Partida Rol por web

Los sensores de movimiento no detectan nada. Lo cual era raro. La colonia no es que fuera muy grande. Pero albergaba a mas de cien personas, segun el ultimo censo.

Mirando a todos lados, entre mis pensamientos conspiratorios y pesimistas, pasaba por alto el detector de movimiento. Solo estaba listo para apretar el gatillo si algo aparecía sin previo aviso.

Aquella calma empezaba a ponerme nervioso. Deseaba escuchar algún ruido, alguna voz, el sonido de alguna máquina. Tanto silencio no era normal y era malo.

Algo pasa aquí, todo está demasiado silencioso. A la mierda Cassidy abra esta jodida puerta, vamos a entrar. Estar allí fuera era quedarse muy expuesto, al menos en el interior tendríamos paredes y menos flancos en peligro. Además los sensores no marcaban nada.

Seguí las órdenes del sargento, me parapeté en un rincón desde el cual tenía un amplio campo de visión y podría maniobrar bien con la smartgun en caso de asalto. Mantenía mis sentidos alerta, mi mente despejada, dejando ir los pensamientos que me perturbaban. Sin ellos no habría emociones que me alterasen.

Fue lo primero que me enseñó Emil cuando me recogió de las calles y me dió una oportunidad en la vida: a mantener la serenidad y la calma. ¿Cómo pude olvidarlo? Debí llamarle la noche de la fiesta... estaba tan ciega. Pensé en ese instante, dejando luego volar cualquier palabra o frase que se cruzase por mi cabeza.

Volví a centrarme en mis sentidos. No podía permitirme otro error como el ocurrido en la Sulaco, cuando disparé al sargento creyendo que era un hostil.

Era escalofriante. Ese presunto abandono de la colonia no pintaba nada bien. Eso sólo la hacía estar más atenta, acechante. Se movía con su rifle, rápido. Buscando.