Partida Rol por web

«Sargento... tenemos localizado al androide... se dirige al puente de mando... esperamos instrucciones...»

¡Vamos! Tenemos que impedir que llegue. Grito mientras se ponía a correr. También trato de contactar con madre para que cerrara las puertas del puente de mando.  

«¡¡¡SARGENTO!!!... ¡¡¡ESTÁMOS BAJO FUEGO EL SINTÉTICO SE HA HECHO DE UNA ARMA Y E.....» La transmisión se corta abruptamente y sólo se escucha el jadeo del sargento Ibañez corriendo entre los pasadizos hasta llegar a la primera cubierta rumbo al puente de mando.

Ibañez corrió por los pasillos mientras preparaba el arma para disparar. Estaba acostumbrado a ello, en la academia había realizado muchos ejercicios similares. Mientras corría levanto el arma y apunto al sintético, el disparo acertó en el maldito robot sublevado.

¡A todo el personal de la nave, sintético armada fuera de control se dirige hacia el puente de mando! ¡Cierre las puertas y aseguren la nave!

Los rápidos disparos del sargento Ibañez impactan en la espalda del síntético el cuál sólo se estremece inutilizandole el brazo izquierdo al dañar el sistema central de movilidad del androide, este continúa avanzando hacia la entrada por un momento se detiene y se vuelve hacia Ibañez disaparando una ráfaga.

Tres impacto destrozan el peto táctico de Ibañez el cuál cae de espaldas aturdido pero sin ningún rasguño los disparos de sus hombres zumban a su alrededor mientras el sintético logra ingresar  al acceso del puente de mando y a la cámara de la Inteligencia Artificial de la nave.

El androide se toma su tiempo aún cuando sigue esquivando los disparos de los marines,activa el código de la compuerta y esta comienza a cerrarse.

Los disparos aturdieron momentáneamente al  Sargento, era la primera vez que alguien le disparaba con fuego real en la academia solo habían hecho practicas con armas aturdidoras. ¡Maldito!

Rápidamente desvió el tiro de su arma, el rifle no tenía potencia para derribar al androide, y disparo al control de la puerta para evitar que se cerrara.

¡Madre! Dijo pulsando el intercomunicador que llevaba en el cinturón. Avise al oficial, voy a necesitar refuerzos. 

«ATENCIÓN... TRIPULACIÓN Y PERSONAL DE SEGURIDAD... FALLA EN EL SISTEMA 048WY0661... UN AGENTE EXTERNO A LA TRIPULACIÓN A VIOLADO EL CÓDIGO DE SEGURIDAD DE LA CÁMARA PRINCIPAL DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL DE LA NAVE... PROTOCOLO ZEUS... »

ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-ACCESO DENEGADO-» ... ... ...

«FALLA TOTAL ALERTA ROJA PERDIDA DE CONTROL AUTOMÁTICO»... ... ... ...

Enseguida del último mensaje de Madre, las luces de toda la nave cambian su estado a rojo y ambar denotando que la nave ha entrado en estado de emergencia y activa el protocolo de consumo mínimo de energía, se pierde el contacto con la nave Cygnus 02 y las tabletas electrónicas dejan de trasmitir la operación del grupo de exploración el cuál ha quedado completamente aislado e incomunicado.

La nave entra en en estado de hibernación y sólo se puede hacer uso de los sistemas más básicos de toda la nave. Ningún transmisor funciona, ninguna herramienta de navegación, ni los controles automáticos de la nave responden.

Ibañez comprobó rápidamente el arma antes de continuar por el pasillo era el protocolo que le habían enseñado en la academia, después de cada disparo había que chequear rápidamente el arma.

Hoy toca bailar con la muerte. Dijo mientras abanaba por el pasillo. Con su actual armamento un enfrentamiento con un sintético era un suicidio pero dejar al sintético descontrolado en la sala de mando era lo mismo. ¡¿Qué es lo que quieres?! Grito a todo pulmón mientras avanzaba pegado a la pared, cubriéndose con el escaso mobiliario de la nave. 

El resto de marines espera a la expectativa de los movimientos del sargento Ibañez. un primer grupo se adelanta cubriendo el área.

Sin obtener respuesta una laguna de silencio impregna el lugar, de pronto las puertas se abren, los marines preparan sus armas.

Varias diminutas siluetas se abren paso rápidamente los marines sobresaltados comienzan a disparar rompiendo el protocolo de seguridad.

Algunas criaturas son alcanzadas por los pulsos y están estallan salpicando de material altamente corrosivo, algunos marines son heridos y sin poder hace mucho la piel se les desintegra al contacto.

Otros más caén con una mcabra máscara en el rostro mientras sus colas se enroscan alrededor del cuello de los infortunados soldados que caen retorciendose por la falta de aire.

El caos impera en el ambiente, gritos y disparos son los reinantes en el área.

Cientos de criaturas corren por doquier buscando incubarse.

En el caos del combate el joven teniente recién salido de academia actuó como marcaba el protocolo que le había enseñado: primero buscar cobertura, luego buscar objetivos, seleccionar uno y finalmente disparar. Pero una cosa era la academia y otra muy distinta la realidad. Si envide perder el tiempo buscando objetivos hubiera comenzado a disparar, puede que la criatura no le hubiera alcanzado. 

Los sonoros disparos de pulso invaden la sala, el resplandor de las armas, gritos ahogados de los militares que luchan contra una horda de bichos rápidos y mortales, el sargento Ibañez no se percata de que uno de esos organismos letales se acerca peligrosamente, cuando se da cuenta el ser se arroja hacia el rostro del sargento sin que este tenga oportunidad de reaccionar, el bicho se aferra a su rostro y cuello restandole manera de jalar oxígeno, poco a poco comienza a perder fuerzas hasta que cae inconsciente en medio de aquel caso.

Ibañez despierta con un terrible dolor en el pecho así como con mareos y sintiéndose debilitado, lo primero que le llama la atención aparte de los cuerpos de las fuerzas de seguridad de la nave diseminados por toda la estancia, es una de esas criaturas muerta a un costado de él.

Al incorporarse nota que varios soldados todavía tienen las criaturas en pleno rostro, aunque siguen respirando al parecer ya no hay actividad hostil en el área.

Los elementos de servicio de seguridad comienzan a retirar a los guardias caídos, mientras que Ibañez detecta que uno de los elevadores se encuentra activo.

Viendo que los soldados estaban retirando a sus compañeros heridos. Ibañez dio un par de órdenes para agilizar la retirada de los heridos y la formación de un perímetro de seguridad.

Desobedeciendo todas las indicaciones de los manuales de la academia, Ibañez se adelantó a investigar el solo. Ni el mismo sabia el verdadero motivo por el cual seguía avanzando él solo. ¿Puede que tratara de ser un héroe y conseguir alguna medalla, puede que fuera simple curiosidad, o puede que fuera la adrenalina que circulaba por su cuerpo ?  

Al abrirse las puertas el aspecto del aquel pasillo es de lo más terrible y desolador, a lo lejos observan que algo se mueve sigilosamente, la pareja conformada por Kaminski y Denver se encuentran con el ahora encargado de la seguridad de la nave Equus, el Suboficial Ibañez.