Trashman se siente un poco mas relajado. Luego de comunicarse con la Matrazza, las cosas cambiaron un poco para él. No era el unico que sobrevivio. No tendria que soportar ese calvario solo. Hay otros que tambien estuviero ahi, y si bien el no tuvo mucha participacion en los combates, los vio contemplo sin posibilidad de hacer otra cosa. Marine tras marine arrasados por la horda sin fin de los infectados por el virus Hades. Vio como incluso el gigante y encarnacion de los dioses antiguos, y fuente de su terror mas profundo, el capitan Jupiter, sucumbia sin remedio frente a las criaturas.
Por otro lado, se sentia relajado de que no tendria que explicar una y otra vez porque partio sin ningun sobreviviente... No soportaba que otra vez lo volvieran a castigar por sus acciones.
Comprendido Hellish. Reduciendo velocidad.
La mancha de negruga que habia comenzado como un rincon sin estrellas en el frente de su campo visual, se fue transformando con el correr de los minutos en la gigantesca nave espacial Conquest.
Visualizando su pantalla, fue acoplando manualmente su velocidad con la suministrada por la IAR. Ya se sentia mejor.
Regrese a casa, a mi hogar...
Tendre mucho trabajo por delante, reparando ambas lanzaderas... Eso me mantendra ocupado... Mercury me podra ayudar??? tuvo una puntada de dolor. Habra sobrevivido?
conecta la comunicación, el canal de la Matrazza
Coronel, aqui Trashman, Le podria hacer una pregunta? Me gustaria saber si el neomarine Mercury ha sobrevivido a la misión? Era mi copiloto y bueno... queria saberlo. Sin que le moleste. Cambio.
La reacción de Deathsword no hace menos que sorprender a Clarek, que no se esperaba tal reacción de un subordinado, y menos de un neomarine curtido como aquél. Tras unos segundos durante los cuales los dos se miran fijamente Clarek responde seriamente al neomarine.
- Sargento, nunca he exigido de mis hombres menos de lo que yo me exijo a mí mismo... pero tampoco más. Puede retirarse -saluda brevemente con la mano.
Cuando el sargento está girándose para retirarse, Clarek se dirige de nuevo a él.:
- Sargento, todos los de esta nave les debemos la vida a usted y a sus camaradas. Es algo de lo que estar orgulloso.
Tras decir eso se gira de nuevo y se centra en el pilotaje de la nave. El coronel no es hombre de muchas palabras. Es un oficial, y sus órdenes deciden muchas veces la vida y la muerte de sus hombres, tal como ha ocurrido hoy. Clarek no puede permitirse el lujo de ceder ante sus emociones, ni compartirlas, ésa es la soledad del mando.
Clarek se concentra en el pilotaje de la nave, guiándola por la senda de vuelo que le marca el HUD holográfico conforme al vector de vuelo suministrado. Al poco los sensores captan dos señales correspondientes a dos naves, una de gran tamaño y otra más pequeña y más cercana. Debido a la distancia el identificador de objetivos tarda unos segundos en confirmar su identidad. Clarek se siente aliviado al ver que los dos son designados en color azul -objetivos amigos- identificados como la “Conquest” y la “Barge”. Y es que la nave enemiga sigue aún ahí fuera, en alguna parte.
- “Conquest”, aquí la "Matrazza". Siguiendo curso de vuelo planeado. Les tengo en pantalla.
- Lemontov, aquí Clarek, solicito un informe de su situación, ¿cuál es el estado de su unidad? - cierra por un momento el canal, pero vuelve de abrirlo – Por cierto, Trashman se interesa por el estado de Mercury. ¿qué ha sido de él?.
BODEGA DE LA "MATRAZZA":
- El Sargento Deathsword se sienta un momento a descansar y pierde el conocimiento debido al agotamiento más total y absoluto.
El Arzobispo se había mantenido apartado, rezando por las almas de aquel, su nuevo rebaño, y intentando no molestar para nada al Coronel, que tenía a sus espaldas demasiada responsabilidad ya como para que el le diera más cosas en que pensar.
Así que en voz baja se puso a rezar por aquellos cuya vida estaba en peligro.
Dios nuestro señor, tu amor y gloria son infinitos, extiende tus brazos sobre esta tierra maldita y guia a tus hijos, crean o no en ti, porque sus acciones son certeras y combaten a nuestros enemigos, entregando sus cuerpos y sus almas sin pedir nada acambio, sin recibir nada acambio que nuevos enemigos que batir.
Y asi te ruego, mi buen dios, que bendigas a tus hijos si te place suvalentía, que guies sus armas y sus pasos, y los lleves de vuelta a mi, que cambiaría mi insignificante vida por cualquiera de esos valientes... calló durante unos segundos salvo la de los artificiales. Amén.
Cuando levantó la vista, sin saber cuanto tiempo había estado desconectado del mundo real, vió que laas cosas parecían haber mejorado mucho. Dios era todopoderoso.
CAMBIO DE ESCENA: SEGUIMOS EN EL HANGAR.