Partida Rol por web

_-_Distopía_-_

1.4.4 Cavern Lounge

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27/09/2009, 21:20

El Cavern Lounge había sobrevivido a muchas cosas, la gente más fina y la más peligrosa también, se reunía allí. Había un buen número de personas, pero cada quien estaba interesado en lo suyo. Kylie había conseguido un apartado, gracias a su asuidad al lugar y había dejado claras señas de dejar pasar al rubio, aunque se había cuidado de no dar su nombre.

Un piano sonaba para cuando Kylie llegó, una canción algo vieja, anticuada a decir verdad, gusto del refinado oído de los imbéciles que pagaban platillos a precios exorbitantes o bebidas que nadie sabía qué mierda eran pero no estaba mal. Después de todo para eso era el dinero y para eso ella trabajaba, para ser bien atendida. Ni bien la vieron, el recepcionista se acercó a ella con su gran sonrisa melosa y fingida, ella lo siguió sin hacerle ningún comentario.

No había señales de Winter por ningún lado, en realidad aún no había llegado.

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07/10/2009, 21:38

Había retrasado lo más que pude mi llegada al Cavern, no quería esperar por Winter porque odiaba las impuntualidades y me daba la impresión que el poli no gozaba de ser el más puntual del mundo y a pesar de mis 40 minutos de retraso, él no había llegado. Lo supe ni bien ver al estúpido recepcionista que no paraba de mirar mi pecho. Me senté y sujeté la carta que me entregaba, la puse sobre la mesa.

-Traigáme un escocés azul... Y recuerde que estoy esperando a alguien-ordené y él iba a quejarse.-Ya sé que no eres el mesero, haz que uno de ellos me traiga lo que necesito, pronto, Raúl.

El recepcionista no se atrevió ni siquiera a murmurar. Me recargué de la silla que era más bien un amplio sillón y miré mi reloj, casi una hora de retraso.

-Lo esperaré 20 minutos, no más...

Un mesero apareció con mi trago, mitad claro de abajo hacia arriba y mitad azul eléctrico. Le di un sorbo enseguida y asentí, era algo amargo en el fondo pero lo azul era dulce, así que a mí me gustaba. No iba a pedir nada de comer, estaba poniéndome de muy mal humor saber que estaba perdiendo mi hermoso tiempo esperando al gilipollas de Winter. Me parecía haberle dicho claramente que no se demorara, mi tiempo valía mucho más que el de él, carajo. Miré por la ventana, el hecho de estar en un último piso, te dejaba una hermosa vista. Me pregunté dónde estaría mi padre en ese momento, si estaría con alguna de sus amantes o con la última, la ex mujer de Aguirre... Quizás lo más probable era eso. Había demasiadas cosas sin explicación y yo ya no era una niña a la que él pudiera ocultarle cosas.

-¡Malditos hombres, se siguen creyendo dueños de uno por tener...!

Una voz interrumpió, habían pasado diez minutos y el mesero necesitaba saber si ella quería ordenar. Lo despedí efusivamente pero cuando estaba a mitad del recinto casi vacío, lo hice volver a voz en grito y le enseñé mi vaso.

-Traiga dos más de estos.

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13/10/2009, 11:33
Grasp Winter

La noche comenzaba a ser demasiado larga, y por un momento tuve que recordarme lo que estaba en juego, no era el tirarme a Zoe, o el conseguir que Aguirre no se cargara a más de la cuenta, lo realmente importante, eso era lo que debía preocuparme. El aire frío que me golpeo la cara en el breve trayecto entre el lugar donde aparqué el coche y la entrada del local, terminó por despejarme. Que diferente era a los lugares que solía frecuentar, y no por ello, menos peligroso, otro tipo de corrupción se escondía en ese antro, una mierda con un olor agradable, siempre me había gustado la descripción que hizo en su día Stuart.

El portero me miró de arriba abajo, con la calma de quien se cree tener la potestad para juzgar entre quien es digno y quien no de pisar el “santo” lugar, que gilipollas, fue nombrar a Wishman y se acobardó por completo, la rubia daba más miedo que el mejicano, y eso era algo a tener en cuenta, aunque en realidad, yo nunca había dudado de este hecho. Aún así me mostré con la suficiente educación para no tener en contra a aquel matón, ya que seguramente, aunque idiota, sepa disparar.

Ajuste mi chaqueta roja al entrar en el ricamente decorado local, y el recepcionista me indicó con presteza el lugar donde me esperaba Kylie con una sonrisa algo despreciativa, dejando claro que me consideraba un intruso. No le hice ni caso, si algo sabía era que les jodía que tipos como yo entraran allí, y si supiera que soy poli estaría próximo al infarto.

Tomé el ascensor panorámico regalándome unas vistas hermosas por su contrastes, lujo y miseria apenas separados, así era el mundo donde me había tocado vivir, en fin, dejaría mis amenos debates filosóficos para otra ocasión. Las puertas se abrieron y dejo a la vista un sitio que prometía mucho más de lo que daba, debía reconocer, no obstante, que me gustó, tal vez algo frío, pero yo lo prefería así, odiaba los lugares donde todo pretendía ser cálido y acogedor.

Enseguida localicé a mi objetivo, y caminé hacia ella con mi mejor sonrisa, hacer esperar a alguien como ella tendría sus consecuencias, así que intentaría minimizar daños. Lamento el retraso, gracias por esperarme la miré a los ojos, a la cara, a cualquier lugar menos al escote, pues ya desde lejos me había dado cuenta de que sería complicado evitar ese punto estás muy guapa Wishman, casi tanto como desnuda me senté sin esperar a que me invitara, pues corría sino corría el riesgo de que me mandara directamente a la mierda.

Enseguida apareció un camarero con dos bebidas, y sonreí una vez más sin dejar de mirarla, Que eficiencia, por lo menos se curran la pasta que vale la copa que mis modales no eran los mejores es algo que ya todos sabemos, así que no iba a esforzarme en algo que no conseguiría.

Me llevó más tiempo del esperado reunir al equipo di un largo trago a la bebida Veo que has estado investigando sobre mis gustos ladeé ligeramente la cabeza y apoyé los brazos sobre la mesa dime Kylie, ¿Qué más has averiguado?

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15/10/2009, 18:21

Bebí el último sorbo que me quedaba de aquel trago azul y justo entonces llegó Winter, ssu clásico desparramo me ponía aún de peor humor si es que eso era posible. Abrí la boca porque iba a retrucar algo acerca de mi desnudez pero entonces supuse por qué lo decía y me mantuve en silencio mientras el mesero terminaba de irse. Lo miré entonces a los ojos mientras bebía de mi copa porque ambas eran mías, me acerqué poniendo los codos sobre la mesa y respiré profundo mientras levantaba una mano para que el mesero nos trajera ahora los menús.

-Escucha, poli...-hice una mueca, no queríamos que nadie escuchara eso pero me había calentado lo suficiente como para no callarme.-Escucha bien, mi tiempo vale oro. Tú y tus "compañeros" ahora trabajan para mí, dicho de otro modo, me pertenecen. Así que la próxima vez, ahorráte tus malditos comentarios sexistas y llega a tiempo, carajo.

A lo lejos el mesero se acercaba con dos cartas, claro, a la vista de este parecía estar diciéndole algo lindo a mi amante en turno pero no era así meramente; me retiré un poco, puso ambas cosas sobre la mesa y le pedí el mejor vino de la casa y para cenar, la especialidad del chef. El mesero aguardó junto a nosotros esperando a que Winter pidiera algo.

-Puedes pedir otra cosa si el vino no te apetece, Grasp-dije con tono amable.-Hay alguien que puede ayudarte a encontrar al viejo Mac-dije cambiando situaciones y nombres.-Creo que está todo resuelto, el fin de semana tendremos una hermosa fiesta, supongo que tu familia vendrá.

¿Le estaba tocando los cojones? Puede ser pero él ya había tocado los míos lo suficiente como para no pasarlo por alto, estaba cansada. Había dormido poco y nada y había tenido que hacer muchos movimientos para que mi padre no se diera cuenta que estaba pagando la cuenta de hospital de la hermana drogadicta de Grasp. De pronto se me ocurrió que lo mejor era despedir al mesero de una buena vez.

-Traiga lo mismo para él, un poco de salmón... Que sea salmón, Jon o no traigas nada porque mataré a alguien y un par de ensaladas y esa cosa que parece queso-el hombre anotó, asintió y se fue.-Bien... Al fin solos. Parece que al fin podemos hablar. No juegues conmigo, Winter, mientras te portes bien seremos ami... Bueno, conocidos camaradas pero si las cosas se salen de su lugar seré la primera en saltar y no te va a gustar y no le va a gustar a Max o a la niña esa, Zoe. Así que procuremos que esto no se salga de línea porque no estoy para esas cosas.

Diez minutos después el mesero volvió con todo el servicio, yo hice silencio y esperé a que dispusiera todo. Cuando se marchó tras servirnos el vino, pude volver a retomar la conversación que estaba teniendo con el policía.

-Me juego mucho en esto y no voy a poner mi vida en peligro por ti. Prefiero ir entonces de frente con mi padre y que directamente me mate...-comí un trozo de queso o de algo que parecía queso.-McMord no dudará en abrirme la cabeza aunque yo sea su hija...

Lo miré fijo a los ojos, él aún no sabía aquello y debía dejar que lo asimilara.

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18/10/2009, 01:10
Grasp Winter

Impasible mantuve mi sonrisa, mi seña de identidad, todo va bien colega, tómatelo con calma, eso parecía decir siempre cuando esbozaba esa sonrisa confiada y segura. Así aguanté las amenazas de aquella mujer que creía estar por encima de todos, mercancía, eso era lo que opinaba de mi y del resto de los que no estuvieran a su “nivel”. En los de ese estatus seguramente sólo vería enemigos.

Envidiaba su dinero, este te permitía escapar de la mierda que nos inundaba todos los días, la de la droga, la de los disparos en cualquier garito de mala muerte, o la de la pelea con el pandillero cargado de pastillas. Pero sólo si eras inteligente, y lo malo, es que los inteligentes incitaban a los que no lo eran a convertirse en desechos. Rivales, alguien menos a quien aplastar. No los critico, seguramente yo habría hecho lo mismo, tal vez lo haga en otro estatus, Clay, Ae y yo, a la mierda el resto.

Asentí con calma y amabilidad a la petición de comida y guerra de Wishman, no iba a dársela con público, ¿dejando claro quién manda eh? Ya lo veremos, la pasta no proporciona el pack completo, pero eso seguramente ella no lo sabe. No despegué los labios en ningún momento, tenía que dejarla hablar, eso ayudaba a conocer a las personas, sobre todo a las que no parecían muy dadas a la cháchara intranscendente como Kylie.

Comí el salmón disfrutándolo, no todos los días podía gozar uno del privilegio de comer algo así, así que más valía sacarle todo el partido que pudiera, y cuando ya había devorado más de la mitad del mismo mientras disfrutaba de la hermosa vista, tanto al frente como a la ventana. Me limpié con la servilleta la comisura de los labios, que empezaba a chorrear ligeramente restos de la excelente salsa y me centré en la rubia, sonriéndole.

¿No vas a arriesgar tu vida por mí? dije con fingida sorpresa Que decepción preciosa, esperaba que mis encantos te hubieran conquistado ya hasta ese punto, pero no te preocupes, que todo llegará a su debido tiempo acaricié entonces el dorso de su mano que descansaba sobre la mesa, con mi dedo índice, continuando con el papel que me había asignado en la escena.

No te equivoques de lugar Wishman, tu pagas y nosotros trabajamos, es un negocio, un trato beneficioso para ambos, por eso nos arriesgamos, así que déjate de amenazas, ya sé de sobra lo dura que eres, así que llegado a este punto di un trago al caro vino para remojar el gaznate ante tanta palabrería no me hagas suspender la encantadora excursión del viernes le sonreí una vez más, totalmente en calma y sin parar mis dedos en ningún momento.

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19/10/2009, 01:04

Comía sin pensar mucho en lo que estaba comiendo, sólo masticando lentamente y pensando en las cosas que tenían que pasar a continuación y en unos cuantos días más. Me mantuve tranquila, escuchándole y dejando que terminara. Winter se sentía muy seguro de sí mismo y creía tenerme en sus manos de una u otra manera, quizás era verdad que yo no iba a confiar en nadie más pero no iba a dejar que su maldita soberbia me hiciera sentir de aquella manera. Solté ambos cubiertos sobre el plato que no estaba ni a la mitad y bebí un largo trago de aquel caro vino. Asentí con la cabeza en total silencio, luego una sonrisa se dibujó en mi rostro.

-Ya... Las cartas sobre la mesa, ¿no? Me alegro que seas tan... En fin, voy a olvidarlo porque me parece que no entiendes cuál es tu lugar, pero si quieres creer que tienes la sartén por el mango. Me parece bien-hice una seña con la mano llamando al mesero que apareció enseguida y le pedí la cuenta.-Tienes que buscar a Daniel, el cartero en Wilson y la quinta, una tienda de empeño de mala muerte. Te dará una llave para entrar a la casa de Geffen con facilidad y la posición exacta, así como cantidad de guardias que hay en ese edificio.

El mesero se acercó con la cuenta y apenas le eché un vistazo a ésta, en realidad no me importaba cuánto fuera, pagué en efectivo pues era lo mejor. Cuando se retiró saqué un teléfono de ultima generación y lo extendí a Winter.

-Para que estemos comunicados, igual puedes hablar con quien te dé la gana. Tiene mi número y el número del médico de tu hermana. Y ya que terminaste de decirme cuál es mi lugar en todo esto, pasa buena noche, Winter. Estoy cansada para las amenazas.

Me levanté lentamente, tomé mi bolsco y caminé rumbo a la salida sin prisa y sin pausa, no quería levantar sospechas ni llamar la atención. Ni demostrar lo que molestaba que me hablaran así, a veces no alcanzaba a entender lo que el poder de mi padre y la parte que de este tenía yo, provocaba en los demás. Encogí los hombros y comprendí que siempre iba a cargar con eso, mi paso era firme, rumbo a la salida y de vuelta a mi casa que era el único lugar donde estaba bien; al día siguiente, debía volver a ser la hija obediente y seguir el show. Winter podía quedarse y ganar una buena plata o podía cancelar todo, ya me tenía sin cuidado.

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21/10/2009, 09:38
Grasp Winter

Notas de juego

Escena terminada no?

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21/10/2009, 16:32

Notas de juego

La dejé allí por si querías escribir algo antes que ella se fuera pero parece que no es así, entonces, la termino si quieres.

Beso