Desde tu escondite, a las Afueras de Luxur, podías ver pasar día y noche las caravanas de peregrinos. No te importa mucho lo que haga la gente allí, hace mucho que dejaste el redil de ovejas sumisas que componen las gentes de Estigia y empezaste a vivir por tu cuenta, pero era una oportunidad de hacerte con dinero u otras cosas de valor que necesitabas, tanto para tu supervivencia ermitaña como para tus estudios arcanos.
Nunca prestaste mucha atención a por que se reunían allí, pero cuando pudiste oír gritos de adoración de algunos líderes de caravana no te importó poner la oreja a ver que decían. Las mismas cosas de siempre.
Reyes devueltos a la vida después de miles de años, brujos y sacerdotes de Set tan poderosos como destruir el universo... Algún sacerdote de Set estaría manipulando de nuevo la voluntad de la gente común.
Un día, estabas dándole vueltas a uno de tus misterios al volver a tu guarida cuando encontraste a dos muchachos escondidos cerca de la entrada. Uno de ellos parecía mayor, de unos doce años, cabello oscuro y ojos azules. El otro era más pequeño, posiblemente de unos cinco años, y llevaba un turbante que le tapaba el pelo. La piel de los dos estaba tostada por el sol del desierto y vestían con harapos rotos.
Al verte, el mayor cogió un puñal que le colgaba del cinturón de cuerda y te apunto con él, agazapado como una fiera salvaje. El pequeño se colocó tras él, junto la pared, preparado para salir corriendo si fuese necesario.
-No te acerques! Gritó el mayor Déjanos en paz o tendré que hacerte daño! ahora esta es nuestra casa...
Una hilera de dientes amarillos brotó del rostro de Khotan. Estaba desordenados y hacían presagiar un mal aliento. Si alguien hubiera estado observando la escena, no podría haber afirmado con seguridad si aquello era una sonrisa o una mueca. Pero sí que en sus ojos brotó una luz rojiza hecha reflejo. Se quedó quieto. De pie en mitad del desierto. Miró a aquellos niños y pensó que hoy era su día de mala suerte. Sacó su arco estigio. Estaba adornado con cintas de cuero que él mismo había trenzado habilmente en las largas noches de invierno. El tacto le era familiar. No dudó un instante en disparar a aquel niño con su arco.
Motivo: Ataque con arco
Tirada: 1d20
Resultado: 1(+4)=5
Uf. Vaya tiradita!
Cuando la flecha de tu arco se estrelló contra una roca, unos metros más allá de su objetivo, el chaval pequeño empezó a correr antes de que pudieras cargar otra flecha, el mayor dudó un poco antes de salir de allí, tanteó con el puñal al aire y después salió a la carrera también. Pese a sus raídas y desgastadas sandalias, podían correr bastante rápido. Pudiste ver como se agazapaban en uno de los huecos de la roca, a cubierto de tus flechas, unos quince metros más abajo de la entrada a tu guarida.
Motivo: pifia?
Tirada: 1d20
Resultado: 16
Miró impasible como una estatua de sal a los dos niños huir despavoridos. Intuyó el miedo en sus cuerpos allí agazapados entre las rocas. Rezando a algun dios por sus vidas. La suerte había sonreido a aquellos dos moscosos. Pero Khotan tenía todo el tiempo del mundo. Decidió que se entendría un rato con aquellos infelices. Preparó la flecha y andó con tranquilidad hacia las rocas donde se habían refugiado los dos entrometidos. Se sentó y esperó. No tenía ninguna prisa. Los cazaría como a conejos.
MASTER: Ponte corrupción 4 p'arriba en tu ficha anda... XDD
Esperaste paciente, dejando que la calida brisa que llegaba desde el río Styx te acariciara el rostro. De detrás de las rocas donde se habían escondido voló una piedra del tamaño de un puño, bombeada y girando desesperadamente. Ni se acercó a ti, la ignoraste. Si querían causar una distracción, tendrían que hacerlo mucho mejor...
Desde aquel risco dominabas todo el valle, si trataban de salir de detrás de las rocas les alcanzarías fácilmente con una flecha antes de que tuvieran tiempo llegar a ningún otro risco.
Pasaron los minutos, las horas, tal vez, estabas demasiado concentrado disfrutando de aquello como para siquiera mirar el sol. Una ráfaga sutil de viento levantó algo de polvo, una nube árida que rozó silbando todas aquellas rocas abruptas y afiladas. Entonces empezaron a correr.
El muchacho mayor, de unos trece años, salió corriendo hacia el este, y el menor, de unos siete, salió corriendo hacia el oeste, tan rápido como sus cortas piernas le permitían. No lo dudaste. Un segundo después, una flecha de siete palmos voló rápida entre la brisa y la arena y se hundió profunda en la espalda del muchacho mayor, asomando por el extremo opuesto de su torso cubierta de sangre roja y brillante bajo el sol. Solo le dio tiempo a emitir un gemido de dolor antes de desplomarse inerte en el la arena seca y tostada.
Lo que ocurrió después solo se puede entender desde el punto de vista de la inconsciencia de un niño. El hermano menor lo escucho, gritó su nombre, Ka-meht con su voz desgarrada y aguda como toda voz infantil. Su carrera cambió de sentido hasta situarse junto a su hermano, tendido en el suelo, repitiendo su nombre una y otra vez, sollozando, clavando después en ti sus ojos llenos de lágrimas, miedo e incomprensión.
No iba trataría de correr otra vez, no tenía sentido gastar otra flecha.
Sin dejar de mirar a su presa volvió a atar el arco a la espalda. Un par de cordeles de cuero lo mantenían fijo allí. Los anudó con fuerza. Comenzó a andar hacía el estupido niño. No entendía como había preferido llorar la muerte de su hermano a huir. Aquello le costaría la vida. Continuaba andando. Lentamente. Los sollozos eran ahora más evidentes. Sacó el puñal de la funda que lo ocultaba del sol.
Salvo que me pidas alguna tirada o el niño haga algo, lo mato allí mismo.
No hace nada que requiera una tirada. No se va a dejar degollar como un cordero, pero no vaa poder hacer nada por evitarlo. Interpreta tu mismo.
EDIT:
Cuando quieras ;)
La sangre brotó de la garganta del niño a causa de la herida abierta por el cuchillo en su piel. No le supuso mucho esfuerzo, pues a esa edad era suave y libre de las asperezas propias de la dura vida del desierto. Khotan notó como la vida se esfumaba del pequeño cuerpo. Finalmente, éste cayó inerte y hueco al suelo. Todo había acabado. El hechicero saboreó aquel instante. No es que le supusiera un especial gozo pero si gustaba de deleitarse de comprobar lo estrecha que es la línea que nos separa de la muerte.
Limpió el cuchillo con las ropas de su última victima. Después arrastró el cuerpo hasta la guarida. La arena se mezclaba con la sangre aún caliente y se pegaba al cuerpo inerte del niño. Repitió al maniobra con el otro jovenzuelo. Antes de terminar oteó el horizonte en busca de alguna sombra que pudiera estar observando la escena.
A lo lejos, a unos dos kilómetros a través del despejado desierto salpicado por algunas rocas cercanas, una hilera de carromatos avanzaba lenta pero impasiblemente hacia la entrada de Luxur, como una procesión e hormigas en busca de algún alimento.
En la ciudad nadie habría visto nada, los muros escarlata eran demasiado altos y gruesos, y las caravanas no habrían prestado atención desde la lejanía, pero tal vez alguien con buen oído hubiera podido oír los sollozos del niño ahogados en la distancia mientras se resistía en tus brazos antes de ser degollado.
Ya me dirás que haces durante el resto del día ;)
Dejó los cuerpos semienterrados en una de las salas del complejo subterraneo. Varios meses atrás y por casualidad había descubierto aquel lugar en mitad del desierto. En el tiempo pasado que hubiera estado en la superficie habría sido a buen seguro un recinto funerario. Algún tipo de cataclismo terrestre lo había sepultado bajo toneladas de arena y era practicamente imposible encontrarlo si alguien no lo andaba buscando a conciencia. Khotan lo había convertido en su hogar. No había invadido todo el extenso lugar ni mucho menos. De hecho había salas que aún no había explorado. Tras una serie de rituales y trances el hechicero había hecho un trato simbolico con aquel lugar. Khotan lo usaría de refugio a cambio de respetar la propia naturaleza de la construcción.
La entrada al complejo está oculta en una de estas extrañas rocas del desierto
Iré poniendo imagenes de mi guarida con tu permiso. Dejame, si te parece, un tiempo para ir describiendola y te digo lo que tengo pensado hacer.
MASTER: Por supuesto. Tienes el tiempo que necesites.
Mientras que terminaba de sepultar los cuerpos de los niños en una de los antiguos nichos funerarios, Khotan se convencía de que sería raro pensar que aquellos jóvenes se introdujeran solos entre las dunas. Sus padres estarían por ahí, quizás en alguna de las caravanas que seguían las rutas comerciales. Seguramente los estarían buscando. Se los imaginó desesperados al percatarse de que habían desaparecido. Sonrió. Nunca los volverían a ver con vida. Pero debía salir de allí. Si lo encontraban alli podrían sospechar. sacar conclusiones... esos asquerosos nómadas tenían la costumbre de aplicar la ley sin muchos miramientos.
Bueno. Me piro para Luxur unos días vaya a ser que se me presenten en el palacio subterraneo una pila de nómadas con antorchas y una soga en la mano XD
Mira creo que esto se te ha ido un poco de las manos. No acabo de entender como hace más de un mes de tu último post por aquí y sin embargo te vas al foro a buscar más jugadores. Sinceramente no lo entiendo. Supongo que habrá otras tramas más interesantes pero tampoco es plan. Así que he tomado la decisión de abandonar la partida por motivos obvios.
Un saludo y suerte con esto.