Raynor se fijo que aun estaba en la posible vista del Comisario, de modo que se encogió de hombros, y simulo bostezar, con lo que se tapo la boca y dijo lo siguiente.
- Pues creo que una semana libres en movimientos era mejor que seguir siendo vigilados estrictamente. Tambien me gustaría pegarle una mirada al árbol genealógico de tu sabes quien. Por cierto Cel, no reserves nada para esta noche, tienes una cita conmigo.-
Dijo guiñandole un ojo.
-Lo que tu digas agente Celarian, y lo que mande el JEfe, a ver si me ponéis al tanto de las novedades de camino. Dijo obviando al enano que quería destruir su trabajo, no le importaban las formas, para algo era un Orco.
- El sospechoso, Finwë Brock, está interno en la prisión de Vernon C. Bain Center, desde el día 1 de Marzo de este año. - Dijo la agente Vaamar.
Celarian agarró su teléfono móvil y buscó en google maps. Nunca había estado en aquel centro penitenciario. De hecho no sabía ni si estaba en Manhattan, aunque suponía que al menos estaría en el estado de Nueva York. Cuando introdujo las coordenadas y éstas le desvelaron que estaban bastante cerca del lugar, suspiró aliviada. No tenía ganas de largos viajes en carretera y menos de coger un tren o un avión.
- Dice que la prisión está a unos 24 minutos en coche desde aquí... - Alzó las cejas. - ¡Ya lo veremos! No creo que haya tenido en cuenta el tráfico. - Miró al agente humano del grupo. - ¿Conduces tú Raynor? - Le dijo justo antes de abandonar el despacho 17.
Tardaron casi uno hora y media en atravesar de nuevo todo Manhattan hasta regresar al punto de partida. Durante el trayecto prácticamente no hablaron. De hecho Zoddert se echó una siesta. Él seguía creyendo que el asesino era el candidato a la alcaldía, y el resto mantenía sospechas en una misma línea. Fuera como fuera, estaban fuera del caso, valga la redundancia.
La unidad había ido de mal en peor desde el principio. Muchos miembros la habían ido abandonando de forma progresiva, habían surgido escándalos, algunos de sus miembros se habían revelado como “problemáticos”,uno de ellos casi la palmó y el jefe del grupo estaba suspendido. Igual era mejor ceder la información que tuvieran a homicidios y volver cada uno por sus fueros.
Una vez aparcaron en el reservado del parking subterráneo del Departamento, se encaminaron hacia su despacho. Ninguno de ellos quería ser quien diera la noticia al comisario. Ese trabajo le hubiera correspondido a Peter, pero Peter no estaba en esos momentos y tardaría bastante en regresar.
Finalmente los cuatro derrotados agentes llegaron al despacho y se sentaron a la espera de tomar una decisión. Celarian se recostó sobre una mesa, Frank se sentó en una silla, Zoddert se apoyó contra la pared y Ryan fue en busca de un café, pero en esta ocasión no trajo para todos, pues no tenía ánimos ni para eso.
Cuando Raynor estaba a punto de regresar al despacho vio a McGee aproximarse hacia él. Aquel otrora enano gruñón portaba una extraña sonrisa que se vislumbraba bajo la barba. Ryan no entendía que estaba sucediendo, aunque lo primero que le vino a la mente fue, que aquel “hijo de perra”, se había enterado de lo sucedido y estaba contento porque ya podía disolver la unidad y pasarle el testigo a homicidios.
- ¡Enhorabuena por la parte que le toca, Raynor! - Le dijo el jefe dádondole unos toquecitos sobre la espalda. - Vamos al despacho.
Raynor regresó con un café en las manos y junto con McGee. Todos le miraron extrañado. ¿Había ido a buscar al jefe o había sido un encuentro casual? Lo que más les extrañaba era la sonrisa que se intuía bajo la barba de su superior.
- ¡Buen trabajo, chicos! - Les dijo de manera aparentemente sincera. - Sobre todo a usted Vaamar. Fue la que estuvo investigando el tema del sospechoso, el tal Finwë. ¿Verdad? - Soltó una cacajada. -¡Pero es un trabajo en equipo, que diantres! - Prosiguió con sus risotadas. - Me han dicho los de instituciones penitenciarias que han estado bordados en el interrogatorio. - Posó sus enormes manos sobre los hombros de Frank y Everton. - ¡Han estado bordados! ¡El canalla ese ha confesado por escrito! Nos han mandado un fax con la copia. ¡Todo cuadra! ¡Ehorabuena!
Jefferson frunció el ceño al escuchar las palabras de McGee. A esas alturas, era más que evidente que el comisario pretendía dar carpetazo cuanto antes al caso.
-Pero, señor, si en el interrogatorio no hemos averiguado una mierda -dijo el orco, que no daba crédito a lo que estaba oyendo-. Brock no ha matado ni una mosca. Ni siquiera sabía cuál era el arma con la que se cometieron los crímenes! Mencionó un machete cuando hemos averiguado que fue un bastón espada. El verdadero asesino está relacionado con la Asociación del Pueblo Elfico, aunque estoy empezando a creer que no es nuestro primer sospechoso... No puede cerrar el caso sin más, comisario. No cuando estamos tan cerca de atrapar al culpable!
Las espesas cejas blancas del comisario se alzaron ante las palabras del orco y durante un segundo la hasta ahora inédita afable expresión del enano se tornó en furibunda como si de un tic se tratase.
-Bastón... espada, ¿pero que demonios farfulla, Jefferson? Se cree Alejandro Dumas o que cojones está tratando de- A medida que iba hablando iba subiendo el tono de voz, así como el enfado en su rostro, si bien volvió a recomponerse.
-He tenido el informe de la investigación. Créanme que lo he leido de Pe a Pa. Heridas incisas, cortes limpios. El arma del crimen se la supone extremádamente afilada y de filo curvo. ¿Donde les cabe a ustedes un bastón ahí? Por el amor de dios dejad de decir sandeces. La última vez que ví uno los machetes eran de hoja curva y tan afilados como su dueño lo afilase...-Negó con la cabeza.
-Muchachos, han hecho un excelente trabajo, en serio. Van a ser condecorados por esto. Comprendo que les cueste separarse del caso, se que han estado muy implicados en el asunto, pero un buen policía debe saber cuando un caso llega a su fin-dijo en tono conciliador
Zoddert miró a su Jefe con desdén, a ese maldito vago inútil le importaba una mierda resolver el caso, era un burócrata al que le importaba mas la buena prensa que el buen trabajo, gente como esta prefería enviar a un inocente a la cárcel si con ello conseguía un ascenso, por mucho que dejaran a asesinos libres y matando.
-Jefe, usted no es tonto, no se llega a tener la galonera tan llena de medallitas si no es con un poco de cabeza, sabe perfectamente que ese enano no ha hecho lo que ha firmado ya que es un desequilibrado mental, pero usted manda y a nosotros nos enorgullece el uniforme que vestimos, haga lo que quiera, la rueda de prensa, úsenos para ganar repercusión o lo que le importe, me voy a continuar con mi baja ya que volver para esto no vale la pena, hemos quedado que nos regalaba 2 meses de vacaciones no? pues eso! hasta luego. Y salió del despacho contento con el medio año pagado que se había ganado.
Fuera esperó a sus compañeros, tenía ganas de decirles 4 cosas sobre la cortesía profesional, llevándole a un interrogatorio sin explicarle los avances del caso y encima teniendo el cinismo de preguntarle por mensaje que porqué no intervenía en el interrogatorio de un enano del que no sabían nada, esperaba que para el próximo caso fueran un poco mas considerados.
Ahora tocaba continuar con la investigación del asesino de elfos de manera oculta, ya que era obvio que este iba a continuar, quizás no en ese momento, ya que le iban a cargar el muerto a otro y el asesino lo aprovecharía, pero en algún momento otro elfo se daría de bruces con su merecido destino.
Raynor no podía contener su felicidad, mientas conducía de nuevo hacia la comisaria, sin embargo, hizo un esfuerzo y mantuvo el rostro serio. El enano, Finwë Brock, seguramente tenia mas para decir, algo más sabia, pero le había dado lo suficiente que necesitaba, para terminar de resolver el caso. Tiempo. Y Raynor creía tenerlo resuelto, solo necesitaba dos días mas.
Ahora, venia el siguiente problema, el Comisario. Habia dos opciones, los condecoraba por ganar el caso, y encarcelar al enano, o los mandaba afuera del caso. Y es que el enano no estaba de su lado, estuviera comprado, o fuese un burócrata, el resultado era el mismo; estaba en su contra y era necesario de ser esquivado. Fue asi, que se mantuvo serio todo el tiempo. Necesitaba volar por debajo del radar, dos días. Observo a sus compañeros, le gustaría tener al enano irlandés con ellos, pero lo cierto es que no estaba, Asi que dependía de el. Celerian era demasiado impulsiva, y Frank demasiado recto.
Siguio con la pantomima de hacerse el deprimido, hasta incluso, trajo un café, solo para el. Si los sacaba del caso, tendría que usar una carta que preferiría no usar. La prensa, filtrar lo suficiente del caso para que la presión social y de los medios los obligaran a reincorporarlos. Algun titular del tipo “Patrulla Benetton es expulsada por racismo. Los elfos no quieren que orcos y humanos investiguen” Algo bien llamativo. Pero parecía que seria mas el primer caso. Que la confesión del enano les diera excusa para terminarlo.
Sin embargo, el Orco se adelanto, y empezó a gritarle al jefe. Era alguien con huevos, habia que admitirlo, pero que no pasaría del lugar donde estaba, si es que no era expulsado de la fuerza por ese exabrupto. Antes de que Frank se expresara, y Celerian le saltar a la yugular al enano, le piso suavemente el pie a la elfa, y le hizo un guiño a Frank.
Gracias Jefe. Fue difícil, pero lo logramos. – dijo, mintiendo descaradamente. – Sin embargo, tenemos un poco de trabajo policiaco que hacer. Es muy posible que Finwë operase con un complice. Y si no, hay que desestimarlo, no queremos un copycat repitiendo su trabajo. Y …- Ahora venia lo difícil – El sospechoso incluso dijo conocer al Señor Ninwë. Que lo conocía íntimamente de tiempo pasado. ¿Le parece si nos da un par de días mas para atar los cabos sueltos antes de la rueda de prensa? No vaya a ser cosa que un complice vuelva a matar y nos tire todo abajo. No queremos que algo salpique al señor elfo luego de su ayuda -
Jefferson supo que no había nada más que hacer. El comisario McGee ya tenía a su culpable y no había nada que pudieran hacer para hacerle cambiar de idea. Lo más probable es que incluso si le entregaban pruebas sobre el auténtico responsable de los crímenes, el enano continuase empecinado en su idea. ¿Sería porque quería cerrar el caso cuanto antes? ¿Porque Eldren Nimwë lo tenía comprado? ¿O sería la simple testarudez enana?
El agente orco prefirió no decir nada más al respecto y, cruzando los brazos sobre el pecho, aguardó con expresión severa a que el comisario dijese lo que tenía que decir.
Estaba bastante claro que poco más iban a sacar en claro. McGee era su superior jerárquico, les gustase o no él tenía la llave del caso. Si él decía que se cerraba no quedaba otra, se iba a cerrar y no podrían evitarlo. No era lo que Celarian tenía en mente, pero desde que estaba en el departamento había adquirido una gran capacidad de frustración. En esa ocasión no iba a ser un caso diferente, por mucho que le pesase.
- Pues muy bien. - Dijo Celarian bastante molesta pero resignada. - ¿Qué hacemos ahora? Es un poco pronto pero podríamos ir a un pub para tomar algo... ¿Qué os parece? - Les comentó a sus compañeros. - Usted gana McGee. Monte la rueda de prensa que quieras pero a mí no me busquen para nada... ¡Me niego a formar parte de esa pantomima! - Acto seguido se dio media vuelta y se dispuso a salir de despacho.
- Muy bien chicos... - Exclamó McGee satisfecho con su reacción. - Espero que realmente todo esto acabe aquí. Han hecho un buen trabajo. Ahora no lo ven, pero acabaran por entenderlo. - Miró entonces hacia Celarian. - Agente Vaamar, habrá una rueda de prensa y quiero que esté presente. Ahora que no está Johnson la necesito al frente. Además, tengo entendido que fue usted quien hizo las averiguaciones sobre el asesinato. - La elfa miró a su superior resignada. - En media hora. Los quiero a los cuatro. A usted también Zoddert. ¿Entendido?
Aprovecho esa media hora para usar la terminal de peter y averiguar todo lo posible sobre Nimbwe, sobre todo su infancia. Hermanos, padres, etc. Accidentes. Todo lo posible