Partida Rol por web

El engendro había caido, y parecía que todo el maldito castillo se quería ir con el, y ya puesto llevarselos a todos al infierno de donde había salido.

Mierda. Mierda. Mierda.

Todos salieron de la sala y se dirigieron a la salida. Era mucho lo que había que recorrer, y no iba a ser fácil. Y si encima había que esquivar cascotes y paredes derrumbadas iva a ser aún más jodido. No obstante dificil era lo normal para la compañia del Toisón. Así que todos lograron evitar algún chichón indeseado que les habría hecho perder un tiempo que no tenían.

Buf. Ha ido de un pelo. ¿Verdad?

Saliis a la luz de la mañana ¿cuantas horas debisteis pasar en el interior de ese reino de pesadillas? Tras vuestros pasos el pasadizo, las salas y los horrores del castelo parecen hundirse en las profundidades de la tierra como si el mismo Theus quisiese borrar de la existencia tales insultos contra la ley natural.

Tomais aire un último momento y con un poderoso salto os lanzais al vacio mientras a vuestro alrededor todo se desmorona. Caeis a las aguas azules y templadas del mar de Vodacce y nadais de vuelta hacia il aventurero donde el Capitán Gambino os lanza un cabo para que podais subir a bordo.

Dais un último vistazo al peñón donde antaño se levantó el castelo y cuya forma ahora parece ahora descabezada y solo algunos restos de la escalera parecen revelar el lugar donde antaño se levnató el castillo de los infames Falisci. Con vientos a favorables y una tonada marina entonada por la tripulación dejais atrás los horrores vividos.