Johnson te beso como un amante consumado mientras sus manos recorrían tu cuerpo con la habilidad de un experto. Con un movimiento rápido te quito la camiseta y cometo a besarte por el cuello. Con suavidad. Haciendo que tu piel se pusiera de gallina con las caricias que ese hombre al que habías conocido hacia poco , pero que parecía que os conocierais de hace mucho te estaba haciendo sentir. Con dos desabrocho tu sostén cayendo este al suelo dejando al aire tus pequeños pero perfectos pechos.
Johnson se retiro para observarte por unos segundos mientras se alisaba la perilla.
Dios eres lo mas hermoso que he visto en años. Y volvió hacia a tu para unir sus labios con los tuyos en una humedad y agradable danza.
Mi piel parecía prenderse allí donde sus manos me acariciaban. Mi cuerpo se estremecía ante sensaciones que creía olvidadas. Estaba nerviosa, pues me sentía como si fuera mi primera vez, pero Johnson estaba siendo dulce conmigo, con sutiles matices de pasión.
Sus manos se deslizaron por debajo de mi camisa tras bajar la cremallera del mono de trabajo, haciendo que mi piel se erizara bajo las yemas de sus dedos. Me liberó de mi ropa, sin prisas, dejando mi torso desnudo visible. Johnson cesó sus besos sólo para contemplarme, y su mirada me hizo contener el aliento, antes de que sus labios buscaran de nuevo los míos.
Con movimientos lentos, comencé a quitarle las prendas superiores, sin dejar de besarlo, descubriendo cada centímetro de su torso y deleitándome sólo con acariciar su pecho. Busqué su cuello, besando su piel mientras me embriagaba con el aroma de su tez.
Cuando le quitaste la camiseta viste un torso fuerte y torneado. Tenia algo de bello pero era corto y casi parecía que hubiera puesto en su pecho por un diseñador.
Comenzó a besarte mientras con una firme pero suave comenzó a tocarte los senos. No como un bruto que los removiera arriba y abajo. Si no habilidad . Una habilidad muy grande.
Con una mano te desabrocho el pantalón de trabajo y con una rápido movimiento te los quito junto con tus playeras.
Llevo su mano izquierda a tu cuello mientras comenzaba a besarte mientras con su mano derecha masajeaba tu sexo llenándote de placer . De un placer que había ya tiempo que no habías sentido.
Este hombre al que acababas de conocer , parecía conocer tu cuerpo como si llevarais una vida juntos. Haciéndote recordar caricias y placeres que casi habías olvidado.
Mis manos recorrieron el torso desnudo de Johnson, despacio, con suavidad, como si las yemas de mis dedos quisieran memorizar cada centímetro de su piel, mientras la excitación traía a mi mente ecos de un placer olvidado.
Sin prisa, con delicadeza, el ingeniero fue despojándome de mi ropa, acariciando mi cuerpo con suavidad, haciendo que me sintiera como arcilla entre sus manos y él fuera un artesano dibujando las formas de mi desnudez.
Una inhalación semejante a suave gemido, se escuchó entre mis laios al sentir su mano acariciando mi sexo. Estertores de placer acompañaban sus movimientos mientras mis labios buscaban los suyos, bebiendo de ellos. Su dulce pero sensual caricia provocaba contracciones bajo mi vientre, avivando las brasas del deseo que tanto tiempo atrás se habían apagado. Acaricié su nuca con una mano, enredando mis dedos en sus cabellos mientras me dejaba llevar por sus caricias y sus labios.
¿Quien te lo hubiera dicho? Que tu traslado a una apartada Colonia podía ser tan…interesante.
Johnson fue besándote por el cuello bajando lentamente hasta el pecho para terminar en tu estomago.
Llevo su manos a tus tobillos fue ascendiendo en una lenta y placentera caricias, rozando tus muslos con las yemas de sus dedos , hasta llegar a tus bragitas las cuales quito con suavidad.
Sus besos se fueron centrando en la parte interior de tus muslos subiendo poco a poco a medida que tu deseo crecía para que llegara a su destino. Cuando llego creíste haber llegado al cielo. Notabas su lengua recorriéndote . Paso sus manos por debajo de tus caderas para asirte con fuerza y acoplar su cabeza perfectamente entre tus piernas. Mientras te colmaba de con su boca levanto los ojos para mirarte y ver tu cara de placer.
Me dejé llevar por el deseo a medida que Johnson me colmaba de besos y caricias. Era como montar en bici: al principio me sentía perdida, temblando como si fuera mi primera vez, pero mientras el ingeniero prendía el fuego de mi cuerpo con las yemas de sus dedos, el instinto me hizo responder.
Estertores de placer se escaparon de mis labios cuando él se sumergió entre mis piernas, explorando mi monte de Venus. Acaricié su cabeza, enredando mis dedos en sus cabellos e incliné el cuello hacia atrás, soltando un gemido placentero mientras cerraba los ojos y sucumbía al deseo que se incrementaba cada vez más en mi interior.
No supe cuánto deseaba, cuánto necesitaba aquello, hasta que Johnson me lo mostró.
***
Tras una noche que no olvidaría jamás, desperté en la cama de Johnson, desnuda y abrazada al ingeniero. Ver su rostro mientras dormìa me hizo sonreír. Acaricié su pelo, con ternura, evitando despertarlo. Si alguien me hubiera dicho el día anterior que terminaría en la cama de un hombre aquella noche, me habría reído incrédula y, sin embargo, allí estaba, contemplando el rostro de Johnson mientras un hormigueo recorría mi vientre al recordar cada detalle de aquella noche.
La voz del Supervisor sono por los altavoces de la colonia. Jefa Ingeniera Harker. Presentese inmediamtente en el Laboratorio medico.
Johnson estaba durmiendo placidamente hasta que sono el aviso.
Genial y yo que esperaba poder divertirnos un poco. ¿Que querra? ¿Y por que tienes que ir al laboratorio medico? Te dio un beso y comenzo a vestirse. Mientras te pasaba tu ropa.
al ataque que todo empieza!!!!
Abstraída observando a Johnson mientras dormía, di un respingo en la cama al escuchar el aviso por magafonía.
-Qué raro...- dije, frunciendo el ceño mientras apartaba las sábanas. Entonces Johnson se despertó y comenzó a vestirse tras regalarme un beso que saboreé con una sonrisa de oreja a oreja. Cogí mi ropa y comencé a vestirme también -Bueno, ya "desayunaremos" luego, si te apetece- le dije con picardía mientras me anudaba las botas.
Ya vestida, me dirigí a la puerta, no sin antes volver a besar una vez más al ingeniero.
Miedo me das xD