Partida Rol por web

El Narcisus es la nave auxiliar de la Nostromo. Pesa cuarenta y ocho toneladas y mide 16,3 metros de largo por 19,7 de ancho y 7,5 metros de altura. La nave tiene una única cubierta y sala con 108 metros cuadrados útiles. En su interior hay tres tubos de hipersueño. Su utilizad es para hacer desplazamientos breves entre naves o a estaciones orbitales. No esta diseñada para permanecer largos periodos de tiempo en el espacio. Esta impulsada por un reactor de microfusion SGW que impulsa dos motores cohetes A-24.

Fénix llega silbando hasta la nave auxiliar de la nostromo. Buscando el panel de entrada, pulsa su código, abriéndose las puertas de la pequeña nave. Una vez dentro se acerca al panel de control y empieza a encenderlo todo. Las luces se abren y se puede observar una gran estancia con tres tubos de hipersueño. Mientras activa en el panel “control de rutina” para ver si todo esta en orden, se levanta y comprueba los tres tubos de hipersueño. Accediendo a uno...accediendo a dos...accediendo a tres... mientras las tres capsulas se abren. Fénix pasa un rato monitorizando los tres tubos. Finalmente confirma que todo esta en orden.

Luego vuelve al panel de control principal, que esta ejecutando el diagnostico. Empieza a teclear ordenes y comprobar sistemas... Y así se pasa un buen rato. Finalmente cuando confirma que todo esta correcto, abre el intercomunicador para informar al capitán.

si las naves auxilares estan bien. :D

Una vez revisado todo, Fénix activa el comunicador para hablar con el puente.

Capitán, todo en orden en las naves auxiliares, ningún problema. Si le parece bien y no me necesita en el puente, pasare por la enfermería a que la doctora me “chequeé“ ya me entiende capi.

Espera respuesta.

Llegar hasta el Salmantis aunque era un camino corto. Te hizo pasar mas miedo que en toda tu vida. Las luces que antes cuando fallaban o tintineaban no las dabas mas importancia. Ahora parecían un aviso de la llegada de esa cosa. Haciendo que en no pocas ocasiones tuvieras que parar para comprobar que esa cosa no estaba ahi.

Cuando por fin llegaste lo primero que hiciste fue estabilizar a Fenix metiendole dentro de un tubo de criosueño. Sus heridas eran graves. Pero con suerte las patrullas os encontrarían en unas semanas. Y eso para un cuerpo en un tubo de criosueño eran como segundos.

Una vez preparado Fenix. Te empezaste a preparar la nave. No te llevo mucho tiempo. Programar todo. Primero despejar la cubierta de protección y luego programar un rumbo de escape de la nave. A máxima potencia. Cuando antes os fuerais mejor.

El rumbo estaba listo. Fenix. Dormido. Solo quedaba que Price estuviera vivo.

Ya sabias lo que ocurria...

Yo era una mujer experimentada, a pesar de mi edad. Llevaba mucho, muchisimo, vivido a mis espaldas y, como hija de la Madre Rusia, solia enorgullecerme de no conocer el miedo.

Al menos hasta aquel preciso instante.

No sabia si habia sido el hecho de tener que dejar a Jhon atrás lo que me aterraba, o tener a Fenix medio muerto entre mis brazos y saber que, cada segundo que pasara sin meterlo en la camara de criosueño, implicaria un segundo menos de vida para mi amigo. O quizas era el hecho de saber que aquella criatura podia acechar detras de cada esquina, de cada recoveco, de cada rincon.

Podian ser una y mil cosas, un compendio de todo, o absolutamente ninguna de ellas. Sinceramente, en un momento como aquel, ni siquiera lo sabia. Lo unico que sabia era que, mientras recorria la distancia que me separaba de aquella cubierta en la que esperaban aquellos tubos que eran, en aquel momento, como la tierra prometida, temblaba como una hoja, como si no fuera mas que una quinceañera asustada recorriendo algun tipo de tunel del terror, consciente de que, en el momento menos pensado, saldria de cualquier rincon el tio con la motosierra para darme un susto de muerte. Solo que el tio de la motosierra, en aquella ocasion, era un bicho alienigena que escupia acido y hacia manualidades contigo.

Sin presion, desde luego.

Afortunadamente, por fin llegue a mi destino y, una vez alli, me apresure, dando a Fenix prioridad absoluta, antes de terminar por teclear en aquellos controles, con la intencion de poner la nave en rumbo cuanto antes, algo que, desde luego, no tarde demasiado tiempo en hacer.

De hecho, antes incluso de que saltara aquella cuenta atras, ya tenia todo listo y preparado, y a la espera, tan solo, de que Price volviera junto a nosotros para salir de alli cagando leches.

Estaba nerviosa, mas de lo que habia estado en toda mi vida. Era Jhon el que estaba alli afuera, con esa cosa en la nave, programando todo aquello para volarlo por los aires en cuestion de segundos. Y asi, tras asegurarme de que todo estaba en orden, saque uno de esos cigarros arrugados, encendiendomelo con el pulso tembloroso, mientras me apostaba frente a la puerta, sin soltar mi arma, esperando ver a Jhon aparecer por aquella puerta de un momento a otro.

-Vamos, Jhon. Vamos, vamos... Date prrisa Jhon... Dat...  - no termine de pronunciar aquella ultima palabra cuando, de repente la autodestruccion salto. Sabia perfectamente qué significaba aquello. Jhon lo habia conseguido. Y ahora tan solo quedaba aquel camino de vuelta hacia la Cubierta B para poder salir de alli- Ya casi esta... Viamos Jhon... Ia casi esta... Corrre porr favorr. - volvi a repetirme en voz alta, mientras daba una calada a aquel cigarro, con el arma apuntando hacia la puerta.

Casi lo teniamos. Casi lo habiamos conseguido. Dentro de poco estariamos en casa.

Price había tardado ocho minutos en volver a por las bombonas y subir una cubierta para llegar al Narcisus.

Pero al menos estaba ahí la salvación.

Aunque a este la quedaba una ultima batalla para ser conseguida.

Illanka vio como la criatura se acercaba corriendo a por vosotros. Tal vez sintiendo que todo se acababa. O simplemente para saciar su ansia de muerte.

Pero el tiempo seguia contando.

- Nos largamos. - Fue su primera frase enc uanto llegó con las bombonas de oxígeno. - ¿Puedes sacar esta bañera de aquí en 2 minutos? - Le preguntó a Illanka, aunque no tuvo mucho más tiempo cuando aquella criatura fue a por ellos, descubriendose. Todos los impedimentos y barreras habían servido lo justoo para poder llegar hasta allí, pero estaba claro que aun tendrían un enfrentamiento final si querían salir de allí de una sola pieza.

- ¡Mierda! ¡Puto hijo de puta! - Se quejó, tomando la escopeta con ambas manos y disparando a bocajarro contra él, directo a la boca a ver si así se le pasaban las ganas de tocarle los cojones y se iba unr ato a la mierda. - Muerete, cabrón! -

-Lo harré en un minuto y medio. - fue mi respuesta, cuando Price me pregunto si en dos minutos podria sacarlos de alli- Prreparrese. - indique, haciendo el amago de volverme para programar los controles y salir de alli cagando leches.

Sin embargo, antes de que pudiera hacer nada mas, aquella criatura volvio a atacarnos. Y, como acto casi instintivo, descargue aquel lanzallamas sobre la criatura, esperando que fuera suficiente, junto con el disparo a bocajarro de Jhon, para acabar con aquel ser del averno de una vez por todas- ¡Acaba con el, Jhon! ¡No tienemos tiempo! - exclame entonces, esperando que aquel bicho no nos entretuviera demasiado.

El tiempo corria en nuestra contra y, con cada segundo, estabamos mas cerca de acabar muertos.

La criatura ataco a Price con la ferocidad y rapidez de su raza. Lo dijo David un perfecto organismo de ataque. Diseñado para matar.

A pesar de que Price intento apartarse no pudo evitar de todo el garrazo que le lacero la cara y parte del pecho.

Pero este logra disparar a la criatura. Impactandola de lleno haciendo que grandes salpicaduras de acido se esparzan por la zona.

Haciendo que retroceda lo suficiente como para que Illanka pueda ayudar a Price a entrar en la nave auxiliar mientras el Alien intenta llegar a vosotros.

Sin exito por fortuna. Ahora solo quedaba salir de alli. Antes de que la explosion os matase a todos.

Lo que dijo el cabezón del sintético no era una exageración. Lo que habían dicho Fénix e Illanka tampoco. Aquella criatura saltó a por él como un demonio preso de la furia de sangre, lanzando sus garras contra él. Demasiado rápido, Price no tuvo tiempo para esquivar el ataque, pero si para alzar el brazo metálico protegiendo el arma que tenía en sus manos. El golpe le rajó la cara, marcó las uñas de aquella criatura en la prótesis mecánica y acabó por dejarle una importante laceración en el pecho, sintiendo el palpitar de las heridas, así como la sangre que manaba de ellas. Pero ahora no podía flaquear. El siguiente ataque lo destrozaría. Así, apretando los dientes y lanzando un grito de pura rabia y dolor, tiro de la corredera del arma y estirando el brazo hasta practicamente meter la boca del arma en la del bicho.

- Que aproveche, hijo de puta. - Y apretó el gatillo, disfrutando del quejido de la criatura como si de música celestial se tratara. De haber podido, habría grabado la melodía para el móvil. Los quejidos del animal, las salpicaduras de ácido y el momento, fue aprovechado por Illanka quien lo agarró, tirando de él con fuerza hacia atrás, haciendole caer al suelo y apartandolo de la puerta para después cerrar la compuerta con la criatura al otro lado.

- ¡Separa la nave! - Rugió en dirección a Illanka, señalando el panel de control. Ahora había mas prioridad en eso que en preocuparse como estaba. Él... sobreviviría. Estaba herido, pero sobreviviría.

No fue hasta que la Narcisus se separó de la Nostromo, que Price se tomó el lujo de ponerse en pie, a duras penas y ayudandose del arma, para observar el vacio del espacio, y como la nostromo se iba haciendo pequeña. Contó, contó la cuenta atrás de forma mental. 7....6....5.....4.....3.....2......1.... - Jódete, hijo de puta. - murmuró para si mientras agarraba a la rusa por la cintura y hacia una peineta a traves del cristal a la Nostromo, cuando un diminuto destello brillante en la inmensidad del espacio indicaba que todo había terminado.

Un destello en la noche señalaba el final de aquel viaje, y marcaba el pistoletazo de salida de uno nuevo.

El tiro de Price, combinado con aquel fogonazo por mi parte, fue todo un exito.  Vale, no habiamos acabado con aquel bicho, pero si habiamos ganado, al menos, el tiempo suficiente como para permitir a Jhon en la nave auxiliar, y dejar a aquella cosa del otro lado de la puerta.

-¡JHON! - dije, al verlo sangrar, con un gesto de terror en el rostro. Sin embargo, no habia tiempo, no podia detenerme a ver en que estado se encontraba o, si no, pronto, muy pronto, estariamos muertos.

Asi pues, asenti, terminando de teclear en los controles la secuencia necesaria que nos sacara de alli. Y, esta vez si, se produjo el milagro: la nave auxiliar se separo de la Nostromo, justo a tiempo para no salir volando por los aires con ella.

Y, en cuanto la nave se puso en marcha y nos alejamos lo suficiente me puse en pie, corriendo hasta Jhon, para ver cual era su estado. Sin embargo, cuando el hombre me agarro por la cintura, atrayendome hacia el, tuve claro lo que estaba a punto de contemplar. Un fogonazo, a algunos metros de nosotros, que dejaba claro que aquel puto bicho, fuera lo que fuera, no podia haber sobrevivido a aquello. Sonrei entonces, sirviendo a Jhon de punto de apoyo, al tiempo que mi sonrisa se afilaba al ver aquella ultima peineta dedicada a aquel bicho.

Y solo entonces, cuando nos vimos a salvo, y lejos de aquella nave en la que casi perdemos la vida, me gire hacia Price, con una sonrisa en mis labios, que no tarde en unir con los suyos- Sobrrevivirras, no te prriocupes. - dije, con cierto humor, a pesar de su estado, haciendo referencia al hecho de que hubieramos salido de aquella- Viamonos a casa. Nos hemos merrecido unas larrgas vacaciones. - comente, ayudandolo a caminar entonces, hasta algun sitio en el que descansar.

Afortunadamente, aquello era cierto.

Habiamos conseguido salir de alli con vida. Y con Fenix, que no era poco.

Volviamos a casa.