Partida Rol por web

Parece darse por vencido, abre la puerta de la taberna y pega un grito en otro idioma, apostarias tu mano derecha a que ha sido Vodaccio mal hablado. Los pasos del otro hombre se acerca, mira mal al que trató de negociar contigo y pronuncia algo que te suena bastante despectivo por el tono. No parecen grandes amigos.

Esta vez es el hombre nervioso el que se acerca al tabenero

- Creo que mi... compañero - como si buscara las palabras, su acento Vodaccio es muy notable - se ha explicado mal. No nos importa que no haya habitaciones libres, hemos dicho que venimos a ocupar tres habitaciones.

T: - Creo que se han explicado igual de bien, mi buen señor

El tipo que trató de negociar contigo sonrie y sale de la taberna. El hombre se encamina a las habitaciones

T: - Oiga no puede subir ahi sin tener una habitación

El hombre vuelve un momento atras y deja un par de gremiales sobre la mesa

- Ahora si la tengo - esta vez sube

El tabernero va detras, temiendose a saber que...

Vaya por Dios...si resulta que el tipo mal encarado es un matón. Antes de que suba mucho por las escaleras me levanto y sacudo los dedos de los restos de migas del queso. Perdone mi poco considerado amigo...pero no estará usted tratando de quedarse con la habitación que en justicia me pertenece, verdad?.

Voy a la puerta y la cierro, poniendo la tranca por dentro para que no pueda venir nadie en ayuda del tipo sin modales.

Me temo que no puedo permitir tal cosa.

- Los cadaveres no necesitan habitación, no quiera convertirse en uno y quedese en su sitio.

Siguió subiendo tras ignorarte

Esa es mi idea amigo bruto. Por que no deja de importunar al posadero, que es una buena persona y viene aquí a morir como el hombre que nunca a sido. Sonrío mientras me pongo los guantes para el duelo. Sepa que hace unos momentos he devorado a un congénere suyo...y doy fe, de que era un cochinillo muy jugoso. Usted en cambio, no es mas que un puerco sarnoso.

Antes de que puedas acercarte más coge al tabernero por la espalda y le pone su cuchillo al cuello.

- Si tanto apreciais al tabernero... velad por el... y retiraos

Desde luego honor... no tenia.

El tabernero tragó saliba y se quedo muy quieto.

Miro esta nueva circunstancia sin perder la sonrisa.

Mi buen tabernero...tenéis esposa o alguien a quien deba trasmitir vuestro cariño y ultimas palabras antes de este brusco final que os aguarda?...me voy acercando, haciendo que mi sonrisa sea menos cordial y mas peligrosa. Tened por seguro buen hombre, que vuestra muerte sera bien vengada.

El hombre presiona sin dudar contra el cuello del tabernero, dejando correr un hilo de sangre.

- ¿Estais seguro?

Desenvaino mi espada y avanzo hacia el.

Sabed que si no lo soltáis ya, un segundo después que el, vos estaréis muerto. Ya no sonrío pues mi disposición es la de matar al puerco. A todo cerdo le llega su San Martin...

Un ruido de cristales rotos a tu espalda, el hombre del bigote acaba de romper una ventana a tu espalda.

Cuantos mas seamos mas nos reiremos...no me cabe ninguna duda de ello. Dejo de avanzar y sonrío al nuevo participante de este pequeño drama. Señor, bienvenido de nuevo. Que tal si me deja matar a su compañero, por el que seguro que no tiene mucho aprecio, y luego seguimos tratando el asunto entre usted y yo como personas razonables...

- Me temo que solo si me hace entrega de su habitación... porque si tengo que dormir al raso quiero alguien vigilando mientras duermo.

Entra por la ventana como puede, pero parece que sin cortarse.

El hombre que tiene al tabernero amenazado murmura algo poco amistoso, que el hombre que entra por la ventana ignora completamente como si jamas lo hubieran dicho.

Siento decir que no soy persona que cede a las presiones. Tal vez a los buenos modales y a la educación. Aparte de eso, su compañero ahí el puerco, esta ya muerto. No lo sabe, pero desde el momento que entro en la taberna su suerte esta echada. Por favor...no una su suerte a la de ese sarnoso que se escuda como el cobarde que es tras un pobre inocente. No sea ahora el escudo que use para proteger su cobardía.

Mientras hablo, voy hasta el centro de la sala donde comi y en la que esta el tipo del bigote.Si he de luchar contra dos, mejor que tenga espacio.

- Disgustaria mucho a nuestra dama si lo matara, no tiene porque correr la sangre... - mantiene la calma muy al contrario que su compañero

Descubres por fin lo que guardaba en el saco, saca un guantelete (uno solo) y lo pone en su mano izquierda. Es algo más exagerado de lo normal pero parece permitir buena movilidad. ¿Hace cuanto que se dejo de usar armaduras?

Mierda...un juguete Eiseno tal vez? No creo que a la dama que lleváis le importe demasiado la muerte de un animal como ese...es mas, a no ser que se manche la falda con su sangre, dudo mucho de se entere de que falta.

No soy persona que espere a ver que son las cosas, así que voy a por el bigotes antes de que el haga el primer movimiento. Recordar para otra vez...hablar menos, y actuar mas.

Te tira una mesa encima.

- ¿Que parte de que no es necesario que corra la sangre no entienden los castellanos? - aun sin desenfundar su espada

Me aparto de la ruta de la mesa y sigo hacia el.

Si no deseas luchar conmigo no hay problema por mi parte...pero el, el esta muerto.

- ¿Y que ha hecho para merecer tal destino?¿amenazar a un tabernero?

Se indigna

Rehusó la lucha y trato de esquivar su destino amenazando a alguien que no le hizo ningún mal. Si a vos os parece una conducta correcta y deseáis que tenga hijos para que les muestre el camino adelante. Pero en mi opinión haré un gran favor a esos inexistentes niños matando al tipo.

Y ahora por favor, si estáis dispuesto a arriesgar vuestra vida por la patética piel de ese desperdicio, seria mejor comenzar ya, de lo contrario la dama se preguntara en el carruaje que es lo que estará pasando.