Encuentras el ultimo pueblo en el camino antes de Ciudad Vaticana, luego sera medio dia de camino seguido hasta llegar. La taberna se encuentra convenientemente frente una pequeña plaza que va a dar a la carretera de tierra, junto a ella unos establos que parecen pertenecerle.
Con un suspiro de alivio, paro frente a los establos y entrego los caballos al mozo.
Chico, tratalos bien que se han portado bien conmigo...Luego le doy una moneda y me marcho a la posada en si, en donde me dirijo a el tabernero en cuanto entro.
Tabernero...me gustaría comer en abundancia si no es problema.
Ummm...cual era la moneda mas pequeña que el gremial?
- Por supuesto... - era un tipo especialmente delgado y alegre - sientese, ¿quiere algo para beber mientrastanto?
Son como los euros, 1 gremial = 100 centimos de gremial, toma por cuenta que las monedas son los mismos valores que las de los euros (1c, 2c, 5c, 10c, 20c, 50c).
Sírvame una jarra de sangría, hágame el favor. Y no espere a tener toda la comida preparada para ir trayendola...según este preparado me lo trae, que vengo con hambre del camino.
Me siento en una mesa desde la que se pueda controlar la taberna y por la que no se me pueda asaltar por la espalda.
Asias...me acordaba del céntimo, pero pensé que igual me equivocaba xd
Sonrio ante tu comentario
- Algo de queso y pan aliviaran el hambre durante la espera - ofreciendote unas tapas de buena gana
Te sirvió la jarra de sangria y acto seguido un pequeño plato de madera, con unos trozos de pan y unos cortes generosos de queso curado. Luego se retiro a una sala contigua, que supusiste era la cocina. Estabais solos en la taberna.
Ataco al pan y al queso con un hambre canina de dos días. Realmente el hambre convierte la comida mas simple en manjares deliciosos.
Tras los primeros bocados, me lo tomo con mas calma y voy dando cuenta con tranquilidad de un vaso de sangría.
Antes de que llegues a terminar el queso aparece el tabernero con una bandeja que parece tan grande como la propia mesa. Medio cochinillo al horno, con verduras.
- Quedo de la celebracion de anoche, no esta muy caliente pero tampoco frio, pruebelo y si quiere se lo vuelvo a hornear otro poco.
Aquello tenia una pinta infinitamente mejor que el queso.
Me viene perfecto buen hombre...cuando hay hambre no rechaces el cochinillo. Tomo la bandeja y la dejo en la mesa para partir un trozo que muerdo con ganas. A partir de hoy ese va a ser mi lema.
Me echo hacia atrás en la silla y suspiro de felicidad. Hay que ver que buena es la vida...
Acto seguido suelto un sonoro, prolongado y satisfecho regüeldo.
El tabernero vuelve tras la barra a seguir limpiando platos, parece que la taberna no siempre esta tan vacia como ahora. Cuando ya has quedado satisfecho, el ruido de un carruaje llama tu atencion. Parece que han llegado a la taberna aquellos con los que te cruzaste en tu camino y que tambien van a detenerse aqui.
Uso una servilleta para limpiarme la boca y los dedos, y ya satisfecho, picoteo un poco del queso mientras espero curioso a ver que asoma por la puerta.
El primero es uno de sus hombres, no el nervioso sino el que quedaba justo al otro lado. Parece bien alimentado, un bigote espeso y rostro afilado le dan un aspecto extraño... desde luego no es castellano. Cruza la mirada con la tuya por un momento y luego avanza hasta la barra.
- Buscamos alojamiento - su castellano es brusco y su acento más aún, desde luego no es frances, eso seguro - ¿que puede ofrecernos?
T: - Tengo dos habitaciones libres, con camas amplias y comodas - le responde el tabernero
Me sirvo un segundo vaso de sangría y disfruto del sabor afrutado mientras observo esta escena de teatro rural en vivo.
Sera curioso ver cuantas habitaciones piden.
toso un momento, llamando la atención del tabernero, para que no se olvide de mi y levanto un dedo.
El tabernero te presta atencion, y el hombre calla, mirandote tambien para saber porque les has interrumpido.
Perdone mis modales...solo recordaba al posadero que habiendo llegado yo antes, una de esas habitaciones sera ocupada por mi. Comento sin perder la sonrisa luminosa. Luego hago un gesto de satisfacción complacida y les dejo para que sigan tratando lo suyo.
No les interrumpo mas...gracias por su tiempo caballeros.
T: - Si el caballero se queda... una - rectifica
El hombre suspira
- Pagaremos cuatro veces lo que valgan, por tres habitaciones
T: - Pero mi buen señor, no tengo tres habitaciones libres, tengo una.
- Pues librelas
T: - Me temo que eso no es posible...
Gente con recursos...poco amables, pero con recursos, eso esta claro. sigo el desarrollo de este drama urbano con mas curiosidad aun que antes.
Tres habitaciones?...una para la dama y otras dos para sus vigilantes?...demasiadas creo yo.
El hombre se vuelve hacia ti, tras lanzarle una mala mirada al tabernero
- 5 gremiales por su habitación - sentencia
Miro a mis lados y hacia atrás como si me sorprendiera la oferta.
Me lo dice a mi caballero?...pero eso seria una afrenta para nuestro amigo el posadero aquí presente...como podría yo hacer negocio con una habitación que en justicia es suya...niego tristemente con la cabeza. Me temo que tengo que negarme amigo mio.
- En ese caso 5 gremiales para que coja sus caballos y siga su camino, y ya negociaré con nuestro amigo el tabernero por la habitación
A esa distancia no puedes evitar fijarte en la bolsa que cuelga de su cinturón, parece pesado lo que alli lleve.
Me temo que después de 2 días de camino constante, mis buenas monturas se merecen un mas que satisfactorio descanso caballero. Por que no desiste de su actitud de poder comprar el mundo entero y se limita a tomar la habitación que el tabernero le ofrece. Seguro que con un poco de buena voluntad son capaces de arreglarse con una. Sigo sonriendo sin perder el buen humor en ningún instante, ni parecer un peligro.