Partida Rol por web

Miré confusa todo aquello que pasaba ante mis ojos a tal rapidez que a cualquier mortal se le revolvería el estómago. Una muerte y tres renaceres. No era justo para Imamiah, pero en una situación como la actual, cuantos más fueramos, mejor.

- Perdona si te ofendí, hermano Ylahiah, solo quería que el hermano Imamiah nos diese algún dato que tuviese desde su punto de vista. Por contrastar. -Luego miré a Uriel.- Te contradices, hermano, dices que hay que confiar en los caídos a manos del diablo, pero sin embargo... ¿no confías en Ylahiah? -Miré a este último durante un breve instante.- Como él mismo ha dicho, Yuriel no ha desmentido que él estuviese también junto a nuestros hermanos caidos.

Miró a Saramiel cuando dijo que Uriel se contradecía.

-¿Lo hago? ¿por qué iba a confiar en Ylahiah? ¿Acaso es una víctima de los demonios que haya vuelto a la vida? No tengo más razones de confiar en él de que las tengo de hacerlo en tí. Quizás no haya entendido bien lo que has querido decir, Saramiel. Mi confianza se aferra ahora mismo en Imamiah, Yuriel, Lumiel y Somiel, que han sido víctimas de nuestros enemigos, y si en mi mano estuviera hacerlo, traería a Imamiah a la vida.

-Perdona, malentendí sus palabras.

Reconoce ante las palabras de Reiyel mientras se inclina.

-Sin duda, lo que tú dices, hermana Reiyel, tiene mucho más sentido. Ahora...

Alzo mi tez hacia Uriel e Ylahiah.

-¿Vais a dejar de pelearos y facilitarle el trabajo al mal? La hermana Yuriel, quien crees inocente, tiene la respuesta sobre la verdad, o falsedad, del hermano Ylahiah. Pregúntale a ella y te dirá si es, o no, cierto que el hermano puede estar en ambos sitios a la vez. Sería posible que fuese la habilidad de un demonio, pero no lo creo.

Extiendo mis alas con firmeza.

El espejo que les ha acompañado en su despertar reacciona al recibir una caricia distante. Un anhelo, un ruego... o quizás solo se trate de la silenciosa oración de un mortal que nuevamente necesita de guía para elegir el camino correcto. 

Sobre la imagen, un hombre serio parece sumido en el estudio de un amplio abanico de documentos. 

En días como aquel, el juez casi llegaba a lamentar haber escogido aquella profesión. 

Tenía que dar veredicto en un caso de apuñalamiento. La víctima murió el el hospital después de una noche en coma. Hay dos sospechosos que no tienen nada que ver el uno con el otro. Cuatro testigos que señalaban a una única persona como autora del crimen. Un montón de chavales menores de edad que se niegan a declarar. 

Y absolutamente nada más que la información personal de cada uno de los sospechosos, lo cual debería considerar como información circunstancial. 

El acusado por los testigos estaba contratado por el colegio de la esquina como profesor interino. El ataque sucedió 10 minutos después de los horarios oficiales de cierra del centro. Los menores que no han declarado son alumnos de ese centro. Ese chico estudió Magisterio, tiene 27 años y es si primer trabajo remunerado. Es natural de la comunidad, pero no del barrio. Notas normales. Sin fichar. 

El segundo acusado es familia de los cuatro testigos. No tiene estudios, ni sabemos porqué estaba en la zona. Niega toda vinculación con el fallecido. Lo que sí tiene son antecedentes por vandalismo callejero y una imputación por posesión de drogas.

Los testigos, por su relación directa, no son fiables, pero tiene que haber un veredicto, y uno de los dos es claramente culpable. 

Lo peor del caso sucedía en ese mismo momento. Frente a él, está el padre del Maestro, quien está ofreciendo una sustanciosa suma para la fundación que el mismo Juez preside, supuestamente desinteresada. Aquello no le gusta, pero el hombre al que debes aconsejar siente que el muchacho verdaderamente es inocente.

La solución no es fácil.

Vasariah no terminaba de demostrar felicidad en su rostro cuando Imamiah desaparece. - Que!?... Imamiah!! Que está pasando?? Vasariah no entiende lo que sucede, pero aún así regresan sus hermanos de la muerte.

- Raciel, Somiel, Lumiel... Que ha sucedido?... Donde está Imamiah??...

La intensa discusión que acababa de darse despertaba su lado mas severo. Era el angel de la luz, la verdad se hacia evidente a sus ojos, pero el señor le habia dado tambien una espada, para que la oscuridad y la mentira fueran cortadas de raiz... y no titubearia en usarla si era necesario.

- Uriel ! - dice con tono severo - creo, sin poder demostrarlo, que no eres un demonio, pero tu accionar le es mas funcional a Lucifer que al Padre, y no voy a permitirlo. Estuviste a punto de ocupar el lugar de Andariel, quien para mi si era un angel autentico, y si continuas asi volveras a ocuparlo. Todo el esfuerzo que muchos de nosotros hacemos por encontrar a los puros de corazon lo destierras con tus conjeturas erroneas...

Habia quedado claro quienes integraban el grupo en quien confiabamos, lo expuse ya muchas veces como para volverlo a hacer, y lo primero que hiciste fue ponerlo en duda al anochecer, argumentando que por el hecho de haberte elegido debian ser demonios, y no es asi. Luego despiertas sospechas en Ylahiah, dispersando nuestro foco, cuando ha dado señales de colaborar con el bien desde el principio... luego comienzas a exponer tus dones y los de otros, sean del angel que sean, lo dije antes y lo vuelvo a repetir, es imprudente y solo nos expone ante el mal... aunque Metatron piensa distinto en este sentido. 

Respecto a tu reflexion, creo que como bien dices no tiene sentido que un demonio muera para que lo resuciten luego, a menos claro que tenga el don de resucitarse, lo cual dudo que exita, asi que coincido en que Raciel, Somiel y Lumiel no son demonios, sin embargo... Lumiel tiene una tibieza intolerable como para ser considerada una aliada del bien, mientras que las otras dos hermanas si expresan razgos de pureza, y bien podrian sumarse al grupo que de angeles autenticos que ya tenemos. 

Hablando a todos en general - Esta noche no ha caido nadie mas, estamos como el dia anterior y ademas hemos sumado dos a la lista de confiables... quizas esto sea un buen signo... En cuanto a la pregunta sobre lo que he visto, se los hare saber cuando tenga claro el significado de lo que estoy percibiendo.

- Hasta ahora solo habían matado de uno en uno ¿por qué ahora tres? ¿en que te basas que todos han sido ejecutados por esos traidores y no es uno de nosotros juzgando a lo que cree culpables? Y yo no fui quien dedujo que era de fiar, pero me resulta curioso que seas tu el único que exponga lo contrario. No, no os podéis fiar de mi solo por mi poder, ni por mi palabra, pero es de seguro que ese es mi don. No otro que argumentabas que yo asegure tener. - hago una pausa antes de finalizar. - Ademas parece que son capaces de turbar nuestras almas y oscurecerlas, no se si estoy siendo objetivo de tales habilidades....- 

Giro levemente la cabeza hacia Saramiel, sin quitar ojo de Uriel.

- No tienes de que disculparte, Saramiel. Solo comentaba que poca información iba a poder darte, pero espero que pueda volver y ser él quien te lo comunique. 

- ¿Puede que mataran a ellos tres porque estaban demasiado unidos entre si y al morir uno muere otro..? - les miro  - Hermanos, qué visteis?

Les pregunto con la esperanza de que nos aclaren algo.

- Ylahiah - le digo - Como dije por la noche, Padre me otorgó el poder de ayudar si os hacían eso.. si lo deseas puedo intentar calmar tu alma - me ofrezco

-¿No fue nuestro Señor el que creó el libre albedrío? - Miro con rudeza a Gisiel - Al igual que cualquier ángel puede elegir su camino. Si Lumiel desea ese camino, es su deseo. Si debe ser culpada, que lo haga Nuestro Señor, no nosotros. - Suspiré- NUESTRO trabajo es encontrar a los emisarios de Lucifer, y NO hacer una caza de brujas para con los otros ángeles que tengas diferente forma de pensar. - Vuelvo a alzar la vista a Gisiel- Dos cosas tengo que decir al respecto del tema de Lumiel:

1- Si en realidad es un emisario de Lucifer... Es el emisario MÁS tonto de todos, ya que al revelar un dato como su neutralidad no hará más que convertirse en el objetivo de los demás.

2- Si acabara "cayendo en desgracia", ya la tenemos vigilada. 

Miré a mi alrededor. Y busqué a Metatron.

-Lo que no entiendo de verdad, es tu afán por acabar con Lumiel. Aunque resulte cansino, perder el día de hoy sólo en votar a Lumiel es contraproducente. Ni nos aseguramos nada, ni nos libramos de nada. Así, que hasta que Metatron no aclare lo dicho y me ponga una excusa "razonable"; YO, Jeliel, opino que esa es una conducta de Emisarios de Lucifer. Defiendete y contrargumentame, por favor.

- Hermano Jeliel, tu y yo pensamos diferente en muchas cosas, y aun asi no dudaria un segundo en defenderte si hicera falta, porque tu corazon es noble y eres fiel a los designios de nuestro padre. No es porque Lumiel y Hariel tengan libertad de elegir ni porque piensen diferente que no confio en ellos, sino porque no se conmueven con la muerte del prójimo, no son fieles a nuestro padre y al debilitarnos son utiles al plan de Lucifer. No puedo considerarlos hermanos nuestros, no lo son.
Sin embargo, como sugieres, nuestra prioridad son los demonios .... Es fuerte tu acusacion hacia Metatron....

Me pongo al lado de Ylahiah y digo.

-Quitando a Raciel, Somiel y Lumiel, me parece que soy la única que ha revivido entre los que estamos. Y como ellas han estado muy poco tiempo, me parece que debo declarar que Ylahiah es el que me mantuvo informada de lo que ocurría mientras moriamos y pudimos hablar de nuestras sospechas y nuestras opiniones. Por otra parte, no se como tú, Uriel, que puedes ver el futuro, puedes acusar a alguien en el que practicamente todos confian porque no has podido comprobar sus poderes. Yo si los he comprobado, y si confias en mi, no dudeis de Ylahiah puesto que esta de nuestro lado. Sino que alguien lo compruebe cuando pueda y asi descartamos a otro de los hermanos, aunque me parece que hacer esto sería una perdida de tiempo. Uriel, tu, sin embargo, no me has dado ninguna razón por la que confiar en ti y creeme que tendre un ojo puesto en ti.

Miro a Jeliel y Gisiel y digo.

-Yo tambien desconfio de Hariel y de Lumiel, pero no por lo que son ahora, sino por lo que se puedan convertir. Aun no han tomado cartas en ninguna de las discusiones mas haya de lo que les convenia y simplemente cuando se ha centrado la atención en ellas. Y, la verdad, a mi no parece que hayan aportado demasiado al asunto.

-Hermana Cuiel... si de veras puedes dar calma a las almas... aunque sé que mi libertad me permite obrar como considere... es cierto que han decidido mi voluntad el primer día contra el hermano Imamiah y que han intentado alterar mi Juicio de Alma... Así pues, y para más tranquilidad de todos, si no te agota en exceso, agradecería que calmases mi alma.

Dicho esto, me inclino en una muestra de respeto antes de volver a retroceder algunos pasos y colocarme al lado de Somiel, observando lo que sucede.

Como cada día el espejo mostraba una escena, una escena cruel. Mis ojos nunca eran capaces de poderla ver completamente. Sólo un demonio podía verla sin inmutarse ni por un momento.

- Pobre del que tenga que sufrir las desgracias de la muerte y de la duda, de las que creo no se libra nadie.

Mientras no puedo dejar de pensar en estas crueldades del mundo que el Padre nos dio, y que luego Lucifer mancilló llenándolo de miseria, me giro hacia Ylahiah.

- También me parece extraño que no haya sido una muerte sólo, si no tres. Algo ha tenido que pasar para que ocurra así.  – miro a Cuiel - ¿Unidos? ¿En que sentido? Yo no estoy unido a nadie…

Tras unos segundos de reflexión me dispongo a decir poco más de dos palabras.

- Jeliel, yo nunca he dicho que deseara un camino u otro, simplemente no me gusta la muerte de personas inocentes. No creo en que los demonios tengan que ser malos, aunque siempre se haya creído así. Es decir que, según tu teoría si eres demonio desde que recuerdas tienes que ser malo porque sí, y punto, ¿no?  Yo creo que no, eso sí, si merece castigo debe obtenerlo, tanto si es ángel o demonio. Y como tú bien has dicho, me tenéis controlada perfectamente, ¿qué más queréis?

Las palabras de mis hermanos se me estaban clavando en el pecho como espadas. Es un dolor difícil de explicar.

- Metatron, aun habiendo dicho que me molesta la muerte has dado serias evidencias de estar a favor de tirar alguna vida hermana de las que se encuentra aquí.  ¿Algo que decir en tu defensa?

miro a unos y otros. Después de lo sucedido, nuevas dudas salen a la luz, nuevas preguntas sin respuesta...
Dirijo mi mirada hacia Metatron para decirle -Tu conducta me ha dado mucho que pensar, hermano. Siempre pides que los demá se justifiquen y demuestren que no son seguidores del mal, pero creo que tú no has dicho nada para defender tu inocencia todavía...- no me gusta acusar sin saber del todo los detalles, pero por lo que había visto y oío no podí quedarme callada.
Creo que el tema de los ángeles neutrales ya está más o menos claro, por lo que. Decido observar la crueldad que se producía en el mundo humano, las dudas, la inocencia, los crímenes...

Llevó su mano al pecho y asintió mirando a Ylahiah.

-En las palabras de la hermana Yuriel confío, Ylaniah, y sí así ella respalda tus acciones entonces debo darte una disculpa. Perdóname, porque erré en mis conclusiones. Sinceramente, siento que estoy perdido en un laberinto de espejos y no sé quién es realidad y quién ilusión que se ríe y mofa de nosotros.

- No tengo problema hermano Azrael - digo caminando hacia él y cogiéndole de la mano con delicadeza. Le miro a los ojos - pero solo puedo usarlo en uno de nosotros.. si Yalaiha no tiene problema en que así sea.. intentaré calmar tu alma - le digo ya que es la primera petición expresa que me han hecho y quiero cuidar a mi hermano. Pero aquel había manifestado sus problemas primero.. habría que debatir.

- ¿Por qué te retractas ahora, hermano Uriel, cuando hasta ahora no lo hiciste? A pesar de que te repetimos lo mismo una y otra vez...

Luego miré a Cuiel.

- ¿Y quién nos confirma que realmente tú tienes ese poder y realmente vas a curar al hermano Azrael del desarrollo de su lado oscuro?

Me había incorporado pero no por propia voluntad. Lo último que recordaba era una sombra o dos o tal vez tres... no, lo último que recordaba era aquel lugar, aquel lugar frío y lúgubre... ¿Había muerto? Sí había muerto pero ya no lo estaba ¿qué había pasado? Miré a mi alrededor confusa, me llevé las manos a la cabeza intentando aclarar lo que había ocurrido sin llegar a comprender del todo. 

-Yo...- Busqué a Raciel y Lumiel, allí estaban habían vuelto al igual que yo. Noté como Azrael se colocaba a mi lado, al parecer se había convertido en una costumbre que comenzaba a agradarme. No comprendía lo que había pasado solo estaba segura de que había muerto pero por suerte me encontraba junto a mis compañeros de nuevo. Cansada apoyé mi frente en el hombro de Azrael y resoplé -Lo único que recuerdo es la oscuridad que precedió a la imagen de aquel lugar... - dije sin moverme -apenas pude decir una frase y de pronto estaba de nuevo con vosotros... ha sido como un milagro- mis cabellos cubrían mi cara por lo que nadie vio la sonrisa de alivio que se dibujó en mi cara, sin embargo Azrael pudo notar aquel gesto -me alegro de estar de vuelta...- susurré, aquellas palabras salieron de lo más profundo de mi corazón.

-Me retracto porque así Yuriel ha confirmado el papel de Ylahiah en el otro lado y no me turba admitirlo. De haberse dicho antes, temo que no estaría pendiente de la conversación y se me pasaría por alto, se habla de mucho y de poco a la vez y es fácil perderse entre las conversaciones.

Estoy con uriel, estamos cada vez mas perdidos, necesitamos un plan de defensa, tenemos que cooperar hermanos