un montón de comida. Evaluó la posibilidad de darle un mordisco en el muslo al gigante, pero algo le decía que no era una buena idea. Se limitó a volver junto a Ugrum.

Me acerco lentamente al gigante dormido.

Quedate kietoz Malaz Pudgaz,

Reviso si cerca habra sobrado algun pescado o si en la red del gigante de pudo extraviar algun pes que para el gigante pasara desapercivido pero para mi no

Ugrum se puso a roncar como si le fuese la vida en ello... y ciertamente, si la vida le hubiera ido en ello, se habría salvado.

Kamtrak acompaña a los ronquidos de los presentes, compitiendo con los mismos en volumen y sonoridad

El estómago lleno y una noche de sueño para hacer la digestión. A veces la suerte sonreía a Chiwik.

Se tumbó entre sus lanceros y comenzó a roncar placenteramente.