Su padre se da golpecitos cerca de la oreja, en el mismo lugar dónde Marcellette tenía el artilugio en la patilla de la gafa. A su padre le había contado que efectivamente funcionaba y que servía para hacer fotografías y videos que se podían activar de forma verbal. No convenía que supiera los detalles peliagudos del artilugio.
- Y recuerda hacer muchas fotos, ¿Vale? - Le da un beso y concluye. - Luego nos vemos.
Y con un par de despedidas más, Marcellette acompaña a Gregory hasta el exterior y se sube al coche que los esperaba. Gregory la invita a entrar primero y ella vuelve a mirar a su padre una vez más antes de sentarse, algo nerviosa. Aquella noche se planteaba bastante emocionante a la par que algo aterradora... Un pequeño paso en el gran cambio que parecía que iba a dar su vida.
[FIN DEL PRELUDIO]