Partida Rol por web

- ¿No estaba contigo?

Mira alrededor.

- Tenemos que irnos.

- ¿Conmigo? - Dice el hombre, entre confundido y preocupado. - No. He venido ha buscarlo, aunque he perdido la comunicación con él hace unos minutos. ¿Sabéis dónde esta o no? Tengo tan pocas ganas cómo vosotros de seguir aquí, pero no me marcharé sin él.

De hecho, ahora que se fijaban bien. El vehículo en el que había venido ese hombre no era el mismo que se había llevado a Croma. 

Marcellette sabe que Croma se había ido en otro coche, pero no conocía de nada a este tipo. Butch no parecía alterado, pero era Butch. ¿Era aliado o enemigo? ¿Condenaría más al señor Juárez si decía lo del otro coche? Suficientes riesgos por hoy. Si alguien le decía lo del otro coche, sería Butch.

Marcellette se detiene junto a Julia. No dice nada, y se la ve muy nerviosa - más que de costumbre.

- Me temo que el señor Juarez se ha subido a otro vehículo por equivocación.

Mira con nerviosismo al conductor.

- No se quien es pero tenemos que irnos ya y encontrar a Croma.

- ¿¡P-por equivocación!? - pregunta consternada Marcellette, rompiendo su silencio - ¿He entendido bien? ¿Ha sido secuestrado sin querer? ¿Por su propia equivocación?

Marcellette se lleva una mano a la cara, con cara de horror.

- ¡Debemos ir a rescatarle, rápido!

En su expresión es evidente que el hombre comparte la misma sorpresa y consternación que Marcellette. Sin embargo, antes de que pueda intervenir otra cosa capta su atención. Por encima de los edificios pueden divisar a uno de los SIBOTs que registraba los alrededores. No iba a tardar en localizarlos. 

- ¡Rayos! - Exclama el hombre, frustrado. Entonces, por fin baja la pistola y tras un gesto de la cabeza ordena. - Arriba. 

Tras eso sube al coche y Butch, Julia y Marcellette se apresuran a hacer lo mismo. El hombre no tarda en ponerlo en marcha, haciendo distancia entre ellos y la Sala de Eventos. Durante este trayecto se mantiene en un silencio tenso. Una vez que parece que la cosa es más segura le pega un puñetazo a la puerta con el dorso de la mano, de nuevo frustrado. Gira bruscamente en un callejón, frena de golpe y apaga el vehículo.

Entonces se gira para ver a sus aturdidos pasajeros. Su rostro era serio, a pesar de estar cargado con cierto pesar, y su mirada era fija y analítica, causándole un escalofrío a ambos. Tras observarlos durante unos segundos por fin concluye. 

- Mi nombre es Jonathan Boake, se podría decir que soy lo más cercano a un padre que tiene Croma. Por vuestro bien espero que esté bien, sea quien sea quien se lo haya llevado. Ahora es vuestro turno para hablar. Decidme quiénes sois y que es lo que ha ocurrido en esa fiesta.

[FIN DEL CAPÍTULO 1]